Aqui traigo una nueva historia, tengan paciencia con las actualizaciones porque ahora no tengo mucho tiempo, pero se me ocurrió esto y no pude resistirme.
La trama es mía pero los personajes son de Stephenie Meyer.
BPOV
-Bella, ve al supermercado a comprar algunas cosas que hacen falta para la comida- esa era la voz de mi madre, que me pedía ir a comprar. A decir verdad no tenía ganas de ir a comprar ahora, estaba hablando por el móvil con mi mejor amigo Jake.
- Mama, ¿no puedes ir tú?-
- No, que estoy viendo un programa muy interesante, además así ves tú qué comprar ya que tenemos visita para comer y quiero que hagas tú la comida- mi madre me avisa siempre en el último minuto, y menos mal que me ha avisado porque hay muchas veces que no me avisa de que tenemos invitados para comer- ¿no querrás que envenenemos a nuestros invitados no?
- Mamá no cocinas tan mal. Cambiando de tema, ¿Quiénes son los invitados?- le pregunté, ya que habíamos comido hacía poco con todos los amigos de mis padres.
- Viene una familia que se acaba de mudar hace poco al pueblo, creo que tienen hijos de tu edad- mi madre queriendo siempre que haga amigos de mi edad.
- Bueno voy a comprar- de todas formas ya me había despedido de Jacob.
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Fui al supermercado pensando en qué podría preparar para comer, ni siquiera le había preguntado a mi madre cuantas personas seríamos. Fui buscando entre los estantes a ver que podía preparar, al final me decidí por pasta, ya que así prepararía comida de sobra, ya se sabe más vale que sobre a que falte…
Iba a coger un bote de tomate, para echarle a la pasta, que estaba muy alto cuando una mano se me adelantó y me dio el bote.
-Muchas gracias, eres muy amable- miré hacia arriba mientras agradecía y vi que era un chico muy guapo, era alto, con el pelo oscuro y muchos músculos, pero lo que más me llamaron la atención fueron sus ojos, eran de un color muy extraño, eran dorados.
-De nada, no eres la primera persona que conozco que no llega a los sitios a los que llega la gente normal- me estaba llamando bajita, me sonrojé por la rabia- era broma, no te enfades, por cierto soy Emmet Cullen, soy nuevo aquí en el pueblo, a cambio de esto nos podrías enseñar a mis hermanos y a mí el pueblo-
-Ehh claro, aunque hoy no puedo, quizá otro día- le di una sonrisa, me estaba empezando a caer bien.
-Bueno, dame tu número y quedamos algún día- no me podía creer que un chico tan mono me pidiera mi número.
-Claro, apunta- se lo di más que nada por ser amable.
-Osito vamos, que nos están esperando fuera- una rubia muy guapa vino llamando a Emmet y le dio un beso muy apasionado después de verme.
-Claro amor, deja que te presente a Bella, Bella ella es mi bellísima novia Rosalie- cuando dijo mi nombre la cara de la rubia cambió de mirarme calculadoramente y me dio una sonrisa muy simpática ¿será bipolar?
-Encantada de conocerte Bella, soy Rosalie, pero me puedes llamar Rose- si supiera que su novio me había pedido mi número de teléfono… ahora me sentía mal.
-Yo también estoy encantada de conocerte Rose- le di una sonrisa sincera y salí pitando de allí con la excusa de que tenía que llegar pronto a casa.
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Por fin llegué a casa y me puse a preparar la comida, ahí fue cuando caí en que a lo mejor Emmet y Rose eran los que iban a venir a comer a casa y me puse más nerviosa todavía.
En cuanto terminé de cocinar me vestí de manera más formal de la que iba vestida, ya que mi madre nos obligaba a mi padre y a mí a vestirnos bien cuando teníamos invitados.
Como me sobraba tiempo decidí ir un rato a la Push a ver a mi mejor amigo. Pero antes tenía que avisar a mi madre. –Mamá, ¿puedo ir a ver a Jake a la Push?-le pregunté con mi mejor cara de niña buena.
-Pero Bella, los invitados van a llegar dentro de media hora, no te dará tiempo siquiera a ir y venir, mejor ven a ayudarme a arreglar el salón- genial, encima de todo no podía relajarme con mi mejor amigo.
Estaba ayudando a mi madre a arreglarlo todo cuando sonó el timbre. Fue a abrir mi padre y se escuchó una voz masculina muy bonita hablar con mi padre, se estaba presentando. Al minuto ya estaban en el salón y mi padre nos presentó a todos, pude ver que efectivamente Emmet y Rosalie estaban aquí. Pero lo que más llamó mi atención fue que todos los invitados eran muy diferentes entre ello pero tenían el mismo color de ojos y todos eran muy pálidos.
-Familia, ellos son los Cullen, el padre es Carlisle, su mujer es Esme- les dimos un abrazo a los dos y los hijos se presentaron ellos.
-Yo soy Alice, Bella seremos grandes amigas, casi familia- y todos se rieron de lo que había dicho, era como un chiste entre ellos, mi familia y yo nos quedamos en silencio sin saber qué decir.-Él es mi novio Jasper, es un poco tímido- se le veía muy tenso, no me acerqué a él y mi madre tampoco.
-Nosotros ya conocemos a Bella- dijo Emmet- la conocimos en el supermercado-
Nos íbamos a ir a la mesa pensando que eran sólo ellos cuando Esme dijo que teníamos que esperar a otro de sus hijos que faltaba por venir, que tardaría un rato. Me disculpé y me fui a mi cuarto para hablar con Jake por teléfono y contarle la situación que tuve con Emmet y Rosalie. Se lo dije todo y él dijo que seguro que Emmet era el típico ligón que no tenía suficiente de su novia y buscaba otra nueva. A decir verdad yo no creía que fuera así no lo veía capaz, se veía que quería a su novia y ahora que lo pensaba más claro yo no parecía su tipo, y teniendo una novia como la que tenía ¿cómo podría interesarle yo? Se lo dije a Jacob y me dijo que no se fiaba, que había algo raro con esa gente.
Me quedé un rato más charlando con Jake y mi madre me avisó de que ya había llegado el invitado que faltaba. Cuando bajé me fijé en el chico que había llegado, estaba de espaldas y se veía que era igual de pálido que su familia, tenía un extraño color de pelo, como cobrizo, daban ganas de acariciarlo y era alto y se veía que tenía músculos, pero no muy exagerados.
-Hola, tú debes ser el Cullen que faltaba, me llamo Isabella Swan, pero me puedes decir Bella- me presenté para no ser grosera, pero cuando se dio la vuelta me quedé sin habla, era guapísimo, bueno decir eso era insultarle, era hermoso. Tenía los ojos del mismo color que el resto de su familia y tenía unos rasgos muy duros y varoniles, era la perfección hecha hombre. Cuando me vio se paralizó y pude ver como sus ojos se oscurecían, qué extraño, ya estoy delirando.
-Hola, yo soy Edward, decir que estoy encantado de conocerte es quedarse corto- toda su familia se quedo congelada por un segundo, pero al momento todos sonrieron y se dieron miradas cómplices. Él me habló con una sonrisa torcida que derretía, pero no dejé que me afectase, no me caía bien lo que había dicho, con eso perdió su encanto, seguro que era el típico Donjuan, pues bien a mí no me conquistaría…
¿Qué les parece mi nueva idea? ¿les gustó?
Nos leemos en el próximo capi.
Un beso :)
