John Watson se sentó en aquel taburete después de lo que le habían parecido siglos. Se permitió dar un suspiro, poso sus manos sobre aquel piano de cola que tantos recuerdos le traían...y empezó a tocar, a pulsar con sus dedos las teclas correctas, con delicadeza. La música empezó a flotar en la sala, suave, dulce, y melancólica.

Antes no tenía ni idea de tocar un instrumento así. Sherlock le había enseñado aquella pieza, la única que sabia... Cuál fue su sorpresa al descubrir que también sabia tocar el piano aparte del violín. Le explicó que realmente su madre le enseñó cuando era aun joven, con aquél mismo piano. Y tras esto, Sherlock se empeño en que aprendiera aquella pieza tan especial.
Y solo el verdadero significado lo sabían ellos dos y nadie más.
Además... Como le podía decir que no a aquella mirada de perrito perdido?

Casi podía sentirle allí, junto a él, guiándole mientras tocaba, acompañándole en algunas partes...
John cerró los ojos, podía verlo a su lado, como lo miraba como solía hacerlo, con aquellos ojos profundos que tenia... Como, él solo en el mundo, podía percibir su amor... Casi podía sentir como le besaba la mejilla como solía hacer a veces...

Abrió los ojos... La imagen de Sherlock desaparecía, y se daba cuenta de que ya no estaba allí con él... estaba solo. Le embargo la tristeza. Le extrañaba tanto...le echaba muchísimo de menos. Incluso aun seguía llevando el anillo de matrimonio.
Por supuesto. Hasta el final. No pasaba nada... pronto se reuniría con él al otro lado.

Siguió tocando mientras vagaba en sus recuerdos. Baker Street, los casos... Antes de conocer a Sherlock. En Afganistán. Recordaba aun su vida en el ejército. Después de tantos años. Recordaba cómo iba con sus compañeros. A ayudarles. Recordaba también ver a sus compañeros ser disparados y a algún amigo muriendo en sus propios brazos, sintiéndose completamente impotente, oyendo sus últimas palabras, y observando como la vida se le escapaba de ellos sin que él pudiera remediarlo...

John volvió a la realidad de nuevo, él solo tocando el piano... pero pronto llevo su mente a los momentos felices de su infancia... recordaba cuando era pequeño. Su familia no tenía mucho dinero, pero su padre, que fue siempre un héroe para él, le regalo por su séptimo cumpleaños un avión de juguete. Un simple avión de madera. En ese momento pensó que era el mejor regalo de mundo. Pero esa sonrisa que tenía su padre al darle el paquete, fue el verdadero regalo. No la olvidaría nunca.

' Niiiuuuuu' podía verse a si mismo casi jugando con aquel avión de madera, correteando por toda la sala, haciendo volar al avioncito en su mano.

" Niiiiuuuuu!" Oyó a su lado mientras tocaba el piano. Alguien daba vueltas alrededor suyo con un avión de madera en la mano. Se detuvo al oír a John tocando la última parte de la música, dejo el avión en el suelo un momento y subió a sentarse junto a John.

Era su nieto, William. De siete años.

El pequeño tocó una de las teclas.

Juntos tocaron el acorde completo.

Acabaron la pieza juntos.

John miró a su nieto con ternura mientras este le sonreía ampliamente, felíz.

...por supuesto.

La vida valió la pena.

(( Este fanfic está completamente basado en un video que me conmovió en lo más hondo al de mi corazón verlo.

Lo trasladé a la visión de John y su vida.

Aquí el link si quieren verlo, watch?v=-ZJDNSp1QJA , realmente os recomiendo que lo veáis ;) .

Dedico este fanfic a mí querida hermanita, siempre que está ahí para acompañarme y ayudarme. También por supuesto quiero dedicársela a mi Holmes, que igualmente la recuerdo y la extraño todos y cada uno de mis días.

Espero que os haya gustado. Un saludo))