Esta es la carrera de los jóvenes: rehuir de galaxia a galaxia, perseguir las sombras de las constelaciones. Es la promesa de quienes tienen nada a perder, salvo ellos mismos: vivir con la sorpresa y el calor del descubrimiento siempre prendido en los ojos, la prisa y las pausas intercambiadas, grito y silencio.
'Tenemos todo el tiempo del mundo' prometen; nunca bajan la marcha.
(Oh, pero poder predecir finales)
