Un día desperté.
Y me di cuenta de la verdad.
No existe ningún mundo que me espere afuera de las puertas de mi casa.
Los maestros que me llamaron genio, llamaron así a muchos otros antes de mí que fracasaron.
Nadie es diferente.
Nadie es especial.
Nadie es importante en este juego llamado vida.
…
Después, lo conocí a él.
Y decidí usar la ventaja mas extraña que la vida nos a planteado frente a nuestras narices todo el tiempo.
Decidí fingir ser como el resto.
Animarme a pensar diferente.
Animarme a correr como nunca antes nadie había corrido.
Animarme a nunca sobresalir…pero si a ser feliz.
