N.A. Hola, hola! Este fanfic es especial para Pise7en, que quería una historia nueva, que tuvo la idea principal... Ojala te guste... Ojala les guste a todos, como siempre espero todos sus comentarios.
Ciertas rutinas
1- Minutos al día
No lo llamaban rutina ni lo consideraban como tal, porque no implicaba algo constante, de cada día y sin embargo también era eso, también era algo del día a día... Era así de claro y así de complejo, tal vez porque ellos eran también claros y complejos al mismo tiempo, difusos en un mundo que no se acostumbraba del todo a las excentricidades.
Tenían un horario y una especie de rutina para el trabajo, ciertos días exactos de descanso y ciertos momentos de paz, que se podían romper tan pronto como un caso llegaba al escritorio de JJ o de Hotch, cualquier día y a cualquier hora sin previo aviso... Y entonces todo eso se descomponía y nada era rutinario y había que volverlo a organizar para ver si podía funcionar
El viaje nunca era igual, el caso nunca era igual, el trabajo nunca era igual, por más que pareciera que así era, por más que cada vez trabajaban hasta tarde, hacían un perfil, se cansaban y terminaban atrapando a alguien a quien no siempre les gustaba atrapar, por más que cada vez todos quedaban con algún mal sabor de boca, nunca se trataba de lo mismo, solía ser diferente.
Tal ves después de ese primer mes cualquiera hubiera encontrado cierto sentido rutinario o común a lo que sucedía, pero la cosa era más complicada, más allá de lo prohibido o lo correcto, más allá de lo cotidiano o de lo inesperado, su relación parecía transgredir todas esas definiciones comunes. Ellos mismos podían transgredir las definiciones como ya habían transgredido las reglas que se suponía todos debían respetar y que al parecer todos habían pasado por alto por ellos.
Entre tanto trabajo, ir y venir, casos, noches en vela y mil cosas más parecía que el tiempo que podían pasar realmente juntos era reducido, en realidad si lo era, por eso quería sacarle el mayor provecho a cada oportunidad que tenían... Los días de descanso, las noches libres, los pocos momentos de descanso eran buenos para estar juntos, por más que fuera poco era mejor que nada.
Emily y Hotch habían decidido estar juntos y punto... Estaban luchando con todo para lograrlo, contra el tiempo, el trabajo, las circunstancias; sabían perfectamente lo frágil que podía ser un plan, lo rápido que podía cancelarse, lo contadas que eran sus citas... Sólo se necesitaba una llamada para que todo se viniera abajo. También había que restar el tiempo que Hotch tenía que pasar con Jack, o las salidas del equipo en general, o cuando Rossi invitaba a Hotch por un trago, o cuando JJ y García querían hacer planes con Emily... Al final cada semana podían verse solos cuando mucho dos veces.
No es que eso los hiciera felices, pero no se quejaban... Podían darse el lujo de compartir un momento en paz en cada viaje de regreso de cualquier ciudad, cruzar una mirada y estar seguros de que seguían sintiendo lo mismo que siempre por el otro... eso daba seguridad para seguir.
Emily hizo cuentas al llegar de un caso... Era viernes, necesitaba descansar, pero la cuenta la mantenía intranquila... Esa semana había sido muy pesada, habían enfrentado dos casos pesados en dos lados opuestos del país, eso los había destrozado, por eso Hotch y ella no habían salido esa semana, no habían tenido tiempo de salir ni de hacer planes siquiera para hacerlo en algún momento... para colmo ese fin de semana Hotch iba a pasarlo con Jack, no pudo evitar hacer una mueca al entender eso. Odiaba tener tantas cosas en contra de su relación.
Salió de la UAC con la sensación de no haber dormido en meses, de no haber descansado en años y de tener demasiadas preocupaciones aun pendiente... Normalmente Hotch tenía el poder de hacer que olvidará eso, pero también Hotch estaba muy ocupado y cansado como para hacerla sentir mejor justo en ese momento, necesitaban descansar ambos, aunque eso incluyera pasar más tiempo separados del que querían.
Se despidió del resto del equipo. Se detuvo en el camino a casa para comprar algo de comer, había estado fuera tantos días que seguramente no tenía nada. Estaba de mal humor para colmo, muchas veces tomó el teléfono para llamar a Hotch y muchas veces se detuvo antes de marcar, no quería que él pasará el fin de semana con su hijo sintiéndose culpable por no haber salido con ella.
Habían salido juntos por... estaban cumpliendo un mes de salir juntos justo esa noche, como plus compró un bote de helado para mantener en paz esa sensación de cansancio y depresión por pasar tantos días sola. Fastidiaba creer que la rutina iba a hacerles la mala jugada de mantenerlos separados... Aunque con tantas cosas en el trabajo y las sorpresas de al vida le pareció una tontería creer que había algo rutinario en su relación.
Casa vacía, silencio... esas cosas que antes eran comunes ya no le gustaban, como tampoco encontrar la contestadora sin mensajes. Ya no era solitaria, ya no era como antes, tenía a Hotch, o al menos normalmente, apoyándola y acompañándola moralmente, aunque no fuera presencialmente... Realmente estaba divagando mucho alrededor de esas cosas y no era el mejor momento, estaba cansada.
Finalmente, como el reloj marcaba poco más de la once y no tenía algo mejor en mente y era evidente que no podía dormir todavía, llamó a Hotch... Espero algunos segundos antes de oír su voz
-Hola, Em- y ella sonrió al escucharlo
-Hola, Aarón- dijo ella- sólo quería... saber como estas, escucharte, ha sido una semana larga realmente-
-Y pesada- completó él- apenas voy saliendo de la oficina-
-Pensé que habías salido hace una hora cuando salimos nosotros-
-Iba a hacerlo, pero quedaron unas cosas a resolver en el último minuto y...-
-Y como siempre te quedaste más tarde que todos- completó ella resignada- sí, conozco esa historia-
Le pareció escuchar risa al otro lado de la línea y sonrió, eso podía mejorarle la noche, imaginar la sonrisa de Hotch le gustaba, la derretía... Una sonrisa, aunque fuera sólo mental como en ese momento o parte de un buen recuerdo, tenía el poder de mejorar las cosas. Sonrió en silencio
-¿Tienes planes, Em?-
-¿Para mañana?- se extrañó ella- pues no, pero sabes que tú sí-
-No he olvidado eso... – comentó él a punto de reír, le gustaba como Emily podía recordar toda su agenda sin que fuera necesario- decía para esta noche-
-Quedan como 40 minutos para que acabe el día, ¿te parece que puedo tener planes?- dijo ella sarcástica
-Me parece que ahora si- contestó- sé que vas a hacer los últimos diez minutos del día-
-¿En serio? ¿y qué haré?-
-Vas a celebrar lo poco que nos queda de aniversario de un mes conmigo- dijo él- así que espérame preciosa, no tardo en llegar-
-Ok... No tardes. Te espero, Aarón-
Y dejando el teléfono a un lado, sonrió... Iba a tener diez minutos esa semana, vaya romance tan intrincado llevaban... sólo diez minutos en esa semana, sí... estaba bien con eso. Miró la puerta expectante, iba a empezar la siguiente semana esa madrugada, acumulando más tiempo para estar juntos.
