Este fic participa en el Minireto de Noviembre para el "Torneo entre Distritos en la Arena" del foto "Hasta el final de la Pradera". Ningún personaje me pertenece, ya quisiera T.T
*** PESADILLA
Lo primero que me golpea es el hedor. No sabía donde estaba ni como había llegado aquí. Tenía miedo. No quería estar aquí y en un arranque de pavor intenté ponerme de pie para salir corriendo.
–No te pares –dijo una voz que no podía identificar.
–¿Quién dijo eso? –pregunté alarmada.
–Yo –respondió. –No quise asustarla señora, pero no debería levantarse. Se va a lastimar.
–¿Lastimar?
–Sí. La encontraron donde explotaron las bombas. Intentaron curarla pero como verá no hay mucho que hacer aquí por nadie.
No quise oírla más después de eso y observé a mí alrededor pensando que debía de ser una mentira. Estaba en el suelo o casi, solo una manta nos separaba. Tenía agujetas y heridas mal tratadas por todo mi cuerpo. En el lugar había un mar de personas, muchísimas, pero igual o peor que yo. Heridos y muertos compartíamos el lugar. A mí alrededor todo era destrucción. Tenía que ser un sueño o más bien una pesadilla.
Un niño se acercó de pronto y se sentó junto a la chica.
–Él es Eddy, mi hermanito –dijo pero el niño salió corriendo–. Disculpe, no habla mucho desde el día que… Bueno, el día que nos quedamos solos –explica aunque no tenía por qué hacerlo.
De la nada, hombres armados cubrieron todo el lugar. Hombres y mujeres con cámaras se les unieron. Nadie entendía nada y el miedo volvió. Todos estábamos esperando que cosas malas pasaran pero en su lugar algo bueno sucedió.
Las caras de todos se iluminaron con su sola presencia. Katniss Everdeen había llegado. La veía pero no podía creerlo. Lucía imponente, hermosa y tan real como nunca antes.
La chica que me había hablado estaba impactada, tanto que en un momentito de valor fue la primera en hablar.
–¿Katniss? ¿Eres realmente tú?
–Sí, soy yo.
–¡Estás viva! No lo sabía. ¡La gente decía que lo estabas, pero no lo sabíamos!
–Me sentí bastante mal. Pero creo que estoy mejor. Al igual que tú –dice pero se nota que lo último fue por compromiso o por no saber que más decir.
–¡Tengo que decirle a mi hermano! –Grita intentado pararse-. ¡Eddy! ¡Ella está aquí! ¡Es Katniss Everdeen!
El niño que antes corrió lejos de mí se acerca con pasos temerosos, pero a ella la mira como si creyera que está soñando. Katniss, camina hacia él y lo acaricia como si fuera su hermana.
Todos hablan y gritan de entusiasmo. Katniss está aquí, la líder de la revolución estaba con ellos. Algunos creen que es ilusión, otros que todo su esfuerzo ha valido la pena. Ella camina entre las personas heridas, toma algunas manos y habla con algunos otros. Ella es la inspiración. Ella tiene el poder sobre Panem que Coin y Snow nunca tendrán.
Cuando todo termina, Katniss se despide de nosotros y se marcha con todo su equipo.
–¿Puede creerlo, señora? ¡Ella está viva! –Vuelve a decirme la chica.
–Si, lo creo –digo como respuesta.
Todo pasa demasiado rápido: la primera tanda de bombas, los gritos y las personas corriendo. Tan rápido como llegó la primera la segunda llega. Explosiones por doquier y agonía. Y en el momento que siento las llamas en mí sé que todo esto es culpa mía…
–¡Suzanne! Despierta.
–¿Qué sucedió? –pregunto cuando me doy cuenta que estoy en mi habitación.
–Gritabas que te quemabas y que Eddy corriera. ¿Quién es Eddy? –cuestiona pero no respondo porque aunque para él no son reales, para mí sí. Y ese es el nombre de una de las tantas personas que asesiné con tinta y papel.
