Disclaimers: "Kaijudo, el Ascenso de los Maestros del Duelo" no me pertenece sino a Hasbro, solo uso los personajes para mi fanfic, que es por diversión sin paga
El Secuestro
Capitulo 1: Empieza la Pesadilla
Era una linda tarde en San Campion, y Ray Pierce-Okamoto, Allie Underhill y Gabe Wallace salían de su entrenamiento de Kaijudo, y se encontraban discutiendo animadamente mientras salían del Dojo "Los Cinco Caminos", charlando animadamente sobre su entrenamiento, aunque claro procurando ser discretos para evitar que ajenos escucharan de lo que estaban hablando.
-Enserio, Ray, ¿no podrías invocar a otra criatura que no fuera Bob? Desapareció a mi Rompecráneos y al Hidro Espía de Gabe, de un solo golpe a los dos-declaró la rubia algo molesta a su amigo.
-¿Qué te digo Allie? Cuando algo es muy bueno, no te cansas tan fácil de el-fue la respuesta del chico de pelo bicolor, encogiéndose de hombros con una sonrisa de lado en los labios. Allison en respuesta le dio un amistoso golpe en el hombro.
-Pero no te mataría usar alguna de las otras criaturas que puedes invocar, ¿sabías?-dijo la chica entre divertida y molesta.
-Allie tiene razón, Ray, no puedes depender siempre de Bob-agregó Gabe, uniéndose a la conversación.
-Lo sé, pero…-Ray se interrumpió a si mismo al ver al frente a una chica caminando despreocupadamente cargando unas bolsas para compras, al tiempo que oía música con sus auriculares. El problema era que por estar inmersa en su música no se daba cuenta que era seguida de cerca por unos tipos con aspecto de pandilleros, y su preocupación aumentó al verlos seguirla hacia un callejón. Casi sin pensarlo, Ray corrió hacia el callejón, haciendo oídos sordos a los gritos de sus amigos.
Al entrar en el callejón, Ray pudo ver como los maleantes, que ya tenían rodeada a la chica, la habían hecho tirar sus víveres y, por como ella parecía forcejear con ellos, intentaban someterla. Sin perder tiempo, el medio japonés corrió a ayudarla y, haciendo uso del entrenamiento marcial que involucraba su entrenamiento de Kaijudo, barrió el piso con la bola de maleantes, quienes espantados, sobretodo porque quien los apaleó era un chico de secundar, emprendieron la retirada.
Con los maleantes ahuyentados, Ray fue a auxiliar a la chica, notando que era una chica de piel canela, de pelo oscuro con algunas mechas rosas, vestida con una blusa de tirantes blanca, jeans grises ajustados y sandalias de plataforma azules con suela de corcho. Pero antes de poderse acercar más a la chica, solo alcanzó a ver cómo esta daba un rápido movimiento, y de pronto sintió un fuerte dolor en su zona baja, cayendo de rodillas mientras se llevaba las manos a la zona afectada.
-¡RAY!-oyó las voces espantadas de Allie y Gabe, mientras observaba al a chica, que ahora que la veía bien notaba que tenía un bonito par de ojos violeta, taparse la boca con las manos al comprender su error.
Auxiliada por los amigos del medio japonés, y sin dejar de disculparse, la chica lo ayudo a ponerse de pie y, mientras Gabe le hacía el favor de ayudarla con sus compras luego de recogerlas del piso, lo condujo a una de las bancas que el supermercado tenía afuera para que se sentara. Unos cinco minutos después, ya con Ray un poco recuperado del dolor, él y sus amigos tomaban las malteadas que la chica había ofrecido comprarles para disculparse.
-Me llamo Iris DeSoto, por cierto-se presentó la joven.
-Yo me llamo Raiden Pierce-Okamoto, pero me puedes decir Ray-se presentó el de pelo bicolor.
-Allie Underhill-continuó la chica del grupo.
-Yo soy Gabe, Gabe Wallace-terminó el chico moreno-¿y eres de San Campion?-preguntó interesado a la chica.
-Casi casi, vivo en las afueras con mi papá, pero ambos venimos por nuestros asuntos personales: las compras, los mandados, mis salidas con mis amigos, el trabajo de mi papá y mis clases en la Universidad-explicó la chica mayor.
-¿Estudias en la Universidad?-preguntó Gabe impresionado. La de pelo con mechas rosas asintió.
-Estudio Historia del Arte en la Universidad de San Campion-respondió la chica.
-Más o menos… ¿qué edad tienes?-preguntó Ray con cautelosa curiosidad.
-Tengo veintiún años, acabo de cumplirlos hace unos dos meses-respondió la chica, con las mejillas ligeramente rojas. Allie soltó una risita.
-Entonces ya eres internacional, ¿no?-preguntó con un poco de diversión la chica rica.
-Si, algo así-declaró la chica con algunas risas.
-Pues si me lo preguntas, no los representas, de hecho yo diría que hasta podrías pasar por una alumna de nuestra escuela-declaró Ray, apoyando un codo en la mesa en la que estaban sentados y apoyando su mejilla en su mano. Iris en respuesta soltó una risita.
-Pues gracias, Ray, espero que eso lo deba tomar como un cumplido-declaró la chica.
-Y tu papá, ¿en qué trabaja?-preguntó Allie interesada.
-Especialista en Desalojo, quiere decir que si el dueño de una propiedad tiene problemas con un inquilino, ya sea falta de paga de renta, o recibir quejas por dicho inquilino, puede contratar a mi papá para que sirva de mediador, o que investigue a fondo al inquilino, si esta incumpliendo con el contrato o con la ley, cosas así-explicó la chica.
-¿O sea lo que hacen los de "World's Worst Tenants"?-preguntó Allie impresionada. (N/a: Lo que aquí en Latinoamérica conocemos como "Inquilinos Extremos").
-Si, más o menos eso-respondió la mayor, tomando un sorbo de su propia malteada.
-Eso explica cómo eres tan buena en defensa personal-dijo Ray medio en broma, pero Iris en respuesta le dedicó otra mirada de disculpa.
-Enserio, Ray, me siento avergonzada por patearte así, es que…-empezó a decir pero el menor la interrumpió.
-Ya sé, ya sé, creíste que era uno de los que te atacaban, ya no necesitas disculparte, de todas formas ya hace rato que me siento mejor-la tranquilizó el de pelo bicolor-al menos usaste una patada y no gas pimienta-agregó en broma.
-Tranquilo, lo máximo que tengo en mi bolso son algunas esposas policiales de plástico por si requiero hacer un arresto ciudadano-explicó la chica, y al ver la cara de sorpresa de los menores, esbozó una sonrisa culpable-insistencia de papá-explicó encogiéndose de hombros.
-¿Y tu papá cómo tiene acceso a esposas policiales de plástico?-preguntó Allie con una expresión medio seria arqueando una ceja.
-Como Especialista en Desalojo, jamás falta que se tope con algún inquilino hostil o que, como dije, infrinja la ley-explicó la chica, también arqueando una ceja mientras se encogía de hombros.
-Por como hablas, suena que no estas cómoda con el trabajo de tu papá-dijo Gabe un poco preocupado.
-Si han visto series como "World's Worst Tenants" o "Operation Repo" (N/a: llamado aquí "Operación Rescate"), entenderán que un trabajo así no es el más seguro del mundo, y bueno desde que mamá murió cuando yo tenía trece, papá y yo solo nos tenemos el uno al otro-explicó la chica un poco triste, naturalmente al recordar algo tan delicado-creo que papá arriesga así su vida porque lo ve como su cruz por estar en la Guerra de Irak mientras mamá se hallaba enferma, se culpa por no haber estado cuando murió-terminó de relatar. Aunque la chica mantenía un rostro neutral, Ray pudo notar una gran tristeza en sus ojos.
-Debió ser muy doloroso perder a tu madre tan joven, Iris-dijo el chico con una voz que denotaba empatía. La chica ofreció una sonrisa triste al tiempo que se encogía de hombros.
-La verdad sí, pero ya fue hace mucho, y aún tengo a mí papá, peor hubiera sido perderlo también mientras estaba en Irak-respondió la chica.
A pesar de las palabras de la chica, que sonaban a que en efecto ella ya hacía tiempo había superado el fallecimiento de su madre, Ray no evitó el impulso de estirar el brazo y tomarme la mano a la chica, sacándole una sonrisa de agradecimiento a la mayor. Aunque se lo guardó para si, Ray entendía como se sentía, aunque hacía un par de meses él y su mamá al fin se habían reunido con su padre no cambiaba el hecho de que él lo creyera muerto casi toda su vida, además estaba el hecho de que él no sentía que su caso se pareciera al de Iris, no solo porque su padre al final siempre estuvo con vida, sino porque aunque su padre en efecto hubiera muerto, y algo le hubiera pasado a su madre, el aún tendría a su abuelo, y aunque no fuera así aun tendría a sus parientes de Japón, en cambio la propia Iris dijo que ella y su padre solo se tenían el uno al otro. Allie, queriendo cortar el ambiente deprimente (y de paso la melaza producida por la pareja) decidió cambiar un poquito el tema.
-Entonces… ¿DeSoto? ¿Eres española?-preguntó la chica interesada.
-Más o menos, técnicamente soy medio mexicana, por parte de papá, y parte venezolana, por parte de mamá, mis papás se conocieron en Yucatán, se casaron y se mudaron a Estados Unidos, donde papá luego de conseguir los dos la ciudadanía se enlistó en el ejercito, una cosa llevó a la otra y aquí estamos nosotros-explicó la chica.
-Tomando malteadas que tú nos invitaste para agradecernos y para disculparte por casi dejar Ray sin poder tener hijos-dijo Gabe a modo bromista.
-¡Gabe!-dijeron Ray y Allie a la vez a modo de regaño, al mismo tiempo de que los dos le daban un zape, haciendo al gordito ver que su broma fue más grosera que graciosa.
-Perdón-se disculpó el joven genio avergonzado.
-No te disculpes, Gabe, en cierta forma me lo merecía-dijo la chica un poco avergonzada, antes de mirar el reloj de su celular-chicos, perdonen si sueno grosera pero debo irme, papá ya debe estarse preguntando dónde estoy-dijo la chica a modo de disculpa.
-No te preocupes, de hecho creo que nosotros también deberíamos irnos a casa-declaró Ray para que la chica no se sintiera mal por irse.
-Espero toparme de nuevo con ustedes… aunque la verdad espero encontrármelos en mejores condiciones-dijo medio en broma, sacándole risas a Ray, Allie y Gabe.
-Si, también esperamos verte de nuevo-declaró Ray, y acto seguido él y sus amigos se despidieron con la mano mientras la chica tomaba sus compras y se retiraba. Lo que Ray no se esperaba era que apenas Isis se fuera, Allie le propinara un golpe en el brazo-¡oye! ¿Por qué fue eso?-preguntó más ofendido que adolorido.
-"Esperamos verte de nuevo", ¿seguro que lo decías por nosotros tres y no solo por ti y tus amiguitos de ahí abajo?-preguntó la chica divertida. Ante la pregunta subida de tono de la rubia, Ray se sonrojó fuertemente.
-¿De qué estás hablando, Allie?-preguntó Ray escandalizado.
-Allie quiere decir que era evidente que te mostraste interesado en Iris, Ray-fue la respuesta de Gabe, claro que solo hizo sonrojar más al otro chico.
-Si, estuve a punto de proponerle a Gabe irnos porque ya parecía cita doble-declaró la chica del trio.
-Oigan, oigan, ya basta, para empezar la acabo de conocer, además, ella ya es mayor, no creo que le llame la atención salir con un chico siete años más chico-declaró el Natural totalmente avergonzado.
-No sé, ambos mostraron una gran empatía, sobre todo cuando la tomaste de la mano-replicó Allie no sin diversión en su voz-si tienes suerte hasta podrías lograr que vaya contigo al baile de graduación, te imaginas la cara de todos al ver que te acompaña una chica mayor-declaró aún más divertida.
-Primero veamos si la vuelvo a ver y luego veré si la invito-declaró el medio japonés, ya queriendo cortar el rollo de las bromas de sus amigos, mientras ponían en marcha rumbo a sus hogares.
Totalmente ajena a la plática de los tres amigos, Iris llegó a la parada, tomó el autobús y esperó hasta que éste llegó al borde de la ciudad, que era donde ella se bajaba. Tras caminar unos diez minutos, finalmente llegó a su destino: una modesta casa tipo cabaña, que si bien parecía construida a la usanza antigua tenía algunos lujos, mostrando que era una casa perteneciente al siglo XXI.
Tras cruzar la cerca y caminar hasta la entrada de la casa, la chica sacó un juego de llaves y abrió la puerta, y al entrar vio a un hombre alto, ya mayor, con el pelo oscuro con algunos mechones grises, rostro estrecho, ojos marrón oscuro y cejas pobladas, vestido con una franela roja, pantalones de mezclilla y botas de montaña, con un teléfono celular en la mano. Al verla, el hombre guardó el celular y corrió a abrazarla, al parecer sin notar que ella llevaba las bolsas.
-Iris, cariño, me preocupé cuando llegué y vi que aún no llegabas, estaba a punto de llamarte-dijo el hombre, Francisco DeSoto, mientras abrazaba a su hija.
-Papi, primero me dejas poner esto en la mesa antes de que comprimas nuestra cena y luego te cuento que pasó-dijo la chica tras oír que las bolsas en sus manos, para su preocupación, empezaban a crujir.
Como prometió la chica, tras guardar toda la compra, ella procedió a contarle a su padre todo lo ocurrido, desde como había sido casi asaltada por un montón de delincuentes, había sido rescatada por Ray, y ella al creerlo uno de sus atacantes se defendió, naturalmente dándose cuenta de su error inmediatamente.
-Y el motivo por el cual me retrase fue porque les invité algo a él y a sus amigos para agradecerles por ayudarme y para disculparme con él por patearlo-terminó de relatar.
-Ese chico parece valiente, me gustaría agradecerle en persona por haberte ayudado-dijo el hombre con una sonrisa-y por lo que me contaste, yo diría que note molestaría verlo de nuevo-agregó no sin algo de picardía en la voz. Eso hizo sonrojar a su hija.
-Bueno, no negaré que Ray era guapo, pero papá, le llevó siete años, creo que él hallaría un poco incomodo que yo le propusiera salir como pareja-declaró la chica avergonzada.
-Yo no le veo de malo algo como eso, yo le llevaba cinco años a tu madre, mi amor-le dijo el hombre con afecto y un poco de nostalgia. Iris alargó el brazo y acarició el de su padre para mostrarle su solidaridad.
-Pues no sé papá, a demás es poco probable que nos volvamos a topar pronto-declaró la chica.
-Quién sabe, ¿no dijiste que lo conociste cerca del centro comercial?-preguntó el hombre interesado.
-Si, creo que él y sus amigos toman clases en el dojo de artes marciales que hay allí-analizó la chica.
-Además, seguro asiste a la Escuela Secundaria San Campion, digo esa y la Academia Rosewood son las únicas secundarias en todo San Campion, y por como lo describiste, no creo que tenga dinero para permitirse ir a Rosewood-señaló el mayor.
-Bueno, papá, mejor dejamos de meditar formas de que yo vuelva a ver a Ray y yo me concentró en preparar la cena-declaró la chica, antes de tomar las bolsas de víveres y dirigirse a la cocina, sin notar que mientras su padre se había quedado pensando…
Un nuevo día de clases terminaba en la Secundaria San Campion, y Ray salía con dirección al centro. Se había separado de sus amigos tras decirles que tendría que hacer un mandado a su madre, y pedirles que le hicieran saber al Maestro Chávez que a lo mucho le tomaría unos cuarenta y cinco minutos de retraso a su entrenamiento de Kaijudo, aunque imaginaba que su padre, quien luego de recuperar su humanidad se encontraba dando clases en el dojo, ya estaría informado del mandado que su hijo tendría que hacer y ya le habría informado a su colega.
La verdad tenía impaciencia por terminar el mandado de su madre y llegar al templo, pues tenía desde la noche anterior queriendo invocar a Bob para hablar con él. Desde el día anterior no podía dejar de pensar en Iris, y eso le había traído un inconveniente mientras dormía tras tener un sueño bastante sugerente con su nueva amiga, y si bien Bob no era precisamente el mejor en relaciones publicas, su relación con el lado familiar de su padre era prueba, se le hacía más cómodo discutirlo con él que con su padre o los Maestros mayores, o peor con Allie.
Sus cavilaciones se vieron interrumpidas cuando una pick up roja derrapó justo enfrente de él deteniéndose. Ray por instinto sacó su guante de su bolsillo, y estuvo a punto de ponérselo cuando la puerta de la pick up se abrió, una mano surgió de dentro del vehículo, lo tomó de la gorra de su chamarra y lo arrastró al interior del auto. Luego sintió como un trapo húmedo cubría su nariz y boca, y de pronto se sintió muy mareado. Lo último antes que oyó antes de desmayarse fue a alguien susurrar.
-Lo que mi hija quiere, lo tiene…-.
Continuara…
El primer fic del que espero sea mi primer fic largo de esta categoría. Debo decir que me apresuré a subirlo antes del domingo para decir que fue un regalo de cumpleaños de mi para mi xD, como sea espero que les guste y dejen varios reviews.
