Hola hola, esta es mi primera historia en fanfiction; y como soy fan del Flinx, dije, ¿Porque no? Estaré actualizando poco a poco, dependiendo de los comentarios; incluirán parejas secundarias así que no se preocupen.
ATENCIÓN: Teen Titans no me pertenece, créditos a sus respectivos creadores.
"Prefacio"
Correr, correr, correr, correr. Eso pasaba por su mente una y otra vez; se sentía mareada, pero a la vez llena de energía. No sabía a donde ir, simplemente obedecía a sus piernas; esto era demasiado serio para ser verdad. Todo había ido tan rápido que aunque no le gustaba aceptarlo, estaba en medio de la confusión.
Saco su comunicador Titán para pedir ayuda, solo para descubrir que a mitad de sus ataques, su único salvavidas; se había estropeado. Lo apretó más fuerte contra su pecho, pero no tanto como para terminar rompiéndolo. No tenía refuerzos, y tampoco estaba de la mejor forma; estaba herida y lo único que podía hacer era rezar para un jodido milagro. Giró su cabeza, verificando que esas cosas la seguían de cerca; cada vez más y más. No había salida y sentía que con cada paso, se acercaba más hacía una pared sin salida; era un juego de supervivencia, y ella los odiaba.
—¡DIABLOS! —gritó con frustración; con una mano partió por la mitad un árbol, estropeandole el camino a su captor—. ¡RÁPIDO!
Miró nuevamente su comunicador en sus manos, presionando el botón de emergencia; en su torre habitual; Cyborg había hecho nuevas mejoras, actualizando los principales medios de comunicación, por si había una emergencia, la señal se enviaría a los líderes Titan, y su ubicación.
Para empezar, no sabía muy bien como había empezado su... captura. Frunció el ceño de tan solo pensar esa palabra; pero era verdad, solo recordaba que debía hacer un informe del último crímen que ella y su equipo habían logrado manejar, solamente tenía que regresar a la escena y tomar una fotografía, nada más; maldijo su terquedad por enésima vez. Sus compañeros querían acompañarla, querían estar con ella para protegerla... o fastidiarla en el proceso; pero su orgullo siempre lo estropeaba, aparte de que no quería que fueran para no causarles molestia a ninguno de ellos. Sabía lo temperamentalmente que eran. Y más encima, serían una distracción, así nunca terminaría su trabajo.
Bufo.
Que ironía, con ellos o sin ellos, nunca terminaría el trabajo de todos modos.
Dobló en una esquina, escondiéndose detrás de un árbol, jadeando en silencio. Esas cosas estaban cerca, lo presentía en toda su piel; hecho su cabello por un costado y cerró los ojos, ¿Como había sido tan ciega? ¡Las señales, las miradas, el presentimiento de observación! ¡Todo estaba en un paquete! ¡Delante de sus narices todo el tiempo! Estaba perdiendo los estribos, debía, no, tenía que controlarse y encontrar una posible salida. En el fondo sabía que no había escapatoria.
Abrió los ojos de golpe y comenzó a correr, justo a tiempo antes de que un láser la alcanzará, solo unos centímetros más y sería carne picada. Dejo de correr y miró a su oponente. Ella no iba a caer aún, ¡No sin una lucha!
—¿¡QUÉ ESTAS ESPERANDO!? ¡LUCHEMOS! —se abalanzó contra el robot gigante, por que esas cosas eran eso; robots de combate. Propinándole golpe tras golpe, logró desarmarlo y dejarlo vulnerable.
Así era ella, así era su personalidad, así era su naturaleza; quieran o no. Otro robot la había golpeado haciéndola estampar contra muchos árboles, por suerte para ella, sus fuertes brazos habían amortiguado su caída. Estaba hecho de que se había alejado de su ciudad, demasiado; suspiró, poniéndose de pie y haciendo otra carrera. Estaba cansada, más que eso, agotada.
Robot tras robot, no importaba cuántos vencía y desarmaba, seguían llegando en cantidades, demasiado para una sola persona. Frunció el ceño; muchas preguntas rondaban por su cabeza en ese momento desde que comenzaron a atacarla de regreso a su torre, ¿Por que la querían? ¿Qué tenía ella de especial? Aparte de su fuerza, ¿Qué objetivo tenían con ella? Y la más importante hasta ahora, ¿Qué es lo que querían lograr?
—¡DÉJENME EN PAZ, MALDICIÓN! —gritó ella, evadiendo un láser en su proceso.
No podía más, ¡Maldición, no podía más! ¡Ella es una de las mejores luchadoras y ya no podía más! Sus músculos comenzaban a fallar y su visión cada vez se hacía borrosa. Solo era cuestión de tiempo para caer en manos del enemigo, ¡Ella era una líder! ¡Ser débil no es parte del contrato! Pero ya no podía dar más, si perdía; ya no volvería a ver a sus compañeros, sus amigos, su familia.
"Esto es algo de lo que nunca he estado lista, Robin tenía razón, pero también es algo de lo que no me arrepiento" pensó ella, con una pequeña sonrisa.
Con un movimiento dió vuelta a la derecha, desviando a los robots que estaban a pocos centímetros. Correr era lo único que podía hacer; si no hubiera sido tan descuidada, probablemente ya hubiera escapado. Fue estúpido de su parte haber subestimado a sus oponentes. Lo hecho estaba hecho, y ya no podía hacer una diferencia.
Hasta los buenos luchadores tienen que bajar la toalla.
En un momento de descuido, cayó de bruces contra el suelo, marcando todo el terreno y destruyendo todo a su paso. Se quedó inmóvil, con los ojos entreabiertos. Esas cosas estaban cerca. Recordó su primera misión como Titan, recordó a sus amigos, sus compañeros, sus camaradas; también recordó cuando la hicieron líder de una raíz Titan. Un honor tan grande y una gran responsabilidad. De todos los Titanes, la escogieron a ella y ella les estaba fallando.
Hizo un gran esfuerzo para no cerrar los ojos, estaba exhausta y todo su cuerpo estaba tenso, su comunicador estaba muy alejado de ella, al otro lado del bosque en donde se encontraban en esos momentos, seguramente roto, pensó con amargura.
Bajo su antifaz, pudo distinguir dos de esos demonios electrónicos, hablando en códigos, quizás.
—Los odio, los detesto... —murmuró con veneno, sabía que no podían oírla, de igual manera; esas serían sus últimas palabras.
Finalmente la oscuridad comenzó a consumirla lentamente, todo era negro, aún así, ella pudo escuchar algo, que la dejo helada y en estado de shock en cuestión de segundos.
—Líder Titan del Sur, Pantha; capturación completada —dijo la voz, en su tono robótico.
Una pequeña lágrima cayó de su ojo, por debajo de su antifaz, se terminó; sintió como la amarraban en toda la longitud de su cuerpo y la cargaban, metiéndola en una especie de jaula electromagnética.
Por primera vez en su vida; Pantha experimento el miedo y la vulnerabilidad.
Los atrapé, ¿Pensaron que era Jinx, eh? No sé preocupen, los demás personajes aparecerán en el primer capítulo.
Nos leemos, ¡No se olviden de votar y comentar!
