En los ojos de un Patriarca

Capítulo I

"Entre el cielo y el infierno, está el hombre"

by: Sadick Delacourt Ligott

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Grecia. -

Santuario de la Diosa Olímpica de la Sabiduría y de la Justicia, Athena. -

Último templo luego de la doceava casa, el Templo del Patriarca.-

Doce Santos de Athena, luciendo sus inmaculadas armaduras de oro –sí, aquellas que representan a las doce constelaciones zodiacales-, yacen arrodillados ante el trono de la Diosa, aguardando la presentación del nuevo Patriarca que llevará adelante el gobierno del Santuario en el nombre de Athena.-

Después de la batalla final contra el maligno Hades, la Diosa llegó a un acuerdo con los restantes Dioses del Olimpo quienes accedieron a conceder a los caídos una segunda oportunidad de vivir en el mundo humano. Es en esta circunstancia que se hizo imperioso el nombramiento de un nuevo Patriarca, como intermediario entre la Diosa y sus fieles.-

Los candidatos eran fácilmente predecibles:

Shion. El anterior Patriarca a la irrupción de Ares en el gobierno del Santuario. Sus aptitudes para controlar el Santuario eran innegables, también lo era su templanza y benevolencia. Pero ya había tenido su período de gloria, y muchos consideraban innecesario un nuevo ascenso al poder del ex-Santo de Aries ahora que la Diosa se encontraba reencarnada en la Tierra.

Dohko. El viejo maestro, quién se hizo cargo interinamente del gobierno del Santuario entre el período que va desde la derrota de Ares, con la muerte de Saga, y la Guerra Santa contra Hades. Un buen Patriarca para los tiempos de guerra, sí. Pero es esta misma cualidad la que lo hace poco recomendable para los tiempos de paz.-

Aioros. Quién alguna vez llegó a ser candidato al puesto de Sumo Sacerdote. Era quién más chances parecería tener para llevar finalmente las túnicas sagradas, pero lo fresco que aún yace el recuerdo de la Guerra Santa no hacía muy recomendable el nombramiento de un principiante en el cargo.-

Y finalmente, Saga. Sí, el Santo Dorado de Géminis era otro de los candidatos. Aunque nadie pudiese creerlo luego de ser quién intentó asesinar a la recién encarnada Diosa Athena, cuando esta era apenas una bebita. Sin embargo, era la mismísima Diosa quién había decidido incluirlo en la nómina. Es que, todos sabían que su tiempo en el trono patriarcal se había visto viciado por la intromisión del espíritu del Dios de la Guerra, Ares, en su alma, por lo que eran pocos los actos en los que se podía reconocer al verdadero Saga actuando a plena conciencia como Patriarca. Por lo que la Diosa, en pleno ejercicio de su infinita misericordia, estaba dispuesta a brindarle una segunda oportunidad.-

Con todo este cúmulo de conjeturas en la cabeza, los Santos de Oro aguardaban, pacientes, que Athena hiciera acto de presencia para poner fin a sus dudas e intrigas.-

Sorprendentemente el más impaciente de todos era Saga, quién arrodillado, con la cabeza gacha y su casco bajo el brazo, hacía todo lo posible por evitar abrir los ojos y encontrarse con la furtiva mirada de alguno de sus compañeros de armas, precedida por algún comentario sobre su persona, su pasado o cualquier otro chisme que pópulo hubiese engendrado…

"¡Mierda Kanon!, ¡¿Porqué tardás tanto?!" –le preguntaba a su gemelo en su mente, sin siquiera esperar respuesta, puesto que Kanon, obviamente no era telepata para saber lo que su hermano estaba pensando. Sin embargo, maldecir a Kanon era un buen entretenimiento para alejar por un rato su mente de los molestos murmullos que lo rodeaban.

Por supuesto, no es que Kanon hubiese previsto que su hermano necesitase algo en que pensar en ese momento y por eso se había retrasado en asistir a la reunión, con el fin de dejarle a la mente de Saga una vía de escape de la realidad. Era simplemente que como de costumbre el ex –Marina de Poseidón se había entretenido más de lo previsto –léase 2 horas de más- en desenredar la maraña turquesa que tenía por pelo y en estos momentos se encontraba subiendo a toda velocidad los últimos peldaños que conducían hacia la casa de Piscis, profiriendo mil y un súplicas mentales al cielo y a los Dioses porque Saga no estuviese cerca del Santo de Libra, puesto que al verle, sería capaz de pedir prestada al oriental alguna de las doce armas de su armadura para utilizarla en su persona…

Las puertas que conducían a los aposentos de Athena se abrieron de par en par, y la Diosa hizo su entrada, majestuosa y solemne, escoltada por sus más fieles Santos de Bronce, con Seiya a la cabeza de la tropa.-

'De pie, Santos Dorados…' –pidió con voz suave, acompañando su requerimiento con una seña de sus manos. Los interpelados no se hicieron rogar y rápidamente uno a uno se fueron poniendo de pie, siempre cuidando de mantener una postura de respeto hacia la Deidad a la que servían.-

… Y hablando de mantener posturas respetuosas, desde la entrada opuesta a los aposentos de Athena, llegaba Kanon, con sus humildes ropas de entrenamiento, jadeando, con el rostro rojo y empapado de sudor luego de tamaña carrera desde la casa de Géminis.-

Los doce Dorados voltearon al unísono a ver al recién llegado, cosa que dejó súbitamente sin aliento al geminiano, que de repente tenía veinticuatro ojos sobre su pellejo. ¡Y de todos los tipos! Milo que lo miraba divertido y con una imperceptible sonrisa curvada en sus labios, en similar tenor Afrodita y Death Mask, éste último con una pisca de ironía en sus ojos; Shaka, Camus y Shura, indiferentes… Aunque en el caso del primero no se podía saber a ciencia cierta si esa indiferencia significaba que no le importaba la pequeña interrupción o simplemente que se había quedado dormido parado; La expresión de Aioros era la más curiosa, en sus labios se curvaba una sonrisa inocente y desprovista de malicia… Como si el que estuviera delante fuese su irresponsable e inexperto hermanito pequeño que llegaba tarde a su primera reunión –"Alguien debería recordarle que tenemos la misma edad!" pensó Kanon al verle-, similar expresión mostraba Aldebarán. Shion y Dohko lo miraban molestos, indignados por la falta de respeto y de modales de ese niño –que tiene 30 años, por cierto…- ¡Que no es capaz de llegar en punto a una reunión en la que incluso está en juego el destino de su hermano...

…Y hablando de Saga, por cierto, su mirada fue la última con la que Kanon se encontró luego de navegar en tan variada ensalada de expresiones y sentimientos ante su llegada. Y allí se quedó por un buen rato, puesto que lo que vio lo dejó pasmado.-

No era la ira contenida que esperaba, ni las promesas de "Vas a ver después" o "Cuando esto termine, vamos a hablar" ni nada de eso. Lo que vio fue cansancio, pero no de él, sino del mundo. De todo lo que le rodeaba… Aquellas obres esmeraldas parecían rogar a gritos que todo lo que le rodeaba despareciera en este instante, que alguien le aliviara del suplicio que significaba llevar adelante esa vida en la que fingía ser sordo, cuando no lo era y ciego, cuando tampoco lo era.-

'S-saga…' –pronunció su nombre abrumado por la ola de angustiantes sentimientos que había percibido en el semblante de su hermano. Su voz salió tan baja que casi nadie lo escuchó. Por supuesto que el interpelado no integraba esta mayoría.-

'Kanon, ven, acércate. No tengas miedo. Todo está bien' –habló Saga luego de soltar un suspiro y cerrar los ojos para borrar la angustia de sus ojos, dando lugar a una mirada clara, limpia y dedicada únicamente al nombrado; una mirada acompañada de una mano extendida con amabilidad para darle la bienvenida.-

Kanon no dijo nada. Simplemente decidió cerrar la boca y acercarse a su hermano, luego de saludar con una breve reverencia a la Diosa.-

Y así, progresivamente los gemelos peliazul fueron perdiendo la atención de los presentes. Kanon seguía paralizado detrás de su hermano –puesto que obviamente, siendo Saga el cabecilla de la casa de Géminis y él un mero reemplazo, no estaba bien visto que ambos estuviesen a la par- pero no por mucho tiempo, para desgracia de ambos...

'Ha sido difícil para mí tomar una decisión con respecto a este asunto. Y aunque me duele, soy consciente de que a pesar de ser una Diosa, es imposible que mis decisiones conformen a todos…' –habló Athena, a modo de preámbulo a la decisión que todos esperaban oír- 'Sin embargo, estoy convencida de que he hecho la elección correcta, y espero, sinceramente, que los que no compartan mi punto de vista ahora, en un futuro no muy lejano, lleguen a compartirlo, o incluso a tolerarlo… Por supuesto que esto también depende en gran parte del accionar de la persona a quién he elegido para acompañarme en el gobierno de este maravilloso Santuario…'

Nadie se atrevió a emitir ningún comentario ante las palabras de la Diosa, ni siquiera por lo bajo. No había bendición más grande para aquellos guerreros que escuchar las palabras de Athena, por quién fueron capaces de dar la vida, el bien más preciado que atesora un ser humano. Y más bendito es ese momento, cuando sus palabras llegan a ellos de la mano de tan melodiosa y majestuosa voz.-

'… Es por estas razones, por las que he decidido nombrar al Saga de Géminis como el nuevo Patriarca del Santuario…' –anunció finalmente. Arrancando diversas reacciones de todos y cada uno de los presentes.-

Instintivamente, y al igual que todos los presentes, Kanon giró la cabeza en dirección a su hermano, buscando su rostro entre la abundante melena azul eléctrico que coronaba su cabeza. Sin embargo no halló nada… La expresión de Saga estaba vacía, despojada de toda expresión humanamente posible…

Petrificada…

CONTINUARÁ.-

Notas de la Autora:

Bueno… Tal vez algún fósil de esta sección… -léase algún lector o escritor de los años 2004/05/06/07- me recuerde… XD Para los que no, les refresco la memoria, y para los que no me conocen me presento: Mi Nick es Sadick D. Ligott, soy argentina, y por más que no encuentren nada mío publicado actualmente, hace tiempo, allá por mis épocas de secundaria, supe escribir fanfics de Shaman King –"Definitivamente Len necesita alguien a su lado", "La Botella de coca-cola retornable", etc…- y Saint Seiya –"Disputas de Oro"… (Nótese, para el que me recuerda, que la nula originalidad para los títulos persiste… n_n)

En fin, me entraron ganas de volver a este rubro, y aquí me tienen. Una nueva historia con los personajes de Saint Seiya acaba de nacer y ya veremos cómo terminan sus protagonistas, es decir los siempre queribles gemelos de géminis… n_n

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