¡Ciaossu Mina-san!:3

Sean bienvenidos a mi nueva mini historia de Katekyo Hitman Reborn:'3

Advertencias:

-Historia ubicada diez años en el futuro.

-Alto contenido de genderbender. (Gokudera Hayato x Fem!Lambo (Lambi) )

-Romanticadas sin sentido.

-Duración d capítulos.

"Ahoushi y Bakadera"

Objetivo 1

Pequeño acercamiento

-Juudaime.-Hayato entraba por la puerta de la gran y ostentosa oficina del Décimo Vongola. Tsuna lo miro con una sonrisa desde su escritorio.-He completado la misión que me encomendó. Los de la organización Di Fiori han aceptado convertirse en nuestros aliados.-la tormenta le entregó unos papeles que acreditaban lo dicho.-Remi Di Fiori, el jefe de esa organización, le mando esto también.

-¿Una carta?-el castaño la tomo.-Oh, ya veo. Es una invitación para todos nosotros para ir personalmente a conocer a Di Fiori.-decía mientras leía la carta.-A Remi Di Fiori le gustaría que hiciéramos nuestra alianza de manera oficial en su mansión en Venecia.-culmino el joven.

-Lo supuse.-contesto el peliplata.-ese hombre es un poco extravagante al fin y al cabo.

-Pero un buen hombre.-agrego el capo.-Bien, cambiando de tema.-dijo el cielo con un poco de nerviosismo.-necesito pedirte un gran favor, Gokudera-kun.

-¿Favor?-pregunto al notar el nerviosismo de su jefe.-ya sabe que puede pedirme cualquier cosa Juudaime. Por algo soy su mano derecha.-sonrió.

-Eso dice ahora, pero cuando le diga va a explotar.-pensó con los ojos en blanco.-bueno, lo que quiero pedirte Gokudera-kun, es que mañana te vuelvas a ir de misión…

-¿Solo eso?-pregunto con algo de desconfianza.

-¡Hiee! ¡Ya está sospechando!-le paso por la mente. Tsuna ni aun con sus veinticinco años y líder de la mafia más poderosa del mundo maduraba.-si, solo eso. La verdad es que es una misión bastante sencilla, tan solo consiste de ir al muelle que esta al este a recoger unas cajas con mercancía que nos proporcionara Dino-san.

-Suena fácil.-comento mientras se acomodaba la corbata.-bien, entonces si eso es todo, entonces me retiro, Juudaime.-comenzó a alejarse.-permiso.

-Gokudera-kun, espera. Hay algo mas.-capto la atención de su subordinado más fiel.-alguien te acompañará.

-¿Quién? ¿Yamamoto o el cabeza de césped?-pregunto ya que por lo general siempre lo mandaban con alguno de esos dos.

-Bueno…

-¡Tsuna-nii chan!-grito Lambi abriendo la puerta de manera brusca.

Súper entrada triunfal.

-Tsk ¡Vaca estúpida! ¡¿Qué no sabes tocar?!-gruñó molesto el guardián ante la interrupción de la adolescente.

-¡Estupidera!-le insulto la Bovino.- ¡Eso no te importa! Además, Tsuna-nii chan me pidió que viniera aquí porque me daría una misión con alguien más.-conto triunfante ya que sería de utilidad.

Debido a que era la guardiana más joven, Tsuna siempre intentaba evitar que se involucrara en misiones demasiado peligrosas o simplemente en cualquier misión. El castaño era un hermano sobre protector.

-Eso significa que…-una gotita comenzó a nacer en su sien.

-Así es Gokudera-kun.-interfirió el Décimo.- esta vez será Lambi quien te acompañé.-el ojicaramelo solo esperaba que su guardián de la tormenta no explotara ahí mismo, después de todo no era un secreto el odio que se tenían ese par.

-Debes estar bromeando, Tsuna-nii chan.-gimoteo la chica mientras se acercaba a su escritorio.-nunca me das una misión y ahora que me das una resulta que tiene que ser con el idiota de Gokudera.

-Ahí van de nuevo….

-¡Oye tú! ¡Vaca estúpida! ¡No creas que eres la única molesta con esto!-decía el chico bomba cruzándose de brazos.- ir contigo solo significaría que la misión fuera un fracaso total. Una niña como tú solo me estorbaría.-una sonrisa de superioridad se formó en su rostro.

Lambi comenzó a tornarse roja. De la ira y la vergüenza por semejante insulto del hombre que supuestamente más odiaba.-eres un hijo de….-un golpe en su cabeza la callo.

-¿Cuántas veces tengo que decirte que debes aprender a comportarte?-Reborn en su forma verdadera la había golpeado en la cabeza, la consecuencia, toda su cara en el piso y una sonrisa torcida por parte del hitman.

-¡Reborn!-grito Tsuna.- ¡No aparezcas así de repente!

-Reborn-san.-dijo Hayato entre serio y divertido al ver a la chica lloriqueando en el suelo.

Lo admitía, le era tan divertido y satisfactorio el ver a la menor lloriqueando.

-Dame-Tsuna.-pronuncio de manera monótona el asesino.- ¿Qué te he dicho de darme órdenes?-expreso con una sonrisa sádica mientras le apuntaba con su arma.

-Olvídalo.-el castaño se puso del color del papel, lo menos que quería era provocar la ira del mejor hitman del mundo.

-¡Estúpido Reborn!-Lambi ya había terminado de llorar.- ¡Eres un grosero!- le echó en cara por el golpe dado.

La relación entre la niña vaca y el hitman no había cambiado mucho, solo que ahora Lambi si le tenía un poco más de miedo a diferencia de cuando era una pequeña bebe.

-Lambi. Estas interesada en ver como es el cielo ¿Cierto?-amenazo con la misma sonrisa sádica a con la que había mirado a Tsuna y al igual, apuntándole con su arma.

-¡Eek! ¡No! ¡Claro que no Reborn-sama!-decía mientras se ocultaba atrás del castaño. No quería terminar llena de hoyos a causa del tutor demoniaco.

-Eso suena mejor.-una sonrisa ladina se asomó en su rostro.-ya puedes continuar Tsuna.-permitió.

-Bueno…como decía...-Tsunayoshi retomo la palabra.-Gokudera-kun, tú y Lambi irán al muelle que esta al este a recoger una mercancía que nos dará Dino-san. Eso es todo.

-Yare, yare. Entonces si no es algo tan importante Gokudera puede ir solo.-concluyo la azabache cruzándose de brazos. No quería soportar a bakadera.

-No.-dijo Reborn.-aunque es una misión sencilla, te servirá de entrenamiento. Como guardiana del rayo no debes andar por ahí haraganeando.

-¿Entrenamiento?-preguntaron Gokudera y Lambi a la vez.

-Eso mismo.-apunto el ojicaramelo.-Reborn cree que es bueno que ya empieces a desarrollar tus habilidades, pero claro, empezando por misiones pequeñas y con la ayuda de los demás guardianes para ir adquiriendo experiencia.

-Mataku, ya que no hay de otra.-escupió la tormenta con aires de resignación.- será como usted ordene Juudaime.

-Pues ya que.-contesto Lambi con cara de pocos amigos.

-Bueno, entonces mañana temprano tienen que estar en el muelle a la espera de la mercancía.-dijo Tsuna sonriente al ver que ambos guardianes parecían empezar a tomarlo bien.

Patrañas. Eso ni en sus sueños más locos.

-¡Maldita vaca! ¡¿Por qué tardaste tanto?!-grito lleno de ira.- Te dije; Nos vemos en el estacionamiento a las seis de la mañana y te aclaré que no debías llegar tarde.

-¡Lo siento bakadera!-se disculpó mientras se introducía al camión donde irían a recoger la mercancía.-Pero tenía que buscar algo.-pronuncio con un puchero.

-Como sea.-corto el chico bomba.-solo espero que podamos llegar a tiempo.

Hecho a andar el camión. No quería seguir peleando con la chica. Le había prometido al Decimo que no la insultaría ni estaría peleando con ella. Y cumpliría esa promesa, bueno, o por lo menos lo intentaría. Entro a la carretera, llegar al muelle tardaría más o menos cuarenta minutos, así que concluyo que este viaje sería un poco largo. Se relajó un poco al ver que la vaca estúpida se mantenía callada del lado del copiloto. De vez en cuando la miraba de reojo. Le era interesante ver como esa pequeña niña vaca se había convertido en una linda jovencita. Ya no usaba ese raro traje de vaca y su cabello ya no parecía la parte superior de un brócoli. Ahora era lacio y le llagaba hasta los hombros y sus facciones infantiles, se habían vuelta las de una señorita; finas y delicadas. Sin lugar a duda se había convertido en una pequeña belleza.

-Llegamos.-se bajó del camión seguido por la ojiverde.

-Oye, Gokudera.-llamo la chica al no ver a nadie.- ¿A qué hora se supone que llegan los hombres de Dino-san?

-Se supone que ya deberían estar aquí.-contesto con pesadez. Se sentía muy cansado, no había podido dormir bien anoche. Solo quería recoger esa dichosa mercancía para poder volver a su cuarto y dormir por todo lo que quedaba del día.

-Entiendo.-fue a sentarse a una de las bancas a esperar. El peliplata le imito.

En ese momento un incómodo silencio se apodero del ambiente y en especial para Lambi. Aunque ya era toda una joven de quince años seguía teniendo el mismo problema para quedarse callada. Por lo tanto el silencio formado era una completa tortura para ella. Gokudera por otra parte estaba conforme y feliz. No quería tener que interactuar con la vaca estúpida ya que eso significa peleas y gritos. Nunca podían tener una conversación normal. El chico de orbes verdes comenzó a cerrar los ojos, quería descansar un poco la vista antes de que los hombres del caballo salvaje llegaran. Pero poco a poco se fue quedando dormido.

Lambi estaba con la vista fija en el mar para intentar distraerse un poco, pero aun así noto cuando el mayor se quedó dormido.

-Oye, Gokudera.-susurro despacio.-No te duermas.

El peliplata hizo caso omiso, después de todo se había quedado completamente dormido. La adolescente soltó un largo suspiro. Tendría que esperar a los hombres de Cavallone ella sola. Sería algo aburrido esperar. Pero por su querido "nii-chan", lo haría. Seguía en sus pensamientos cuando un leve sonido la saco de ellos…

La respiración de Gokudera.

Dirigió su mirada al joven guardián de la tormenta y quedo totalmente impactada y cautivada al verlo. Su rostro estaba completamente relajado, parecía el de un niño que acaba de escuchar un cuento leído por su madre. Feliz y tranquilo. Se quedó observándolo por varios segundos, minutos, horas, no supo por cuanto tiempo. Simplemente no podía dejar de mirarlo. Apenas notaba lo atractivo que era Gokudera. Podía apreciar sus largas pestañas, su hermoso cabello plateado cayendo a cada lado de su rostro, además de sus lindos y suaves labios pálidos entre abiertos. El corazón se le detuvo. Por un momento se preguntó cómo se sentirían los labios del muchacho sobre los suyos.

¿Sabrían tan bien como se veían?

-Maldición ¿Qué estupideces estoy pensando?-se recrimino mientras quitaba su vista de encima del guardián y se hacía al extremo contrario de la banca. Se había sonrojado, y mucho.

Subió sus piernas arriba de la banca y recargo su cabeza en ellas. Quería disipar esos "sucios" pensamientos de su cabeza. Era algo que ella nunca había pensado sobre algún hombre.

-Oye.-a la Bovino se le congelo la sangre al escuchar la muy masculina voz del ojiverde.- ¿Por qué estas toda roja, vaca estúpida?-pregunto con sus ojos completamente abiertos.

¡Rayos! ¿La habían descubierto?

-¡Eek! ¿Pero qué dices?-soltó acercando más sus piernas a su pecho y esquivando la inquisidora mirada de Gokudera.-Y-Yo no e-estoy roja.-tartamudeo.

-Mentirosa.-expreso el mayor mientras se acercaba más a Lambi para poder inspeccionarla.

La joven palideció por el repentino acercamiento. El corazón le comenzó a latir como nunca antes lo había hecho. ¿Seri acaso que sentía algo por la mano derecha de su "nii-chan"? La sola idea era absurda, pero entonces… ¿Por qué se avergonzaba tanto por la cercanía de Gokudera?

Cercanía que se sentía tan bien.

Poso su mano izquierda en la mejilla de la guardiana del rayo para revisarle la temperatura. La azabache se congelo por el tacto. Las manos del peliplata eran tan tersas y suaves. No recordaba alguna persona que las tuviera así. El toque era suave y delicado, todo lo contrario a la tormenta. Ella nunca imagino que el chico que según más "odiaba" pudiera ser capaz de aquel gesto tan gentil.

-Tu cara está un poco tibia. Tal vez sea el principio de un resfriado.-dedujo el chico mientras seguía tocando el rostro de la menor. El rostro se le ilumino, él se preocupaba por ella.

Gokudera se sentía un pervertido al estar tanto tiempo en contacto con la más joven. Pero le era imposible apartar su mano y vista de ese rostro tan angelical que lo miraba fijamente. Se había perdido en esos hermosos ojos de color esmeralda…

¡Esperen!

¿Angelical?

¿Hermosos?

¿Desde cuándo tenía esos pensamientos respecto a la vaca estúpida?

-Tsk. Eres una idiota.-dijo rompiendo todo contacto como si la chica tuviera alguna clase de enfermedad contagiosa.-Seria un problema si te enfermas ahora, vaca estúpida.

-Ah, hai.-soltó un poco decepcionada al escuchar el insulto.

Al parecer era demasiado bueno para ser verdad.

Continuara…

Lo sé, lo se…

Demasiado extraño, pero bueno, tengo un peculiar gusto por las parejas en extremo raras.

Ryohei diría que soy ¡Extrema! Jaja xD

Pero, en fin. Ese es uno de mis locos gustos:3 Así que ¿Qué les pareció está loca mini historia?

¿Debería continuar?

Y otra pregunta más, y espero que la contesten…

¿Cuál es la pareja más extraña que les gusta de Katekyo Hitman Reborn!?

Mata ne, Sayonara n.n/