Prologo:

V: ¡Caitlyn! ¡Quedate conmigo un poco más! Por favor...- gritó aquella mujer de cabello rosa que inundaba la habitación de ese líquido que expulsaba angustia, tristeza y miedo, miedo de pensar que ahora se quedaría sola... la mujer de ojos escarlata bufaba y discutía con su cañón con forma de tiburón.

-Maldición es tu maldita culpa, le ¡pegaste a quién no era!- ella cambió su tono de voz a uno más grave mientras movía la boca del cañón de arriba abajo -pero si tú fuiste quién apuntó no yo-
Mientras la terrorista seguía ensimismada hablando con sus armas, la mujer de grandes guantes se levantó del piso con la cara mirando al suelo, su cabello rosa cubría las lágrimas que brotaban de sus ojos además de una expresión de ira.

La chica cargó sus guantes, aquel brillo azul que emanaba de ellos era mucho más fuerte que nunca, Vi corrió rapidamente hacía la posición de la chica del cañón con los guantes en alto. -¡JIIIIINX!-