Buenas noches- Madrugadas.
Esto será un Two-shot. Esta historia es Sasu-hina por lo que sí tienen cualquier comentario mal intencionado por favor no lean.
Advertencias:
•U/A
•Tal vez las personalidades no se apeguen fielmente a los originales.
•La historia me pertenece pero los personajes no, son de Masashi Kishimoto.
-Recuerdos-
-Hablan-
"Todos los días Dios nos da un momento en que es posible
cambiar todo lo que nos hace infelices.
El instante mágico es el momento en que un si o un no
pueden cambiar toda nuestra existencia"
-Paulo Coelho
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La vida tiene una forma de empecinarse contra algunas personas de maneras increíbles.
Dentro de todas las desgracias que habían protagonizado su vida, Hinata vivía conforme. No a gusto pero se las apañaba bastante bien.
Tenía 18 años y la mitad de su vida se le había ido en luchar contra su depresiva mente.
Tenía 18 años y tenía un padre violento, una madre ausente, una familia que le había olvidado, miles de sueños frustrados y una personalidad que no le favorecía en lo absoluto.
Lo único bueno que podía hacer con plena libertad para sentirse bien era leer.
Leía en cualquier momento, en cualquier lugar, a cualquier hora. Días de lluvia, días de sol, en primavera, en otoño.
Cuando tenía 15 años su padre consideró que era suficiente de libros por todos lados y que como cualquier hijo agradecido Hinata debía trabajar. Y lo hizo.
Trabajaba pero aun así no dejó de leer en sus tiempos libres, a Hiashi no le pareció que aún hubiese libros por todo el departamento.
Los quemó. Porque el todo lo quemaba.
Como cuando tenía 9 años y su madre les abandonó; Hinata quiso seguir tocando el piano donde tocaba con su madre porque se sentía cerca de ella.
Lo quemó, con la casa completa. Porque él todo lo quemaba.
Golpeó a Hinata incontables veces desde los 9 años y la chica lloraba durante días.
Después de cabrearse por lo que su padre le hizo, de cabrearse con la vida, con los dioses y con la gente, la muchacha de cabellos largos azules a los 15 años comprendió que era tiempo de tomar decisiones.
A los 16 años odiaba cada pedazo de sus días, de sus horas de sus semanas, sus meses y sus años.
Consiguió que sus notas subieran, obtuvo un trabajo adicional los fines de semana la cual tenía destinada a ahorrar y buscó una biblioteca a 45 minutos en tren de su casa para leer mientras empezaba su jornada laborar.
Había adquirido una rutina con el único objetivo de que cuando saliera del instituto podría ganarse una buena beca e irse sí era posible a la grandísima mierda con tal de estar lejos de su padre.
Ahora a los 18 años a pesar de todas las dificultades de su vida tenía resulta las cosas que quería lograr; era una persona autosuficiente.
Martes 5 de Octubre 2:30 pm
Particularmente ese día hacía frio mucho frio, pero no solo era el clima, sí no también los ojos negros de aquel muchacho con el que compartiría el vagón del tren y la biblioteca repetidamente durante más de un mes sin que él siquiera le notase.
Para Sasuke Uchiha había algo más molesto que el acose constante de las mujeres a su alrededor y era no poder leer en completa tranquilidad, sus calificaciones eran excelentes debido a su dedicación constante y nunca su casa había sido tanto un problema como desde el día que a su hermano mayor se le había ocurrido la maravillosa idea de renovarla.
Habían constructores todo el tiempo interrumpiendo sus horas de lectura así es que decidió que lo más preciso era ir a una biblioteca, le quedaba de camino de todas maneras.
Fue cuando el peli negro comenzó a asistir todos los días después de clases a la biblioteca durante 2-3 horas 5 días a la semana.
No fue hasta la 4 semana que se percató que coincidencialmente había una chica de ojos claros como los días lluviosos y el cabello azul como el mar que compartía no solo el vagón del tren sì no también sus horas de biblioteca.
Leía mucho, notó que no solo hacía su tarea sí no que leía con intensidad, con el sentimiento vivido que le permitían los libros, incluso atisbo algo de amor en su manera de tratarlos. Eso, llamó particularmente la atención del Uchiha. No siempre tenía el placer de encontrar a una fémina que amase tanto los libros, aunque no con frecuencia coincidían en la misma sala de lectura, pero sì coincidían en el horario.
Le veía sonreír, llorar, incluso carcajearse. Notó que le gustaban las novelas clásicas, que él mismo ya conocía y se encontró con la necesidad de querer entablar conversaciones con ella, no solo respecto a los libros, también evidenció el desinterés que manejaba hacía él.
Habían pasado 2 meses desde la primera vez que le vio y aunque él mismo lo negase con fervor, había adquirido la rutina de seguir frecuentando la biblioteca después de que los arreglos terminaran en su casa con la plena intención de verle diariamente. Era estúpido se dijo un par de tantas veces; aun así le buscaba con la mirada.
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Sábado 8 de diciembre – 11:34 pm
El clima era algo espeso, el aliento era palpable ante el frio de un sábado de diciembre sin embargo allí se encontraba caminando con una cerveza en la mano al lado de su rubio amigo que hablaba animosamente sobre algo que Sasuke no tenía la más mínima intención de escuchar.
Regresaban a Orange, un bar donde 15 minutos antes habían estado, pero habían salido a buscar cigarrillos.
Iban a escasos 6 metros del lugar y Naruto Uzumaki conversaba con la nada.
-Y sabes, sería divertido sí también…-
Sasuke había parado, a su vez Naruto enmudeció, paró y dirigió la mirada hacía el lugar donde el Uchiha la estaba poniendo, sobre una chica sentada en el andén, a unos dos metros de la entrada del bar con un cigarro en su mano derecha y una cerveza en la mano izquierda, lucía un poco… ¿Deplorable tal vez? El Uzumaki volvió de nueva cuenta su mirada hacia el peli negro y le notó algo ¿Confundido? Acaso ¿Le conocía?
-Oi Teme, ¿La conoces?- Preguntó con intriga el chico de ojos azules, Sasuke se hallaba en completo mutismo, así que sin más el Uzumaki caminó hacía la chica.
-Hey…- Le saludó confundido cuando observó más de cerca a la chica de cabellos azules, sus rodillas sangraban, su cabello estaba enmarañado, su labio inferior partido y sangrando un poco…
La joven le miró sin ánimos de contestar.
-¿Estás bien?...- No sabía que más decir, cuando se dio cuenta su mejor amigo ya se encontraba de nueva cuenta a su lado, la chica sin atisbos de responder dio un sorbo a la cerveza desviando la mirada un poco. Sasuke por su parte se había cruzado de brazos y le miraba con desaprobación más que con angustia como lo hacía Naruto, Hinata se removió incomoda en su puesto y apretó la botella.
-Hai…- Contestó en un ligero susurro.
-Bien, pues no luces exactamente bien- Ahora había hablado el Uchiha y Naruto se percató que Sasuke no era él mismo en ese preciso momento… ¿Quién rayos era esa chica? Ella iba a refutar lo que Sasuke estaba diciendo cuando el sonido de un tono de celular les interrumpió. Era el de ella.
-Estoy afuera…-Fue lo único que dijo, la otra persona al otro lado de la línea sonaba molesta.
-Estoy fumando- Sonaba tan plana, en realidad se le notaba que no quería hablar.
-Hai- Fue lo último que dijo y colgó.
Sasuke giró en sus talones con las manos en los bolsillos de su chamarra negra, acto que imitó el rubio y comenzaron a caminar, tal vez la chica lucía como que debía ser rescatada sin embargo no quería serlo. Al moreno le había molestado aquella actitud de la joven de cabellos azules, le había visto antes… Era la chica de la biblioteca.
En la última semana que había transcurrido Sasuke no había tenido ocasión de verle, no supo sí fue que cambió de horario para visitar la biblioteca o sí fue que no volvió.
Ahora le veía allí con un cigarro a la mitad, una cerveza, con sus rodillas sangrando, con su cabello alborotado, con sus ojos más ausentes, con su labio partido y con un pómulo que ahora era rojo y a futuro sería un morado verdoso.
Cuando le vio empuñó las manos, le miró con reproche y resopló irritado.
Cuando se dirigían nuevamente al bar, muy molesto Sasuke notó como a los 2 segundos de girar salía un tipo de cabellos castaños que había saludado a Naruto en la discoteca cuando ellos habían llegado una hora antes, pasó de largo y resopló angustiado palabras a la chica, palabras que el mismo Sasuke se visualizó haciéndole.
En aquel momento ambos amigos giraron a ver la escena que se desarrollaba.
-¡¿Pero qué mierda Hinata?!- No disimulaba su enojo, ella solo se había puesto de pie y fumado otro poco, el chico le había tomado por los hombros y alzó la voz.
-¡No me digas que…!- Él había pausado para que ella terminara la frase. Y lo hizo.
-Hai.. lo de siempre…- susurró tirando la coleta del cigarrillo y pisándolo con las botas militares que tenía puestas, el chico estaba tan irritado que optó por alejarse de ella poniendo sus manos en sus cabellos y haciendo un ruido con la garganta que podría interpretarse como rabia pura.
-¡Voy a matar al hijo de puta de tu padre!- pasó las manos por su cara como una acción desesperada por calmar su enojo.
-Estoy bien- susurró, lo dijo más para sí misma que para calmar a su amigo – Sólo necesito otra cerveza- concluyó.
-¡Hinata por amor a dios!- le tomó nuevamente de los hombros – Voy a patearle el culo a tu padre- había levantado la voz nuevamente – lo prometo…- esta vez había juntado su frente con la de la chica, ella le sonrió triste y comentó burlona.
-Te lo pateará primero él a ti- rió- Vamos – pausó para alejarse de él un poco- Sólo necesito una cerveza.
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. Domingo 9 de diciembre – 4:45 Am
Hacía frío mucho de hecho y tanto Hinata con Sasuke Olían a vodka con jugo de naranja; llovía a cantaros mientras ambos estaban sentados en un banco de un parque.
-Mierda…- Susurró la chica – Kiba-kun no contesta…- Guardó el celular en el bolsillo de su chaqueta.
"No sabía como pero ahora se encontraba en la bañera de la casa de una chica peli rosa, huyendo de tanto ruido, tantas personas y borrachos por todas partes.
Cuando regresaban a Orange después de haber visto al chico de la biblioteca, Naruto, un amigo de Kiba les había invitado a la casa de la peli rosa. Hinata por lo pronto sí tenía cerveza y cigarros estaría bien.
Kiba le miró interrogante al ella no contestar nada. Todos comenzaron a mirarle pidiendo su aprobación. No entendía por qué. Tal vez porque el castaño no iría sin ella. Iba a quedarse en casa de éste después de todo.
El chico de la biblioteca le miraba de forma inquisidora y constante, se sentía incómoda; pensó que probablemente en un lugar como una casa pudiera perderle de vista un buen rato y no sentirse transparente ante sus ojos, así que después de darle 2 plones al cigarrillo levantó las manos y gritó – The party isn´t over!- en inglés. Y todos apoyaron su moción. Por supuesto en cuanto llegó buscó un lugar para esconderse de los ojos acusadores del chico de cabellos negros y no fue hasta pasadas la 1 de la mañana que se despegó de Kiba porque éste había encontrado muy placenteros los labios de una rubia. Había bebido cuando vaso le ofrecían.
Hinata decidió que su mejor amigo merecía poner toda su atención en aquella rubia tan bonita, tomó 2 sixpack de cerveza de la nevera pero por mucho que buscó en la casa, el lugar más privado que encontró resulto ser la bañera del segundo piso, sì bien muchos entraban a orinar, ninguno se percató de su inmutable presencia. Se halló a si misma pensando muchas cosas. Innumerables decisiones le pasaron por la cabeza, miles de recuerdos le azoraban mientras Hinata solo fumaba y bebía cerveza.
Miró sus rodillas que aún tenían rastros de sangre seca, tocó una con su mano libre y se quedó ida, tanto que no se enteró en qué momento alguien entró al baño, corrió la cortina de la bañera y le vio allí sentada. Vulnerable e inmutable.
-Eres rara, ¿Lo sabes, no?- Hinata levantó la mirada aterrada había sido descubierta por descuidada y maldijo al enterarse quién era la persona que le miraba.
-H-hey chico de la biblioteca…- le habló en susurro con aparente tranquilidad, estaba vuelta un manojo de nervios. Culpó al licor.
Esto descolocó a Sasuke, en ningún momento llegó a pensar que tal vez ella le distinguía de la biblioteca porque nunca le miró, ni mostró ningún tipo de interés en él.
-Hey…- Le devolvió el saludo, se quedó allí parado mirando con curiosidad aquella persona en la bañera. La chica por su parte estaba nerviosa y bogó de un solo trago el resto de la cerveza para tomar valor y hablar.
- Y bien chico de la biblioteca…- Hinata le sonrió sincera, y el Uchiha resolvió que a pesar de que su apariencia daba lastima, esa era la sonrisa más hermosa que algún día le regalaron.
-¿Te unes al lado oscuro?- la peli azul encogió sus piernas y levantó un sixpack- Tenemos cigarros y cerveza- La joven se carcajeó.
Sasuke sonrió de lado y se metió en la bañera. Quedaban muy estrechos y el hecho de que el chico estuviese allí compartiendo miradas y algunas latas de cerveza, para ella era uno de los recuerdos que más quería atesorar.
-¿Por qué la bañera?- Preguntó el Uchiha de repente – Chica de la biblioteca- también quiso usar en ella el mismo sobrenombre. Hinata levantó la mirada algo ruborizada.
-B-bueno nadie entra casi a este baño- Pausó un segundo- Y quería pensar un rato- le confesó al final.
-¿Tu padre te hizo eso?- sin ningún tapujo Sasuke señaló todo el desastre que era ella. Le miró curioso, fijamente y notó como ella abría los ojos desmesuradamente, después su mirada se contrajo.
– No me quería dejar venir- susurró –Y es un mal padre después de todo- ahora sonaba molesta – No merece mi respeto.-esa confirmación fue más para ella que para contestar la pregunta del Uchiha. Hinata levantó la mirada.
-Este- se señaló a si misma- fue el resultado- culminó.
Ahora a pesar de que le sonreía notó el dolor en su rostro. Sasuke odiaba eso de las personas, disfrazando sus palabras, engañando sin piedad acerca de sus verdaderos sentimientos. Eso le irritaba.
-Hyuga Hinata- la chica le estiró la mano
-Uchiha Sasuke- él se la apretó.
Hablaron de tanto y de todo en completa libertad. De literatura, de sus vidas cotidianas, Sasuke no perdió oportunidad de preguntar porque no había ido la última semana a la biblioteca y ésta le respondió que su jornada laboral se había extendido.
Y se pasaron los minutos, las horas riendo, tomando cerveza y Hinata fumando.
A las 4:20 de la mañana habían salido ambos del baño para buscar a Kiba cuando una peli-roja les vio salir de la habitación.
-¿Quién demonios te crees estúpida?- alguien le había no solo halado el cabello haciéndola devolver sí no que le estaba gritando cosas que Hinata evidentemente no entendía.
-¿QUÉ HACES SALIENDO DEL BAÑO CON UN HOMBRE QUE TIENE NOVIA?- la chica peli roja estaba enfurecida. Ahora todos los que estaban en la sala les estaban mirando.
Con ayuda de Sasuke, Hinata logró liberarse del agarre de Karin.
-¡Karin contrólate joder!- le había gritado Sasuke mientras verificaba que la Hyuga estuviese bien. Hinata algo merada aún no enfocaba todo lo que ocurría.
-¿QUÉ HACÍAS CON ELLA? ¿TE LA FOLLASTE ACASO?- Estaba realmente exasperada. Hinata se ruborizó y negó frenéticamente con la cabeza.
-Pero de qué demonios estás hablando- Sasuke abrazó a Hinata – No tengo novia- aclaró mientras todos les miraban.
-¡P-pero Sasuke! ¡Yo soy tu novia!- chilló la peli roja.
-Eres una zorra, ¿Por qué serías mi novia?- había sido rudo, certero. Esto había descolocado a todos incluyendo a Hinata, su voz sonaba fría, irritada.
-¿Q-q-qué?- en realidad le había asentado como agua fría – ¡Tú!- señaló a Hinata- Maldita…- susurró con ira, cogió la jarra de vodka y lo vació sobre ella – Quédate con este imbécil – señaló a Sasuke- Que no solo es un idiota- sonrió victoriosa- Sí no que también es un mal polvo- giró su trasero y caminó como una reina por la salida.
-Mierda…- susurró Hinata mientras veía que estaba no solo ebria sí no mojada. Viró su mirada a Sasuke quién también había sido bañado con el vodka.
La Hyuga salió de la casa corriendo, sin tener en cuenta los comentarios de la gente, ni le importó el peli negro, buscaría a Kiba y se iría de ese horrible lugar.
Llamó por 3 vez y sonó y sonó y nadie nunca contestó. Maldijo nuevamente, había comenzado a llover y se encontraba en un parque a punto de llorar desesperada. Y lo vio.
Allí frente a ella el chico de cabellos negros le miraba mientras intentaba regular su respiración, se sentó al lado de Hinata y le puso la mano en la rodilla.
-¿Qué crees que haces a las 4:40 de la mañana huyendo en medio de este aguacero?- le preguntó irritado- ¿Sabes lo difícil que ha sido hallarte?- su respiración aún era agitada – ¿Eres estúpida aparte de torpe?- Estaba muy enojado, se estaba tomando demasiadas molestias por una chica que no conocía.
Hinata le miró, contuvo las ganas de llorar sin embargo sus lágrimas se había mezclado con la lluvia y Sasuke le abrazó no sabiendo qué más hacer."
-¡No contesta!- ahora ella estaba exaltada. – ¡¿Qué voy a hacer?!- llevó ambas manos a la cabeza.
-Sí nos quedamos aquí moriremos de hipotermia – Sasuke le miró – Hyuga- la llamó- Quédate en mi casa por esta noche- eso no había sido una sugerencia, eso era una orden.
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. Gracias por Leer.
