Todo Cambio
Pequeñita, indefensa, chillona, traviesa y explosiva.
Son tus pequeños y grandes defectos, pero que me encantaron cuando te ví.
Todo cambio desde el momento en que te vi. Mi mundo cambió instantáneamente al verte, saber que serías aquello que amaría para toda la vida. No pensé que podría esforzarme tanto por alguien y menos por alguien como tú ¿pero, sabes? Fue tan fácil quererte tanto que llegue a pensar si existía el amor a primera vista puesto que al verte mi mundo se paralizó y sólo pensaba en ti.
Te entregué todo mi amor en un una mirada de cómplices. Sabía que serías alguien difícil de comprender puesto que ya lo veía en tus ojos, tus bellos pedacitos de cielo sin mencionar esos cabellos rubios. Tus mejillas sonrojadas, tu piel blanca, suave y hermosa, simplemente amaba todo de ti desde que te vi.
Muy pronto empezaste a sorprenderme con muchas cosas ¿A quién se le ocurría jugar en el lodo? Creo que solo a ti pero debido a ello te enfermaste y aquí estoy yo, cuidándote sin chistar, protegiéndote de todo, sabiendo que si pudieras hablar me dirías: "Tenías razón".
Pero ya sabes tú, el destino quería que fueras sólo para mí pues al ser polos muy opuestos, tu muy traviesa y yo muy serio, nos íbamos a entender —aunque a veces veía inflar tus mejillas cuando no quería jugar contigo y, con ello, no podía evitar no caer ante esa miradita.—
Sólo quería que supieras que antes que pase más tiempo tenía que decirte que eres el amor de mi vida, mi inspiración, mis ganas de ver un mañana. Hoy todo tuyo ya soy.
Y todo te he dado mas sido una niña muy chiqueada.
Mi pequeña, mi hermosa, mi chillona…
— ¡Emily! ¡Mira la cámara! —decía un fotógrafo tratando de fotografiar a la bebé de la pareja Itachi Uchiha y Deidara Namikaze. Sin embargo la bebé no obedecía: lloraba por la ausencia de sus padres.
—Así no se hace —dijo Itachi acercándose, quitándole al fotógrafo el peluche que agitaba para tratar de hacer feliz a la niña.
Emily al ver a su padre sonrío sinceramente. De repente comenzó a modular con voz lenta y calmada lo que había tratado de decir desde el momento que vio al hombre de cabello azabache.
—Pa... pá —dijo feliz, estirando los bracitos hacia él.
Itachi simplemente sonrío de alegría y solo pudo pensar una cosa:
"En verdad, todo cambio cuando te vi"
Fin.
