Celoso¿no?

Era un tranquilo martes y muy temprano por la mañana en nerima, precisamente 6:03 AM. Pero, exactamente en el patio del dojo Tendo las cosas no se estaba completamente tranquilo.

- ¡Ranma, suelta a P-chan de una vez! – La menor de las Tendo miraba eufórica a su prometido, quien con una furia desmedida golpeaba un cerdo, que extrañamente sonreía amenamente. - ¡Que no ves le haces daño? –

- ¡Pues se lo merece! – Gritaba el chico quien golpeaba de forma brutal al cerdo – ¡este maldito cerdo es un lujurioso!... mira ni siquiera deja de sonreír... – Cada vez que lo golpeaba el cerdo sonreía más y más, debía que mientras lo golpeaba recordaba más el hecho que se había bañado con Akane, desnuda, en agua fría, por supuesto, debido al calor que se efectuaba esa mañana, y además el haberle embarrado de barro al chico el único fotón que tenía, ahora dormiría en el suelo, con unas pocas sabanas que quedaban...y el pobre era un friolento.

- ¡Déjalo!...¡No seas celoso! – Gritaba Akane.

- ¡Jah!... como si estuviera celoso de una mari macho... – Ranma, el prometido dejó de golpear al cerdo y lo lanzó lejos.

- ¡Fenómeno Idiota! ... – gritó dolorida, mientras Ranma fruncía el ceño por su comentario - y yo que pensaba ayudarte con las tareas de la escuela... que por supuesto, no hiciste anoche! – Akane corrió, y subió a su habitación, allí una portazo retumbo por toda la casa.

- Maldición... – Murmuró enojado. – Creo que debo ir a disculparme...– Suspiró.

- ¡Ranma!... ¡sabía que te encontraría despierto! – Ranma miró hacía arriba y vio a Happosai con un cubo, que interpreto, era un cubo con agua fría. - ¡Ahora puedes modelar para mí! – Lanzó el cubo de agua.

- ¡Diablos¡ - Ranma saltó para que no le llegara el cubo, pero antes que se diera cuenta otro cubo le llego en la cabeza.

- ¡jajaja!.. ¡ahora si, ahora si! ...- Reía el viejo mientras sacaba ropa intima de mujer, de sus pantalones.

- ¡Ah¡viejo depravado, quita tus manos de mí! – Una chica gritaba por los pasillos de la casa.

Toda la familia Tendo y Saotome despertó. Y Kasumi, Soun, y Genma bajaron a la sala, todos sabían que sucedía.

- ¡Ranma!... – Gritó su padre mientras le lanzaba una lámpara en la cabeza. - ¿Qué no ves que todos dormimos?. –

- ¡Pero, yo no tengo la culpa... es este viejo que..¡ Ah!... – Ranma Corría para que el viejo la dejara de tocar.

- Papá... ¿no harás nada para ayudar al pobre de Ranma? - Preguntó Kasumi, mirando con atención a Ranma.

Su Padre la miró, luego a miró a Genma, y los dos miraron a su maestro quien les hecho miradas de furia, y al mismo tiempo Genma y Soun, se pudieron de rodillas albando al maestro Happosai.

¡Es Suficiente! – Gritó Akane bajando por las escaleras. Todos se detuvieron en lo que hacían y se dieron media vuelta a mirar a Akane. - ¡Maestro deje en paz a ranma! – Akane estaba tan furiosa que el viejo salió disparado hacía el patio y luego salto hacía la casa vecina, Akane luego dirigió su mirada furiosa a Ranma. - ¡Tú, ve a mi cuarto para ayudarte a hacer la tarea! – Ranma en el momento en que akane lo apuntó se puso tenso y enseguida subió a su cuarto, corriendo. – Kasumi, por favor¿podrías avisarnos cuando el desayuno este listo – Preguntó akane de forma amable, olvidándose de su enojo.

- Claro, akane, encantada. – Kasumi, le ofreció una de sus mejores sonrisas.

- Gracias...- Sonrió, y listo, Akane subió tranquilamente a su cuarto.

Todos se quedaron en silencio por un rato mirando hacía la misma dirección que había estado parada Akane.

- Mmm... – Bostezó nabiki, bajando las escaleras. - ¿Qué sucedió?... –


Ranma estaba tensamente sentada con su cuaderno de matemáticas en la cama de Akane, no había hablado nada desde que entro esta. Se le notaba hasta por los poros su enojo en él. Pero entonces, se preguntaba ranma... ¿Porque lo estaba ayudando?

- Emm... ¿Akane? – Tímidamente Ranma la llamó.

- ¿Qué quieres? – Akane lo trataba de forma seca, y eso ...le... ¿molestaba?.

- Uff...- Suspiró, y unos segundos, largos segundos después comenzó a hablar. – Yo... lo siento. -

- ¿El que? – Akane se hacía de rogar.

'claro, orgullosa.' Pensó Ranma, sonriendo. – Bueno, ya sabes... lo de esta mañana.

- ¿Quieres decir, por que golpeaste a mi cerdo, por que me insultaste, o solo por que te obligan a hacerlo? – Preguntó con mal genio la chica.

Ranma se cruzó de brazos y hablo.

- Porque te insulté. – Respondió de mala gana, jamás se disculparía por golpear al idiota de ryoga, se lo merecía.

- ¡Qué hay de P-chan? – Gritó la chica, furiosa.

- ¡Se lo merecía! – respondió el chico, haciendo fluir sus celos por cada uno de sus poros.

- ¡Claro que no! – Le gritó.

- ¡Que si! – Dijo acercando su rostro al de ella, enojado.

- ¡Que no, Ranma! – Se acercó más, totalmente roja de furia.

- ¡Que... – Ranma por fin se dio cuenta de lo cerca que se encontraban sus labios de los de ella, y no pudo continuar la pelea. En seguida Akane vio lo que tan ansiada y ruborizadamente miraba ranma. Pero no hizo nada por detenerlo, solo unos segundos, hasta que, se dio cuenta de que no podía besarla... una chica.

- ¡No!... ¡Que haces? – Akane lo golpeó con un mazo que quien sabe donde lo sacó, en la cabeza.

- ¡Hey!... ¡porque hiciste eso? – Gritó Ranma, con muchas sensaciones en su alma, decepción por no poder, vergüenza por que ella lo captó, tristeza por... que ella no se había dejado besar. ... Un momento... ¿Acaso ella no sentía nada por él?.

Un ''El desayuno esta listo'' se escuchó, pero no prestaron mucha atención.

- ¡porque intentaste besarme! – Bueno, no era la mejor de las respuestas, pero no podía decirle que quería besarle, y que no podía por que era una chica ahora. Vio como ha ranma la furia le salía por los ojos.

- ¡Claro, que no!... nunca basaría a una chica fea, tonta y mari macho, como tú. – Ranma se paró en dirección a la puerta, y la abrió. – Mejor, ve a besar a P-chan... de seguro el querrá. – y bajó hacía el comedor.

- Uff... ¡Tonto! – Akane también bajó a desayunar.


- ¿Estás bien Akane? – Preguntó Kasumi - no has probado tu desayuno. -

- Si no te sientes bien no deberías ir a la escuela. – Le dijo Soun.

- Estoy bien... – Le respuesta seca de Akane solo significaba una cosa.

- Toma ranma... – Kasumi le pasó una tetera, y el miró sin comprender. – Creo que debes transformarte, para ir a la escuela – Entonces Ranma, calculó un porque de que akane no se dejo besar.

- Y... entonces – Habló Nabiki... - ¿Qué le hiciste ranma? ...

- ¿Qué te hace pensar... que yo le hice algo? – Su voz sonaba tranquila, pero malhumorada.

- ¿Será porque frunces el ceño cada vez que akane habla, o solo por que haz roto tres pares de palillos cada vez que dicen akane? -

- Ranma, se nos hace tarde...- Akane se paró silenciosa.

- mm... – Ranma solo murmuró algo, se paró y se fueron.


En el trayecto a Furinkan se encuentran con algo inusual. Frente a una gran mansión (antes deshabitada) un camión de mudanza estaba estacionado cerca.

'¿Nuevos vecinos?' Se preguntó Akane.
- ¡muévete Akane! Vamos a llegar tarde por tu culpa – La agarró del brazo, aún enojado y corrieron juntos.

Al llegar a Furinkan ambos corren por los pasillos tratando de esquivar a la gente, pero Akane queda rezagada y al dar vuelta en una esquina se topa con un muchacho a quien nunca había visto, era más alto que ella , sus ojos eran dorados, muy profundos, su cabello era azabache, largo y su expresión altanera, la recibió con una seductora y encantadora sonrisa que de inmediato la hizo estremecer.

'Es...muy guapo' Akane se ruborizó. – Este... yo...-

Ranma regresa por akane - vamos Akane! (jalándola del brazo) –

Por fortuna llegan a tiempo al salón de clases. Luego de ellos el director entra, en ese momento entra por la puerta el muchacho con quien Akane se había topado en un momento antes, y no pudo evitar sonrojarse otra vez.

- Bueno alumnos, me complace presentarles a su nuevo compañero, su nombre es Inuyasha Taisho, y se ha mudado recientemente a Nerima con toda su familia y nos acompañará por el resto del año. Espero que lo traten como se debe. Ah! Y casi lo olvido, quisiera pedir a algún alumno que le muestre a Inuyasha nuestra querida escuela...así que... Ranma ¿podrías hacerlo? - Preguntó

- Mientras no quiera cortar mi trenza... – Dijo Ranma con despreocupación

- No ya no lo haré... ya que este chico también trae el pelo largo... y su familia es millonaria... – Sonrió, mientras el chico lo miraba asesinamente y fruncía el ceño. – Eh... adiós. – El director Se fue cantando, algo como 'Soy millonario por los pasillos'.

- Eh... muy bien InuYasha... yo soy la profesora Inimishi...- Lo saludó y este hizo una reverencia. – Ve y siéntate con hiroshi... –

¡khe! ...– El chico se sentó. Y Las chicas comentaban lo apuesto que era el nuevo chico.

' Vaya, Akane se mostró muy nerviosa por el encargo del director..' Dijo mientras la miraba sonrojar.

-¡Demonios!... – Murmuró.

- ¿qué pasa Ranma , acaso estás preocupado por algo...? – Le preguntó daisuke.

- Claro que no... – Dijo Ranma serio. - ¿Por qué lo estaría?. –

- ¿acaso no lo notaste, parece que a Akane le gustó el chico nuevo... – Dijo Hiroshi... mientras el 'chico nuevo' miraba la pizarra con una sonrisa en su cara.


Luego de haber terminado la hora de matemáticas, ranma, acompañado de Akane, le mostraban el Patio de la escuela a inuYasha.

- Mi nombre es Inuyasha, bueno, el idiota del director que quiere robar mi dinero ya lo mencionó...- Miró a Akane - ¿ tú eres con quien me encontré esta mañana en el pasillo? -

Akane se sonrojó - si, lo siento mucho, es que llevaba prisa y ...bueno, choqué contigo, mi
nombre es Akane Tendo, mucho gusto... – le sonríe de forma nerviosa... – Ah, y el es ranma Saotome...-

- Mucho gusto... – Dijo ranma frunciendo el ceño... - ¿de donde vienes?

- Tokio, mi padre tiene unos negocios allá, pero tenemos una casa aquí, así que vinimos. –

- ¿Ustedes son los que se mudaron a la mansión? – Preguntó Akane.

- Sí, a mi padre no le gusta el bullicio, pero está acostumbrado a las casa grandes, es también por eso que nos mudamos, en Tokio todo es muy pequeño, incluso las mansiones... todos es una porquería allí – Dijo Inuyasha. - ¿Ustedes donde viven?.

- En el dojo tendo... una cuadra antes de tu casa... – Dijo Ranma.

- Mh... – Murmuró InuYasha.. – Así que un Dojo... ¿los dos viven ahí? ... – Preguntó.

- Así es.. – Se apresuró a decir ranma. – Akane es mi prometida. –

- Pero por asunto de nuestros padres... – terminó un poco enojada akane.

- Ah... Pues yo estudio kendo... toda mi familia lo hace... – Dijo Inuyasha.

- Aquí hay un perdedor que también lo hace. – Dijo Ranma, y akane le pego un codazo. Giró la cabeza y vio a Kuno. - Mira, aquí viene. –

- ¡Akane, mi amor! – Gritó kuno antes de intentar abrasarla, y akane le pega una patada.

- ¡Ya te dije que no me dijeras así! – Gritó Akane.

- ¡Airen! – Se escuchó a lo lejos, seguido de un 'Jojojo' y un 'Kodashi deja a mi ranma en paz'

- Miren quienes llegaron... – Dijo Akane celosa. – Vamos Inuyasha – kun ... es mejor que dejemos a Ranma solo con ¡SUS novias!... -

- ¡no! ... Akane espera..! – Antes de poder seguirla, Shampoo, Kodashi, y Ukio se abalanzaron contra el gritando.

- ¡Ranma, mi amor! -


- ¡Uchs!... ese tonto... – dijo Akane pateando una piedra.

- ¿Qué no eras su prometida? – Dijo el arrogante chico nuevo.

- Bueno, te presento a sus otras prometidas... y eso que todavía faltan... – Dijo Akane frunciendo el ceño.

- Yo no creo que mi novia me dejara hacer eso... – Dijo InuYasha riendo. – Me mandaría al suelo.

- ¿Tienes novia? – Dijo Akane sorprendida.

- ¿Qué pensabas, que andaría soltero por ahí? ... – Preguntó inuyasha sonriéndole seductoramente.

- Bueno, ... eh... yo...si, eso creo. – Dijo Akane ruborizándose

- Pues déjame decirte que no...- Dijo inuyasha. – Y aunque seas muy guapa, no puedo estar contigo... ya he intentado otras veces... -

- ¡Jah! ... hombres... son unos engreídos! – Le dijo Akane.

- Dime¿acaso las mujeres no lo son también? – Preguntó. – Son celosas, orgullosas, peleadoras y abusadoras... pero aún así siguen siendo guapas...

Akane rió. – Creo... que tienes razón... –

El resto del día escolar continuó normalmente, Ranma seguía intranquilo, sin embargo, al terminar las clases, Ranma y Akane se reunieron como todos los días para ir juntos a casa, pero Akane no iba sola, InuYasha la acompañaba.


-Menos mal que ya te quitaste a tus noviecitas de encima... – Dijo Akane.

-Y veo que tu tienes un nuevo amigo ¿no Akane? – Dice el otro celoso.

Inuyasha sonrió para sus adentros, e encantaba hacer sufrir a los 'celosos' que le aparecían constantemente. – Yo creo que más que un nuevo amigo... –

- ¿a sí, ... Pues entonces los dejo a solas... – Ranma saltó hacía los tejados y se fue.

- ¿Por qué le dijiste eso? – preguntó akane haciéndolo excusarse.

- Creo que solo así se le quitará lo idiota... créeme... – Y pensó 'A mi así me lo quitaron'.

-... Pues... creó que me ayudaría ... – dijo sonriendo.

- Entonces, si tu me ayudas a solucionar algunos problemas con mi novia yo te ayudaré...¿Trato?- Preguntó.

- Creí que estabas muy bien con tu novia... -

- Es que soy demasiado inmaduro... – Dijo cruzándose de brazos y frunciendo el ceño. Como u niño pequeño y mimado tratando de que su madre le compre algo.

- jaja, pues ya lo veo... mmm.. trato... – Y le dio la mano.

- Pues bien, esta es mi casa, y debo entrar antes de que mi hermano me deje afuera. Adiós. – y Entró corriendo.

El camino al Dojo parecía eterno. Al llegar, saludo como siempre, pero a la hora de la cena...


-¿Quieres más Ranma? – Preguntó Kasumi.

-No te preocupes, no tengo mucha hambre, prefiero entrenar un poco, si no les importa – El chico miró a Akane, se paro, y se fue.

Más tarde, Akane busca a Ranma.

- ¿te sientes bien? – Le preguntó

- Seguro¿por que habría de sentirme mal? –

- no ... lose... – entonces le vino a la cabeza lo que sucedió con inuYasha. - ¿No tienes celos de Inuyasha, cierto? –

- Claro que no es así, si me disculpas, voy a tomar un baño y después me iré a dormir. Buenas noches Akane. – Dijo secándose el sudor y tratando de salir del dojo.

- Menos mal que no es así, por cierto, InuYasha me invitó a salir... al cine en la noche, dijo que si querías...-

- No gracias... – Dijo cortando sus palabras... – Prefiero dejar a solas a la parejita. – y se fue.

Continuara...