Algo que esribí para el cumple de Kaidoh y que ahora se me ha ocurrido colgar XD Es un poco soso po aun y así me gusta, espero que ha ustedes tambén!

Felicidades

Cogió el mando a distancia y apagó la televisión. Suspiró y volvió a acomodarse en el sofá. Giró el cuello hacia la izquierda y allí estaba Inui durmiendo con la cabeza apoyada sobre su hombro. No le molestaba, al contrario, la sensación de paz que le inundaba al sentir la respiración acompasada del otro chico era relajante, pero era tarde y debían irse a dormir. Kaidoh puso una mano en el hombro de Inui y lo agitó suavemente para llamar la atención del chico durmiente. No sirvió para despertarle y Kaidoh volvió a repetir el movimiento con más fuerza.

-Inui-senpai… es hora de irse a dormir.

El aludido se movió ligeramente pero no despertaba, murmuró algo pero sus ojos siguieron cerrados. Kaidoh se acercó más y tras volver a repetir la frase besó la frente de su senpai. Entonces éste sí abrió los ojos, se apartó un poco del chico y sonrió al verle.

-Vamos, es tarde…

Kaidoh le agarró de la muñeca y esperó a que se levantara para empezar a andar hacia la cama. Era la segunda vez que había pasado más de cinco minutos en casa de Inui pero ya se sabía el camino a todas las habitaciones, el que llevaba al dormitorio de éste el primero.

Subieron las escaleras y entraron en la primera puerta a la derecha. Kaidoh se separó de Inui y observó como éste apartaba las sábanas y se tumbaba en la cama, se quitaba las gafas y las dejaba en la mesilla de noche, cómo Inui le miraba con los ojos verdes al descubierto y esperando a que se tumbara junto a él. Kaidoh sonrió interiormente y dio gracias a que se hubieran puesto el pijama después de ducharse esa tarde tras el entrenamiento. Se estiró en la cama y se puso de espaldas a Inui, quien se le acercó hasta acabar con el espacio existente entre los dos y le pasó un brazo por la cintura, acercándoselo aun más, pecho contra espalda. Inui besó el omóplato que tenía en frente y entonces su reloj emitió un pequeño pitido, las doce de la noche.

-Felicidades Kaoru.

Kaidoh enrojeció pero sonrió.

-Gracias.

El chico se giró y enterró la cara en el pecho de Inui, entre la tela de su camiseta y el olor característico de su senpai. Kaidoh sonreía, feliz. Inui le volvió a besar, esta vez el cabello desprovisto de la típica bandana.

-No, gracias a ti.

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Lo dicho, espero que les haya gustado! los reviews siempre son bien recividos!

Niea.