SAGA

La Gema Sangrienta


Libro 4

El despertar del demonio.


Capítulo 1. Tras las cenizas.

El mundo es cada vez más oscuro y deprimente, tras haber pasado ya más de 5 meces desde aquella trágica noche en donde solo se derramo la sangre de inocentes al por mayor, esta marca sigue latente en los corazones de los habitantes de Equestria, los ponis ahora son desconfiados y temerosos, aquella inocencia que estos siempre presentaban en sus corazones para alegrar su vida y la del prójimo cada vez es menor, muchos niños murieron en muy poco tiempo, muchos soldados valerosos, y sin mencionar que también casi pierden a dos de sus preciadas princesas.

Ponyville ahora es un pueblo fantasma, no más que cenizas y ruinas son lo que antes era un alegre y colorido pueblito, aquellas calles que eran habitadas por docenas y docenas de alegres ponis, aquellos en donde se organizaba el mercado, la plaza central y las vías del tren que iban y venían cientos de ponis de toda Equestria, ahora no eran más que tristes y decadentes caminos sin más presencia que escombro y ceniza, cuyo viento al soplar levanta el polvo provocando que una nube gris cubra lo que queda del pueblo, no había nada por que venir, los ponis abandonaron este sitio hace mucho tiempo, y aun cuando se les ofreció reconstruir el pueblo, la mayoría de los habitantes se dispersaron a otras ciudades de Equestria, nadie quería regresar a una tierra que solo era el blanco de calamidades y muerte, dejar atrás casi 100 años de historia en el olvido absoluto, dejar la tierra donde muchos nacieron y crecieron en busca de un sitio más seguro y tranquilo.

Entre estas tristes y abandonadas calles se encontraba un pequeño grupo de 5 ponis y un dragón, recorriendo con nostalgia y tristeza estos caminos de dolor y muerte.

-no puedo creer que esto sea todo lo que quede de Ponyville….- murmura una pegaso azul cielo, de crin arcoíris con bastante melancolía.

-mi abuela y su familia vinieron a estas tierras para convertirlo en un hogar…. si aún estuviera con vida… no…. No…..- exclama una poni naranja mientras empezaba a llorar y en eso un gran poni rojo la toma y la abraza para consolarla- no…. Estoy bien… de todos modos gracias Big Mac-

-será mejor que nos apresuremos Applejack- murmura la pegaso arcoíris.

-denme solo un minuto…- Responde Applejack algo dolida.

-ustedes adelántense- murmura Big Macintosh.

-entonces nos veremos aquí antes del atardecer ¿cierto?- dice el dragón.

-Si Spike…- murmura una pegaso amarilla con un tono poco audible- quisiera regresar a casa y ver si encuentro algo que…. Rainbow… ¿podrías acompañarme?-

-claro Fluttershy… yo también quiero regresar a mi casa de todos modos...-

-okei...- murmura la pegaso amarilla con una ligera sonrisa.

-Muy bien y yo iré con…. ¿Dónde está Starlight?- exclama el dragón al ya verse solo en la plaza, pues ya el resto se había dispersado.

Más tarde en Sweet Apple Acres, se encontraban Applejack y Big Macintosh en la entrada de lo que antes era su hogar, pese a todo el castigo del abandono y los incendios que azotaron el pueblo, gran parte de la casa de Applejack y Big Mac estaba en mejores condiciones que la mayoría de las edificaciones del pueblo, sin embargo no se podía decir lo mismo del resto, la mayor parte de su cosecha estaba incinerada, al ser alcanzada por el fuego de dragón y sin nadie cerca para intentar apagar los incendios, el fuego termino con la mayor parte de los árboles, los pocos que sobrevivieron al incendio ahora estaban enfermos dado a la sequía y falta de lluvia por estos terrenos.

Applejack no podía resistirlo, era demasiado para ella, no soportaba ver así aquel hogar en el que ella y su familia vivieron por generaciones, aquellas tierras del sueño, todo lo que podían desear lo tenían, mas halla de la sola idea de no volver a respirar el aire fresco y puro del campo y sentir la fresca briza de otoño, para ella era como ver toda su vida, una parte muy importante de su ser, pisoteada y destruida, y no podía hacer nada por salvarlo.

-esos cobardes… no quisieron regresar- murmura Applejack con disgusto mientras se posaba frente a sus decadentes tierras- esta granja es el corazón de todo Ponyville, sé que si hubieran decidido regresar habríamos podido….. podido...- Applejack cae en llanto nuevamente.

-todos perdimos algo esa noche- murmura Big Macintosh con inexpresividad.

-todos perdieron algo…. NOSOTROS LO PERDIMOS TODO…- exclama ella con gran cólera y rabia.

- aun nos tenemos a nosotros- murmura el poni rojo mientras se daba la media vuelta dejando a Applejack sola- aun te queda tu esposo e hijos-

Mientras tanto en los restos del castillo de la armonía, dentro se encontraba Spike merodeando por lo que quedaban de los amplios pasillos, buscando aquella potrilla que debía cuidar y vigilar mientras estuvieran se por estos lares.

-¡Starlight!- exclama Spike mientras caminaba lentamente entre los desgastados pasillos, con el temor de que en cualquier momento el techo se les viniera encima- esa niña…. Le dije que le dejaría acompañarnos siempre y cuando no se alejara de mi… y al llegar… ¡¿Qué es lo primero que hace?!-murmura Spike con disgusto mientras escalaba una pequeña montaña de escombros que lo llevarían a la segunda planta del castillo.

-no puede ser….- exclama Spike al rasparse con un trozo de cristal carbonizado- ¡STARLIGHT! –

Spike llega al segundo piso, y en eso nota que había muchos agujeros por todo el pasillo, por los cuales si no se tenía cuidado uno fácilmente podría caer.

-¡demonios! ¡STARLIGHT SE SUPONÍA QUE NO TE SEPARARÍAS DE MÍ EN NINGÚN MOMENTO!- exclama Spike mientras lentamente daba pasitos por donde él consideraba que todo estuviera estable para caminar, con cada paso que daba, este se aseguraba de que todo estuviera en orden y seguro, siempre que escuchaba un rechinido, por más minúsculo que sea este retrocedía inmediatamente- oh por Celestia, si Twilight se entera que deje que esta niña se aventurara por este lugar tan peligroso me matara- Spike continua su camino hasta llegar a la habitación de Starlight, esperando encontrarla hay, pero para su sorpresa no había nadie dentro, solo los restos de lo que antes era la cama y colección de peluches de Starlight.

-Starlight…. ¡Esto no es gracioso…! si te encuentras dentro por lo menos hazme una señal- murmura Spike mientras salía de la habitación de Starlight y continuaba caminando por los pasillos, hasta que en eso, al final del pasillo diviso un pequeño resplandor sobresalir de lo que antes era la habitación de Twilight y Bast. Spike camina lentamente hasta aquella habitación y finalmente al llegar y abrir la puerta se encuentra con Starlight, sentada en el suelo, dándole la espalda.

-¿Starlight?- murmura Spike.

-como me gustaría regresar el tiempo- murmura la potrilla con un tono inexpresivo.

-Starlight… creo que es mejor que regresemos…. No es seguro estar aquí ahora que lo veo mejor- dice Spike mientras avanzaba hacia ella, y en eso este nota que la potrilla sostenía algo entre sus cascos, Spike se acerca un poco más y divisa un viejo cuadro, y no cualquier cuadro, este era una foto familiar de todos ellos, un antiguo regalo de Discord en el que se plasmaba toda la familia, y el cual, fue lo único en todo el castillo que no sufrió daño alguno tras el devastador incendio que azoto con todo su antiguo hogar. Starlight no hacía más que mirar la fotografía, su mirada no se despegaba de ella ni por un instante, impidiéndole a Spike saber qué es lo que pasaba por la mente de la joven princesa, es entonces que esta nota como una lagrima cae sobre la fotografía.

-Starlight… ven, regresemos con las demás- dice Spike con un tono suave mientras extendía y ofrecía su garra para ayudar a la potrilla a levantarse.

-todo fue mi culpa….-

-¿eh?-

-éramos tan felices…. Una verdadera familia…. Hasta que yo….-

- Starlight-

-Yo tengo la culpa de todo… todo es mi culpa- murmura la potrilla con melancolía.

-por favor no digas eso- murmura Spike mientras se arrodillaba y se ponía a la altura del rostro sollozante de la potrilla- nada de esto es tu culpa ¿Cómo podría serlo?-

-¡todo es mi culpa! ¡Por mi nos separaron por tres años! ¡Por mi Lúthien fue llevada lejos de nosotros! ¡Por mi ella! Ella….- exclama Starlight con melancolía, mientras se desplomaba y Spike la tomaba y la abrasaba- ella… ella…- repetía en un tono poco audible casi llegando a balbuceo.

-no es tu culpa lo que le pazo- murmura Spike.

-pe… pero…-

-¡no es tu culpa!- exclama él -nadie sabía lo que pasaría, ella solo intento protegernos- dice Spike con seriedad- además… si alguien aquí tiene la culpa soy yo-

-pero… ¿Por qué lo dices?-

-a mí se me encomendó cuidarte…. Y no pude hacer nada por sacarte a tiempo…. Tú eras mi responsabilidad… y de no ser por Lúthien… quizás ninguno de nosotros aun estemos aquí-

Starlight se queda callada y mira nuevamente la fotografía con bastante nostalgia y tristeza, esta mira como aquel reflejo de su familia en el pasado se encontraban felices, riendo, jugando, como si no existiera ningún mal en este mundo, aquella alegría que ahora le era casi imposible volver a experimentar. Starlight mira a su alrededor, esta mira todo, y lo que antes era su hogar ahora irreconocible en un mar de cenizas y escombros, nada de lo que era se divisaba ahora, un castillo destrozado y en ruinas solamente.

Starlight se levanta y lentamente camina por el pasillo, aun con el cuadro de su familia en cascos, y se dirige a su habitación, apenas asomándose por la puerta divisa lo que parecía ser los restos de un puñado de osos de felpa, al ver esto esta mira de nuevo la vieja fotografía, enfocándose en la imagen de su padre, luego vuelve a mirar a su habitación e imagina como esta se veía antes, esta imagina una mesita de té en el centro y ella unos 6 años más pequeña sentada en un banquito y a un lado de ella, hincado en el suelo se encontraba su padre, y empieza a tener un pequeño recuerdo de aquellos tiempos:

-papi ¿por qué no te sientas? Hay suficientes sillas y sir sonrisas no le molesta que te sientes junto a el-

-jeje… perdona…. Pero… em… estoy bien así cariño-

-¡yo soy tu princesa y te ordeno que te sientes!-

-em… está bien...- murmura el poni un tanto nervioso mientras se sentaba junto a un peluche de poni payaso- hola risas-

-su nombre es sir sonrisas de los cajones de dulces y globos para fiesta-

-jeje, okei, con permiso Sir Sonrisas- exclama Bast con un tono educado.

-jijiji, él dice mucho gusto- dice la potrilla con alegría- ahora ¿un poco de té?-

-jeje, por favor- dice Bast mientras con su magia levita una pequeña taza de plástico, la potrilla coloca una pequeña tetera sobre la taza y finge que le sirve algo de té en esta.

-muchas gracias mi bella princesa- exclama Bast mientras finge tomar él te, de repente se escucha un rechinido y antes de que Bast pudiera hacer algo cae de súbito al romperse la sillita donde estaba sentado y sin querer pateando el peluche de payaso que estaba junto a él y haciendo que este golpee contra la ventana. Bast se levanta un tanto aturdido, este mira a su hija un tanto apenado y temeroso, la cual lo miraba algo serio. La potrilla mira con disgusto su mesita de te desordenada, y busca con la mirada a su payaso de felpa.

-em… mil disculpes su real alteza…- murmura Bast.

- creo que con quien tienes que disculparte es con Sir sonrisas- murmura Starlight con seriedad, es entonces que la potrilla empieza a reír y Bast le sigue, ambos riendo alegremente mientras desde la puerta los observaba Twilight con una ligera sonrisa en su rostro.

Fin del Flashback.

-papi….- murmura Starlight con gran cólera mientras pensaba en su padre y no lo resiste más y cae en llanto- ¡¿por qué nos dejaste?! Papi... -

-ven… ven… vamos, salgamos de aquí- dice Spike mientras la tomaba y lentamente salían de la habitación y posteriormente del castillo, con únicamente un viejo retrato familiar como único recuerdo de su anterior y alegre vida.

Mientras tanto en Sweet Apple Acres.

Applejack se encontraba en la habitación de sus hijos, recogiendo algunos juguetes y tesoros familiares para llevárselos consigo, cuando en eso llega Big Macintosh quien le pide que la acompañe, Applejack deja por unos momentos sus cosas y camina junto a su hermano hasta llegar al balcón más alto de su casa.

-¿Por qué me trajiste aquí?- pregunta ella algo inexpresiva, Big Mac no hace más que apuntar con su casco hasta la parte más alejada de su granja, Applejack mira en dirección a donde el señalaba y al levantar la vista, esta no podía creer lo que sus ojos estaban a punto de ver, rápidamente sin siquiera decir una sola palabra Applejack corre en dirección a ese lugar tan rápido como sus aun debilitadas patas traseras le permiten, pues aún no se había recuperado del todo desde aquel incidente, pero eso no le importaba, pues sus ánimos y emoción eran tan grandes que no le importaba nada, rápidamente, Applejack corre hasta la única parte de su granja que no fue afectada por los incendios o las posteriores sequias. Applejack continúa corriendo hasta llegar aquellos arboles llenos de vida, al llegar su sorpresa y sentimiento de nostalgia es mayor al ver que se trataba de su cosecha de manzatrúenos, Applejack se posa frente a la cosecha bastante atónita y nostálgica, un fuerte sentimiento de tristeza y alegría empieza a experimentar al ver esos árboles intactos y ahora ya con frutos, aquellas grandes y coloridas manzanas de múltiples colores. Applejack no podía creerlo, aun cuando estos árboles yacían frente a ella, es entonces que esta divisa en el suelo una manzana que no hace mucho callo del árbol, Applejack la toma con bastante cuidado y la mira aun incrédula, es entonces que ella le da un gran mordisco a la manzana y al sentir su delicado y exquisito sabor es cuando se da cuenta de que esto no era un sueño, Applejack abre sus ojos con bastante asombro al experimentar aquel deliciosos sabor y por unos instantes recordar cuando ella junto con su abuela y su hermano las cosechaban desde que eran niños para preparar su famosa y deliciosa jalea, es entonces que una lagrima de nostalgia brota por la mejilla de la yegua quien no pudo evitar soltar una amplia sonrisa mientras miraba la manzana que tenía entre sus cascos.

-es tiempo de cosecha… ¿quieres ayudarme a llevar algunas cuantas?- dice Big Mac.

-SIP- exclama Applejack.

Mientras tanto en las profundidades del bosque Everfree se encontraba Discord merodeando por los alrededores, buscando algo fuera de lo común, pero no encontró más que un inmenso pantano y un aún más grande lago creados tras aquella segunda tormenta que azoto este bosque hace solo unos cuantos meces.

Buscando tras cada árbol, cada roca y rama, se encontraba el Draconequus buscando por todas partes sin cesar, buscando indicios de lo que se llevó acabo hacia unos meces atrás.

-no estoy seguro de lo que paso aquí… pero fue algo muy intenso…. Aun así, veo muy dudosa la relación con lo que paso en Canterlot y Ponyville- murmura Discord mientras de la nada sacaba una pipa y un sombrero de detective, este sopla la pipa y de esta salen una serie de burbujas de chocolate. Discord desaparece en los aires y reaparece en una pequeña isla ubicada en el centro del inmenso lago, este se posa en la isla y contempla su alrededor.

-¿Qué es lo que pudo haber pasado aquí?-

Discord se inca en la isla y encuentra algunas viejas huellas de patas de león, este con su dedo toma un poco de tierra y la lame, poniéndose de pie nuevamente, muy pensativo y serio mientras saboreaba la tierra.

-mmm ¿podrá ser? No ¿o sí? Nop, no lo creo ¿o quizás?- exclama Discord mientras escupía la tierra.

-supongo que ya no tiene caso buscar… si hubiera habido oportunidad de encontrar alguna pista, hubiese sido hace meses.

-esos desgraciados escaparon… y no se ha sabido nada de ellos desde entonces, debí haber venido antes… debí buscarlos… pero… no podía dejar solos a mi familia… y menos en el estado que todos se encontraban- piensa Discord con una mescla de melancolía e ira.

-quizás de no ser porque Fluttershy me pidió que las acompañara no me habría separado de ellos hasta que Celestia despertase y mis hijos se recuperan- piensa Discord con algo de preocupación- tengo que regresar con ellos-

Discord se eleva en los aires y en solo unos instantes este se encontraba en el punto más alto del cielo en donde él podía divisarlo todo- será mejor que me apresure, tengo que regresar con ellos, de todos modos les dije a Fluttershy y sus amigas que iría por ellas antes del atardecer y que no las esperaría- piensa este mientras miraba a Ponyville a lo lejos.

Mientras tanto en la casa de Fluttershy, se encontraba sobrevolando Rainbow Dash, la cual luego de ir rápidamente a su casa para preparar sus cosas esta fue de regreso con Fluttershy para ver si había encontrado lo que venía a buscar.

-Fluttershy… - murmura Rainbow Dash algo preocupada.

-solo encontré algunos álbumes de fotos, varios platos y algunas casitas para aves-murmura la pegaso con algo de melancolía.

-bueno… ¿quieres que te ayude a seguir buscando?- pregunta Rainbow Dash un tanto preocupada e incómoda.

-no está bien…. parece que… no hay nada más….- murmura la pegaso amarilla con melancolía.

-está bien, em… ven, ya prepare mis cosas, vamos por ellas y regresemos con las demás-

-si…. Solo….- dice Fluttershy pero en eso esta se queda callada y rápidamente voltea.

-¿Fluttershy? ¿Pasa algo?- murmura Rainbow Dash pero en eso está ve a Fluttershy corriendo de repente, Rainbow la sigue, hasta que de repente la pegaso amarilla se detiene y toma algo entre el suelo y lo abraza con fuerza.

-¡te extrañe mucho! ¡no sabes cómo me tenías de preocupada!- exclama Fluttershy mientras sostenía entre sus cascos a un pequeño conejo Blanco- ¡Ángel! ¡No vuelvas a asustarme así! Me tenías muy preocupada- exclama ella mientras le daba de besitos al conejo.

-si… veo que esa bola de pelos sobrevivió- murmura Rainbow Dash con disgusto, esta da un suspiro y deja a Fluttershy y el conejo, este último mira como Rainbow Das se daba la vuelta.

-¡no te separaras de mi otra vez!- exclama Fluttershy, el conejo se ríe y un brillo dorado brota de sus ojos mientras lo hacía.

Rainbow Dash camina por los escombros de la casa de Fluttershy, y busca un lugar para sentarse, es entonces que esta divisa algo en el suelo, parecía ser una huella de lobo, la pegaso arcoíris se acerca un poco y divisa un largo cabello rosado sobre la huella, Rainbow la toma algo curiosa y mira detenidamente el cabello.

-rosa….- murmura Rainbow mientras voltea a ver a Fluttershy y lo compara de reojo con su crin con el cabello que encontró, pero en eso esta se da cuenta de que el cabello era de una tonalidad de rosa más oscuro, casi de inmediato una idea le viene a la cabeza- ¡no puede ser!- exclama Rainbow mientras mira en todas direcciones, sin encontrarse con nada más que escombros y el bosque Everfree.

-¡Pinkie!-

Mientras tanto, lejos de Ponyville y probablemente en otra realidad.

El mundo desde un inicio era solo oscuridad, siempre en silencio y en tinieblas, todo el mundo antes no era más que un vacío infinito, tierras de tinieblas y silencio absoluto. Era aquí donde Celestia experimentaba un estado de paz y aparente calma, flotando en la oscuridad, con una porte inexpresiva ante todo lo demás, nada importaba, solo estaba ella, sola en el infinito ¿Cómo es que termino aquí? ¿Qué es lo que está pasando en su mundo? ¿Cuál era la vida que ella tenía antes de esto? Dejo de importarle hace mucho, ahora no importaba nada más, solo estaba ella flotando en el infinito y nada más.

Su estado aun estando bajo las tinieblas, era completamente pacifico e incluso relajante, como si estuviera flotando en un tranquilo y relajado lago cristalino bajo la oscuridad de una aparente noche eterna, sin estrellas, sin la luna, solo oscuridad, eso no le importaba, aunque sin embargo algo dentro de su ser, sentía que las cosas no estaban bien y que tenía que hacer algo pronto, sin embargo, por más que ella intentase recordar, su mente se nublaba completamente.

El tiempo no parecía pasar en este mundo, pudieron haber pasado días, meces, años y ella no lo notaria, el tiempo dejo de tener valor para ella, ya estando incluso a punto de olvidarse de quien es o que es lo que la ataba a el anterior mundo, estaba muy cerca a dejarse llevar por el silencio y tranquilidad del limbo, lentamente cerrando sus cansados ojos, despojándose de todo finalmente hasta que….

-por favor, no te vayas- escucha ella ligeramente, este sonido era tan bajo y poco audible que luego de unos instantes de silencio, estaba a punto de volver a cerrar los ojos cuando- por favor despierta, no nos dejes, te necesitamos- se escuchaba repetidamente. Celestia había olvidado quien era pero esas voces le parecían algo familiares, algo en ellas (pues no era solo una voz la que ella escuchaba, si una gran variedad de ellas, en su mayoría femeninas) le resultaban muy familiares, sin embargo había una voz masculina, que pese a casi quedar imperceptible por las demás voces femeninas, ella lograba distinguir algo en ella, más allá del tono con el que la llamaba, ella sentía algo cálido en ella que por unos instantes le hacían recordar algo de su ser, sin embargo esto no era suficiente para que regresara en sí.

Es entonces que el aparente tiempo estático empezó a tomar forma para Celestia, casi podía sentir el curso de las eras pasar de nuevo y formar parte de ella con forme con el paso de lo que aparentaban ser horas, días o incluso meses, aunque para Celestia eran más como minutos. Con el paso del tiempo esto parecía ser más y más fuertes, al punto de que ahora podía sentir la melancolía que trasmitían aquellos que la llamaban. Estas voces no hacían más que confundir a Celestia y finalmente esta entraría en un estado errático e inquieto- ¿Qué son esas voces? ¿Qué es lo que quieren de mí? ¿Quiénes son? ¿Dónde estoy? ¿Qué estoy haciendo aquí?- eran solo unos cuantos de cientos de preguntas y pensamiento que pasaban por su mente cada vez que escuchaba las voces, aunque en momentos paraban por completo y ella regresaba a su estado de relajación y paz en la oscuridad, no tardaban mucho en regresar, incluso aún más fuerte, con el tiempo ella no solo lograba escuchar voces, si no también sonidos que en un principio ella no lograba identificar, pero pronto serán más evidentes y claros así como pazo con las voces, siendo que a diferencia de las voces que en momento dejaban de escucharse, la mayoría de estos permanecían todo el tiempo.

De repente una Luz aparece y deslumbra todo por unos instantes, Celestia se mostraba aún muy confundida y desorientada, no sabía exactamente qué es lo que debía hacer, aun cuando poco a poco recordaba lo que era ella.

-por favor cariño… despierta-

-hermana-

-mami-

-Ta… Tara….- murmura ella y es entonces que una serie de imágenes la bombardean, imágenes de ella con una pequeña potrilla, imágenes de ella con su esposo y su familia, imágenes de ella con su estudiante o su hermana, toda su vida estaba regresando a ella por medio de todas estas imágenes, recordando quien es, un sentimiento de nostalgia y alegría empieza a despertar en ella, al ver en su mayoría tan cálidos recuerdos, por unos instantes una lagrima brota de su mejilla al ser conmovida por tan cálidos momentos que ella presenciaba, hasta que de repente la felicidad termina, todo su mundo regresa a la oscuridad, y nuevamente aparecen imágenes ante ella, pero estas eran de momentos oscuros de su pasado, y finalmente de lo que la llevo aquí, empezó a recordar aquellos momentos antes de que esta terminara en este estado, la batalla en Canterlot, Kira masacrando a sus ponis y finalmente aquella imagen que le mostro la gema Sangrienta, aquella figura de cuernos y ojos llenos de oscuridad y maldad observándola de forma inmisericorde, en una eterna y siniestra sonrisa que ella jamás olvidara.

De repente la princesa empieza a sentir como algo empezaba a estrujarle el corazón fuertemente, esta lentamente empieza a perder el aliento, mientras a su alrededor todo se desmoronaba, las imágenes de aquellos recuerdos de su pasado se entristecían, como si la vida se les fuera, para luego volverse cenizas desvaneciéndose en los aires.

-ahora morirás- se escucha una voz muy familiar para Celestia, pero dado a la falta de aliento y confusión no logro poner atención y reconocer a su locutor. Celestia sentía como se le iba el aire, esta se arrodilla y nota como su casco empieza a ennegrecerse y desvanecerse, mientras sentía unas fuertes descargas eléctricas a lo largo de todo su cuerpo azotándola con fuerza, Celestia intenta gritar pero no podía, no importaba cuanto dolor esta sintiera no era capaz de siquiera soltar un alarido ante este inmenso dolor.

-¡LA PERDEMOS!-

De repente Celestia cae en un eterno vacío ante la garras de las tinieblas cuando de repente algo la toma, Celestia se encontraba bastante exaltada mirando el fondo que no se molestó en mirar que es lo que la sostenía, esta lentamente levanta la mirada y ve una yegua que la tomaba del casco, la cual no pudo distinguir de quien se trataba, más que su delicada figura y sus relucientes ojos dorados que la miraban con seriedad.

-¿Que llegarías a hacer?- murmura la alicornio de sombras.

-¿qué?- exclama Celestia algo confundida mientras intentaba hacer un esfuerzo por reconocer la figura.

-¿Qué es lo que serias capaz de llegar a hacer por salvar a los tuyos?- exclama la yegua con seriedad mientras sostenía a la alicornio blanca en los aires, ante una caída infinita en la oscuridad.

- cualquier cosa….- murmura Celestia con asombro.

-demuéstralo- exclama la yegua y es entonces que esta tira del casco de Celestia y la levanta, un brillo surge envolviendo por completo a Celestia alejando a las tinieblas de ella y regresando a Celestia a la realidad, dejando todo en blanco para ella por unos instantes. Es entonces que Celestia habré los ojos, un brillo intenso la enceguece en un principio al ya haber estado tanto tiempo acostumbrada a la oscuridad, pero pronto se daría cuenta de que se encontraba en una habitación blanca, no tardó mucho en que divisara a una serie de doctores rodeándola por completo, mirándola con rostros de asombro. Celestia los mira confusión y una repentina sensación de cansancio y agotamiento.

-des… despertó- exclama uno de los médicos sorprendido y en eso Celestia lo mira y nota como este sostenía un desfibrilador encendido. Celestia aún se encontraba muy desorientada, era muy poco lo que podía procesar.

-¡deprisa! ¡Revisen signos vitales! ¡Rápido!- exclaman los médicos mientras rápidamente le hacían una serie de estudios a la desorientada princesa, Celestia aún se encontraba demasiado mareada y confusa como para entender lo que los médicos le hacía.

-¡signos vitales estables!-

-ritmo cardiaco regresa a la normalidad-

-¿Qué es… que….?- murmura Celestia algo cansada, mientras los médicos la rodeaban y revisaban una serie de monitores y practicaban en ella varios exámenes, Celestia intenta moverse, pero por el momento se veía bastante incapacitada al punto de no ser capaz de mover ni un casco o siquiera sentir sus extremidades como tal.

-¿que es lo que paso?-murmura Celestia con un tono poco audible.

-no se preocupe princesa...-

los signos son estables-

-no se preocupe princesa... quizás dentro de poco recobre la sensibilidad-

-¿cuánto tiempo estuve dormida?- murmura ella, pero los médicos no le responden y en lugar de eso continúan con sus revisiones.

-¡aumenta la morfina! ¡Sus heridas no han sanado del todo!-

-no... Morfina no...- murmura Celestia algo adormilada.

-¡Quítense!- exclama Discord apareciendo frente a los médicos, empujando a un par de estos y yendo con Celestia apresuradamente- ¡Cariño…! em... Cariño….- murmura el intentado aguantar las ganas de llorar.

- Discord…. Me alegro de verte…. Mi cielo….- murmura Celestia mientras intenta levantar el cuello y darle un besito suave en la mejilla, esto le cuesta algo de trabajo, dado a que no se ha recobrado del todo, pero logra su cometido, dándole un tierno y suave beso en la mejilla a su esposo, Discord se sonroja por unos instantes, y rápidamente este reacciona y salta sobre Celestia dándole un fuerte abrazo.

-Celestia… mi vida…. Me asustaste…- murmura Discord entre lágrimas.

-Discord… yo…. Yo… que es lo que…..- murmura Celestia-perdona... no quise...-

-¡No! ¡todo es mi culpa!-

-no digas eso mi vida...-

-no quiero perderte...-

-yo tampoco- murmura Celestia con un tono suave.

Mientras tanto, tras un cristal se encontraba dos ponis observando a la pareja.

-esto es un milagro- exclama uno de los ponis de los cuales se trataba de uno de los médicos en jefe encargado de los cuidados de Celestia.

-si… no me esperaba que despertara- murmura la otra con algo de seriedad.

-pero no logro entenderlo Princesa Cadance ¿Qué pudo haberle causado ese ataque cardiaco?- se pregunta uno de los médicos mientras mira a la ahora ya despierta Celestia siendo atendida por algunas enfermeras que Discord permitió pasar.

-usted es el doctor ¿no?- murmura Cadance con inexpresividad.

-si pero…. Por mucho tiempo la tuvimos en un estado estable… este ataque fue demasiado repentino- murmura el medico un tanto pensativo.

- mi oportunidad en meses…. se suponía que debiste haber muerto- Piensa Cadance con disgusto.

Una vez que las enfermeras le entregaron algunos medicamentos a Celestia y le midieron la temperatura para asegurarse de que todo estuviera se en orden dejan a la pareja completamente solos, Discord se recuesta junto a Celestia, con sumo cariño y alegría mientras Celestia intentaba relajarse en su pecho para poder despejar su mente y lentamente esta recobraba el sentido y algo de movilidad de su debilitado cuerpo.

-no me volveré a separar de ustedes- murmura Discord con un tono suave.

-me alegro que estés con migo- murmura Celestia algo cansada y somnolienta. Todo parecía estar en calma, Celestia por unos instantes se olvidó de todos sus problemas y dejo de lado aquello que la dejo en este estado tan deplorable, ella aún estaba muy cansada y agotada dado a su delicado estado, y estaba a punto de dormirse en el pecho de Discord cuando en eso esta se percata de algo al recuperar el sentido de gran parte de su cuerpo, Celestia abre los ojos como platos, y por unos instantes queda sin aliento, sintiendo un frio recorriéndole la espina. Rápidamente Celestia toma las sabanas con sus cascos, pero Discord la detiene.

-Cariño…. Por favor…- murmura Discord.

-Dis... Discord... - murmura Celestia con un nudo en la garganta.

-deja eso cariño...- murmura Discord mientras intentaba taparla de nuevo, pero en eso Celestia lo empuja.

-¡Discord déjame ver!- exclama Celestia con gran cólera, es entonces que el Draconequus retrocede un tanto sumiso y triste mientras Celestia retiraba bruscamente sus sabanas, al aselo, está en un principio no podía creerlo, pero pronto la dura realidad la golpea, esta mira su cuerpo, y nota que no solo tenía una serie de vendajes y cicatrices horrendas a lo largo de su torso, si no que ahora no tenía sus patas traseras, estas fueron amputadas.