Bien Mlle. Janusa, cumplí el reto ¬¬. Disfrútalo xD.

Los personajes de Inuyasha no me pertenecen (que mala suerte u.u). Son de Rumiko Takahashi.


Strange feelings

Sentía algo nuevo, y ahora que estaba sola en medio del bosque aprovecharía para pensar bien las cosas. ¿Por qué, desde hace unos días no dejaba de pensar en Kagura?, una de las tantas extensiones de Naraku.

En la última batalla que tuvieron, la demonio de ojos rojos le pareció muy ¿atractiva?, y eso ayudó a que dudara en lanzarle una de sus flechas, lo cual fue aprovechado por el enemigo para atacarla.

¿Acaso empezaba a sentir algo por ella?. No, no podía ser eso. Simplemente era imposible.

Su corazón sólo latía por su amado hanyo y por nadie más. Ni por Koga, ni por Hoyo, sólo por Inuyasha. ¿Verdad?

Se sentó en una de las rocas del suelo, cubriéndose la cabeza con los brazos, realmente confundida.

En cualquier momento la luna saldría, pues ya todo estaba oscureciendo.

Escuchó un ruido y luego los pasos lentos de alguien que se acerca a ella. A pesar de que tenía una gran curiosidad por saber quien era, no se movió, se quedó en la misma posición.

Sintió a la persona o lo que fuera, detenerse frente a ella. Pensó que sería Inuyasha, pero el tacto de una mano muy suave y fría, sobre la suya, le hizo olvidar esa idea.

Se sobresaltó y levantó la vista con rapidez. Su boca se abrió formando una gran "O" al ver de quien se trataba.

-Kagura-susurró. Por unos largos minutos quedó hipnotizada por su mirada, y luego agilmente, cogió su arco y una flecha para apuntarle al corazón.

-No seas tonta niña, eso no servirá para acabar conmigo-dijo friamente a la vez que la miraba con burla-y ambas sabemos que no quieres hacer eso.

-¡No sé de que rayos hablas!, no me subestimes.

-No lo hago y no vine para pelear- con un rápido movimiento, quitó el arco y la flecha de sus manos, pero eso no fue lo que logró sorprenderla, sino el extraño acercamiento de Kagura hacia ella-al igual que tú, no he dejado de pensar en ti.

Kagome intentó decir algo, sin embargo fue en vano, pues Kagura juntó sus labios con los de ella. La azabache no tardó en corresponder, con la misma pasión con que lo hacía la bella demonio.

Por un lado se estaba sintiendo muy bien y por el otro, la culpa la mataba. Muy en el fondo de su corazón sabía que traicionaba a sus amigos, que tanto luchaban por recuperar la paz en sus vidas.

Pero ya qué. Al diablo con todos y todo.

Principalmente, a la mierda con Naraku y a la mierda el jodido idiota de Inuyasha que la mayoría del tiempo la hacía sufrir.

Los besos se volvieron cada vez más intensos y la ropa comenzaba a estorbarles, y como el quitárselas lentamente era desesperante, la fuerza de Kagura sirvió de mucho.

Iban a disfrutar esta noche.

Fin


Dejen Reviews ^^.