Amor sincero

-¡Ahí esta chicas!-gritaba una joven a su grupo de amigas mientras apuntaba a un chico.

El "chico" no era nada mas ni nada menos que Kagami Taiga, un joven de 17 años, alto, con peinado poco común y de buen parecido

-¿No creen que es muy guapo?-murmuro una del gran grupo

– Si, pero nadie supera a Kise -dijo otra

Para la mala suerte de Kuroko, había escuchado al grupo de chicas, a el no le gustaba que las mujeres fueran tras los hombres solo por su atractivo y además Kagami-kun era mas lindo, inocente, tierno e inteligente que Kise (según el). Solo que nadie se daba cuenta , pero el lo sabia, si no lo fuera no hubiera sido el, el que le ayudo en aquel dia

-FLASH BACK-

Se retorna en un dia lluvioso, Kuroko estaba totalmente enojado, aunque no expresara nada facialmente lo estaba – ¡En el tiempo solo dijeron que habría nubes!- pensó, en ya no podía salir de Seiren hasta que se detuviera la lluvia, pero solo con mirar se notaba que no pararía nunca. Estaba angustiado, tendría que caminar con la lluvia empapándolo de pies a cabeza – menudo dia de mierda – susurro para si mismo. Empezó a caminar a la salida cuando de repente una mano agarra su hombro. Se sorprendió ¿Cómo alguien lo pudo ver?, se giro y se encontró con unos hermosos ojos carmesí mirándolo fijamente, el peliceleste se estremeció ¿Cómo una persona tan llamativa y hermosa puede verlo?

-¿Qu…que pasa?- pregunto Kuroko confundido y nervioso

-¿No tienes paraguas?-Le pregunto el de ojos carmesí

-No….- respondió casi en susurro. Despues por reflejo agarro un objeto que le lanzo el mas alto - ¿Un paraguas? –

- Quédatelo, a mi no me importa mojarme – sintetizo el mas alto

- Gracias…¿cu..cual es tu nombre? - pregunto curioso el pequeño

- Soy Kagami Taiga – dijo el ya conocido – ah… que bello nombre – pensó Kuroko en sus adentros

- Yo soy Kuroko Tetsuya – dijo rápidamente

- Oh… que lindo nombre – Despues de decir eso se fue con la lluvia cayendo en sus suaves y finos cabellos rojizos.

Desde ese dia Kuroko que flechado del amor

- FIN FLASH BACK -

- Ese es el recuerdo mas preciado que tengo, pero lo único mal es que… ¡ahora no puedo dejar de verlo!¡es su culpa por ser tan jodidamente hermoso! Me veo como un psicópata – pensó el peliceleste. Estaba detrás del grupo de las estúpidas chicas en la cancha de básquet, y por supuesto, espiando a Kagami, a Kuroko ya se le había hecho la costumbre de mirarlo a lo lejos, a veces se acercaba mas para ver sus hermoso ojos rojos, en esos momentos agradecía por ser invisible.

Ese "trabajo" diario siguió por dos meses, hasta que un dia un "pequeño" incidente que ocurrió.