Siete
Siete días, siete músculos, siete huesos y una apuesta; eso es todo lo que Fred necesita para que Hermione caiga ante él.
Prefacio.
—¿Hermione?
La chica levanta la mirada de su enorme tomo de anatomía humana sin poder evitar pensar que es él, que ha vuelto.
Pero no, se trata tan solo Ginny.
Hermione sonríe y le hace una seña a su amiga para que se siente junto a ella, en el alféizar de la ventana. Al otro lado de la ventana de La Madriguera, la nieve cae en copos esponjosos, cubriendo el campo que rodea la casa de una blancura centelleante.
—¿Estás bien? —Ginny la mira con el ceño fruncido mientras toma asiento, acurrucándose en el diminuto espacio. El cristal está frío al contacto con la piel desnuda de su brazo. Resulta agradable—. ¿Ha pasado algo? ¿Con Fred?
Hermione parece confundida. Con la punta de los dedos juguetea con las hojas de su libro sin apartar la mirada de la otra bruja.
—¿Con Fred? —Ladea la cabeza con curiosidad, esperando a que su amiga se explique y sin poder evitar preguntarse si Ginny será capaz de leer mentes. —No, claro que no. —Mentira.
—¿Seguro? —Ginny enarca las cejas, que se funden con su cabello pelirrojo. —Porque acabo de cruzarme con él y nunca lo había visto sonreír de esa manera. —Frunce un poco los labios cuando un súbito pensamiento la asalta—. No habrá intentado probar contigo alguna de esas galletas nuevas, ¿verdad? Porque ya sabes que si intenta algo de eso…
Hermione decide que lo más seguro será interrumpirla. Niega con vehemencia.
—Te aseguro que no ha pasado nada.
—¿Me lo prometes? —Las cejas siguen arqueadas.
Es evidente que Ginny sospecha. Y con motivo, probablemente.
La muchacha suelta un suspiro, sabiendo que, en realidad, no tiene sentido ocultárselo. A fin de cuentas, no han hecho nada malo.
Y —por otra parte—, si no puede contárselo a Ginny, ¿con quién podría sincerarse?
—Fred y yo hemos hecho una apuesta, ¿de acuerdo? —Se recuesta contra la pared, fingiendo una expresión aburrida y volviendo a hojear su enciclopedia—. Nada más.
—¿Una apuesta? —La voz de Ginny suena sorprendida. Parece debatirse entre la diversión y la preocupación. Y es que tratándose de Fred, no se puede saber nunca cuáles son sus intenciones. Su hermana pequeña lo sabe perfectamente—. ¿Qué tipo de apuesta?
Hermione hace un esfuerzo por levantar el pesadísimo libro y le señala a Ginny la portada. El título, colocado junto a una calavera, reza Atlas de Anatomía Humana.
—Va a enseñarme el nombre de siete huesos. Y yo a él, el de siete músculos. —Se encoge de hombros, tratando de restarle importancia a la extraña idea de Fred—. Uno cada día.
—¿Qué? Ridículo. —Ginny la observa estupefacta—. ¿Qué tontería de apuesta es esa?
Hermione sacude la cabeza y sus rizos castaños, domados en irregulares mechones, le golpean suavemente el rostro.
—Fue idea de Fred. Dice que así aprenderá algo sobre el cuerpo. —Hizo una pausa y se mordió el labio pensativamente—. La verdad, creo que esta es una importante laguna en la educación de Hogwarts. Estoy segura de que algunas de las asignaturas que se imparten en el mundo muggle podrían ser de gran ayuda e interés para el mundo mágico. Por ejemplo, los medimagos no empiezan a formarse en biología y anatomía hasta terminado el colegio…
Pero Ginny ya no presta atención a los reveladores pensamientos de Hermione porque toda su atención está centrada en Fred, su perverso y escurridizo hermano. Está completamente convencida de que —sean cuáles sean sus intenciones— no ha sido la sed de conocimiento del chico la que ha puesto en marcha la situación. Cualquier cosa menos eso.
Tras la puerta de la cocina, que Ginny ha dejado abierta, Fred trata de reprimir una sonrisa. Él, que ha vuelto para decirle a Hermione que su madre la está buscando, decide marcharse sin decirle nada a la chica. Porque, si en ese momento Ginny lo interrogara sobre el motivo de tan absurdo desafío, no está seguro de poder callarse su verdadero objetivo.
Después de todo, lo importante no es qué estúpidos nombres va a aprender, sino la manera en la que va a hacerlo. Piensa ganar su premio, el premio al mejor y más dedicado alumno.
Sí, cuando acabe la semana Hermione Granger será el premio.
Continuará…
Esta es una adaptación de un fic que escribí sobre Bones y que podéis encontrar en mi otra cuenta (profile name: Shaksis). Por supuesto, esta historia me cuadra mucho más con Booth y Brennan, pero es un fanfic al que le tengo mucho cariño y como hacía tiempo que no escribía ningún Fremione… Pues me decidí a darle una oportunidad.
Espero que disfrutéis de esta historia tanto como la disfrutamos en el fandom de Bones en su día.
