Exención de responsabilidad: Los personajes y la historia creados por Hiro Mashima no me pertenecen, son propiedad suya, y escribo esta historia sin ánimo de lucro

Aquí empieza una aventura semi alternativa y expandida de la historia de los personajes de Fairy Tail, que abarcará sucesos ocurridos en el anime y en el manga, así como nuevos arcos e incluso sagas de mi propia invención, basados en ese mundo. Del mismo modo, habrá nuevos personajes, nuevos aliados, habilidades y nuevos enemigos, organizaciones e incluso países.

La historia tendrá un matiz más serio, más intenso y con batallas y guerras más sangrientas y masivas en algunos momentos que en la oficial, aunque también intentaré que tenga la mayor cantidad de situaciones cómicas posibles. Por supuesto, también habrá emparejamientos, generalmente de parejas oficiales, aunque intentaré sorprender con parejas diferentes también. De hecho, debido a que es una historia que abarcará muchos años, es posible que alguna pareja se forme y se rompa (seguramente en buenos términos) formándose otras nuevas parejas, aunque ya digo que esto no será lo habitual.

Por último a modo de pistas, si en la historia oficial echasteis de menos cosas, u os cabrean otras (como por ejemplo, la escasa participación de Mystogan, del ejército de Fiore, de la escasa acción de God Serena o de Gildarts, o que a Lucy casi nunca la salga nada bien, o los constantes power ups provenientes de la amistad, o que los personajes no evolucionen jamás… éste será tu lugar; y no es que no vaya a haber power ups, sino que éstos serán por causas más serias, y tendrán una explicación; del mismo modo, muchos personajes sufrirán leves o grandes cambios en su forma de actuar y de ver el mundo conforme avance la historia; y lo aviso ya: tendréis Mystogan para rato, pero no uno de pelo azul excesivamente repetido, si no un nuevo Mystogan mucho más importante e interesante)

Y no es que no me guste la historia original, que me gusta. Pero pienso que hay cosas que se podrían haber mejorado (aunque la música no es una de ellas)

Sin más, espero que la disfrutéis

ARCO DEL ORIGEN

CAPTÍULO 1

UNA LUCHA POR EL FUTURO

Hace mucho tiempo, cuando los dragones aún eran los señores de la tierra y los cielos, un niño dormía al lado de uno de estos seres, totalmente ajeno a lo que estaba a punto de ocurrir. El hechizo estaba casi listo, una magia poderosa, imposible de realizar incluso para los dragones normales. Pero éste dragón, recubierto de escamas doradas y blancas, fuerte y majestuoso, no era un dragón común, ni siquiera entre los de su especie. Era considerado, junto a sus hermanos, uno de los tres dragones más poderosos del mundo. Su hermano ya había partido, junto a varios de sus compañeros, pero él era el que más se había demorado. Había perdido mucho tiempo, intentando arreglar el caos que aquél mocoso slayer estaba causando. Se había reunido con Atlas para informarle del éxito del plan, y para despedirse de él y de sus compañeros. Pero en su viaje de regreso había sido descubierto. Y ahora, sabía que no debía faltar mucho para que ambos, el mocoso y su maestro, llegaran hasta donde él se encontraba.

– Qué objetivo más absurdo – dijo con voz profunda ese dragón, mientras terminaba de preparar el hechizo. Sus ojos azules, insondables y sabios se posaron en el niño al que tantas cosas le había enseñado. Sí, ese cachorro bípedo era afortunado de haber aprendido su magia, pero él, Äldunade, el Rey Dragón de la Energía, el mayor de sus tres hermanos, había aprendido algo mil veces más valioso que todas las magias del mundo. Había aprendido a amar a aquél pequeño bípedo, como si fuera su propio hijo. Era curioso que el revoltoso peli rosado, por un lado, y su preguntón castaño, pudieran haber hecho que él y su hermano llegaran a quererlos tanto – Me pregunto si la carga que estamos poniendo en vosotros es excesiva. Pase lo que pase, te protegeré, hijo mío – El pequeño no se despertó. Para evitar complicaciones, le había puesto un hechizo de sueño que impediría que despertara hasta que saliera el sol.

Un estremecimiento sacudió el aire, y el frío aire de la noche le trajo un familiar y desagradable olor. El gigantesco dragón se alzó, protegiendo el portal que se encontraba a sus espaldas, y encaró la amenaza que por el norte se acercaba. Sin perder tiempo, empezó a generar un escudo de energía alrededor del lugar, y remontó el vuelo una vez completado para detener la amenaza antes de que ésta llegara. Debía ganar tiempo, porque si no, no habría amanecer para su hijo. Ante él se alzaba un gran dragón de color negro, protegido por escamas de color plateado oscuro. Sentado en su gigantesca espalda, estaba el mocoso de cabello blanco que tantos problemas estaba causando. Su mirada desquiciada se cruzó con la del dragón, momento que el bípedo aprovechó para relamer su dentadura

– Asique has venido. Y por lo que veo trajiste compañía ¿tan cobarde te has vuelto, que te preocupaba no ser capaz de vencerme si luchabas tu solo… hermano? – preguntó el Rey Dragón, encarando al dragón negro.

– Vengo a ofrecerte un futuro por última vez, hermano. Entrégame a ese patético niño humano, así como al resto de herederos. Por último, me ayudarás a acabar con esos rebeldes, liderados por el humanizado de tu hermano – contestó el dragón negro, con una voz metalizada y aterradora, que haría temblar de puro terror hasta al más valiente de los guerreros.

– También es tu hermano, Karcharon. Por última vez, reeduca a ese desquiciado que tienes sentado en tu espalda, y recobra el sentido común y abandona tu plan, y algún día, podremos perdonarte todo el daño que has causado – contraatacó Äldunade, sabiendo de todos modos que era inútil intentar razonar con él.

– Sea pues, Äldunade. Desde este momento no te reconozco como mi hermano. Mátalo – le dijo al bípedo que tenía encima. Con una carcajada, el humano de pelo blanco se abalanzó contra el dragón, alimentado por su sed de sangre. De sangre de dragón. Pero el poderosísimo dragón dorado movió una de sus patas y golpeó brutalmente al bípedo, provocando una enorme explosión de luz blanca. El slayer salió volando, estrellándose contra el suelo y destrozando todo a su paso.

– ¡Te faltan por lo menos 400 años de entrenamiento para poder medirte conmigo, mocoso humano! – le gritó. El hombre de pelo blanco se levantó mientras escupía sangre por la boca, mirando con odio al dragón dorado, pero un poco asustado. Ese dragón no tenía nada que ver con todos los dragones que había matado hasta aquél momento. De un solo golpe le había dejado herido, y con menos de la mitad de su magia. El dragón dorado le ignoró y se posó en tierra, seguido por el dragón negro, que se posicionó enfrente de él – En serio, que triste cantidad de energía absorbí de tu esclavo. Esperaba más de él, Karcharon.

– Más tarde me ocuparé de darle el apropiado correctivo por su fracaso. ¡De momento, encuentra al chico y mátalo! – ordenó el dragón negro al humano, que agachó la cabeza sumiso, y partió a cumplir su nueva misión. El dragón dorado miró con odio a quien en su tiempo tanto había querido. Había hecho bien en levantar esa barrera, por fuerte que fuera como slayer, el bípedo blanco no tenía la fuerza necesaria para destruir uno de sus escudos defensivos. Con un rugido, se abalanzó sobre el dragón negro, iniciándose una titánica batalla entre ambos. Después de dos horas de lucha, el bosque, así como las montañas cercanas, estaban reducidos a un montón de cenizas humeantes e inmensos cráteres horadaban todo el terreno. Todo ese tiempo, el bípedo de pelo blanco se desquició intentando destruir la magia del dragón dorado que protegía el inmenso arco, así como al niño que olía a drgón, pero fue totalmente incapaz. Finalmente, un destello blanco surgió del arco, indicando que todo estaba listo.

– Llegó el momento de la despedida, hermano pequeño. Desearía que las cosas hubieran sido de otro modo, pero siempre estuviste podrido por dentro – el dragón dorado habló con un profundo desprecio y algo de pena, pero el dragón negro sonrió cruelmente y se preparó para lanzarse sobre él. Äldunade, sabiendo que lo que hiciera en ese momento podría cambiar el destino del mundo, decidió intentar acabar con su hermano. Probablemente, cuando volvieran a enfrentarse, no tendría ninguna posibilidad contra él – antes de irme, permíteme darte un último regalo… por lo que pudiste haber sido, por lo que te has convertido, y por lo que seguirás siendo por toda la eternidad, maldito traidor – la energía que se encontraba en el aire, en la tierra e incluso en el propio humano de pelo blanco, comenzó a ser succionada a toda velocidad por el dragón dorado, que miró a su hermano con odio antes de lanzar su ataque más poderoso – ¡KAI FLASH! – rugió, y un impresionante rayo blanco de pura energía salió disparado de su boca hacia el dragón negro, que intentó resistirlo, inútilmente. El dragón negro fue arrastrado por el rayo, a toda velocidad, estrellándose muy lejos, y despareciendo bajo una luz blanca que iluminó el cielo como si fuera el propio sol. Aquella explosión se sintió en medio mundo, y el cráter que provocó sería más adelante llamado la Gran Brecha, y se llegó a creer que no tenía fondo. La explosión mandó a volar al bípedo de pelo blanco que se encontraba a decenas de kilómetros de distancia del lugar donde impactó el rayo, que quedó muy impresionado por la misma, reconociendo en su interior, que seguramente era el ataque más poderoso que jamás había contemplado.

Sin tiempo para comprobar si había logrado su objetivo, el dragón descendió hasta el lugar donde todavía seguía su escudo protector. Con suavidad, tomó a su hijo en la palma de una de sus poderosas manos, y desapareció.

Muchos años más tarde, un niño de cabello castaño, llegó en mitad de una tormenta a la puerta de un gremio muy conocido. "Asique éste es el lugar que dijo mi padre" pensó, pero se encontraba agotado física y mentalmente, y ni bien consiguió entrar en el hall, cayó al suelo inconsciente.

Era de noche, y supuestamente no debería haber nadie en el edificio, a parte del Maestro, pero un muchacho de unos 10 años, con el pelo rosa y una bufanda blanca se encontraba en el gremio, arreglando el "desastre" que supuestamente había causado, según las palabras de la pelirroja encargada del orden público. Tampoco había sido tan grave, sólo se había pegado con el pervertido, y con medio gremio, y había intentado atacar a la pelirroja, y al pelirrojo borracho y pervertido… Realmente no entendía por qué tenía que limpiar todo, cuando había habido más gente implicada. En ése momento, mientras terminaba de limpiar, la puerta se abrió dejando entrar una cortina de agua, pues fuera, la tormenta arreciaba de forma especialmente intensa. El chico de pelo rosado vio como un niño, que debía ser un año más pequeño que él entraba por esa puerta, sucio, herido y con aspecto de estar totalmente agotado. El niño se desplomó sobre el suelo, se había desmayado. El peli rosa fue a despertar a su pequeño gato de color azul, nacido hacía pocas semanas

– Happy, ve a llamar al Maestro – dijo algo preocupado por el estado del niño que se encontraba allí. Rápidamente, fue detrás de la barra, cogió una manta, y arropó al chico con ella. Momentos más tarde el pequeño gato, aún medio dormido, llegaba con el Maestro del gremio, que al ver al niño inconsciente, lo tomó con delicadeza entre sus brazos y lo llevó hacia la enfermería.