N.A. No sé que piensen pero cro que es momento de una nueva historia (en lo que mi coautora y yo podemos actualizar la otra)

Esta historia va para Elodia Ayu, que me dio parte de la idea, y para emily candy bright por apoyarme... Vamos a darle una vuelta a las historias convencionales, espero les guste.. Y espero todos sus comentarios.

Sólo tú y yo

1- De fiesta en la UAC

Aarón Hotchner era sin lugar a dudas uno de los hombres más interesantes, atractivos e imponentes donde fuera, era imposible no notarlo cuando entraba en una habitación y más en ese momento, en medio de una fiesta oficial, cuando todos estaban tan bien arreglados y aun así el resaltaba entre la multitud... ser acompañante de ese hombre debía ser un honor, un verdadero honor, que de pronto tenía yo.

Él era perfecto, con su traje inmaculado, más arreglado que de costumbre, perfecto, admirado por todos y yo, tomada de su brazo en mi brillante vestido verde esmeralda, por ende también lo era, era la mujer que él había elegido, era la afortunada, que caminaba a su lado disfrutándolo frente a todas esas otras mujeres que por supuesto deseaban estar con él, era la mujer tomada de su brazo, que podía tenerlo cuando quisiera, que podía besarlo, bailar con el, sonreírle seductoramente y saber que me miraba... yo tenía la que tantas otras mujeres deseaban, él me quería a mi.

Era la fiesta del FBI, un evento de etiqueta que habían decidido festejar en honor del aniversario de quien sabe que cosa, no podía ni recordarlo por lo embriagador que resultaba el momento... su equipo se acercó al vernos entrar, no estaban todos pero igual era un placer el momento... mi momento, su momento... Sonreí. Compartimos saludos, sonrisas, comentarios... Y luego el baile, total era una fiesta, un evento social increíble.

Estábamos apenas terminando nuestro tercer baile, coordinados a la perfección y completamente felices por ello, cuando nos interrumpió ella, nunca le había tenido mala fe, en realidad nunca, de principio me había caído muy bien, me parecía buena persona en general, pero había veces, como en ese justo momento, había algo en esa morena que no me gustaba nada.

-Hola, Hotch, perdón si los interrumpí, debí llegar antes... sólo quería saludarte... - dijo ella sonriente resaltando por su vestido rojo, no tan impactante como el mío, pero si bastante llamativo- hola Beth, que gusto verte-

-Hola, Emily- contesté intentando no mostrarme fría

Para mi desgracia nos alejamos de la pista de baile al lado de Emily Prentiss y su algo escotado vestido rojo, mientras ellos conversaban un par de cosas ajenas a mi, mire a mi alrededor y noté que más de uno la miraba, eso no me hacía gracia, tampoco era taaaan atractiva, sin embargo había algo reconfortante en que todos la miraran, menos Aarón, él me quería a mi, aunque mi vestido fuera menos escotado, aunque yo no fuera una agente, él me quería a mi.

Después de unos minutos la conversación entre ellos dos terminó pero se acercó Morgan a platicar un momento conmigo, supongo que me vio aburrida por lo que decía Emily y se acercó, me hizo sonreír... pero a pesar de estar hablando con él no le quitaba los ojos de encima a mi novio y la morena junto a mi... Y de pronto la invitó a bailar. Así nada más. Decidió invitarla a bailar!

-En unos minutos estoy de nuevo contigo- me susurró cariñosamente Aarón antes de tenderle el brazo a la otra agente y dirigirse a la pista de baile.

Me quede turbada, sorprendida, no supe ni que decirle, ni que pensar siquiera, no esperaba eso, no me había preguntado si no había problema en que me dejará para bailar con otra, en si ni siquiera me había dicho que iba a bailar con ella, sólo me había dicho que después volvería y se había ido con ella, ese no era un detalle típico de mi novio, eso no me gustaba para nada...

-¿Bailas conmigo, Beth?- me ofreció Morgan

-En este momento no- negué yo mirando a mi novio bailar- voy a tomar algo-

Me aleje de él sin darle la oportunidad de decir algo más, camine bordeando la pista de baile durante unos minutos sin apartar la mirada de donde Aarón bailaba con Emily Prentiss, conseguí una copa de vino y un lugar donde sentarme básicamente sin perderlos de vista... Al cabo de dos bailes él no la había dejado ni parecía tener intención de hacerlo; mientras su jefa, Strauss se sentó junto a mi y me saludo, apenas y le contesté. Había algo que me gustaba cada vez menos... Suspiré.

Tal vez había algo no tan tranquilo en mi mirada, o para todos era muy obvio que algo no estaba bien en esos bailes (probablemente no sólo a mi no me gustaba) por lo que Erin Strauss se vio en la necesidad de intentar decir algo que pudiera tranquilizarme...

-Es un jefe, tal vez sólo de unidad, pero jefe... supongo que debe bailar con todas-

-Supongo... aunque con unas más que con otras- dije y termine mi copa de vino.

Ya les había contado cinco bailes, llevaban casi veinte minutos en la pista de baile, hablaban y sonreían, ella no le quitaba los ojos de encima, como era de esperarse, y él la mantenía muy cerca, demasiado cerca para mi gusto y probablemente para el de cualquiera que fuera un poco observador... tal vez el modo en que bailaban era más intimo de lo que debía.

Él era sencillamente perfecto, un hombre maravilloso en todos los aspectos, que me había elegido a mi por sobre todas las mujeres existentes, mi hombre maravilloso, me quería a mi, sin embargo en ese momento me sentía inquieta, casi preocupada... me quería a mi, estaba conmigo... entonces ¿por qué estaba así de cerca de ella?