Disclaimer: Naruto pertenece a Masashi Kishimoto.
Just like Heroin le pertenece a VanityWantsYou, yo solo me encargué de cambiar el lenguaje.
Para leer la historia original, click aquí (solo quiten los espacios)
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Just like Heroin por VanityWantsYou

¡Buen día! Esta traducción va dedicada a la autora (De la que, por supuesto, obtuve su permiso para traducir) ¿Por qué? Porque admiro sus historias, y lloré con tantas de ellas, que no quería dejar pasar la oportunidad de que aun MÁS gente pueda leer este fanfic. Ya que supera por sobremanera muchísimos best sellers que hoy en día la gente gasta fortuna en comprar.
Y para todas aquellas personas hispano hablantes que leen en inglés. Si leyeron ésta historia, sabrán que es una obra maestra.
Y los que no pueden leer en inglés, bueno… también va dedicado a ustedes. Para que tengan la oportunidad de leer Just Like Heroin.
Ceci.

N/A (original, traducida):

¿Otra Historia de Vanity-san? ¿Cómo me las arreglo para hacer todo esto? La respuesta es… aburrimiento. Solo puro aburrimiento. Además, el escenario para ésta historia es en Frederick, Maryland. Y pensaba "Hmm… podría también hacer de este agujero infernal de ciudad, un lugar más interesante… ¡Agregando dos chicos gay y sexo! Yosh" Si, bueno, todo lugar en esta historia es real.

Si, tenemos un poco de OC aquí, pero créanme, les gustara. ¡Él es tan kawaii! Y es un personaje importante en la historia… o algo así.

¡Esta historia es dedicada a mi encantadora amiga Xaayp! Alias; Weelittleboots. ¡Te quiero! *llora*

Capítulo 1 – "El rico y no tan rico"

Una chica de cabellos rosa-chicle, se inclinó contra el vidrio que separaba a los clientes de los deliciosos sándwiches de Subway. Sus ojos esmeralda explorando la bastante larga (y desordenada) área de comida. Una salvaje sonrisa adornó sus brillantes labios cuando la realización amaneció en ella.

"¡No es mi turno de limpiar ésta noche!" respondió ella animosamente, bombeando un puño al aire. Luego de su repentino momento de felicidad, alisó su camisa del uniforme negro, y rápidamente corrió fuera del pequeño restaurante, sus zapatillas siendo arrastradas por el suelo de baldosas violeta. "¡Naruto!" gritó.

Ni un segundo más tarde, un rubio más bien alto salió del pasillo de comidas congeladas. Su cabello era revoltoso y disparado en todas direcciones, pero enmarcaban su delgado rostro a la perfección. Su figura era de aquellos típicos atletas, pero no tan fornido. Sus abdominales no estaban tan definidos, pero definitivamente podías verlos a través de su ajustada camisa negra. Y bajo en sus caderas, colgaban sus naranja y holgados pantalones de carga, con un cinturón de tachas sosteniéndolo, pero no tanto. Exponiendo a la vista un poco de sus calzoncillos a cuadros, y una suave y bronceada piel.

Pero si alguien en Wal-Mart preguntase que parte de Naruto les gustaba más, todos responderían lo mismo: sus hermosos ojos azules. Excepto por uno de los empleados de electrónica, Hirota Sai. Él sería el único en responder de forma diferente. "Su pene" era siempre la respuesta.

"Si, ¿Sakura-chan?" Naruto tenía parte de su uniforme colgando de su hombro y caminaba para encontrarse con su amiga.

La chica conocida como Sakura sonrió dulcemente mientras colocaba un mechón de cabello detrás de su oreja. "Es martes Naruto, ¡Y sabes que significa eso!"

El rubio parpadeó levemente sus ojos azules, "Eh…"

Sakura frunció el ceño y colocó las manos en sus caderas, las pulseras doradas de sus muñecas chocando juntas. "¡Significa que es tu turno de limpiar éste lugar! Ahora hazlo, estoy segura que quieres llegar a casa antes de las diez" dijo sonriendo de forma malvada.

Naruto miró al suelo e hizo un puchero, una mirada que nunca pensarías ver en un hombre ya bastante crecido. "Pe- pero, Sakura-chan, ¡Estoy cansado!"

"¡No es excusa!" Siseó la chica. "Es tu turno, así que a trabajar." Palmeó a su amigo en el pecho antes de pasar por detrás, murmurando un adiós al gerente en su camino a la salida.

Pero… tengo que recoger a Silo(1). Prácticamente casi arranca su cabello y grita, pero un golpecito con el dedo en su frente lo detuvo de hacerlo.

"Deberías haber alargado su tiempo de cuidado en el centro" Dijo el gerente, Jiraiya, en una voz ronca. Su blanco y largo cabello atado hacia atrás, como de costumbre. "Pero si piensas que pueden echarlo…" agregó rascando su barbilla.

"No, sé que no lo harán." Suspiró el rubio. "Pero le prometí que iríamos a la tienda de mascotas tan pronto como saliera del trabajo ¡Se lo prometí una semana atrás, Ero-Sannin!"

Jiraiya gruñó, Se esfuerza tanto por ser un buen padre… "Si te vas, serán cincuenta dólares menos de tu paga de mañana."

Naruto sonrió ampliamente. "¡No lo necesito!" saltó sobre el hombre mayor y lo abrazó firmemente, haciéndolo toser y empujarlo.

"Por mucho que me encantaría que me abraces hasta quebrarme la columna, creo que deberías ir yendo. Tu adorable pequeño Kuma-chan te necesita (2)"

"¡Está bien!" Saludando, Naruto tomó su uniforme y se dirigió a la puerta.

xXxXx

Dentro del centro de aprendizajes, alrededor de ocho niños estaban sentados en el suelo, todos y cada uno de ellos tratando de resolver un rompecabezas que uno de sus cuidadores compró para ellos. Una de las niñas sonrió al ver a su hermana mayor entrar a la habitación, haciéndole una seña para que recogiera sus cosas.

"¡Ya voy!" exclamó la niña, levantándose del suelo y tomando su mochila de Dora la Exploradora. "¡Adiós a todos!" Luego se ruborizó y se dirigió a uno de los niños, "A- Adiós, Silo…" salió corriendo, siguiendo a su hermana fuera del centro.

El niño conocido como Silo, poseía el cabello corto y de color negro, pero sus hermosos ojos asiáticos, eran de un asombroso azul. Observó hacia la puerta de entrada con confusión mientras su amiga corría, ¿Por qué no esperó a que me despidiera de ella?

"Silo, ¿Terminaste con tu parte del rompecabezas?" Preguntó uno de los niños, Caleb. Movió una de las piezas para conectarla con otra.

"Um…si." El moreno sonrió y también movió sus piezas. Tomó asiento y observó el reloj, mirando a la manilla roja dar vueltas en círculos.

"¡Llegué!" Chilló una voz desde la puerta de entrada, "Silo, ¡Perdón por llegar tarde, culpa de Sakura-chan!"

Inmediatamente, Silo salió disparado de su asiento y recogió sus cosas, corriendo hacia su padre con una larga sonrisa expectante, "Te perdono, Chichihue (3)" declaró el niño, con su sonrisa intacta. "Entonces… ¿Aun vamos a ir a la tienda de mascotas como prometiste?"

"Sip" Sonrió Naruto y levantó al niño. "Y puedes escoger cualquier mascota que quieras."

Silo pataleó sus piernas felizmente y saludó a sus amigos, "¡Adiós!" dijo con un leve acento. Riendo mientras su papá lo colocaba sobre sus hombros, apretó de los rubios cabellos de su padre para sostenerse.

Naruto empujó la puerta para abrirla, y corrió fuera hacia la noche levemente ventosa, caminando en zigzag y sonriendo a los intentos de su hijo de sonar como un avión.

"Chichihue, estuve pensando…" Se dejó a si mismo ser devuelto al suelo, y trepó al asiento trasero del coche, ya que Naruto siempre solía decirle que es mucho más seguro allí atrás. "¿Crees que pueda tener una serpiente de mascota?"

Naruto casi se ahoga en su propia saliva, "¿U- Una serpiente?"

"¡Siii!" Chilló Silo emocionado. "Jack y Aaron estaban hablando de ellas hoy, y…"

"Tengo miedo a las serpientes."

El moreno parpadeó. "¿Te dan miedo?"

"¿No podríamos comprar algo que no se… deslice?" Rio Naruto nerviosamente, y se metió en el asiento del conductor del coche. "Incluso una araña sería mejor que una serpiente"

Silo sonrió ampliamente, "¿Qué tal un tigre?"

"Esos son ilegales" Naruto inició el coche.

"Ummmm, bueno, me conformo con un cachorrito." Puso su cinturón de seguridad, emocionado. "¡Y lo llamaré Doscha!"

xXxXx

Un hombre de cabello plateado se encontraba parado sobre la tienda de roles de canela, ubicada dentro de la terminal del aeropuerto internacional de Dulles. Su rostro cubierto de la nariz para abajo, con una especie de tela de rejilla oscura. Volteó hacia su libro naranja, sus ojos rojo y negro escaneando cada página exhaustivamente, una aparente mueca debajo de su máscara.

Ni siquiera se dio cuenta de alguien acercándosele, hasta que lo escuchó aclarar su garganta. Levantando la mirada, el hombre soltó una risa. "Bienvenido a los Estados Unidos, Sasuke."

"No hay mucha gente." Comentó el adolescente llamado Sasuke, con una rápida mirada hacia la multitud. Estaba vistiendo una costosa chaqueta de Emporio Armani, cerrada con un solo botón, con solapas azules de terciopelo; y poseía un cárdigan gris con características púrpura. Sus pantalones eran de un azul de lana, y sus zapatos eran de un estilo Derby color marrón(4). Su cabello negro disparado en todas direcciones en la parte de atrás, y largos mechones negros enmarcaban su hermoso rostro, el color (Junto con sus ojos obsidiana) contrastaban perfectamente su piel pálida.

"¿No es eso algo bueno?" el hombre levantó una ceja. "Dudo que también quisieras un enjambre de fans acosándote en Estados Unidos" Sonrió, pero luego levantó una pequeña bolsa. "Ah, tengo tu bolsa favorita."

Sasuke la tomó y la colocó sobre su hombro. "Kakashi, ¿Espero que seas el único que sepa de mi ubicación por las siguientes dos semanas…?."

"Nadie estará molestándote." Respondió divertidamente el hombre llamado Kakashi. "Y apuesto a que las noticias de tu desaparición se extenderán por todo el globo como un fuego desenfrenado." Contuvo una risa. "Uchiha Sasuke, uno de los actores más famosos del mundo, desaparece en la noche."

Sasuke atisbó una sonrisa y sacó un par de gafas de sol azules de Giorgio Armani, colocándoselas. "Quería unas vacaciones para escaparme de todo eso, pero al parecer solo estoy atrayendo más atención."

"Bueno, solo tendrás que lidiar con todo eso una vez que regreses a Tokio. Ahora mismo, estarás de vacaciones." Kakashi guardó su libro y se dirigió a donde estaba el equipaje, recogiendo los dos bolsos de Sasuke. "Llamé a Kiba y ya tiene un cuarto listo para ti."

Sasuke frunció el ceño. "Creí que iba a quedarme en un hotel."

"Así era, pero luego pensé que sería lindo que pasaras un tiempo con tu viejo amigo. Parecía exageradamente feliz cuando le comenté que te quedarías allí." Sonrió Kakashi.

Sasuke contuvo una sonrisa. "Supongo que puedo quedarme con él. No lo he visto desde hace mucho."

"Y sé que estas en un descanso, pero piensa que ésta podría ser la perfecta oportunidad para escoger un compañero para tu próxima película." El hombre lo guio por el aeropuerto. "No tendrás nada de estrés por parte de tu hermano mientras estés aquí, así que debería ser mucho más fácil." Kakashi sonrió debajo de su máscara. "Y los estadounidenses con tan guapos, ¿No crees?"

Sasuke amenazó a su gerente con la mirada.

xXxXx

Silo tiró de las puertas de la tienda de mascotas, pero éstas no se abrían, desdibujando inmediatamente la expresión feliz de su rostro. "Ch- Chichihue…" trató de camuflar el sollozo de su voz, pero falló miserablemente, lágrimas acumulándose en los ojos. "Las puertas están cerradas."

Mierda, Naruto miró a través del vidrio. Las luces estaban encendidas, y los empleados, limpiando y prendiendo las luces de las peceras de los reptiles y animales nocturnos. Golpeó el vidrio, pero la gente lo ignoró.

"¡Ésta tienda cierra a las 9:00, mierda! ¡Son solo las 8:35!" suspiró y observó a su hijo, el niño en borde de las lágrimas, "Lo siento…"

Silo sollozó y limpió sus ojos de lágrimas. "E- Está bien…" Murmuró, su voz temblorosa. "Podemos venir otro día, ¿No?"

Naruto se arrodilló y abrazó al niño, Soy una mierda de padre… "¿Qué tal si venimos mañana? Salgo temprano del trabajo, ya que es mi día de paga."

El moreno hundió su cabeza en el hombro de Naruto y asintió.

xXxXx

Mientras manejaban sobre una de las muchas autopistas de Maryland, el teléfono celular de Sasuke sonó y cuidadosamente observó el nombre, no queriendo responder si era alguien de la compañía de su hermano. Quitándose sus gafas de sol, sonrió al ver el nombre en la pantalla, Inuzuka Kiba. Abriendo el celular, atendió la llamada. "¿Estabas muy emocionado como para esperarme?"

Su amigo resopló en la otra línea. "Si, claro. Uchiha, no te creas tanto. No eres nada divertido para pasar el rato."

Sasuke frunció el ceño al escuchar eso.

"Era broma."

"Hn."

"Tch, mismo viejo bastardo. Pero hey, llamo para pedirte un favor. ¿Crees que puede detenerte y recogerme algo de comida para perros y pollos? Ya no tengo nada, hombre."

Sasuke cruzó su pierna y pasó un pulgar por la punta de su zapato. "¿Quieres que yo vaya a buscar comida para tu granja?" preguntó, no muy emocionado sobre el tema.

"Lo apreciaría mucho. No quiero darle a Akamaru sobras de la cena, porque entonces engordará y la comida para pollos está casi vacía. Ah, y el mercado probablemente esté cerrado, pero seguro podrás entrar. ¡Solo usa tu influencia de persona rica!"

El moreno exhaló. "Dime la dirección y la buscaré en mi teléfono." Escuchó atentamente antes de despedirse y finalizar la llamada. Abriendo la caja de direcciones al final de la pantalla, comenzó a tipiar la dirección. Mantuvo la aplicación abierta mientras se dirigían a la salida que los guiaba hacia Frederick. Una voz desde el celular diciéndole a Kakashi hacia donde dirigirse para llegar al supermercado.

"Así que… ¿Vamos a hacer los recados?" La voz de Kakashi daba signos de estar sonriendo con diversión.

"Solo cállate y conduce." Sasuke observó a través de la ventana, mirando a jóvenes en bicicletas pasar por allí.

xXxXx

"Creo que deberíamos volver a casa." Exhaló Naruto, colocando al pequeño niño entre sus brazos, "A menos que… ¿Tal vez primero quieras algo de helado?" Sonrió.

Silo refregó sus ojos de nuevo y asintió adorablemente, "¿Helado de tarta de calabaza?"

Naruto sonrió de oreja a oreja y alzó al niño arriba y abajo, "Todo lo que quieras."

Su humor iluminándose, Silo envolvió sus brazos alrededor del cuello de Naruto. "¡Arigato, Chichihue!"

El rubio estaba feliz de que su hijo ya no estaba llorando. Sentía que el niño siempre estaba triste, incluso cuando sonreía y reía tanto como Naruto lo hacía. Era solo que… todas las lágrimas que Silo había derramado cuando su madre los dejó, habían dejado una cicatriz en el corazón de Naruto. Era tan difícil ver a su propio hijo llorar y preguntar si era su culpa que su mami se fuera.

Llevando al niño hacia el coche, abrió la puerta, pero entrecerró los ojos al ver las luces de un auto brillar en sus ojos. El vehículo estacionó al lado del suyo y un adolescente de cabello negro salió del asiento del pasajero, su estilo y su costosa vestimenta hacían que Naruto se sintiera levemente inferior.

Sin siquiera mirar al rubio, Sasuke caminó hacia las puertas y golpeó hasta que finalmente llamó la atención de alguien, la chica apresurándose a la puerta y destrabándola, con un rubor en sus mejillas. "Lo siento mucho señor, pero la tienda está-"

Naruto observó como Sasuke mostraba lo que solo supuso que podía ser una identificación. Levantó ambas cejas rubias como la chica tartamudeaba y de alguna forma, su rostro se volvía más y más ruborizado mientras abría la puerta para dejarlo entrar. Sus ojos abriéndose como platos, Naruto corrió hacia ellos antes de que las puertas pudieran cerrar, Silo aun en sus brazos, confundido.

"¡Disculpe!"

Ambos la chica y Sasuke se voltearon.

"Como lo dejaste entrar a él… ¿Crees que podríamos entrar también? Le prometí a mi hijo que lo traería ésta noche, y cuando llegamos, las puertas estaban cerradas. Por favor, solo tomará un se-"

"Lo siento, pero no podemos dejar entrar personas tras el cierre de la tienda." Afirmó la chica.

Naruto gruñó. "Entonces, ¿Qué hace él aquí?" Señaló a Sasuke. "¡Estoy seguro de que no trabaja aquí por la forma en que está vestido!"

"Señor-"

"Por favor, se lo prometí a mi hijo" Rogó Naruto, sus ojos azules suplicantes. "Ya he sido suficientemente un mal padre, déjeme, solo… déjeme al menos hacer algo bien de una vez por todas."

Sasuke alzó dos cejas finas al tono en la voz del rubio, luego dejó que sus ojos capturaran al niño en sus brazos, Parece de unos cinco años… Volvió su mirada a Naruto, y él parece de unos veinte…

"¿Por qué no vuelves mañana?" preguntó la chica, frustrada.

"Déjalo entrar. Está conmigo." Dijo Sasuke suavemente, causando tanto a la empleada como a Naruto mirarlo con sorpresa.

¡Ni siquiera te conoce! Agregó internamente la chica.

Naruto sonrió repentinamente. "¡Si, estoy con él!" bajó a Silo y el moreno corrió felizmente hacia los animales, curioso de saber que tipo de serpientes tendrían, incluso aunque no pudiera comprar una.

"B- Bueno, iré a abrir una caja registradora para cuando terminen." La chica observó a Naruto antes de ir a una de las cajas.

"Muchísimas gracias, eh…"

"Uchiha Sasuke."

Hm… ese nombre me suena familiar… Naruto sostuvo su mano en el aire. "Otro hermano de Japón ¿Eh?" Sonrió. "Mi nombre es Uzumaki Naruto."

"Encantado." Sasuke se fijó en la deslumbrante sonrisa y los claros ojos azules del rubio, su mano alcanzando la suya para un apretón.

"¡Chichihue!" llamó Silo, señalando un blanco y peludo conejo. "¡Quiero éste conejito!"

"Creí que querías un perro." Naruto dejó ir la mano de Sasuke y le sonrió. "Gracias de nuevo, Sasuke." Luego dio una pequeña reverencia y corrió hacia su hijo.

Exhalando, Sasuke observó a su alrededor, encontrando una gran bolsa de comida para pollos, junto con una bolsa de comida para perros. Recogiendo ambas y llevándolas a la caja registradora, pagó por ellas, y luego se dirigió a la salida, deteniéndose solo para mirar al chico rubio y su hijo.

"¿Necesitas ayuda?"

El moreno examinó la puerta para ver a Kakashi en ella, sus ojos cerrados en 'n's. Entregando ambas bolsas a los brazos de su gerente. Caminó adelantándose. "Vamos a lo de Kiba. Estoy cansado."

"Si, señor." Bromeó Kakashi.

N/A (Original):
(1)- Si, su nombre no es japonés. Ya sabrán porque se llama así más adelante. Pero personalmente, amo el nombre "Silo". Se pronuncia; Sai-loh.

(2)- Un apodo de Jiraiya para Silo.

(3)- Chichihue: una forma cariñosa de decir "Papá" en japonés.

(4)- Solo otra versión de Giorgio Armani.

N/T:
Así que… ¿Qué les parece? Espero que les haya encantado tanto como a mí. En lo personal, leí ésta historia alrededor de 5 veces. Llegó la hora de traducirla *-*. Dejen reviews, todo comentario será enviado y traducido para la autora. Así que sean gentiles y brinden todo su amor 3
Ceci.