Me llamo Isabella Marie Swan y tengo 15 años. Vivo con mi padre Charlie en Forks desde que tengo memoria ya que mis padres están separados. No vivo con mi padre porque no quiera estar con mi madre sino porque ella se fue cuando yo nací, lo único que se de ella es que se llama Renée y que tiene 35 años.

Ahora mismo me encuentro sola en mi casa, ya que mi padre se ha ido con su amigo Billy a pescar…

-¡Bella ya estoy en casa!

Que extraño el no suele venir tan temprano.

-¡Ya bajo papa!

Bajé corriendo las escaleras y como siempre haciendo uso de mi mal equilibrio casi me caigo.

-Ten cuidado, hija

-Si papa, lo siento. Por cierto, ¿Cómo es que as venido tan temprano?

-¡oh! Se me había olvidado decírtelo, hoy vamos a salir.

-¿Cómo que vamos a salir? ¿A dónde?

-Lo siento, pero no te puedo decir a donde vamos, es una sorpresa.

-Papá, sabes que odio las sorpresas…

-Ya lo se hija, pero no te puedo decir nada. Tú solo prepárate que a las 8:30 nos vamos

-Esta bien…

Me dirigí a mi cuarto y cuando llegué me acosté en la cama a pensar en dónde iríamos…

Cuando miré de nuevo el reloj ya eran las 7:45 y decidí darme una ducha. Cogí mis cosas de aseo y fui al baño.

Cuando acabé de ducharme me fui a mi habitación y me puse unos jeans, una camiseta azul y mis deportivas. Me sequé el pelo y me hice una cola. Después bajé las escaleras y me encontré con mi padre.

-Bells, ¿estás ya lista?

-Sí papá

-Ok, pues nos vamos.

Nos subimos al coche y mi padre comenzó a conducir, yo me sumergí en mis pensamientos y cuando salí de ellos me di cuenta de que estábamos a las afueras del pueblo.

-Papá, ¿Dónde vamos?

-Ya lo verás

Iba a protestar pero me di cuenta de que no serviría de nada porque si a algo me parecía a mi padre era en la cabezonería.

A los diez minutos mi padre paró el coche en un bloque de pisos que parecían ser nuevos.

-¿Es aquí donde vamos?

-Sí.

Bajamos del coche y entramos al bloque de pisos. Nos dirigimos al ascensor y mi padre presionó para subir al tercer piso. Cuando llegamos al piso salimos del ascensor y fuimos a la puerta que tenía la B.

Mi padre tocó el timbre y desde dentro se oyó una voz grave decir "ya voy".

Esperamos unos segundos y entonces la puerta se abrió y ví al chico que había contestado. Al principio no sabía quien era, pero al fijarme mejor le reconocí…

Bueno es mi primera historia, esto solo es la introducción. Espero que os haya gustado y me dejéis reviews para saber vuestra opinión.