Renuncia de derechos: No poseo Fairy Tail, pertenece a Hiro Mashima


"Mi Día a Día… entre las Tinieblas"

Capitulo 1

Mi Amigo en el Espejo

Hace 7 años.

Natsu era de 10 años cuando llego a esta casa. Fue traído aquí porque Igneel lo trajo. El niño era consciente, a pesar de su corta edad, que esa casa, era extraña.

Cerca de los límites de la cuidad de Magnolia, o más específicamente a lo más lejos de su ciudad. En una cabaña en medio del bosque. La casa era grande. Hogareña en el primer momento en el que Natsu puso un pie en ese lugar. Algo de lo que se dio cuenta Natsu, era que la casa estaba llena de espejos. Cocina, sala, baño (Obviamente) las habitaciones tenían armario con puertas de espejo que mostraban todo el cuerpo. Para Natsu era la casa soñada. Pensó que podían hacer una hermosa existencia en esas paredes.

Natsu era el mimado de la familia. Siempre estaba sonriendo, siempre dispuesto a prestarte ayuda si lo necesitabas. Era un chico muy amable.

Cuando llego a esta casa. Natsu sintió raro. Se sentía como si lo miraran todo el tiempo. Era extraño, pero inesperadamente no lo encontró desagradable. Igneel era muy amable con él.

Natsu había vivido en el orfanato desde que tenía memoria. No lo sabe. Pero decían que apareció en la puerta del edificio en una noche de lluvia. Por lo tanto, Natsu odia la lluvia. Por ser ese clima donde fue abandonado.

A veces, Natsu escuchaba cosas, susurros en medio de la noche. Nada de qué preocuparse, porque Igneel había dicho que muchos exploradores y campistas pasaban por ahí en las noches o tal vez chicos jóvenes que querían asustar a sus amigas con alguna tonta prueba de valor.

Al estar en un punto donde casi nadie va. No a menos que sea algún campista. Natsu no tenía mucho contacto con niños de su edad, por supuesto Igneel se dio cuenta de eso también. Fue silencioso la mayor parte del tiempo, y mientras Igneel trabajaba. Natsu se quedaba solo en casa. Una vez llegaba de la escuela (Que era un recorrido de 45 minutos) iba directamente a su cuarto. Donde sacaba un cuaderno de dibujo, crayones y lápices para después colocarse frente al espejo. Natsu no era narcisista, o no sabía que significaba esa palabra para empezar. Pero siempre se sintió intrigado por su apariencia.

Era extraño de pies a cabeza. No había visto a nadie con sus características. Su cabello extrañamente de color salmón (Se negaba rotundamente a llamarlo rosa) sus ojos veces era como si cambiaran de color. Desde profundos ojos negros hasta brillante color jade. Era increíble. Sus ojos rasgados parecían feroces, como si fueran a atacar en cualquier momento, pero a pesar de eso eran amables y curiosos. Siempre se aseguraba de limpiar bien sus colmillos anormalmente largos. Natsu era la definición de salvajismo adorable.

Por eso, siempre practicaba dibujo mirándose al espejo. Pero era difícil. Se movía mucho y no podía mantener una sonrisa verdadera. Pero un día, cuando era tarde y el sol comenzaba a ocultarse. Natsu miro a su reflejo y un poco molesto le dijo.

"Por favor quédate quieto Natsu"

Acto seguido su reflejo se quedó paralizado. Natsu se sorprendió muchísimo. Movió su mano para ver si eso era real. No se movió. Pero le servía, estaba quieto.

"¿Puedes sonreír?" Pregunto mirando a su reflejo.

Su reflejo obedeció. Sonriendo ampliamente mostrando sus colmillos. Natsu rio, ahora podía dibujar mejor. Coloreo felizmente, sin ser consciente que su reflejo lo miraba con el ceño ligeramente fruncido. Pero cuando Natsu regresaba su vista hacia su reflejo este cambio a una sonrisa radiante.

"Natsu"

El peli rosa levanto la vista de golpe. Mirando a su reflejo con los ojos abiertos en estado de shock.

"¿Acabas de…?"

"Natsu, es hora de la cena" Igneel entro en la habitación del niño. Los dos Natsu se regresaron hacia el hombre. El reflejo hacia su trabajo, ser un reflejo, nada más que un espejo. Natsu no le dio importancia y se levantó felizmente a comer. Que comerían hoy? Ya no podía esperar más por alimento! En Natsu bien alimentado era un Natsu obediente y feliz.

Ese fue el primer encuentro.

Desde esa vez, Natsu no pudo hacer que su reflejo volviera a quedarse quieto.

Un día mientras Igneel estaba trabajando. En un fin de semana. Natsu estaba jugando fuera de casa. Estaba pateando una pelota. Era divertido a pesar de estar solo. En un momento pateo demasiado fuerte mandándola el bosque. Natsu miro a su alrededor inquieto. Su pelota se fue lejos de los límites que tenía donde podía jugar.

No era que fuera cobarde, pero es que… a veces podía o no podía ver serpientes por ahí y Natsu no quería ser mordió. Se mordió los labios.

"Quiero mi pelota" Pequeñas lagrimas se avecinaron por la esquina de sus ojos. Esa era la pelota que Igneel le dio, se enojara con él por perder el juguete que le costó dinero.

De repente la pelota regreso por si sola. Natsu miro boquiabierto, como fue que…? Un viento frio llego desde atrás, cuando Natsu se volteó, miro a su reflejo en la ventana. Este estaba lejos, muy lejos, casi pensaba que no era su reflejo, pero el pelo rosa lo delataba. Su reflejo lo saludaba felizmente. Natsu sonrió, no sabía cómo, pero su reflejo de alguna forma regreso su pelota.

¡Pip! ¡Pip!

Se volteó a ver a Igneel viniendo por el camino en su auto. Igneel sonrió al ver niño. Natsu era demasiado lindo para su propio bien. A este paso tendría que vestirlo de monja para que nadie intente nada con su pequeña flama de felicidad. Pero, de repente, el auto acelero. Como era posible? Esta chatarra se averió otra vez?

Freno de golpe. En frente de la casa. Miro a Natsu, lo veía de forma curiosa, como si se preguntara que estaba haciendo. Pero lo que le llamo la atención. Fue la persona al lado de Natsu. No junto al peli rosa literalmente. Sino más bien en la ventana.

Natsu, de alguna forma, estaba al lado de Natsu. Pero ese Natsu, era diferente. Levanto la mano cuando Natsu no estaba haciendo nada. Que fue eso? No tiene sentido. El reflejo movió su mano, con un dedo señalándolo. Movió su mano abajo, después hiso dos movimientos inclinados, uno opuesto al otro para después bajar su dedo. Lo siguiente fue que señalo su dedo arriba y luego abajo, para después hacer un círculo con el dedo.

Mío…

No era necesario ser un genio para saber que ese reflejo, se refería a Natsu como suyo, su posesión.

El reflejo puso su mano en frente y el auto se encendió de repente. Igneel miraba temblando a ese reflejo, luego el reflejo movió su mano en dirección a un árbol.

El auto acelero. Igneel ignoro el reflejo y sujeto el volante fuertemente, pisando el freno. Pero todo era inútil, el auto acelero hasta que Igneel uso el freno de emergencia. Se detuvo a solo escasos metros del árbol. Su corazón latía fuertemente. Su respiración era agitada, temblaba por todo el cuerpo. Se sentía… frio, frio como nunca antes ha tenido.

El reflejo!

Igneel salió de golpe en dirección a su hijo con el corazón en la mano. Natsu estaba mirándolo asustado, mirando desde el auto a Igneel con miedo. Porque Igneel trato de chocar el auto? Natsu sabía algo de sí mismo, podía oler cosas, desde pequeño tenía el inusual talento de oler desde migajas al otro lado de la habitación hasta sentimientos. Como la rabia, furia, y… el miedo.

Igneel olía a miedo, miro a Natsu y después a su reflejo, parpadeo. Natsu se miraba completamente normal, nada como lo que vio antes. El reflejo seguía siendo eso, un reflejo. Habrá sido su imaginación?

No.

Fue demasiado real.

Nada como su imaginación podía hacer que su auto se moviera por sí solo. Además, tal vez fue debido a que no ha dormido bien en estas noches. Tener un niño estudiando, alimentarlo, vestido no era gratis, Natsu era enfermizo, su cuerpo era débil. Eso, eso debió ser. Su cansancio.

"Natsu. Vamos adentro" Dijo mirando más calmado.

"Si papá"

Dejaría el auto ahí por ahora. En este momento, solo quería sentarse en su cómodo sillón de la sala y relajarse viendo a Natsu admirando los dibujos animados.

Igneel olvidaría lo que paso. Fue solo su imaginación, el cansancio y ese tonto auto que se averió.


Luego de ese acontecimiento, Igneel noto cosas.

Primero, Natsu no hacía ningún esfuerzo en hacer amigos, siempre se encerraba en su cuarto. Reía sin razón aparente. Siempre que lo miraba a escondidas el niño miraba a su reflejo en el espejo con su cuaderno y coloreando.

Un día miro su cuaderno, para saber que dibujaba el niño. Muchos eran de su cara, e Igneel esta impresionada por los dibujos de su hijo, tenía talento. Luego de sentarse en cama de su hijo y pasar página por página, hubo un dibujo en particular que le llamo la atención. Natsu estaba tomado de la mano con una niña. De vestido blanco, cabello amarillo y ojos cafés. Igneel estaba confundido. Natsu tenía una amiga? Y si es así… porque no se lo dijo? Porque mantenerlo en secreto?

Una noche, en particular. Cuando Igneel miraba las cuentas y se partía la cabeza en como saldría este mes. La risa de Natsu lleno sus oídos desde su habitación.

Igneel sonrió, un niño no es gratis, pero en momentos como este, valía la pena.

El hombre saco un collar con colgante desde su camisa. Abrió el colgante y en medio había una imagen. Igneel, una mujer y un niño. Sonrió tristemente, su familia, su verdadera familia, a la que un pudo proteger. Miro a su hijo. Cabello rojo con ojos feroces pero amables con una enrome sonrisa. Ese niño, el verdadero, al que siempre amara.

Igneel sabía que Natsu era un reemplazo. Por el enorme parecido, en un principio creyó que era su reencarnación. Pero negó con la cabeza, Natsu era Natsu. Su verdadero hijo murió en brazos de su madre hace no mucho tiempo. Natsu tenía un propósito. Llenar el vacío que dejaron su hijo y esposa. Sabía que era egoísta. Usar al niño como reemplazo. Pero no pudo evitarlo, en el momento en el que vio al niño, se enamoró a primera vista. Las mismas voces, las mismas apariencias, la misma voz, incluso el olor. Como no querer al niño si es prácticamente una copia perfecta de su niño amado?

Igneel suspiro, ya debía superar aquellos acontecimientos. Natsu no se merecía ser usado como reemplazo, pero… no tenerlo cerca también era una tortura. Igneel se odiaba por eso. No quería dejarlo ir, era como dejar que su hijo se vaya de nuevo.

"¡Waaahhh…! ¡Waaahhh! ¡Papá!"

El grito de Natsu y sus lloriqueos sacaron a Igneel de su mundo de sueños. Corrió rápidamente hacia el cuarto de su hijo.

¡CLACK!

En el momento en el que entro en el cuarto del niño miro al peli rosa agarrándose el cuello, liquido rojo goteando desde sus dedos.

"Oh… Oh dios mío"

Rápidamente quito las manos del cuello y miro una cortada irregular. La sangre seguí saliendo y reacciono. Llevando a Natsu al cuarto de baño. Sacando el botiquín de primeros auxilios.

Después de curar a Natsu y hacer que este se durmiera. Igneel comenzó a limpiar la sangre regada en el suelo, desde el baño hasta la habitación de Na…

Aléjate o te mato

Se llevó una mano a su boca. Sus pupilas se dilataron con miedo. Ahí, parado, en el espejo, Natsu sostenía una tijera ensangrentada. Sangre corriendo desde la herida en el cuello. Se podía ver que sus dedos tenían sangre. La sangre con la que escribió ese mensaje en el espejo.

"¿Quién… eres…?" Logro preguntar entrecortadamente.

El reflejo llevo la tijera a su mano. Y corto la muñeca. Oyó a Natsu gemir en su sueño y volteo a verlo en estado de shock. Un corte en la muñeca. Justo como lo que hiso el reflejo ahora mismo.

Volteo a ver al reflejo y ahora había un nuevo mensaje escrito con sangre.

Aléjate de él Me pertenece

Después de eso, todos los espejos desaparecieron de la casa Dragneel. Pero aun así, siempre estaba esa cosa. En los charcos, en el reflejo de la ventana. Vigilándolo día y noche.

Igneel se odio por esto, día y noche. Porque ahora… o se alejaba de Natsu, o dejaba que esa cosa hiciera lo que quisiera con su niño. Lo odiaba, se odiaba y odiaba a esa cosa. Porque lo alejo de lo que más amaba.

Esa cosa siempre dejaba mensajes, recordándole mantener su distancia. No actuar demasiado cariñoso y por sobre todo.

Que este sea nuestro secreto

Igneel no era tonto, sabía que eso de mantenerlo en secreto era en silencio una amenaza de que si hablaba quién sabe qué pasaría con Natsu.

Trato de todo, llevarse al niño a otro lado, un hotel otro país, pero siempre, ese reflejo o lo que sea, estaba ahí y les ordeno regresar. Igneel no podía negarse, no cuando la vida de su pequeña flama estaba en juego.

Así que con el corazón encogido, si quería que Natsu no recibiera daño. Debía hacer lo impensable.

Alejarse de Natsu.


El espíritu o sea lo que sea esa entidad paranormal en la casa Dragneel no se quedaría satisfecho con que solo el padre ignore al niño. No, él o ella quería algo más. Destruir los lazos que unen a los dos seres humanos.

Tener control sobre el hombre fue muy fácil. Aunque tuvo que herir al niño. No importaba, la salud y bienestar del niño poco importan. Lo único que importa es que el niño le pertenece. Y nadie podrá quitárselo.

Antes muertos ellos que dejar al niño dejar la casa.


Natsu, de 15 años ahora, escribía rápidamente en hojas, mirando intensamente a la computadora portátil frente a él. Hoy le dejaron una tarea de investigación y Natsu no podía estar más hiperactivo por ello. Hoy iba a salir con su mejor amigo, el idiota de Gray a ver una película. Pero con la tarea que dejo a última hora, o iba con el azabache o se quedaba para hacer el trabajo pacientemente.

Si la respuesta es obvia. Natsu estaba feliz, Gray puede que sea de un grado superior pero aun así es divertido pasar el rato con el chico mayor. Además los amigos de Gray lo trataban como el "bebe" del grupo. En primer momento estaba furioso por ser tratado así. Pero después descubrió que ser el "bebe" del grupo no era tan malo. Si las chicas lo abrazaban cada cinco minutos con el pretexto de que él es muy lindo (Palabras de las amigas, no suyas) además los chicos mayores lo "Consentían" de más. Tiene hambre? Le ofrecen una hamburguesa o emparedado. Tiene sed? Bebidas, jugos eran puestas en sus manos. Quien se quejaría si recibe todo eso?

Natsu y Gray se conocieron cuando Natsu estaba en su peor momento. Dicho acontecimiento paso hace un año, cuando Natsu tenía 14 y Gray 15.

Un día, mientras hacia la limpieza de la casa (Porque Igneel trabaja hasta tarde y alguien tiene que arreglar ahí) noto que su reflejo lo miraba. Esto ya era normal. Se acostumbró a ver su reflejo pasearse por los espejos de la casa como si otra persona fuera. Siempre le sonreía, si quería algo, se lo traía. Además aprendió que tienen una especie de conexión psíquica o algo así, porque este le avisa si Igneel viene de regreso o si sale de casa.

La entidad en el espejo le quería. Natsu noto eso cada vez el su reflejo empañaba el vidrio y le dibujaba un corazón. Natsu se sintió cálido por dentro. Tenía a alguien más además de Igneel junto a él. En los días en que Igneel se mantenía lejos, su reflejo lo acompaña.

Pero bueno, regresando a la historia. Mientras limpiaba, su reflejo como que estaba juguetón o algo, porque dejaba caer objetos. Natsu se sintió levemente irritado porque era él quien tenía que limpiar. Primero fue el la sala, donde dejo caer una lámpara. Irritado la levanto y escucho el ruido de algo cayendo en el pasillo. Con una vena palpitante en la sin camino hasta el pasillo que daba paso a las escaleras. Recogió un cuadro donde estaba Igneel y él con cañas de pescar y un pez en el anzuelo. Otro ruido se escuchó en el estudio de Igneel.

Con un suspiro, camino hasta el estudio. El lugar… no estaba del todo limpio que digamos. Sin embargo. Lo que vio en el escritorio le llamo la atención. Frente al escritorio había un espejo, eso era normal. En cada habitación tenía que haber un espejo. Pero eso no era importante, lo que le llamo la atención fue que se reflejó continuaba señalando la gaveta. Natsu sabía que esa gaveta era privada, ahí Igneel guardaba cosas de valor, como su chequera, su medicina (Porque a veces le dolía realmente la cabeza) además, estaba cerrada con llave. Como se suponía que podría abrirla sin la llave?

Su reflejo le contestó esa pregunta.

La gaveta se abrió de golpe, asustando a Natsu. Miro a su reflejo molesto. Pero este levanto un libro. Claro, como era un reflejo, obviamente tomo el reflejo del libro, pero cuando lo tomo el real se elevó como si lo sostuvieran.

Natsu, siendo curioso aun a su edad. Tomo el libro. Era un diario. Miro a su reflejo, preguntando en silencio que quería con el libro. El espejo se empaño. Y letras aparecieron.

Léelo

Era una simple orden, pero esto pertenecía a Igneel. No podía meterse en la privacidad de su padre. Le debía mucho al hombre, lo saco del orfanato, le dio alimento, un techo, vestimenta, que más no le ha dado? Pero aun así, su reflejo ordeno que lo leyera.

Algo que era autoridad aquí, en la casa Dragneel era que lo que el reflejo decía, se hacía. De lo contrario si desobedeces tu reflejo se auto-lastima y todo daño que le hacía era reflejado en el cuerpo real. Por eso Natsu tenía una cicatriz en su cuello. No quiso volver a revivir esa experiencia así que se sentó, abrió el diario y comenzó a leer. Sin darse cuenta de la mirada diabólica e su reflejo.

Pasaron las horas y llego la tarde. Igneel iba de muy buen humor hoy, son espejos locos, un aumento en su trabajo, la vida era buena.

Entro en su casa después de estacionar el auto en el garage. (Porque tienen uno) se encamino hacia su habitación. Pero de repente, unos sollozos lo hicieron parar en seco. Y esos sonidos, provenían de su estudio.

Entrecerró los ojos al ver al espejo de la entrada a su lado, mirando a su reflejo que le sonrió diabólicamente, para luego mirarlo seriamente. Era una orden silenciosa. Igneel tenía los ojos de un pez muerto. Era hora de confrontar a su hijo.

Entro en su estudio y ahí vio a su hijo, con un diario en sus manos, con lágrimas cayendo de su rostro como un rio.

"Veo que has encontrado mi diario…" Su voz, estaba vacía… "Ahora que sabes esto, ¿Qué vas a hacer? ¿Odiarme? ¿Despreciarme? O tal vez… ¿Rendirte ante este…" Miro al reflejo de Natsu, sonriendo como si hubiera ganado algo. "…demonio?"

Natsu no dijo nada. Pero sus ojos… estaban muertos.

"Ya sabía que algún día tendría que decírtelo. La verdadera razón del porque te adopte. Aunque sinceramente en realidad esperaba que nunca llegáramos a esto. no quería verte en esta situación sin embargo" Miro al reflejo. "Parecía que alguien no podía quedarse quieto mucho tiempo, pero… Me alegro que lo hiciera en este momento, porque aunque te enteraste de la peor manera, ahora que lo sabes y en una edad donde puedes razonar por ti mismo, espero que podamos hablar de esto"

"Papá…"

"¿Hum?"

Natsu se levantó de golpe con su puño apretado en dirección a la cara de Igneel, más sin embargo esto lo esquivo.

"¡¿Cómo demonios pretendes que pueda asimilar esto?! ¡No soy ningún genio de mierda! ¡¿Me estás diciendo que toda mi vida contigo era una farsa para que tú sintieras otra vez a tu hijo muerto?! ¡¿Cómo puedes ser tan egoísta?! ¡En el orfanato era horrible, aquí es horrible! Cuando sentía que alguien por fin me quiso cerca era solo para ser el reemplazo de alguien que perdiste. ¡Tengo que esforzarme al máximo para cumplir tus expectativas y trabajar duro para no ser una carga! ¡Pero desde hace mucho tiempo continuabas alejándote y yo quería tu reconocimiento, pero solo soy un reemplazo! ¡Ignore a todos en la escuela para concentrarme en mis estudios y hacer que te sintieras orgulloso. Por eso no deje que otras personas se metieran en mi camino para hacerte feliz! Pero desde ese incidente con tu auto continuabas siendo extraño, antes me hablabas a diario, me abrazabas, me hacía muy feliz pero luego cambiaste y me dolió! Yo... yo… ¡Argh ya ni siquiera sé si tengo que estar triste o enojado contigo!" Se pasó la mano por su ojos tratando de secar las lágrimas, pero estas no se detenían!

"Natsu…" Quería acercarse y abrazar al niño, pero ese reflejo lo detuvo, al ver que caía sangre del brazo de Natsu, probablemente este no se dio cuenta. Pero el reflejo le recordó que tenía que hacer. Frunció el ceño y con el corazón encogido dijo. "Entiendo que te sientas frustrado y confundido. Al ser el único responsable por hacerte pasar por todo eso, quizás sería incorrecto de mi parte actuar paternal y disculparme. Voy… voy a estar fuera por un rato. Tomate tu tiempo para pensar. Volveré pronto…"

Al oírla la puerta cerrarse y que los pasos se hacían cada vez más lejanos. Natsu se quedó en silencio. Ese… ese… padre idiota. Nuevas lágrimas cayeron de sus ojos. Ya no importaba, solo era un reemplazo. El chico Haru, el hijo muerto de Igneel, no sabía como pero eran tan parecidos, mental y físicamente que dolía. A los ojos de Igneel, Natsu solo es un reemplazo, un sustituto para llenar al vacío que dejo Haru.

Natsu no podía soportarlo más. Corrió, golpeo todo lo que estuviera en su camino.

Corrió y corrió hasta salir de su casa, podía aun llamarla su casa? Ya nada tiene sentido, al saber que tu vida es un engaño. Utilizado para el bienestar de otro. Como se supone que debería sentirse respecto a esto? ira? Furia? Miedo? Tristeza? La mente de Natsu estaba en blanco, nada racional pasaba por su mente, solo las palabras escritas en el diario de Igneel.

Natsu se sentó en el borde de la calle. Había llegado al asfalto en su carrera por escapar. Nadie estaba ahí, nadie podía verlo, quien vería a un reemplazo de todos modos? Ni se dio cuenta de que comenzó a llover.

Gracioso, el cielo llora. Era porque estaba tan triste y sumiso en sus pensamientos que el clima comparte sus sentimientos? No le importaba. Ya nada le importaba al peli rosa. Debía escapar y alejarse de Igneel? Regresar al orfanato? Aunque tenía 14 todavía no era legal que un menor tuviera un trabajo. Si tuviera un trabajo podría ganar su propio dinero y conseguir un lugar donde quedarse, para ya no regresar a esa casa. Pero dejar a Igneel…

"¡Argh sal de mi cabeza!" Grito sujetándose el cabello rosa con ambas manos.

Incluso ahora sigue pensando en Igneel!

Como era posible que se preocupara aun de Igneel si lo uso?! Acaso inconscientemente Natsu se puso la orden de no irse del lado de Igneel y obedecerle en todo solo para hacerlo feliz? Incluso ahora aún está pensando en la felicidad de Igneel?! Donde queda la suya entonces?

No tenía la respuesta. Simplemente no la tenía. Qué hacer cuando tu vida es un engaño y eres utilizado por otros? Nuevas lágrimas cayeron de sus ojos. No de tristeza, no de enojo, ni mucho menos de felicidad, estas lágrimas eran.

Lágrimas de impotencia.

Qué hacer? Qué hacer con su vida ahora?

"¡No se… qué es lo que tengo que hacer!" Se encogió, tratando de guardar un poco de calor. Buscando algún consuelo en su vacía vida. "¡Ya no sé nada! ¡Alguien… que me ayude! ¡Díganme que es lo correcto!"

Quien iba a querer escucharlo? A este objeto reemplazable. A esta herramienta rota que perdió su propósito.

"Destrúyelo todo…"

Los ojos del peli rosa se abrieron de golpe. Esa voz, en su cabeza? El agua corría por sus pies, pero a pesar de eso, su reflejo en el agua era tan claro como un espejo. Ese era él? Con esos ojos brillando de color rojo?

"Mata a aquellos que te han causado dolor"

Su reflejo, le estaba hablando a él? Pero está lejos de casa, no debería poder estar aquí. Pero… está aquí, a su lado, dándole apoyo…

"Confíame tu alma Si lo haces, te salvare de tu sufrimiento"

Los ojos de su reflejo brillaron de color rojo. Color y brillo que se reflejó en Natsu. Bueno, ya no importaba nada, se lo dejaría todo a su reflejo, el único que ha estado a su lado todo este tiempo.

"Eso es Así está bien. Ven hacia mi Ahora, quédate a mi lado y yo no me alejare del tuyo…"

Los truenos rugían en el cielo. Como si fuera una advertencia de Dios que le decía que no escuchara a su reflejo. Pero quien necesita a un Dios que lo manda con un hombre que lo utiliza para su propia felicidad?

En algún lugar recóndito en su mente, Natsu sabía que esto estaba mal. Pero qué hacer? Él ya no tiene ninguna conexión con nadie. Este solo. Solo en este mundo tan injusto. Si se rendía con su reflejo… podía librarse de este dolor verdad? Podía regresar a esos tiempos donde nada importaba solo su felicidad. Verdad?

Un trueno retumbo fuertemente en sus oídos y el cielo se ilumino por el rayo.

¡SPLASH!

El chapoteo de la corriente en sus pies lo regreso a sus cinco sentido. Y también… porque ya no llueve sobre su cabeza?

"Yo, chico"

¿Eh? Una voz?

"¿Qué estás haciendo aquí con esta lluvia y sin abrigo? Vas a resfriarte"

Natsu miro unos zapatos frente a él. Zapatos frente a él significa que alguien está frente suyo. Levanto la vita un poco. Miro a una mano extendida hacia él. Vacilantemente la tomo, al levantarse se dio cuenta de la persona que lo cubría de la lluvia. Cabello negro azabache en punta ligeramente mojado. Ojos azules tormentosos, justo como estaba el cielo hace poco antes de que comenzara la lluvia. El uniforme de Yōsei Gakuen (Academia de las Hadas) fue lo que lo reconoció como estudiante de ese instituto. Una mochila colgando de su brazo y una sombrilla azul marino en su otra mano.

"¿Estas bien? Parece que has visto un fantasma. Ugh… ¿no quieres abrigarte? Ven, vamos a un lugar seco"

.

.

.

.

"Quien es este tipo?"


Fin del Capitulo 1