Los personajes de Sailor Moon pertencen a Naoko Takeuchi, la historia es mía, hecha unicamente con fines de entretenmiento.

Crónicas de un amor al estilo Kou

"El Talón de Aino"

No hay duda de que lo único constante que tenemos en esta vida es que nunca es constante; siempre hay situaciones y personas que de una forma u otra, en mayor o menor medida, provocan cambios en nuestras actitudes, desiciones, perspectivas e incluso en nuestras emociones.

A mis 17 años siempre me considere un chico muy seguro de mi mismo, no solía simpatizar con cualquiera, la mayoría de mis compañeros me parecían muy inmaduros e incluso algunos un poco estupidos; tampoco era un prodigio deportivo como mi hermano Seiya, ni un genio intelectual como Taiki, mi pasión estaba más dirigida hacia el arte y la música, amaba componer partituras y escribir letras para nuevas canciones, realmente disfrutaba cantar, pero odiaba el acoso de las fans, no me mal interpretes, agradecía su cariño hacia nosotros, pero no soportaba que invadieran mi espacio personal, especialmente mis compañeras en el colegio.

Las únicas chicas con quienes me podia sentir "algo comodo" eran Serena Tsukino y su séquito. Las conocí cuando mis hermanos y yo fuimos transferidos a la Preparatoria Jubaan, estaban en nuestra clase y por alguna razon que aún no logro entender, Seiya se enamoro practicamente a primera vista de Serena, así que hizo todo lo posible para estar cerca de ella y colarse hacia su circulo de amistades, arrastrandonos a Taiki y a mi con él. Taiki, tranquilo, observador y en su eterna sensatez, no objeto por que terminaramos siendo parte del grupo; solía decirme que no parecían malas chicas y que viera el lado positivo, eran las unicas que nos hablaban con normalidad, sin declararse nuestras novias como las demás, a pesar de que en nuestro primer dia en esa escuela se habían pronunciado como fans de Three Lights; supongo que debía darle la razón a Taiki y admitir que dentro del monton de niñas locas, como yo las llamaba, ellas eran las más normales.

Algo que captaba mi atención y me desconcertaba, era que Serena Tsukino y sus amigas no se parecían a otros grupitos de amigas; cada chica era muy diferente a la otra, compartían el cariño mutuo, pero sus intereses y aptitudes distaban mucho entre sí, a pesar de eso eran ser muy unidas y se apoyaban entre todas; creo que la diaria convivencia con ellas logro que me sintiera comodo con su presencia e incluso que las comenzará a apreciar hasta llegar al día de hoy en que las puedo llamar mis amigas y bueno, creo que realmente con el paso de los años todos nos hemos vuelto una familia.

Mi paso por la preparatoria estuvo marcado por muchos cambios y no solo los propios de mi adolescencia; aprendí a ser un poco más sociable y abierto con las personas, menos insensible y sobretodo más paciente, mucho, mucho más paciente; no lo habría logrado de no ser por el "Efecto Aino"; el mote con el que mis hermanos me molestaban para referirse a mi cambio de actitud.

Te preguntarás ¿qué o mejor dicho quién es Aino?, pues bueno ella es la mujer que pone mi mundo de cabeza una y otra vez, sacandome de la zona de confort; describirla en una palabra resulta imposible, creo que "huracan" sería una buena opción al igual que "diosa", tal como ella se autonombra y la verdad es que si lo es, aunque yo nunca lo admitiré en voz alta, que puedo decir, me gusta llevarle la contraria.

No negare que nuestro comienzo fue dificil, ni que yo soy el responsable en gran parte de ello, pero bueno no todos caemos rendidos desde un inicio como Seiya, existimos otros para quienes resulta más dificil poder darnos cuenta y expresar lo que sentimos. Trataré de contarte un poco desde el inicio, aunque advierto que no te contaré demasiados detalles, considero que hay ciertas cosas en las relaciones que solo pertenecen a dos, asi que si quieres saber tendrás que preguntarselo a ella.

Pues bien, Minako Aino era mi compañera de clases, me sentaba a su lado en el salón y como el mundo resulta ser muy pequeño, también era una de las amigas más cercanas de Serena, cuando las conocí podría haber jurado que eran gemelas, ambas rubias, de ojos azules, hablaban hasta por los codos, no eran muy buenas para el estudio pero eso sí, siempre estaban muy alegres, aunque como te conte antes sus personalidades eran algo diferentes.

Mientras Serena era inocente e ingenua por naturaleza, Mina era la más despierta y astuta del grupo. Cuando llegamos a la preparatoria se propuso ser nuestra guía personal a pesar de que no se lo pedimos y como nos sentabamos juntos en clase, a menudo me preguntaba si podía ayudarme con algo de los estudios, sin embargo orgulloso como soy y autosuficiente como creía siempre menosprecie su ayuda; la verdad es que cualquiera en su lugar me hubiera mandando al diablo ante el primer desplante o grosería de mi parte, pero Mina no, ella nunca se da por vencida y entre sus muchas cualidades, esa es una de las que más admiro. Todavia, recuerdo cuando quería acompañarnos a todos los compromisos que Seiya, Taiki y yo teniamos con la disquera alegando que era nuestra asistente, la verdad es que si trataba de ayudarnos e incluso había cosas que recordaba mejor que nosotros mismos.

El tiempo en la preparatoria fue pasando entre clases aburridas, unas más que otras; tareas, proyectos y festivales escolares; en los que por cierto nunca entendi por que siempre teniamos que cantar nosotros; así llegamos al ultimo año de la preparatoria, como ya te había contado mi circulo más cercano eran mis hermanos y las chicas y es que bueno, aunque las hubiera querido evitar no habría podido porque como dije Seiya termino perdidamente enamorado de Serena y no quito el dedo del renglón hasta que la convenció de ser su novia, asi que si antes pasabamos tanto tiempo con ellas, para ese momento fue peor, al menos en aquella epoca así lo considere. Al inicio saliamos en bola a todos lados juntos, pero con el tiempo, la parejita obviamente quiso privacidad y se fue apartando un poco. Te contaré un secreto que más te vale jamas decirle a Seiya, pero la verdad es que en algún momento resenti que mi hermano anduviera de novio. Antes de que por fin Serena le dijera que si a Seiya, él y yo soliamos pasar más tiempo juntos y aunque pelearamos o discutieramos, sabia que tanto él como Taiki siempre estaban ahí, en cierto modo eran parte de lo que me hacia sentir seguro, pero bueno con todo eso de las chicas las cosas fueron cambiando y me altero un poco. Como fuere, darle espacio propio a mis hermanos me llevo a acercame a Aino, asi la llamaba pues no me sentía con demasiada confianza para tutearla como los demás, a pesar de que ella inistia en que solo le dijera Mina.

Un día harto de estar solo en el departamento sali a dar la vuelta, era Marzo a inicios de la primavera y después de un rato de andar por la calle senti algo de sed, por lo que decidi entrar a una cafeteria para beber algo; estaba parado en la fila mirando hacia la pizarra del menú, cuando alguien a mi espalda me llamo, se trataba de Mina, me saludó efusivamente, con un abrazo y un beso en la mejilla, tal como solia hacerlo, algo que aunque no me encantaba ya me habia acostumbrado y que por alguna razón solo lo aguantaba de ella; coincidencia del destino o no, ese día ella también iba sola asi que se quedo colgada de mi brazo y después de ordenar nuestras bebidas tomamos asiento en una pequeña mesa. Al inicio no tenia ni idea de que decir, pero por suerte ella nunca tiene algo que callar, estuvimos platicando de trivialidades como el clima, las clases, que era nuestro ultimo año de preparatoria, lo planes que ya estaban haciendo las chicas para las vacaciones, aunque faltaran como tres meses; algunas cosas sobre el disco nuevo de Three Lights, los planes para la universidad. La tarde paso, realmente me senti tan comodo que no me di cuenta de lo tarde que era hasta que ella lo menciono; nos estabamos despidiendo y para serte sincero estaba dispuesto a dejarla ir sola a casa, pero la conciencia me remordio y le ofreci acompañarla, ella se entusiasmo y nuevamente tomo mi brazo, caminamos en silencio, la compañía no me molestaba en absoluto pero lo atribuia a lo acostumbrado que estaba a estar cerca. Al llegar a su casa, me despedi en la entrada, ella otra vez beso mi mejilla y me dio las gracias. Iba caminando de regreso al departamento, recordando lo bien que me habia sentido al pasar la tarde con Mina, llego un momento en que me di cuenta que le estaba dando demasiada importancia y preferi alejar esos pensamientos de mi mente.

Los días siguieron pasando; por alguna razón todos sentían que se les venia el tiempo encima y nuestros recesos juntos se fueron dividiendo; como la cafetería siempre estaba llena y ya no había nadie con quien me gustará sentarme, preferia pasar el rato bajo la sombra de un enorme árbol que se encontraba detrás de los laboratorios, era mi lugar favorito, tranquilo, sin gente ruidosa ni chicas que me persiguieran. Un día estaba acostado bajo la sombra de mi lugar de tranquilidad, tenia los ojos cerrados y simplemente disfrutaba del sonido que algunas ligeras rafagas de viento y el trinar de los pajaros en el arbol, tan relajado que no adverti el huracan que se avecino, con toda su alegría desbordante y el peculiar tono de voz que la caracteriza, Mina practicamente se arrojo hacia el pasto junto a mi, emocionada por contarme que la habian escogido como "Presidenta del Comité para el baile y ceremonía de Graduación", aparentemente era un cargo muy importante, aunque a mi me daba igual, el caso es que Mina quería saber si podría ayudarla a escoger algunos cosas, pues según ella mi buen gusto la ayudaría para que todo saliera "de maravilla", no quería aceptar pero eso abria golpeado un poco el ego de mi buen gusto, asi que termine diciendole que si y abruptamente, tal como había llegado se fue, emocionada, diciendo que en cuanto tuviera algo volvería para pedir mi opinión. Ni si quiera adios le dije, por un momento pense que estaba completamente loca y que seguramente nunca regresaría a buscarme; una parte de mi rogaba porque así fuera, pero había otra que; aunque yo lo negara; aguardaba la esperanza de que en algún momento repitieramos la tarde de la otra vez.

Como todos los días, durante el receso yo acudia a la sombra del árbol a descansar; tal como lo había prometido, Mina me buscaba para preguntarme por diferentes cosas de la graduación, para mi eran tonterías pero ella alegaba y me regañaba por no tomar las cosas en serio, lo que me causaba gracia, no podía entender porque le daba tanta importancia, pero despúes de divertirme un rato haciendola enojar, terminaba ayudandola a elegir que si el tema del baile, el color de las servilletas, el tipo de comida, las decoraciones y todo ese montón de cosas que hoy ya no recuerdo.

Quedaba un mes de clase, por alguna extraña razón ese día volvimos a runirnos todos para el receso, estabamos comiendo y platicando cuando Mina se nos unió, emocionada y orgullosa; había presentado los ultimos detalles para la graduación al consejo escolar, mismos que según ella fueron aplaudidos y elogiados; no paraba de decir que el baile y la ceremonia serían únicos, épicos, nadie en la historia de esa escuela tendría una graduación mejor que la de nuestra generación, todos reiamos con sus comentarios y ocurrencias, no estaba seguro del motivo, pero me senti orgulloso de haber podido ayudarle; observaba sus ojos llenos de alegría y entusiasmo, expresivos ante cada idea que mencionaba, me sorpendía como podía hablar y hablar sin perder el hilo de sus pensamientos, me costaba seguirle el ritmo a veces. Todo era risas hasta que ella volteo a verme y coloco delicadamente su mano sobre la mía, el gesto me desconcerto por completo, por un momento me quede paralizado; Mina me miro muy dulcemente y con genuina sinceridad me agradeció por haberla ayudado pacientemente para que pudiera organizar la graduación. Soprendidos, todos volteraon a verme, algunos con la boca abierta, otros sonriendo y otros como el bocón de mi hermano tenian que salir con su inoportuno comentario. Ya no recuerdo sus exactas palabras pero el tonto de Seiya dijo algo asi como "Vaya enano, no sabía que esto de la organización de eventos fuera lo tuyo, ¿por qué nunca nos contaste?, te tomaré en cuenta para la proxima vez que tengamos algun evento en la disquera"; ahora entiendo que el comentario no fue mal intencionado pero en ese momento me sentí avergonzado, irritado; no le había contado a nadie porque sabía que sería la burla de mis hermanos y no me apetecia ser el centro de sus bromas. Retire abruptamente mi mano de la de Mina y la mire con enojo por haber arruinado todo; ella agacho la cabeza con evidente tristeza; voltee hacia Seiya y sin pensar, con indiferencia le dije que realmente no había hecho gran cosa más que escuchar los parloteos de Mina y escoger lo que suponía era lo menos feo de su lista; solo porque me la quería quitar de encima. No caí en cuenta de mis palabras, hasta que todos se quedaron en silencio aún más sorprendidos que antes; Mina se levanto y salio corriendo del lugar; lo único que pude hacer fue agachar la cabeza, no sé si avergonzado por la estupidez que acaba de decir o por la culpa de saber que de todas las groserías que le había hecho a Mina esta era la peor. El primero en romper el silencio fue Seiya, solo recuerdo que me llamo "Idiota" y se levanto; inmediatamente voltee hacia Taiki, me miro con un gesto de decepción y solo movio la cabeza en negación, supe que si él tenía esa reacción era obvio que había cometido un gran error. Lita y Ami, las otras amigas de Mina y Serena, me miraron con desaprobación y mencionaron que yo no tenía idea de cuanto valoraba Mina mi opinión y que en parte ella se había esforzado para poder sorprenderme; sus palabras solo lograron hacer sentir peor, sin embargo no estaba dispuesto a que me vieran débil. Estaba listo para marcharme, cuando nuevamente alguién tomo mi mano "Entiendo que probablemente no querías que nadie se enterará de que ayudabas a Mina; aunque las chicas y yo si sabíamos; pero prometo que fuera de nosotros no le contó a nadie, sabe que te avergonzaría; ella sólo quería agradecerte, de hecho durante todo el tiempo que ha organizado la graduación, sin importar la opinión de los demás. para Mina la única que cuenta es la tuya"; esas fueron las palabras de Serena, a diferencia de los demás ella me sonrio, después se levanto para alcanzar a Seiya, antes de marcharse volteo y dijo "Animo, aún no es tarde"

No estaba sabia que iba a decir, pero respire profundo y me encaminé decidido a enfrentarla, seguro de que ella había exagerado con su reacción, después de todo que yo hubiera mencionado que llegaba a desesperarme por ser tan parlanchina y encimosa no era gran cosa; sin embargo me desconcerté en el instante en que la vi sentada bajo el frondoso árbol que tantas veces fue testigo de "nuestras platicas", en las que ella hablaba por los dos y yo me limitaba a escucharla acostado sobre el pasto.

La observe y sentí un enorme vacío en el pecho, no había nada de la alegría ni del aura optimista y animosa con que ella contagiaba a todo el que se le atravesara. Entonces caí en la cuenta; me estaba autoengañando, llevaba algunos meses de constante lucha interior, negándome a los sentimientos que esta hermosa rubia despertaba en mi; sentí que era el ser más miserable del mundo, pues yo era la causa de su tristeza. Me quede perdido observándola, descubriendo o mejor dicho redescubriéndo todo lo que me gustaba de ella y que había negado por tanto tiempo; supongo que ella advirtió mi presencia pues levanto la vista con sus hermosos ojos azules algo rojos por el llanto; debió haber visto mi cara de tonto mirándola pues me observó con extrañeza, mi reacción instantánea fue dedicarle la mejor de mis sonrisas; el cambio de actitud debió sorprenderla y me preocupe por un momento, pensando en que como la clásica chica impulsiva que podía ser, se levantaría enfadada dispuesta a reclamarme el comentario anterior; pero una vez más hizo algo que yo no esperaba, ya que su hermosa sonrisa acompañada de una nueva mirada llena de ánimo de alguna forma tranquilizo el agitado ritmo en mi corazón.

Ella señaló el espacio a su lado en el pasto invitándome a acompañarla; sentí una extraña emoción en mi interior; decidido di el primer paso con la agradable sensación de que algo bueno estaría por venir.

Han pasado alrededor de 5 años desde ese día y creo que no lo había vuelto a recordar con tanto detenimiento hasta hoy. En este tiempo prácticamente todos a excepción de Ami, hemos concluido la universidad y comenzamos a abrirnos espacio en el mundo laboral. Mis hermanos y yo decidimos cerrar el ciclo de Three Lights, nuestro último concierto fue hace un mes; mis planes no son alejarme completamente de la música, gracias a que estudie Ingenieria en Producción Musical Digital, quiero dedicarmea componer música para cine; así también podría estar cerca de Mina, que tras graduarse en la Escuela de Artes Dramáticas, ahora comienza a abrirse paso para ser una gran actriz; sin duda me encantaría trabajar con ella.

Pocas veces en mi vida me he sentido con evidente nerviosismo y hoy aunque trato de calmarme no puedo evitar la ansiedad; repaso todas las palabras que he memorizado hasta el cansansio pero que de alguna forma insisten en escapar de mi mente. He llamado mil veces a mis hermanos para saber si todo lo que planee para este día quedará perfectamente listo. Sé que he cometido muchos errores y estoy seguro seguire cometiendo muchos más, pero hoy es especial y quiero que ella lo recuerde siempre así. Observo el reloj, me pongo aún más nervioso al ver que son las 19:15, debería apurarme y salir; el tráfico, algún accidente en el camino; algo podría hacer que me retrasara y no quiero eso. Tomo mi saco y me veo por última vez en el espejo asegurando que el nudo de mi corbata de seda negra que ella me regalo en mi cumpleaños este en su lugar; busco las llaves del auto y salgo apresurado. Al llegar al vestibulo del edificio, saludo al guardia, quien contesta mi saludo y me desea suerte; supongo que soy demasiado obvio porque a él no le he contando mis planes de hoy; es entonces que por instinto llevo la mano al bolsillo interno de mi saco y me doy cuenta que he olvidado lo más importante; me maldigo mil veces y corro de vuelta al ascensor.

Al llegar al departamento, desesperado busco en mi recamara la caja azul Tiffany que con tanto recelo he guardado los últimos tres meses, abro la pequeña cajita asegurandome que la piedra amarilla permanece intacta; me regaño mentalmente, tratando de tranquilizarme, levanto la mirada y veo la foto que me acompaña cada noche en el buro junto a mi cama, esa en la que mi "Talón de Aino" como solo a ella se le podría ocurrir, sale con una radiante sonrisa colgada de mi cuello, mientras la abrazo por la cintura; ambos con aquellos uniformes escolares que usabamos y ella con su caracteristico moño rojo en el cabello que aún al día de hoy no deja de usar. Recuerdo perfecto ese día cuando le pedí que fuera mi novia, no tenía ningún plan especial, unicamente había encomendado a Seiya la tarea de estar presente guardando algo de distancia para poder tomar la primera reacción de Mina ante mi propuesta, debo admitir que sus dotes fotográficas no fueron malas, pues la foto es increible y a pesar del tiempo que ha pasado sigo reviviendo la emoción de aquel día cada que la veo. Inspirandome en la sonrisa de Mina, vuelvo mi camino hacia el auto y conduzco hasta su casa.

Son exactamente las 19:45hrs cuando toco el timbre; al menos el tiempo ha jugado un poco a mi favor. La puerta se abre y aparece ella, con un hermoso vestido de saten color naranja que se ajusta a su cintura con una rosa hecha de la misma tela, lo acompaña con unas zapatillas plateadas. Me saluda con un tierno beso y toma su bolso; que no acabo de enteder como guarda tanto si es tan pequeño; como sea tomo su mano libre y me doy cuenta que utiliza la pulsera de esmeraldas que le regale en navidad, de alguna forma eso me da seguridad al entender que no hay nadie más importante en mi vida que ella. Deposito un beso en el dorso de su mano aun entrelazada a la mía, respiro profundo una vez más, convencido de que cada día al lado de Minako Aino es uno en el que algo mejor esta por venir.

….

Hasta aquí llega este primer OS que me he animado a escribir, ¿será el último?, espero que no. Quiero realemente agradecer a todas las chicas que me animaron a desarrollar mi idea; especialmente a quienes considero mis amigas Andrea Tsukino, Gabiusa Kou y Kay Cherryblossom; grandes escritoras, que de no ser por sus increibles historias y el animo que depositaron en mi, no me habría atrevido a escribir.

Espero esta pequeña historia sea de su agrado, agradezco de antemano que se dieran el tiempo para pasar por este espacio. Un gran saludo a todos, besos… Y Que las Estrellas cumplan siempre sus Deseos..***!