Disclaimer: Los personajes de Harry Potter no me pertenecen, son de la autoría de J.K. Rowling.
La historia se llevara a cabo luego de la guerra contra Voldemort, los chicos están trabajando en el departamento de asuntos mágicos, los mortifagos que se arrepintieron antes de iniciar la guerra fueron perdonados y redimidos.
Parejas: DM/HG, HP/DG, RW/PP, GW/?
Prologo: Cartas
POV Hermione
Exactamente como cada mañana salimos de las oficinas del edificio entre pláticas, hablamos del trabajo, pociones, de la revista el profeta, partidos de Quiddich e incluso mencionamos nuestros planes para las últimas reseñas que tendríamos que realizar. Como todos los días cuando daban las doce del medio día, me senté en la mesa de la cafetería del Departamento Mágico junto a mis mejores amigos, Harry y Ronald. Una que otra vez cruzaba palabras con Neville e incluso pasaba minutos platicando con Ginny. Me sentía cómoda entre mis compañeros, exactamente igual que todos los días, pero todo se arruinaba cuando veía al hurón desteñido atravesar la puerta de la cafetería.
No podía controlar mi mirada, que rebelde recorría el camino que el rubio trazaba. Venia, como todos los días, en compañía del fornido Crabbe, del moreno Blaise y de la diminuta e insoportable Parkinson. Como dioses atravesaban las puertas, como esos personajes de las películas que entran a escena como si no hubiese nada ni nadie por encima de ellos. Los sigo con la mirada, es inevitable, cada vez que lo veo…cada vez que me cruzo con él en los pasillos del departamento de asuntos mágicos, cada que pasa delante de mi oficina hacia la suya que esta cuatro puertas después, o cuando, como hoy, decide venir a la cafetería en la cual siempre almuerzo. Y los veo sentarse, entre charlas, sin siquiera ser conscientes de que los observo…de que lo observo.
-¡Hey, Mione! Tierra llamándote.- me sacudió Harry, que sentado a mi lado solía ser quien se percataba de cómo mi mirada viajaba hacia el ex Slytherin cada vez que se encontraba en la misma habitación que yo. Mi pelinegro amigo jamás decía nada al respecto, solo me tocaba el brazo cuando era consciente de que había transcurrido demasiado tiempo en silencio contemplando al que en algún momento fue mi enemigo.
-¿Decías?- pregunte enfocando a Ginny, que giro el rostro buscando hacia atrás el motivo de mi pequeño desenfoque.
-¿Qué mirabas?- me pregunto buscando sin excito mi punto de distracción.
-No, nada.- dije nerviosa, baje levemente el rostro, Harry a mi lado me miro con una de sus cejas levantadas, me sonroje al percatarme que me había pillado, nuevamente, mirando a los ex Slytherins…mirándolo a él. Harry también solía perderse en otra mesa, muy a menudo en busca de la joven Greengrass, probablemente por ese motivo, solía notar cuando mis ojos se iban en dirección a otro lugar…porque el solía perderse en esos viajes bastante a menudo.
-Hermi, andas un poco distraída. ¿Te encuentras bien?- me cuestiono Ronald atravesando la mesa con su mano para sujetar mi mano entre la suya.
-Sí, estoy bien, solo pensaba en la reunión que tenemos más tarde…las palabras de Sirius me pusieron algo nerviosa.- explique moviendo mi mano para seguir con el desayuno.
-No pienses en eso…te arruinara el desayuno.- me dijo el pelirrojo arrugando el gesto ante la mención de la reunión de esta tarde, en la cual nos asignarían la defensa de algunos mortifagos, de los que aun no se sabía su sentencia…los señores Malfoy entre ellos
-No tengo mucha esperanza respecto a esa reunión….- comento Ginny
-Sirius lucia extremamente serio esta mañana...- añadió Ronald, ambos pelirrojos tenían un semblante bastante similar, era notable el sentimiento de irritabilidad que les producía el solo hecho de pensar que tendría que defender, probablemente, a alguno de los cuales en algún momento les llamaron traidores a la sangre
-Si…horrible.- murmuré dándole un sorbo a mi jugo. Mis ojos tenían planeado volverse a perder en la mesa de los ex Slytherin cuando me percate de cómo Ginebra miraba fijamente a Harry, este, perdido en su camino hacia Daphne Greengrass, no se había percatado de la mirada penetrante que le evaluaba con intensidad. Por debajo de la mesa me atreví a darle una patada mi amigo y pareció suficiente como para que reaccionara, incluso para que me mirara algo enojado por mi intromisión en su viaje a contemplar a la rubia.
-Al parecer hay algo interesante allá atrás.- se atrevió a comentar Ginny girando levemente el cuello para mirar hacia las mesas detrás.
-No, para nada.- comento Harry enterrando sus ojos en el plato de comida.
- ¿Ya vieron quienes están allí?- pregunto Neville, quien no había hablado desde que nos sentamos, señalaba con la mirada las mesas detrás de los pelirrojos, quien no tardaron en mirar hacia allí.
-Si, Blondy y su pandilla.- susurro Ronald, jamás maduraría, y jamás perdonaría todos los males que nos hicieron nuestros ex compañeros de clase, aun cuando estos hayan decidido volverse hacia nuestro lado en el momento más decisivo; al final…todos merecemos una segunda oportunidad… ¿No es así?
-No, me refiero a las hermanas Greengrass…escuche decir que Astoria viene con la intención de contraer nupcias con Draco Malfoy.- nos conto el pelinegro sentado junto a Luna.
-No es de sorprenderse, entre "sangres puras" se entienden.- siseo Ronald con un tonito de desdén hacia los personajes nombrados.
-¿Boda?- cuestione algo sorprendida, sentí la mano de Harry sujetar la mano que había dejado sobre la mesa en señal de… ¿apoyo? ¿Apoyo porque? No es como si…a mi me interesase Malfoy.
-Sí, ya saben, parece que los Greengrass habían hecho un acuerdo con los Malfoy, pero debido a la situación por la cual atraviesan, todas las clausuras fueron anuladas…aun así Astoria parece estar interesada en ese Huron.- explico Ginny, parecía estar más informada que la columna de Rita Seaker.
-¿Y Malfoy? ¿Qué ha dicho?- cuestiono Harry, se que lo hacía con toda la intención de darme un as de esperanza.
-El es un misterio…leí en la columna de Rita que está evitando a Astoria, incluso se dice que no ha contestado ninguna de las cartas que ella le envía.- comento en voz casi imperceptible la pelirroja.
-No creo que ella este muy contenta con eso….- susurre dirigiendo mi mirada hacia las hermosas hermanas que estaban teniendo una conversación, baje la mirada un tanto decepcionada, de momento no podía evitar compararme con la mujer que estaba interesada en Malfoy, ella era perfecta en comparación conmigo…digo…no es que tuviese alguna oportunidad aun cuando ella no estuviese en medio, no es como si quisiese una oportunidad…bueno…en realidad, desde aquellos encuentros que tuvimos en quinto año…quede flechada por él…pero todo se disipó, y yo, yo simplemente enterré todo sentimiento…pero aquel día, cuando estábamos en medio de la guerra...verlo de nuestro lado, despertó un rayo de esperanza en mi corazón.
-¡Miren la hora! Tengo que volver a la oficina.- sentencie poniéndome en pie, siendo parte del bufete de líderes del departamento era mi deber estar veinte minutos antes que todos los demás aurores y magos.
Estaba a punto de salir cuando una manada de lechuzas atravesaron el lugar, se posaron en varias mesas, la mía entre ellas. Tras dejar caer cartas sobre nuestras manos, y recibir una recompensa, se perdieron. Observe con curiosidad el sobre blanco que tenía en la parte superior el sello del departamento, y en medio la firma de Sirius Black. Me apresure a abrir la carta, moría de curiosidad al ver que mis compañeros habían recibido cartas semejantes, cada una tenía el mismo sello e incluso la misma firma.
Rápidamente rasgo el sobre, tomando el pergamino entre mis dedos, acariciando el borde del mismo a la vez que paso mis ojos ávidamente por el pergamino. Una carta de Sirius en este momento del día era crucial, podía significar muchas cosas, entre ellas…la cancelación de la reunión que habíamos pautado para horas más tarde. En la cual se nos asignarían compañeros para el caso que nos esterarían entregando. Defender los derechos de aquellos que habían sido, de cierta manera, obligados por Voldemort no sería tarea fácil.
Querida Hermione,
Me he tomado la molestia para escribirte esta carta con la intención de advertirte que he seleccionado el más complicado de los casos para la mejor maga del mundo mágico. Estoy consciente que esta misión te ha tenido de nervios, pero sé que podrías lidiar con la misma. Entre las familias involucradas en la guerra, se te ha asignado averiguar sobre la familia Malfoy, tienes en tus manos la sentencia de los señores Malfoy; si llegases a descubrir su completa culpabilidad quedaran condenados a Azkaban de por vida. Por el contrario, si descubrieses algo a su favor se les darán dos años de probatoria y luego serán restablecidos. A provecho para pedirte que investigues al joven Malfoy, el mismo quedo redimido por haberse arrepentido minutos antes de que se desatase la guerra, pero el consejo ha acordado hacer una pequeña revisión de sus verdaderas intenciones. Cada uno de los equipos ha de contar con un ex mortifago con la intención de conocer la lealtad de los mismos; se te ha asignado a Daphne Greengrass de compañera. ¡Confiamos en tu capacidad para conseguir tus pruebas en un periodo de seis meses!
Gracias anticipadas,
Sirius Black
Levante el rostro de la carta, dirigiendo mis ojos hacia la mesa en la cual estaba el grupo de ex mortifagos; algunos de los cuales tenían sus ojos enterados en las cartas. Vuelta en sí, eche un ojo por encima del hombro de Harry hasta hallar al final de la carta aquel nombre escrito… "Y te hemos asignado a Draco Malfoy de compañero…" Levante la mirada hasta toparme con los ojos color esmeralda de Harry, quien soltó un gran suspiro antes de dejar escapar una sonrisa de conformidad.
-¿Qué dicen sus cartas, chicos? ¿Con quién trabajaran?- cuestiono Ginny mostrando la suya, que decía el nombre de Crabbe…uy, creo que trabajar con Greengrass será un honor en comparación de Crabbe.
-Parkinson.- sentencio Ronald enojado.
-Malfoy.- susurro Harry volviendo a introducir la carta en su sobre.
Luna: Trabajare con Blaise, creo que podría ser interesante.- comento con aires soñadores, es bastante normal en ella tener ese aire de esperanza en cada una de sus silabas…al final eso es lo que la hacía ser Luna Lovegood.
-¿Y tu Mione?- cuestiono Harry girando el rostro para mirarme.
-Greengrass.- conteste, y los ojos color esmeralda de mi amigo brillaron súbitamente, creo que alguien estaría más interesado en mi investigación que en la suya propia.
-Potter…- una voz llamo algunas mesas por detrás, todos nos giramos a mirar hacia la procedencia. Draco Malfoy se encontraba con su carta entre las manos, doblada, había sido él quien había decidido llamar la atención nuestra.
-Malfoy.- contesto Harry, era una situación algo incomoda, todos en la cafetería estaban al pendiente de la conversación a gritos entre los antiguos rivales.
-¡Sera un placer trabajar contigo!- sentencio Draco lanzándole una giñada, Harry se limito a un movimiento de manos, y yo sentía cierta envidia hacia mi amigo pelinegro, mi mayor deseo hubiese sido trabajar mano a mano con Malfoy…me daría la oportunidad de hablarle, de…de intentar terminar aquello que iniciamos hace años…aun cuando, el no lo recuerde…después de todo…quizás borrarle la memoria no fue una de mis ideas más brillantes.
Continuara…
