Disclaimer: "Mentiras y verdades" es un fanfic basado en la serie Agentes de SHIELD, Phil Coulson, Melinda May y el resto de personajes mencionados no me pertenecen, son de los Whedon, Marvel y la cadena ABC. No intento violar las leyes del copyright ni obtengo ningún tipo de remuneración económica por escribir esto.

Nota de la autora: Este fic ha sido un dolor de cabeza de proporciones épicas. Yo, en el fondo, sólo quería contar un poco lo que era la historia de Coulson y May antes del Bus, cual era su pasado, su historia, algo cortito y sin pretensiones… y empezó así, iba a ser algo rápido para intentar canalizar el fuerte Philinda que me dio después del ultimo capitulo. Pero no medí bien cual era el final de la historia y eso es un problema. Esta reescrito como cinco veces, y aunque creo, realmente, que he sido capaz de contar lo que quería y que ha quedado muy bonico, como lo vuelva a repasar una vez más mis sesos empezarán a deshacerse porque ya lo leo como en automático. Es difícil saber quienes son Coulson y May. Y es más difícil intentar plasmarlo. Espero que os guste y que me contéis las cosas que os gustan y aquellas que veáis que no tienen sentido. Por que amo el Philinda y quiero llegar a entenderlos. La historia que aquí cuento es completamente inventada, basándome en lo que he podido ver en pantalla y en los únicos datos más o menos fiables que tenemos sobre la historia de May,

Coulson: ...No tenía arma. Ninguno tenía. Y no fue un rescate, ni un asalto, digan lo que digan en la Academia hoy en día. Éramos el comité de bienvenida. Y todo fue mal.
Skye: ¿Cuántos?
Coulson: Muchos.
Skye: Una civil y unos cuantos de los nuestros estaban atrapados dentro de un edificio retenidos por los seguidores de este individuo con poderes… o devotos. Nunca lo sabremos.
Coulson: May lo hizo
Skye: Ella se encargó de sacarlos. Dijo que podía arreglar el problema. Así que entró, cruzando las fuerzas enemigas. No dijo como.
Coulson: ¿Perdió a alguien allí?
Skye: A sí misma. May era diferente. Siempre fue callada, pero… era calida. Sin miedo pero en un sentido diferente, metiéndose en problemas, gastando bromas, pensaban que las normas estaban hechas para romperse. ¿Te suena? Pero cuando salió de ese edificio… fue como si parte de ella se hubiese ido. Intenté animarla, pero no me dijo qué pasó allí abajo.

Resumen: Un repaso rápido, o no tan rápido, a la relación de Coulson y May desde que se conocieron en la Academia hasta unas horas después de que se acabara el capitulo 1x12 Seeds.

Dedicatoria: Este fic se lo tengo que dedicar a Caris Bennet por narices, porque si no llega a ser por ella no lo acabo ni en un millón de años, se ha leído todas las versiones, me ha corregido todas las versiones, a escuchando todas mis ¿ Y sí...? y ella ni tan siquiera es tan Philinda como yo. ¡Gracias!

Tipo: Creo que para todos los públicos. Post 1x12 Seeds, con spoilers de este capítulo y de todos los anteriores. Philinda.

Escrito en enero de 2014.


Mentiras y verdades.

Te conozco Phil, y te conocía antes.
Melinda May
1x12 Seeds

Melinda May y Phil Coulson se conocen desde hace más tiempo del que les gustaría reconocer a ambos, porque reconocerlo sería reconocer los años que ya han cumplido y ambos son, aunque no pudiera parecerlo, demasiado coquetos como para hacer algo así.

Sin embargo, eran los años 80 y ellos se encontraban en la Academia SHIELD, en la división de Operaciones. Desde entonces ambos habían muerto y vuelto a la vida por lo menos en una ocasión.

Phil se fijó instantáneamente en Melinda, era difícil no hacerlo, una mujer de su estatura y complexión física no pasaba desapercibida en un lugar donde el 95 por ciento de los cadetes eran hombres de más de metro ochenta.

Melinda tardó un poco más en fijarse en Phil, ella siempre estaba alerta y a la defensiva, porque era duro vivir entre altas cantidades de testosterona, hombres que primero no entendían que hacía allí una mujer y luego se sentían humillados cuando les daba una paliza en las clases de defensa personal.

La primera vez que Melinda se fijó en Phil, él estaba bajo su cuerpo tras haber caído al suelo a consecuencia de una llave de lucha libre ejecutada a la perfección en el minuto uno del entrenamiento. Su rostro mostraba dolor, pero cuando la mujer le ofreció la mano para ayudarle a levantar, él se la aceptó y le dedicó una sonrisa encantadora.

Fue la primera vez que algo así le pasaba a Melinda May y jamás lo olvido.

A Phil no se le daba bien la lucha cuerpo a cuerpo. Era un gran estratega, resolutivo, con una mente ordenada y rápida, tenía buena puntería y era la típica persona que le cae bien a todo el mundo. Era un líder natural, pero la lucha cuerpo a cuerpo... No, eso no era lo suyo, aunque le ponía ganas. Sin embargo no tenía problema en reconocerlo y admiraba profundamente a aquella pequeña mujer que podía tumbar a cualquiera en menos de un asalto. Su fuerza, su determinación, su rapidez mental y su lealtad inquebrantable eran verdaderamente maravillosas.

Se hicieron amigos casi al instante, se complementaban a la perfección, cada uno era increíblemente bueno en disciplinas que el otro ni siquiera entendía y juntos eran capaces de hacer casi cualquier cosa. Evidentemente ese hecho no pasó por alto a nadie en SHIELD.

Pasados los primeros meses, la Academia empezó a deshacerse de lastre, más de la mitad de los cadetes no aguantaban más de seis meses y el ambiente entre los que quedaban aunque competitivo era más de confianza y compañerismo. Los que quedaban eran los mejores y tarde o temprano, a todos les tocaría trabajar juntos o salvarse el culo mutuamente. Por aquel entonces el S.O de Phil y Melinda les convirtió en un equipo oficial. El hombre decía que May poseía el silencio que Coulson necesitaba, y que Coulson era la voz que quería salir de May. Todo un personaje su S.O.

Fueron buenos tiempos aquellos que pasaron en la Academia, aunque Melinda era silenciosa, no levantaba sus murallas para con Phil. La chica era toda una revolución, siempre dispuesta a ir un paso más allá, a acercarse un poco más al fuego. Bromista y divertida, tenía la sonrisa más bonita que Phil hubiera visto nunca. Él que siempre había sido un chaval tranquilo aprendió a vivir un poco más peligrosamente y a soñar a lo grande. Sabía que tenía a una gran mujer guardándole las espaldas y eso nunca le pareció mal.

Siempre iban juntos. Y aunque nunca fueron más que amigos, recibieron en más de una ocasión la charla que les advertía de los peligros de tener relaciones románticas con los compañeros.

Sus entrenamientos en el tatami eran míticos y conocidos por todos sus compañeros, para Mel se había convertido en algo personal que Phil no se dejara matar. Así que le daba caña siempre que podía. Seguramente jamás hubiera aprobado el curso sin ella.

Sus compañeros les conocían como Philinda.

Y ellos estaban bastante conformes con aquello.

Una vez terminada la Academia sus miedos por ser separados, ya que se habían especializado en disciplinas diferentes, duraron poco cuando su S.O les confirmó que desde SHIELD consideraban que ellos eran buenos por separado, pero que eran perfectos como equipo. Así que empezaron a recibir encargos de lo más variado a lo largo del mundo, algunas veces ellos solos, las que menos, otras veces con otros agentes, las que más. Se pasaron los dos primeros años de aquí para allá, sin ser muy conscientes de lo que estaba pasando.

No necesitaban nada más.

No necesitaban a nadie más.

Si alguien les preguntara cuando dejaron de ser solo los mejores amigos, para ser mucho más, seguramente no sabrían que responder… aunque tal vez nunca fueron solo buenos amigos y esa era la verdad que siempre escondieron sin darse cuenta.

Melinda aún recuerda con toda clase de detalles la primera vez que se besaron en aquella pequeña playa de Cabo Verde tras haber desarticulado una célula terrorista y Phil sólo tiene que cerrar los ojos para sentir la emoción salvaje y los mismos latidos desaforados en su corazón, que cuando ella le dijo tres años después de aquello que estaba embarazada.

Ahí estaban los peligros de las relaciones románticas entre compañeros. Creyeron erróneamente que lo habían conseguido, que ellos no tendrían problemas con su relación porque seguían siendo tan increíblemente buenos como siempre. Cuando tenían broncas no afectaba al trabajo, aunque no es que hubieran tenido muchas. Cuando eran felices no afectaba al trabajo… pero de repente fue el trabajo el que afectó a sus vidas.

Melinda May era una especialista. Melinda May no podía saltar la distancia entre dos edificios y rescatar a un embajador rodeado de explosivos estando embarazada. En realidad sí que podía y lo hizo, pero no quería, y si ella no quería, él lo quería menos aún.

Ella siempre parecía tan fuerte y amaba su profesión demasiado. Phil siempre tuvo miedo de que la amara más que a él.

Sin embargo, él la llevó a su terreno. Empezaron a pensar en la casa a las afueras con vallas blancas, en poner un columpio en el porche y en criar a su hijo o hija en un mundo donde el peligro no fuera inminente todos los días.

Se querían.

Phil le pidió matrimonio una nochevieja en Sidney y ella le dijo que sí.

Ya habían pedido el traslado a las oficinas centrales de Nueva York cuando pasó lo de Bahrein.

Oficialmente era su última misión… Y lo fue durante años.

Nunca llegaron a casarse.

Coulson nunca supo que ocurrió realmente en Bahrein y nunca se lo perdonó. May nunca se lo quiso decir. Aunque en el fondo lo entendía, aquello quebró su confianza. La joven agente tuyo un aborto espontáneo durante esa misión, estaba de algo más de dos meses, y conjuntamente con todo lo que pasó en aquel lugar, que por como quedo el sitio tuvo que ser realmente espeluznante, entró en una horrible depresión que la convirtió en otra persona.

En una persona que se dedicó a separar a todo el mundo de ella, y sí, también a Coulson.

Él intentó animarla durante semanas, la cuidó, la obligó a alimentarse y decidió seguir adelante con sus planes: el traslado, la boda…. Pero una mañana al levantarse sintió que estaba solo en la cama.

En su lugar había una nota.

Ella le pedía por favor que la dejara sola y él la obedeció.

Coulson se lo tomó como el mayor de los rechazos, estaba destrozado. Se fue dolorido, pensando que ella nunca lo había querido tanto como él a ella. Deseando jamás volver a amar a alguien.

Después de una baja de más de medio año, Melinda May volvió a SHIELD, o más bien, alguien que se parecía mucho a Melinda May. Ante su negativa de volver a combate le ofrecieron un puesto en la Academia como profesora de artes marciales y también como monitora de vuelo. Ya se había convertido en la Caballería, muy a su pesar.

Era una leyenda viva, si es que eso era vivir.

A Coulson ya le habían destinado a Perú y su misión más importante durante esos años fue olvidar a May. Luego vino Guatemala. Camboya, Panamá, Nigeria, Nicaragua, Europa del este y hasta estuvo varios meses en Shangai.

Estuvieron más de 20 años sin verse.

May odiaba dar clases con todas sus fuerzas, comunicarse no era lo suyo y pidió el traslado a administración. Cada uno de los altos cargos que alguna vez había tenido trato con ella protestó su decisión, era demasiado valiosa para estar tras una mesa de escritorio… pero seguramente por eso, le acabaron dando el traslado. Todos sus alumnos respiraron aliviados.

Con la aparición del Capitán América y del impresionante Iron man en escena, Coulson fue traído de nuevo a Estados Unidos y se dedicó a lo que mejor se le daba, las Relaciones Públicas. Hacía años que había mandado a Melinda May a lo más profundo de su subconsciente y entonces conoció a la violonchelista y por primera vez en años volvió a desear la casa a las afueras con vallas blancas.

Creyó de nuevo ilusamente que eso era posible para él.

Tras la muerte de Coulson antes de la batalla de Nueva York, May estuvo llorando tres días. Cuando la Comandante Hill se acercó a su mesa para desmentir la noticia que se oía por los pasillos, notó como si de nuevo el aire entrara en sus pulmones. May llevaba viviendo muchos años en el peor día de su vida, un día en el que Phil Coulson aún era parte de su día a día. Para ella su muerte era su traición, porque después de todo no había podido protegerlo.

Uno de los primeros recuerdos que tiene Phil Coulson después de haber regresado de la muerte es el de Melinda May, de lo que suponen realmente las segundas oportunidades y de que tal vez llevar tanto tiempo intentando olvidar a alguien a quien había querido tanto era un error. Se preguntó por primera vez en mucho tiempo cómo estaría, si habría vuelto a sonreír y si le habría perdonado por no haber sido el hombre que debió ser. Porque tardó en darse cuenta, pero por fin entendió que si ella le separó de su lado, fue para que él pudiera seguir viviendo. Cuando Fury le "regaló" aquel precioso avión sólo pensó en lo que a Melinda le gustaría pilotarlo.

Además ese era su sueño, el de los dos, sin burocracia, sin órdenes de gente que la mayoría de las veces ni siquiera sabía de qué estaban hablando.

No lo habría conseguido sin ella.

Qué menos que compartirlo con ella.

Cuando se presentó ante Melinda estaba un poco preocupado, no iba a negarlo. No sabía a quién se iba a encontrar frente a esa mesa, habían pasado más de 20 años. Había sido toda una vida para él y se imaginaba que también para ella.

Cuando Melinda May recibió la visita de Phil Coulson ya había recibido los papeles de SHIELD que le pedían que volviera al servicio activo bajo las órdenes del agente Coulson, por su expresa petición personal.

Al sentir su voz en la espalda el corazón le dio un salto en el pecho.

No quería mirarle. No quería que la convenciera. No quería volver a combate. Melinda May tenía un talón de Aquiles y tardó demasiado tiempo en darse cuenta de que era el que en un tiempo fue su mejor amigo, su novio y el que podía haber sido el padre de sus hijos.

Por eso uno no debe relacionarse románticamente con los compañeros. Su S.O tenía razón.

¿Pero es que acaso había tenido alguna vez la opción de no enamorarse?

Antes de que pudiera darse cuenta de cómo había pasado, ya se encontraba pilotando aquel gran avión que también hacía las veces de guardería. Aquel dichoso avión era la opción voladora de la casa en las afueras con las vallas blancas y ella hacía demasiado que había renunciado a ello.

Tenía la sensación de que en ese avión solo Ward podía cuidarse solo. Sin embargo, Coulson estaba tan feliz como siempre, tan feliz como lo recordaba, tan feliz que por primera vez en años deseó poder volver a ser feliz a su lado. Pero no podía.

Ya no podía.

Y lo de Phil era la maldita crisis de los 50.

A Coulson le encantaba hablar en el espacio que dejaban los silencios de May. No sabía lo mucho que lo había echado de menos hasta que volvió a hacerlo y fue sumamente feliz el día en que Fitz apareció en la sala común con un tartazo. Esa era la firma de la casa de Melinda May, de la Melinda May que él conoció y que ahora se escondía detrás de un dolor que creyó no poder entender ni ayudarla a superar, hasta que él mismo lo experimentó.

Hasta que lo vivió en sus propias carnes.

La desesperación. El dolor. Las razones detrás de cada acción. La traición.

La llevó al avión pensando que sería bueno para ella, que la primera vez se rindió muy fácil y que las segundas oportunidades es algo que todos nos merecemos y sin embargo, fue ella la que de nuevo le ayudaba una y otra vez. Si no hubiera sido por ella seguramente se hubiera ahogado dentro de aquel informe con fotos de su propio cadáver.

Podía haberle reconocido que ya sabía que se acostaba con Ward, que le sentó fatal descubrirlo, que agradeció hasta el infinito su sinceridad y esa confesión fría que dejaba claro que no sentía nada hacia el bueno de Ward y que se sentía culpable por ocultárselo, pero no hizo nada de eso. Sonrió paternalista y le dijo lo que más de una vez les dijo su S.O: "Si es un problema…"

Los problemas se cortan, se eliminan, uno se deshace de ellos.

Le ocultó la verdad incluso después de haber clamado por ella, después de haberla exigido para su persona y después de haber trastocado el mundo de Skye con una tan grande que tal vez ni estaba preparada para escucharla.

Se sintió tan Agente de SHIELD en ese momento que le dio un poco de asco de sí mismo.

Pero si hubiera dicho la verdad… si hubiera dicho la verdad, hubiera habido un problema serio, tendría que haber reconocido que la necesitaba, que la necesitó en el pasado y que, aunque no lo merecía, se había vuelto a convertir en la mujer que le cubría las espaldas, en quien le mantenía en pie, quien le escuchaba y quien estaba dispuesta a sacrificarse por él, aunque él, evidentemente, no se mereciera ese sacrificio. Y él, no podía, no quería y además no le daba la gana volver a cargar a Melinda con el peso de su miedo.

No recordó por un tiempo lo mucho que la llegó a querer y por eso mismo sabía a ciencia cierta que no quería hacerle más daño. Phil Coulson hacía más de una semana que no confiaba en que su verdad fuera real.

Así que allí estaban, en mitad del salón de su avión, en silencio, May con su té y Coulson con su brandy a apenas medio metro de distancia después de su aventura en México y su tormenta casi perfecta, de haber jugado con todas las verdades y las mentiras que les rodeaban. Aquellas que sin querer habían traído recuerdos del pasado. De quiénes eran. De quiénes habían deseado ser. Y de quiénes querían ser a partir de ese momento.

Fitz-Simmons trabajaban en el laboratorio o más bien Simmons intentaba hacer olvidar a Fitz lo que acababa de pasar con el joven genio que acababan de detener. Skye y Ward estaban de regreso en la Academia, intentando asimilar los nuevos conocimientos de Skye sobre su pasado. May no estaba muy conforme con el hecho de que Coulson le hubiera dicho la verdad a la chica, pero ese hecho y todo lo acontecido en los últimos días, junto con los recuerdos de su pasado que la habían golpeado en la cara con fuerza, le hizo plantearse si realmente la verdad era la solución.

A Melinda May nunca le habían gustado los secretos, pero ser parte de SHIELD te prepara para saber que los tendrás que ocultar y que te los ocultarán, sin embargo era a Phil Coulson al que tenía delante en ese momento. Y él nunca le había ocultado nada o eso esperaba.

- ¿Por qué me pediste que pilotara el Bus? - la voz de la mujer se escuchó clara tras un prolongado silencio.

Continuara.

Me estoy asentando rápido en este nuevo fandom, decirme si voy bien o mal.

El próximo capitulo en breve. Sólo serán dos. Es que me quedo más largo de lo esperado.