Hola, he regresado, aunque nadie lo pidió, con un historia que inicialmente era solo un flashback en el capítulo 2 de mi primer fic 100% Ichiruki "Deathberry Forever" para revelar parte del pasado de Ywach y el origen de Rukia, pero como no quise demorarme para terminar a tiempo el fanfic antes del final de Bleach, pase de largo pero el deseo de escribir esta historia prevaleció en mí, a pesar del final del manga y mi falta de tiempo.
Advertencias: por obvias razones al ser una historia alternativa del final del manga, difiere en muchos conceptos y personajes.
Disclaimer: Bleach es actualmente propiedad de Kubo, la historia llena de clichés y sentimentalismo es mía.
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I. Prelude.
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Las juveniles y melodiosas risas invadieron el hogar de los Kurosaki. Las risas provenientes de la cocina, hicieron que Isshin, pese a la amenaza de Karin de aplicarle la ley del hielo si no se mantenía alejado mientras preparaban la cena, dejara de lado los estudios que Ishida le había enviado para conocer su opinión y se colara en la sala para husmear entre los sillones el motivo de las mismas. Para su fortuna, Karin estaba atenta a lo que Yuzu le recomendaba para mejorar el sazón, así que no reparo en ello y su padre estuvo a salvo.
-¡Listo, he terminado! – anunció triunfante Rukia, quien tenía la tarea de hacer el postre.
Ellas continuaron alegres en sus labores ignorando el hecho de que eran espiadas, y transcurrieron otros minutos en los cuales Isshin babeaba por lo apetecible que lucía y olía el menú.
- ¡Perfecto! - se felicitaba Yuzu al ver la mesa finalmente puesta.
- Pensé que no terminaríamos - suspiró Karin quién no entendía como a su hermana le encantaba tan ardua tarea.
-Karin ve por papá y Rukia tú tendrás que avisarle a mi hermano - ordenó maternalmente.
- De acuerdo - asintieron las dos y de inmediato Isshin se escabulló y regreso a su lugar de trabajo.
Luciendo adorable aún con su delantal de Chappy, Rukia se detuvo en el marco de la puerta del cuarto de Ichigo para verlo dormir plácidamente, pues el muchacho había tomado una larga siesta, tan pronto llegara de acabar con un par de hollows y tomara una ducha.
- Vaya que te gusta hacerte el rudo, no es así Ichigo - dijo en voz baja mientras se sentaba a su lado en la cama y meditaba como el muchacho se esforzaba en el entrenamiento y en todas las tareas que llevaba a cabo sin descuidar a su familia, sin duda seguía siendo el mismo joven tenaz, decidido y entregado al que le cedió sus poderes, y del cual se había enamorado.
A pesar del leve peso, Ichigo percibió la acción y se removió un poco, pero no abrió del todo sus ojos al percibir la cercanía de la joven.
- Ichigo, despierta es hora de cenar - le dijo dulcemente muy cerca de su oído.
Un murmuro inentendible salió de su boca, como protestando que lo dejara dormir más, pues la verdad estaba cansado, había sido una larga mañana fuera de casa.
- Ichigo vamos - insistió inútilmente - bien, como no logro despertarte, tendré que intentar hacerlo como en esos cuentos que leí - dijo en tono más alto del que había usado intuyendo que el peli naranja se negaba a levantarse, por lo que tomando un objeto del escritorio, Rukia decidió cobrarse la graciosa huida de Ichigo de la mañana - Como era, mmm... ya recuerdo, era con un beso.
El otro ni tarde ni perezoso se acomodó un poco mejor para facilitarle la tarea a la bella muchacha. Sin embargo no sintió los suaves labios que probara en el amanecer, si no una rara textura presionada contra sus labios, misma que ya había sentido antes a sus inicios como shinigami sustituto.
- ¡Rukia! - se levantó de un salto de la cama.
- ¡Vaya si funcionó! - dijo aguantando la risa.
-¡Aleja a Kon de mí!- grito Ichigo ruborizado y algo asqueado, quien para su fortuna el alma mod estaba fuera del peluche.
- Pero si esta recién lavado - se defendió risueña - vamos todos nos esperan a cenar - le dijo dejándolo solo en la habitación.
Pasado el bochorno, no pudo evitar reír con la broma, ¿alguna vez dejaría de tomarle el pelo? aunque a veces lo fastidiara, realmente le gustaba que ella tuviera ese humor juguetón que contrastaba con el resto de su personalidad y era lo que lo había enamorado.
Después de salir de sus ensoñaciones, se preguntó cuánto llevaría en la alcoba y de inmediato busco la pequeña bolsa de regalo. Suspiro aliviado al ver que seguía en el mismo sitio intacta. Con cuidado saco la cajita que contenía una pulsera con dijes de lunas. Otro suspiro, esperaba que fuera de su agrado, le había tomado toda la mañana encontrar dicho presente.
La cena transcurrió tranquila, con charlas amenas sin el típico escándalo de Isshin, quien seguía amenazado. Las mellizas se llevaron grandes elogios, pues todo estaba delicioso.
Entonces llegó la hora del postre, el cual fascinó mucho a Ichigo.
- Felicita a Rukia, ella lo hizo sola - le dijo sonriente y orgullosa Yuzu a su hermano y la otra se ruborizó.
- Rukia es increíble, sin duda eres afortunado Ichi - le molestó Karin, mientras el rostro del otro también se tornaba rojo.
- Esta delicioso... Rukia – le alabó
- Gracias- respondió sonriente.
- Masaki, estoy muy feliz - dijo entusiasmado Isshin sin contener sus exageradas lágrimas de felicidad - toda la familia reunida, y espero pronto seamos más - dijo guiñándole el ojo a Ichigo quien solo lo ignoró, mientras continuaba degustando lo preparado por Rukia, mientras las mellizas decidieron pasar por alto el desliz.
- ¿Y tienen planes para este fin semana?- les cuestionó Karin.
- No... no realmente - contestó Rukia intentando mentir, ya que aunque habían conversado de eso, no estaba segura sí podrían seguir los planes después de la petición de Ichigo de esperar.
- Pero, saldrán con sus amigos, ¿cierto? - inquirió Yuzu.
- Si, pero será hasta el lunes después de que regrese Chad para que se nos una - respondió Ichigo.
-Ahhh ya veo - dijo pensativo Isshin - entonces el domingo podríamos visitar la tumba de tu madre. Claro si es que no les arruina alguna cita romántica - se le escapó decir ante la mirada acusadora de su hija morena.
- ¡Papá! - gritó la melliza castaña, ya que dedujo, después de conversar con Rukia mientras cocinaban, que esos dos aun no eran novios.
- Pero que cosas dice Isshin-san - dijo sonriente como solía hacer cuando actuaba - Ichigo y yo en una cita es ridículo – dijo con tono mimando mientras miraba fríamente a Ichigo.
- Es... es buena idea hacer algo todos juntos el domingo- dijo Ichigo, sospechando que la pelinegra no estaba feliz en ocultar su relación.
Las mellizas e Isshin solo observaron desilusionados, al parecer aun no daban el paso definitivo, y tendrían que darles un empujoncito.
- Bueno, entonces creo que les agradara nuestra sorpresa - dijo Yuzu.
- Toma Ichigo - le dio Karin una pequeña caja decorada a su hermano.
- ¿Boletos para el cine? - cuestionó el peli naranja al descubrir le contenido.
- Pero no son cualquier función, son funciones de medianoche que exhiben películas basadas en las obras de Shakespeare.
- Son entradas dobles para todo el fin de semana – explicó su hermana.
- Es genial - dijo Ichigo alegre a quien le gusto el gesto - gracias
- De nada - contestaron al unisonó.
- Rukia, a ti también te gusta la idea ¿verdad? - preguntó Yuzu.
- ¿A mí?, pero ustedes ¿no lo acompañaran? – preguntó haciéndose la desentendida.
- A nosotras no nos permiten entrar a esas funciones - se excusaron.
- Bueno, pues puede invitar a quien quiera - dijo haciendo sentir incómodo a Ichigo.
- Yo... - apenas iba a defenderse cuando alguien tocó la puerta.
- Yo voy - se paró de inmediato Rukia, descubriendo que era Ururu.
- Rukia-sama - saludó respetuosamente - que bueno que la encuentro.
- Hola, pasa por favor.
- Urahara-san me pidió que le trajera esto - dijo entregándole una nota y colocando frente a ella un objeto cuidadosamente envuelto.
"Su majestad,
Me tome la libertad de avisarle al capitán Kuchiki de sus planes de pasar unos días en Karakura pero a su regreso por favor infórmele que debido a ello, le entregue antes la asauchi que él me facilitó para trabajar con el fin de que usted pueda usar su zanpaku-tō sin ningún problema durante su estancia en la ciudad. La misma, me informó el capitán, perteneció en vida a su madre Hikari Kuchiki"
- E- era de mi madre - dijo emocionada desenvolviendo el obsequio.
-Urahara estará en problemas- mencionó burlonamente Isshin- seguramente Byakuya tenía la intención de entregártela personalmente.
- Que esperas - le animaron las mellizas mientras ella tocaba la funda con el grabado del emblema de la familia.
- ¡Es... hermosa! – comentó Rukia, al admirar que la katana era muy parecida a Shirayuki, igual de larga y estilizada pero con mango púrpura y guarda circular, ambas con el símbolo familiar finamente tallado - ¡es perfecta! - dijo con una sonrisa.
- Sí, justo como tú - murmuró Ichigo mirando embelesado la bella expresión de Rukia.
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Gracias por leer espero haya sido de su agradado.
