Disclamer: Beyblade no me pertenece y si lo hiciese no sería un Shonen como cualquier otro Dx aunque tiene personajes muy sexys.
Este es mi primer fanfic :D espero que todo mundo lo disfrute.
- -7,62 Milímetros - -
Hacia tanto frío que sentía que sería imposible pulsar el gatillo o si quiera moverse de su posición, con el cuerpo tembloroso permaneció allí entre la nieve, la ceniza y la pestilencia del abandonado edificio. No había al menos una edificación que estuviese en perfecto estado ante sus ojos, solo ruinas que ahora solo eran recuerdos de un cielo que alguna vez fue puro y azul y una ciudad que alguna vez fue hermosa.
Cerró sus ojos justo después de reclinar su cuerpo contra el muro de piedra, abrazando su arma contra su pecho dejando su aliento frío chocaba contra el metal del rifle. Su mirada dorada lentamente volvió la vista a sus espaldas, los cuerpos chamuscados de las personas cercanas por el ataque aéreo que había transcurrido hacia apenas, ¿5 minutos?, ¿Cuánto tiempo hace que seguía en ese lugar?.
Al darse cuenta de su shock, golpeó su rostro un par de veces y tomó su arma, para comenzar a movilizarse con lentitud y gracia felina sobre las ruinas, debía llegar al refugio si es que quería tener algo que contarle a sus nietos, solo esperaba que el resto de sus conocidos estuviesen bien.
Recorrió al menos dos manzanas hasta detenerse en seco, con sus sentidos agudos sobre el paisaje desolado, su mirada dorada se afilo y con reflejos justos, había logrado tomar cubierta dentro de uno de los edificios antes de que unos disparos le alcanzasen. Cargó su rifle y quitó el seguro para mirar de reojo a su atacante pero ante la sola idea de asomarse ya estaba recibiendo disparos de nuevo, tan cerca que por un momento sintió que las balas le rozaron la mejilla. El ruido zumbó en sus oídos pero intentó calmarse.
Justamente dos pisos más arriba en el edificio cruzando la cuadra estaba su atacante. Con ese pensamiento tomó su arma con firmeza.
-"¿otro? O ¿un civil?" –Preguntó un joven de ojos rojizos escondido tras uno de los muros del edificio en ruinas, su uniforme cubierto de polvo y cenizas por debajo de un abrigo en tonos tierra.
-"¿quieres ir a preguntarle si es japonés o no?, te cedo el honor". –dijo un pelirrojo de ojos azules mirándole de reojo sarcástico y volviendo a su mira, disparando de nuevo.
-"…"-se quedo quieto en su puesto cargando su rifle con mira telescópica, un Mosin Nagant personalizado solo para él con una precisión en el disparo que parecía quirúrgica, el crujir del arma se escuchó justo después de los disparos de Ivanov, se puso de pie y caminando con lentitud prosiguió a salir del edificio abandonado.
-"¿a dónde demonios te diriges?"- el de ojos azules se quitó del área del disparó mientras cargaba su rifle
-"acabas de revelar nuestra posición, no tiene sentido seguir aquí…si ese japonés fuese bueno ya estarías muerto.."- se detuvo por un segundo –"o como te dije, podía ser un civil y revelaste nuestra posición para nada, Ivanov…"
-"…no vas a deshacerte de mi tan fácil, Kai…"- sonrió el pelirrojo terminando de cargar el arma –"y no tienes que darme sermones, sigo siendo tu superior a pesar de todas las medallas conmemorativas que tienes…"
Se escuchó un disparo y consigo un grito tras la espalda de Kai, se giró con brusquedad para notar que había sangre en el suelo así como el rifle SVT-40 de su compañero. Afortunadamente no había sido una herida grave puesto que solo su mano sangraba, miró de reojo por un microsegundo la dirección del disparo y luego haló a su compañero hacia él con fuerza antes de que otros tres disparos cruzarán el área.
-"a la mierda..¡los civiles no tienen armas Kai!"- se quejó el pelirrojo con su mano ensangrentada casi irreconocible.
Kai no dijo nada, simplemente empezaron a movilizarse antes de que les dispararan de nuevo para encontrar un área de donde contraatacar. A medida que avanzaban Kai había pasado unas vendas a su compañero para que detuviese la sangre corriendo a borbones, Ivanov se quejó pero trató su herida con brusquedad a pesar de que le dolía como mil demonios. -"…ve al cuartel.."- dijo Kai separándose de su superior.
-"…¿qué?"
-"me encargaré de él…"- dijo subiendo las escaleras derruidas del edificio casi de a un salto, miró de reojo a Ivanov fríamente, no había manera de convencerlo de lo contrario, ya había fijado sus ojos en su blanco.
Ivanov sonrió de medio lado y se encogió de hombros para empezar a caminar bajando las escaleras –"... no mueras"
-"hmph…"
Fue lo último escuchó del ojos rojos puesto que se había perdido en el piso superior, Ivanov por su parte había comenzado a bajar las escaleras con prisa si tan solo su maldita mano no le doliese tanto todo sería más sencillo.
Silencio, probablemente había acertado en su disparo, sonrió un poco, confiado y bajo con lentitud su rifle y se movió fuera del área, cubriéndose y suspirando aliviado. Buscó en su bolso colgado a su espalda más municiones pero no había ya nada. Tragó saliva y agradeció que al menos que todo había terminado, miró el cartucho con solo otras cinco balas antes de quedarse sin municiones.
Caminó a gachas por el edificio, algo más tranquilo pero con una ligera sensación de angustia sobre su pecho. Sus sentidos nunca le engañaban en este tipo de situaciones y podía jurar que aún estaba siendo observado.
"te tengo…"- susurró por lo bajo el ojos rojos observando por su mira a un joven de ojos dorados y cabello largo y negro como la antigua pólvora, probablemente chino, sin uniforme, así que era un civil jugando a ser soldado, no importaba, había disparado a uno de sus compañeros y después de todo los muertos no hablaban, nadie echaría de menos a un civil desafortunado.
Apuntó al hermoso rostro con precisión y le miro casi con deleite por unos segundos antes de, milimétricamente, comenzar a hundir su dedo en el gatillo sin emitir sonido alguno.
Algo le detuvo.
Los ojos dorados se posaron junto en dirección hacia él, ¿le había visto?, nadie, ningún soldado antes le había detectado, mucho menos sin haber disparado siquiera, le había visto, no, le había sentido y no pudo evitar quedarse paralizado por unos segundos, impresionado.
El joven chino tomó su rifle, viejo, desgastado y lo más importante, sin mira telescópica, tenía que ser una broma, apuntó justamente hacia él y quedo quieto. Kai no sabía porque, presentía que si movía otro milímetro su dedo el joven dispararía. Sus labios formaron una ligera mueca parecida a una sonrisa, era bueno, muy bueno, le costaba creer que se trataba de un civil ordinario, quizás era un agente encubierto. Se sorprendió al ver que el asiático también había sonreído un poco pero sin moverse y sin dejar de apuntar en esa dirección.
Tenía frío, mucho frío, de la región de china donde provenía nunca habían temperaturas tan bajas pero por malos azares del destino y un tío insistente había ido a parar a Dongbei Pingyuan o Manchuría, desde que tenía trece años. Ahora, siete años más tarde había estallado una guerra de la que le habría gustado no formar parte, con los soviéticos atacando el territorio. El chino se maldijo a sí mismo por estar en esa situación, nunca se había acostumbrado al lugar y ahora estaba allí, con un rifle robado y con sus sentidos que le gritaban "no te muevas, estás siendo apuntado justo en esa dirección".
Pensó que si seguía allí apuntándole se le congelaría la mano y no podría disparar a su agresor, quizás eso era lo que el otro esperaba, con sus ojos fijos en los pisos superiores apostó que el francotirador que le tenía en la mira probablemente poseía un mejor rifle y probablemente estaba bien abrigado. Movió su dedo lentamente, tenía que acabar con esto de una u otra forma.
El asiático había fruncido el ceño, sabía que iba a dispararle y se acabaría con todo esto, el también acercó su dedo al gatillo, solo faltaba ver quién de los dos sería más rápido para matar al otro. Interesante, nunca había tenido el pensamiento o la remota posibilidad de que podía morir y sin embargo allí estaba. Se escuchó el zumbido de aviones a lo lejos y Kai maldijo por lo bajo que arruinaran el perfecto silencio que se había formado, ambas miradas seguían fijas una de la otra, si se movían uno de los dos dispararía si no, los bombardeos los matarían.
Su victima ni siquiera tembló, cada vez Kai le encontraba más fascinante, lentamente bajó el arma, aún mirándole fijamente. Debían retirarse o los bombardeos los matarían y tal duelo no podría terminarse debidamente. El joven de cabellos negros bajó también su arma y luego de mirar de reojo el lugar donde se encontraba el ruso, corrió desapareciendo dentro del edificio. Kai torció una mueca y salió del sitio también para ponerse en cubierto, estaba seguro de que le vería de nuevo…
y la próxima vez nada interrumpiría el duelo.
