Kiss you

Te beso. Mis manos van a tu cuello y las tuyas a mis brazos. Nuestros labios se mueven al compás de una lenta sinfonía. Suspiras. Me separo lentamente, mirándote a los ojos. Me pides una explicación. No puedo dártela, ha sido un impulso, pero no me arrepiento. Seguimos en la misma posición, mis manos suben un poco y mis pulgares acarician tus mejillas. Nuestras respiraciones son lentas y simultaneas. Mis labios van a tu frente. Me quedo así unos segundos. Inspiro profundamente, disfrutando tu aroma. Me separo. Otra vez, te miro a los ojos. Brillan y eso me hace sonreír. Se que estás feliz. Lo siento en el aire. Cierras los ojos y yo beso tus párpados delicadamente. Suspiras una vez más. Me preguntas si es un sueño. Yo respondo que no lo sé, pero que si lo es, no quiero despertarme. Beso la comisura de tus labios. Recargo mi mejilla en la tuya y suspiro. Tus manos pasan de estar en mis brazos a estar en mi cintura, tus movimientos son lentos, precavidos. Sé que temes que desaparezca, que me esfume como todo lo demás que has dejado entrar a tu vida. No va a pasar. Una lagrima solitaria avanza lentamente por tu mejilla. La limpio con el pulgar. No puedo, susurras, no puedo dejarte entrar para que luego te vayas como todos. No va a pasar, repito, ahora, en voz alta. Promételo, me imploras, en tus ojos veo el sacrificio que es para ti no salir corriendo. Lo prometo, respondo. Suspiras, parece que vas a estallar en llanto. No estas triste, pero es tanto el alivio que experimentas, que no puedes evitarlo. Me envuelves con tus brazos, tus manos quedan en mis hombros y tu cabeza en mi pecho. Acaricio tiernamente tu cabello, susurrándote palabras de aliento. Tu respiración se acompasa otra vez y te separas lentamente. Ahora una sonrisa cubre tu rostro. Te beso. Mis manos van a tu cuello y las tuyas, a mis brazos.