¡Hola a Todos! (:

Esta nove la escribí para una "fan" que me la pidió como regalo de cumpleaños. Me sentí tan halagada! :D así que esta historia es para Danijo :D

Dejen reviews queridos lectores asi sean criticas, o elogios o lo que sea. Se los agradecería mucho, no hay nada mejor para una escritora (en proceso) que recibir comentarios. Se los agradecería mucho, así me ayudan a mejorar.

xoxo, Star


Octubre 25, 2008

Era un día soleado en las Bahamas.

Iba caminando por la playa mirando el hermoso mar turquesa que iba y venía mojando mis pies. Me había despertado temprano, cosa rara, y había dejado a Joe y a Nick en sus camas, merecían descansar después del concierto de anoche. Fue una noche fabulosa, los reflectores, la gente gritando nuestros nombres y cantando cada palabra de nuestras canciones. ¿Hay algo mejor que eso? No lo creo.
Seguí mi camino por la orilla, poco a poco la playa iba llenándose de gente, niños jugando con las pelotas de playa, chicas preparándose para tomar el sol y algunos solo sentándose a admirar, como yo, el mar. Unas cuantas chicas se acercaron a mí y me pidieron un par de autógrafos y unas fotos, accedí con una gran sonrisa; las fans lo son todo para mí. Una pelota golpeo mi cabeza y rápidamente alguien se acerco a mí.

- Ja,ja. Lo siento hermano, pero tu cabeza ondulada era el blanco perfecto.

- ¡Frankie! –Dije algo molesto entre risas.- Eres un pequeño demonio. –dije persiguiéndolo en la arena.

Cuando por fin logre atraparlo, lo alcé por los aires y le di vueltas.

- ¡Ya! ¡Energizer! ¡Basta! Dale… bájame.

- Eso te pasa, enano, por golpearme con la pelota. –y lo bajé a tierra.

- Bueno… -dijo acomodándose el pelo – Joe y Nick ya vienen se quedaron conversando con unas chicas en el pasillo.

- Típico. – le contesté. – Es típico de Joe hacer eso.

- A diferencia de que estas chicas eran realmente lindas, además de simpáticas.

- Que sorpresa…

Seguí caminando otros diez minutos; a mis veinte años, la mente se ve rodeada de preguntas sin respuestas, de cosas sin razón y sin motivo. Mire mi reloj: 1pm. Corrí camino al hotel para encontrar a Joe y Nick. Pero cuando crucé la puerta.

- Auch. –Exclamé. –alguien había chocado conmigo.

- Lo siento fue mi culpa. –dijo la chica.

- No hay problema.

- ¿No habrás visto por el caso a una chica de unos trece años, pero se ve algo mayor, de cabello oscuro, como de esta estatura –dijo poniendo su mano a la altura de su hombro – con un polo rosa? Estoy buscando a mi prima hace horas.

- No, lo lamento. Yo justamente estoy buscando a mis hermanos. Lo siento pero no escuche tu nombre.

- Danielle.

- Un gusto, soy Kevin. Si veo a tu prima, le diré que la estabas buscando.

Salí de allí rápidamente. Pobre chica, se veía que estaba preocupada por su prima pero con las mil chicas hospedándose en ese hotel, ¿como descubriría a su prima? Además me olvide de preguntarle el nombre de esta. Bravo Kevin, más listo y ganaras el premio Nobel.

Camine más tranquilo al ascensor donde escuché unas risas; que conocidas se me hicieron.

- Joe, Nick. Y bueno, ¿Quiénes eran las chicas? –pregunté al ver las sonrisas dibujadas en sus caras.

- Pues bro, -dijo Joe poniendo un brazo alrededor de mi cuello y apoyándose. – Christina y Amelia.

- Amelia, Amelia, Amelia…-repetía Nick.

- Uyyyy… ¿y quiénes son las chicas?

- No sé. Son dos chicas que nos encontramos en el ascensor saliendo de nuestro cuarto, estaban buscando a su amiga Danijo.- me contó Nick.

- ¿Danijo? –pregunté.

- Sí. Estaban ellas y otra chica, una mayor, vieja como tú –dijo Joe riendo mientras yo lo miraba como papá cuando le decimos abuelo – ya… ya… no me mires así. Era la prima de Danijo, la lleva buscando buen rato.

- Por el caso su prima se llamaba ¿Danielle?

- Sí. Exacto. ¿Por qué, la conoces? – me preguntó Nick.

- Algo así. Y la encontraron, ¿a Danijo? –pregunté.

- Sí. Y tuvieron que irse al parecer están aquí de vacaciones. Es el cumpleaños de Christina hoy, nos invitaron a pasar un rato al gran salón a la fiesta; al parecer cumple 15 años.

Reí un rato con mis hermanos y los escuche hablar de Amelia y Christina y la fiesta por un largo rato. Pero me quedé con la incógnita de quien sería Danijo. Pasó la tarde y no había mucho que hacer en las Bahamas más que admirar el mar transparente, el cielo azul, la arena blanca y sufrir el calor que aumentaba cada vez. Me paré en el balcón de mi alcoba mirando el horizonte; el aire me daba directo en la cara y lograba que me relajara. Como quisiera tener una guitarra en este momento. Abrí los ojos y pude ver como el sol había comenzado su descenso. El cielo se había tornado de un anaranjado hermoso. Mi madre se acercó a mis espaldas…

- Kevin, ¿en qué piensas?

- No sé mamá. Es que estaba mirando la playa.

- Era cierto, llevaba un buen rato mirando a las parejas ahí de pie que esperaban ver un hermoso atardecer en las Bahamas.

- ¿Te sientes solo? –preguntó mi madre.

- No. Yo los tengo a ti, a papá, a Frankie, a Nick y a Joe… y todas mis dedicadas fans.

- Sabes que no me refiero a eso hijo.

- Sabes mamá… Lo de Zoe me enseñó que no es muy fácil mantener una relación mientras estamos de tour por todo Estados Unidos. A Nick y Miley les pasó lo mismo, a Joe y a Aj. Yo prefiero disfrutar la vida sin preocuparme; algún día tendré que pensar en que quiero alguien a mi lado. Pero por ahora creo que me enfocare en mi música.

- Un sabio pensamiento hijo; ¿pero no crees que exageras? Yo creo que podrías llevar algo muy bien con alguien, al menos mejor que Joe y Nick, tu eres el más centrado y maduro.

- No lo sé mamá. Tal vez solo no ha llegado la persona correcta.

Mamá me abrazó y me dio un beso en la frente para lo cual tuve que agacharme un poco. Me recosté en la silla que había en el balcón a acabar de ver el atardecer; el sol había teñido el cielo de rosado ahora. Cerré los ojos y medité un rato. Sería que yo necesito ver mas allá de lo veo, abrir mis ojos a algo más. Darme una oportunidad como dice mamá. Me quedé allí, descansando con la cálida brisa. Oscureció cada vez más. El viento soplaba más fuerte.

A eso de las nueve de la noche, Joe y Nick entraron brincando y gritando.

- K2, ¡nos vamos de fieeeeeestaaaaaaa! –gritó Joe quien iba vestido con una camisa negra y un pantalón blanco.

- Amelia nos espera. –dijo Nick sonriendo como lo hace una vez cada siglo.

- ¿Y porque me concierne esto?

- ¿Que no quieres ir a ver a Daaaaaaanieeeeeeelleeeeeeee? –dijo Joe.

- ¿O a Danijo? ¿O a alguna chica? –agregó Nick.

Lo que dijo Nick me trajo devuelta a la realidad yo quería saber quien era Danijo, me lo llevaba preguntando toda la tarde. Esa niña había despertado un gran interés en mí y yo quería solucionar mis dudas.

- Por que no Danger, vamos a la fiesta.

Me cambié de la bermuda y el polo de golf a un polo de color morado que mama siempre decía que me favorecía por los ojos verdes y un pantalón negro. Salimos juntos directo a la fiesta, esperaba encontrarme en las famosas Christina y Amelia de las cuales era más que obvio mis hermanos estaban templados; y a la famosa y misteriosa Danijo que no había logrado cruzarme en todo el día.

Llegamos al gran salón, todo se veía morado, y no porque en realidad lo fuera sino por las luces. El ambiente era muy agradable, la gente conversaba amenamente mientras otros bailaban. En segundos me vi solo en medio de la pista de baile, Joe a un extremo deseándole un feliz cumpleaños a Christina y Nick ablando con Amelia de quien sabe que. Me encogí de hombros y busque donde sentarme. Miré hacia todas las direcciones cuando la vi.

Mis ojos se abrieron en cuando cayeron sobre ella. Estaba maravillado. Aquella chica estaba sentada en la barra de refrescos hablando con quien parecía ser una especie de barman pero para jugos, y sonreía de una manera que cautivaría hasta al más serio y deprimido ser de este mundo. Su boca pintada de un suave tono carmesí hacía su sonrisa aún más hermosa. Fui subiendo mi mirada para ver sus ojos; bellos y de un tono avellana oscuro, brillaban a la luz de los reflectores. Estaban maquillados de un suave tono rosado que la hacía lucir sencilla y algo inocente. Estuve tentado a acercarme por varios minutos. Pero es que no podía dejar de mirarla. Cada segundo, notaba otro detalle, como el collar negro que llevaba en el cuello del cual colgaba un dije en forma de nota musical. O su bello cabello oscuro, largo pero perfectamente peinado, o al menos para mi era perfecto, liso con una trenza de color rosa que caía delicadamente de un lado. Seguro se la habían hecho esa tarde en la playa. Llenándome de valor… ¿como no pude hacerlo antes? ¡Tocó enfrente de miles de personas cada noche! Esto era diferente, ella era… era… perfecta. Bueno, me armé de valor, de donde lo saqué en ese momento no lo sé; el hecho es que me armé de valor y caminé hacia donde ella se encontraba.

- Y entonces, Danielle, Danielle me buscó por todo el hotel; yo le dije que estaría en la terraza…-rió tiernamente. – Tu novia está loca Kyle, tu novia está loca. –volvió a reír.

El barman de los jugos rió con ella y se limitó a decir: "Me gané la lotería con tu prima, Danijo."

Ahí fue cuando todo cobro sentido, la chica que me tenía fascinado aproximadamente por ya 30 minutos era nada mas y nada menos que la misteriosa Danijo. Se veía mayor para tener tan solo 13 años. Ya no había nada que hacer si me quedaba callado, pensarían que yo era alguna clase de enfermo que los espiaba o que escuchaba conversaciones privadas, o que miraba a la gente sin razón. No tuve más remedio que pedir algo de tomar para pasar desapercibido.

- Me puedes dar soda de uva por favor.

- Claro, dame un minuto.

Con gran destreza el joven hizo un par de malabares con latas de Fanta de uva y sirvió la gaseosa en un vaso. Yo, la verdad, creí que iban a explotar o que saldría pura espuma, pero la provee y era el balance perfecto entre espuma y el líquido.

- Gracias. –dije tomando una pajilla y poniéndosela al refresco.

- No hay problema, es mi trabajo. Entonces Danijo, ¿dónde esta tu prima? –dijo sacando un mini letrerito que decía: "vuelvo en 5 minutos" y poniéndolo en la barra.

- Debe estar con Christina; yo ya le prometí a Christy que bailaré con ella después de que haya saludado a toda su familia.

- Bueno, le diré a Danielle que estarás por aquí.

- Gracias Kyle – le dijo que ella mientras lo veía alejarse.

Ella se quedo ahí sentada, mirando lo que parecía ser Coca-Cola.

- Euh… Pue… ¿Puedo sentarme? –titubee.

- Mmm… claro. No veo cual sería el problema. –dijo mientras me miraba detenidamente.

- ¿Qué tengo algo en la cara o que? – pregunté tratando de hacerla reír.

- Ja,ja. No. Es que tienes unos ojos realmente hermosos, son tan verdes.

- Me reí, agradecido por el cumplido; pero más que todo alagado de que a la chica que yo creía perfecta le gustaran mis ojos.

- ¿Tú eres Danijo no es cierto?

- Sí. Pero tú, ¿quién eres? -dijo mientras me seguía mirando tan detenidamente como antes – te me haces muy familiar, pero en estas luces moradas no te distingo bien. Ja,ja. Si no fuera por que se que Christy y Mia están locas, podría jurar que eres Kevin Jonas y que viniste con tus hermanos. –rió de una forma tan tierna que no pude evitar sentir que me derretía en mi interior.

Su voz era tan melodiosa que me tenía un poco perdido en sus palabras.

- Pues la verdad… -dejé notar a propósito una especie de sonido incómodo.

- Hay no. ¿En serio eres tú? ¿Tú eres Kevin? – asentí con la cabeza dándole una sonrisa. – ¡Ay no! Danielle no mentía, ni Christy ni Mia. – se quedó callada algo sorprendida, los ojos parecían salírsele de las cuencas mientras miraba al vacio.

- Y...-la verdad no sabía que decir para calmarla. - ¿Qué estas tomando?

Ella notó que traté de cambiar el tema para ponerla a gusto. Pareció reaccionar y me miró como si agradeciera con la mirada que la hubiera sacado de lo que parecía un transe.

- Tomó Coca-Cola Cherry mezclada con Coca-Cola Vainilla; es algo simplemente delicioso. Y tu uva, ¿no? Rico. Serías muy buen amigo de Christy o de Amelia, ellas aman la soda de uva sobremanera.

Nos quedamos conversando un rato sobre nada. Era increíble como podía hablar de nada por tanto tiempo; un tema llevaba al otro, desde la gaseosa y todas sus posibles combinaciones a helado, a comida china, a la italiana, a mi delicioso sushi y de nuevo a más nada.

- Entonces, ¿te gusta nuestra música?

- ¡Claro! Ustedes son geniales. Su música me inspira mucho; yo no soy muy musical, es decir eso de cantar es de Christy; pero amo bailar, especialmente ballet. Y sus letras, acordes, notas, siempre hacen que mis sentimientos fluyan; me hacen sentir liberada. Algún día intentare bailar alguna de sus canciones solo tocadas en piano, tal vez, no sé, la verdad no sé cual. – se sonrojó. – Pero probablemente algún día lo haga. – se pusó tan roja como un tomate.

- Wow. ¡Qué bueno! Es increíble que pienses así de nuestra música. –le dije.

- Especialmente me encanta como tocas la guitarra pareces ponerle siempre el 120%. Ayer por ejemplo, el concierto estuvo excelente.

- ¿Fuiste a nuestro concierto anoche?- le pregunté con mucho interés.

- Sí. Fui con Christy y Mia. Ellas eran el par de locas que tiraron el oso de peluche en la cabeza de Joe. Yo estaba un poco mas atrás viéndote hacer los solos de guitarra. – Siguió sonrojándose. – Es que la verdad me dejas fascinada; algún día quisiera tocar guitarra como tú.

Volvió a mostrarme esa hermosa sonrisa que solo ella podía dar y esta vez yo fui el que se sonrojo. Me reí un poco tímidamente y la volví a mirar; ¿se podía sentir algo de tensión o era solo yo?

El silencio comenzó a volverse nuestro enemigo pues ninguno sabía que más decir. Felizmente, una chica de pelo negro con un par de ondas se nos acerco le extendió la mano a Danijo y dijo:

- ¡Danijo! Prometiste que vendrías a bailar conmigo un rato. No se vale que te escapes el día de mi cumpleaños. –Danijo le dio la mano y volteo a verme; a su vez la chica que deduje seria Christina me miro. – Hola Kevin. –Sonrió.- ¿Por qué eres Kevin? ¡Claro que sí! Que preguntas las mías. Lo siento estoy algo nerviosa –dijo. – Tus hermanos están por allá, porque no vienen ambos con nosotros.

Lo que quedó de la noche estuvimos con Amelia y Christina, Joe y Nick, bailando con otros de sus amigos en la pista de baile. Normalmente suelo ser muy tímido para bailar; pero estas chicas, y especialmente Danijo, hacían que me sintiera a gusto.

Cuando la fiesta acabó, me despedí de las chicas así como Nick. Joe se despidió de Mia y de Danijo pero se quedó a hablar un poco mas con Christy según el porque quería desearle un feliz cumpleaños y no lo había podido hacer en toda la noche. Aunque Nick me contó camino a nuestra habitación que Joe se la había pasado toda la noche hablando con ella. Cuando llegamos prendí mi laptop y respondí un par de mails, actualicé el blog de myspace, y puse algo de música. Nick llegó directo a al piano que teníamos en el "lobby" de la suite a componer algo seguro, inspirado en Mia, y un futuro éxito para el CD que saldría en agosto. En 20 minutos más llegó finalmente Joe, con una cara de enamorado que no le veía hace mucho.