ANTES! de que empiecen a echar tierra y pestes, las advertencias: Este fic fue realizado por RutLance -CrystalFairy, South Park y otros detalles no son míos ni me interesan, solamente publico con la aprobación y consentimiento de la autora. No gano nada excepto pasar un rato más en la pc haciendo esto (en lugar de escribir xD) ¿Dudas? Las haré llegar a la autora. El crédito de esta historia no es en absoluto mío.
Nota aclaratoria de la autora: Los personajes de la serie de South Park no me pertenecen; hago esto por el simple hecho de entretenimiento, más que nada para entretenerme yo. Les agradezco de antemano a todos los que lo leen. Esta historia es ficticia, cualquier parecido con la realidad, es mera coincidencia.
Este fanfic va dedicado a sol yuki uzumaki.
No sé si este fanfic vaya a terminar en Kyman, cosa que es lo más posible considerando que casi todos mis fics lo son. Lo más probable, es que mínimamente sea de amistad.
¿No han notado que Stan es el primero que se preocupa por Cartman cuando no lo ve? Al menos, en mis fanfics, o en la mayoría de ellos, sí.
La marca de Pop-Tarts sólo se usa para la trama y no para fines lucrativos. Aunque a mí me gustan más sin tostar. =9~
En fin, espero que pasen un Feliz Día de Reyes (06 de Enero) y si les toca el monito (Niño) en la Rosca de Reyes, cumplan con la tradición, ya que el que lo hace recibe bendiciones todo el año.
Sin más que decir, disfruten el capítulo. n_n
Un buen corazón.
Capítulo 1: ¿Tiene Eric Cartman un corazón?
Era sábado por la tarde, Stan, Kyle, Kenny y Cartman se encontraban jugando a un lado de la parada del autobús escolar...
- Run, run.- Jugaban los cuatro con sus carritos.
- ¡Run!- Cartman comenzó a chocar su carrito con el de Kyle.
- Basta, gordo.- Le dijo molesto.
- ¡Oh, Dios!- El gordito golpeó nuevamente el carrito del judío.- Kyle chocó y se estrelló contra un árbol. Y ahora se está quemando.-
- ¡Cartman!- El pequeño pelirrojo estaba ya molesto.- Mi carrito no chocó contra un árbol ni se está quemando.-
- Oh, y explotó en mil pedazos.- El otro sigue sin ponerle atención.- Ahora ya no nos estará jodiendo ese marica.-
- ¡Carajo, culón!- Enojado, tomó el carrito del castaño.
- ¡Hey, Kyle!- El morenito se puso de pie.- ¡No toques mi carrito, judío de mierda!-
- ¡No hasta que te disculpes, gordo de mierda!-
- Ay, no.- Stan giró los ojos.- Aquí vamos otra vez.-
Todos los días era lo mismo: Kyle y Cartman gritándose de improperios, y Stan junto con Kenny verlos pelearse por cualquier cosa, por más insignificante que fuera. Sólo cuando uno de ellos no estaba y a menos que tuvieran que estar forzosamente trabajando juntos, eran los únicos momentos de paz, en ocasiones, forzada...
- ¡Pues mira lo que hago con tu mierda de carrito!-
Lo aventó al otro extremo de la calle, donde aterrizó rompiéndose en pequeños, y algunos grandes, pedazos. Stan y Kenny se quedaron inmóviles observando al ojiverde cruzado de brazos, mientras Cartman iba asustado a recoger del suelo los restos del que fuera su juguete...
- Kyle.- El pelinegro miraba que su amigo fruncía el ceño, por lo que cualquier cosa que hiciera no iba a ser suficiente para poder calmarlo.
- Mi, mi carrito.- Trató en vano en unir las partes pero estaba prácticamente inservible.- ¡Mira lo que hiciste, idiota!-
Enfurecido, y tirando las piezas rotas, se acercó al pelirrojo...
- ¡Me debes un nuevo carrito, maldito hijo de puta!- Le gritó empujándolo, con el rostro enrojecido.
- ¡Yo no te debo nada, pendejo!- Lo empujó a su vez.- ¡Y te lo mereces por estar jodiendo, maldito gordo de mierda!-
Alzó el puño derecho, dispuesto a desquitarse, más de pronto, dio un paso atrás, se llevó la mano al pecho y agachó la mirada, cerrando de golpe los ojos...
- Cartman, ¿estás bien?- Stan se acercó preocupado por la repentina acción del gordito.
- Sí.- Dijo después de tomar algo de aire, como si hubiera hecho un gran esfuerzo.- Só-sólo me dolió aquí.- Se señaló en la zona del corazón.
- ¡Por favor!- Kyle puso una sonrisa sarcástica.- ¡Tú no tienes corazón, Cartman!-
- ¡Claro que tengo uno, judío estúpido!- Le reclamó mientras las lágrimas asomaron a sus ojos.
- ¡No es verdad! ¡Eres un malcriado, estúpido, idiota, racista, anti-semita, pendejo, retardado y cabrón!- Le gritó el pequeño judío.- ¡Y si tuvieras uno, sólo estaría lleno de mierda como tú!-
Nadie dijo nada, por lo que en el silencio sólo se podía oír el viento, uno que otro animal perdido o algún automóvil circulando en la ciudad. Cartman, sintiéndose ofendido en lo más profundo de su ser, comenzó el camino de regreso...
- ¡Váyanse al carajo!- Los señaló visiblemente lastimado.- ¡Me voy a mi casa!-
Los tres lo vieron alejarse, hasta que se hizo un puntito en el horizonte, y tardó para serlo. Stan y Kenny posaron su vista en Kyle, que no se le pasaba el coraje...
- Kyle, eso fue muy cruel.-
- Mmm, mm mmm mm mmmm.- Comentó el rubio.
- Sólo dije la verdad.- Les contestó el pelirrojo.- Y si no le gusta, que se joda.-
Llegó a su casa, le gritó a su mamá cuando entró a la sala, más no había señal alguna de ella. Se dirigió a la cocina, buscó en el refrigerador y sacó una barra de mantequilla. Sacó de la alacena un paquete de Pop-tarts y las calentó en el tostador para complementarlas con la barra de mantequilla y chocolate en polvo...
- Ese idiota de Kyle.- Comenzó a comerse el bocadillo elaborado.- Cómo lo odio.-
Se sentó en el sofá, trató de tomar el control remoto cuando volvió a sentir que le faltaba el aire y una opresión en el pecho. Tomó aire desmesuradamente mientras el temor crecía dentro de él...
- ¿Mami?-
Tras un momento, el dolor se fue tal y como vino...
- ¿Qué me pasa?- Trató de restarle importancia.- A lo mejor necesito dormir un poco.-
Se dirigió a su habitación caminando lentamente, se sentía muy tenso por los dos sucesos y lo que menos quería era volver a sentirse así. Especialmente porqué no sabía qué le pasaba...
- ¿Estás bien, Cartman?- Le preguntó Stan al día siguiente después de misa.- Te ves un poco pálido.-
- ¡Oh, sí! Estoy muy bien, Stan.- No quería los demás le comenzaran a llenar la cabeza de cosas que lo asustaran.- Es que anoche me desvelé jugando videojuegos.-
- Ah, ok.- Contestó el pelinegro.
Los siguientes días fueron más difíciles para el gordito. Últimamente se le acababa el aire, jadeaba mucho sin contar el dolor en el pecho, que poco a poco, era más fuerte y duraba por lapsos cada vez más largos...
- ¿Mami?- Se acercó a ella temeroso un día.
- ¿Qué sucede, amor?-
- Me duele aquí, mami.- Se señaló el pecho.- ¿Qué tengo, mami?-
- Bueno, tenemos que ir con el doctor, cariño.-
- Pero mami.- Comenzó a hacer pucheros.- No quiero ir con el doctor.-
- Pero, Eric, él sabrá qué es lo que te pasa y porqué te duele ahí, Calabacín.-
- Pero mami, no quiero ir hoy. Vamos mañana, ¿sí?-
- De acuerdo, Poppy. ¿No quieres pastel de triple chocolate con donas espolvoreadas?-
- ¡Sí, sí!- Comenzó a saltar emocionado.
Lianne le sirvió una gran porción a su retoño, que estaba impaciente por probarlo, por lo que apenas se lo dio comenzó a devorarlo. Ella, contenta de que su hijo estuviera feliz, regresó a la cocina...
- ¡MAMI!-
El grito del gordito la hizo volver a la sala sólo para encontrárselo llorando con el rostro pálido, tocándose el pecho con ambas manos. El pastel junto con el plato y el tenedor estaban tirados en el suelo...
- ¡Me...! ¡AH! ¡ME... DUELE!- Decía entre grandes pausas tratando de tomar aire.- ¡AH!-
Tomó al niño entre sus brazos, lo sacó de la casa, lo metió a la minivan, y tras ponerle el cinturón de seguridad, arrancó al hospital...
- ¿Cómo está mi hijo, doctor?- Le preguntó al médico después de algunas horas tras llegar a la sala de emergencias.- ¿Se pondrá bien?-
- Sra. Cartman.- El galeno lucía muy serio.- Necesitamos hablar.-
Cuando Eric abrió los ojos, su mamá estaba a su lado. Volteó la mirada lentamente a todas partes y se dio cuenta de que estaba en un cuarto de hospital y tenía una mascarilla de oxígeno puesta...
- ¿Mami?-
- ¡Oh, mi amor! ¡Despertaste!- Le acarició el cabello mientras lo veía con los ojos vidriosos.- ¿Cómo te sientes?-
- Bien.- Tragó un poco de saliva.- ¿Mami? ¿Porqué estoy en el hospital?-
- ¿Sabes, cariño?- Lianne le regaló una gran sonrisa.- El doctor dice que ya no deberías volver a la escuela.-
- ¿En serio? Genial.- Comentó el morenito esbozando una leve sonrisa.- ¿Porqué?-
- Te ves muy cansado, ¿porqué no te duermes un poquito más, Poppy?-
- Bueno.- Y cerró nuevamente los ojitos y cayó profundamente dormido.
- Mi niño, mi pobre pastelito.- Lloró cubriéndose el rostro con las manos por conocer el diagnóstico que le dio el doctor.
Tres días después, en la parada del autobús escolar...
- Oigan, ¿alguien ha visto a Cartman?-
- ¿Mmm, mmm? Mmmm mm mmm mmmm.- Le comentó Kenny.
- ¿Y para qué preguntas por ese hijo de puta, Stan? Todo está mejor sin él cerca para estarnos jodiendo.-
- Bueno, Kyle, es que hace tres días que no lo vemos.- Le contestó el pelinegro.- A lo mejor está enfermo o algo.-
- ¿Enfermo? ¡Claro!- Se río el pequeño judío.- De seguro está enfermo de tener su culo gordo en el sofá, de estar comiendo y viendo la televisión.-
- Mmmm mm mmm mm mmmm mm.- Los otros niños se ríen, olvidándose de Cartman.
Más tarde, en la escuela...
- Niños, antes de comenzar las clases tengo qué darles un anuncio.- Les comentó el Sr. Garrison.- Su compañero Eric Cartman ya no volverá a venir a la escuela.- Todos los niños ponen cara de sorpresa por la noticia.- Ahora comencemos la clase de matemáticas.-
- ¿Qué?- Preguntó confundido Stan.
- Qué vamos a iniciar con la clase de matemáticas.-
- No, eso no. Lo de Cartman.-
- ¡Ah! Qué ya no va a volver a la escuela.- Le confirmó.
- ¿Porqué?- Preguntó Butters.
- No tengo idea, Butters, y me importa un carajo.- El Sr. Garrison comenzó a escribir algo en el pizarrón.
Momentos después de que salieran de la escuela...
- ¿Oyeron eso? ¡Escuela sin Cartman! ¡Es genial!- Kyle lucía muy feliz.- No, es más que genial, es fantástico.-
Stan no decía nada, pero esperó hasta que el pelirrojo caminara rumbo a su casa...
- Kenny, vamos a la casa de Cartman.-
- ¿Mmm?- Le preguntó extrañado.
- Bueno, es que quiero ver si está bien.-
Kenny no le dijo nada, sólo lo siguió. Lo bueno era que vivía muy cerca de ellos, por lo que pronto llegaron. Stan tocó el timbre un par de veces...
- ¿Hola? ¿Hay alguien en casa?-
Se dio cuenta de que la puerta tenía candado, así que ladeó la casa y trepó por una de las paredes. Llegó a la ventana que daba a la habitación del gordito pero tampoco pudo abrirla...
- ¡Qué raro! Está cerrada.-
- Mmm, mmm mm mmmm mm.- Le sugirió el rubio.
Volvió a intentarlo más no logró nada. También probaron con el cuarto de su mamá, pero nada...
- Vámonos, Kenny.- Le dijo resignado el pelinegro.- Tal vez después lo encontramos.-
Se bajaron y caminaron hasta sus casas. Stan intentó comunicarse con ellos toda la noche por teléfono, más no le contestaban. Así que al día siguiente...
- ¡Esto es estúpido, Stan!- El ojiverde estaba muy molesto.- No deberíamos de estar aquí.-
- Ci-Cierto, nos van a castigar si nos encuentran.- Butters frotaba sus manitas asustado.
- Bueno, nada más vigila que no venga la directora Victoria, Butters.- Stan revisaba un archivero, al igual que Kenny.- ¿Ya encontraste algo, Kenny?-
- Mmm mmm mmm.- Le contestó.
- ¡Carajo! Bueno, sigue buscando.-
- Stan, olvídate ya de esto.- El pelirrojo trató de hacer desistir a su amigo.- Sólo nos vamos a meter en problemas.-
- Kyle, yo...- Se detienen todos al oír ruido en el pasillo.
- ¡Chicos, ahí viene la directora Victoria!- Les avisó Butters asustado.- ¡Y nuestros padres vienen con ella y el Sr. Mackey!-
- ¡Mierda!- Gritó Stan y trató de guardar todo.- ¡Apúrate, Kenny!-
- ¡Te dije que nos meteríamos en problemas!-
Se abrió la puerta y los cuatro niños quedaron paralizados...
- ¡Qué bueno que pudieron venir!- Les decía la directora Victoria a sus acompañantes.- Lo que pasa...-
Se queda callada al ver a los cuatro pequeños en su oficina y con los expedientes escolares...
- Niños, ¿qué hacen en mi oficina?- Les preguntó muy seria.
- ¡Stanley!-
- ¡Kyle!-
- ¡Butters!-
- ¡Mmm! ¿Mmmm mmm mm?- Preguntó molesto.
- Ehm, es que Stan quería saber porqué Eric ya no venía a la escuela y Kyle le dijo que era mala idea, y yo que nos iban a regañar.-
- ¡Butters!- Le gritaron los otros tres niños.
- Bueno, lo dejaré pasar por ahora, ya que necesitamos hablar con ustedes, niños.- Les dijo la directora Victoria.
- Mire, si tiene qué ver con Cartman, nosotros no le hicimos nada.- Comenzó a decir Kyle.
- En realidad, hay otro motivo por el cuál su compañero Eric ya no viene a clases, ¿m'kay? Es por eso que mandamos llamar a sus padres.-
- ¿Qué ocurre con Cartman?- Preguntó Stan.
- Niños, lo que sucede es que su compañero Eric se enfermó del corazón. Y de acuerdo con lo que me dijo su mamá, va a necesitar estar hospitalizado hsta que consiga un trasplante de corazón.-
- ¿Cómo?- Preguntó Butters tras un momento de silencio grupal.
- Y es por eso que ya no vendrá a la escuela, porque tuvieron qué irse a Denver.- Les explicó el Sr. Mackey.- ¿M'kay? Ya que allá tienen mejor equipo médico para atenderlo.-
Stan lucía consternado, Butters triste, Kenny indiferente y Kyle...
- Un momento, ¿dijo que necesitaba un trasplante de corazón?-
- Así es, Kyle.- Le contestó la directora Victoria.
- ¿Y se puede morir?- El pequeño judío sintió cómo su mamá le apretaba los hombros con sus manos.
- Pues, sólo en caso de que no consigan un donante o que el corazón trasplantado sea rechazado o no sea compactible con él.-
- ¡Genial!- Dijo con una gran sonrisa.- Digo, ¡oh, qué triste! Je, je.- Trató de ocultar su sonrisa.
Fuera de los adultos, sus amigos sabían que estaba muy contento...
- ¡Éjele! Ayer me regalaron una pluma-sello-burbuja de Hello Kitty!, un algodón de azúcar enorme que me comí el 31 de diciembre, un pastel envinado con nueces e Irumy BS me regaló un dibujo de Kyman que me encantó. n_n ¡Gracias a todos por los que se acordaron y los que no, pues aún les queda otro año! =3
