¡Hola~!
He vuelto~~~
Os traigo una pequeña dulcificación, porque yo no se vosotros, pero yo no veo el momento de ver a Lucifer correspondiéndole un abrazo a Trixie, como los padre e hija que espero sean en un futuro *u*
— ABRAZO INFANTIL —
Lucifer llegó a la casa de la detective que hacía mucho había catalogado como obsesión persistente, fundiéndose entre las sombras de forma inconsciente y natural. Las comisuras de sus labios elevándose al no notar la presencia del Capullo Móvil. Pues temía, sí, temía, que Chloe hubiese vuelto con el detective capullo y la vista de su coche aparcado en el lugar a las tres de la mañana solo lo hubiera confirmado. Más tarde comprobaría ese nuevo sentimiento con su psicologa, por el momento eran las tres de la mañana y estaba aburrido.
No creía que la detective se fuera a enfadar con él por visitarla a esas horas (bueno, en realidad, si que lo creía, y mucho. Pero no le importaba) pues ella misma se había aparecido en su casa por esas horas, sin avisar, en dos ocasiones. Una de las cuales había aparecido borracha, cabe destacar. Lucifer volvió a sonreír burlonamente, recordando eso. De verdad que le agradaba esa humana. De seguir siendo el Príncipe de las Tinieblas, se habría encargado de pudrir su alma para tenerla a su lado por los restos en el infierno tras su muerte.
Un ágil salto hasta el segundo piso, una ventana fácil de abrir desde fuera (le haría notar eso a la detective después de despertarla. Pues cualquier desalmado, como él mismo ahora, por ejemplo, podría aprovecharse de ese hecho) y ya estaba en medió del pasillo a oscuras.
Y no pasaron ni tres segundos cuando...
— ¡LUCIFER! —y, antes de poder reaccionar, los bracitos de Trixie ya le habían atrapado en un calido abrazo.
Que casualidad que la niña se hubiera despertado para ir al baño justo en ese momento.
Él, inconscientemente, torció la boca. No que no le agradara la hija de Chloe, de hecho le agrada casi tanto como le encantan la madre y la abuela (el padre era un caso aparte del que hablaría largo y tendido con la doctora, y no precisamente cosas buenas). Pero, ya saben, la historia de siempre, el diablo y las muestras de cariño sincero no se llevan bien.
Elevó las manos para alejarla delicadamente con alguna excusa mascullada para no aceptar el contacto, cuando, para su sorpresa, se dio cuenta de que, por primera vez, el abrazo no le era desagradable.
Contuvo la respiración. Por primera vez desde que se había vuelto mortal, descontando las veces en las que Chloe se acercaba a él, se sentía bien. Como si los buenos deseos de Trixie para con el demonio que la hacía feliz le llenaran por completo.
Y se dio cuenta de cuanto había necesitado eso, tras la pelea con Maze, las muertes de dos grandes amigos (pues al fin había aceptado que ese cura pesado había sido su amigo), enterarse de que Chloe y el detective capullo se habían besado y que su hermano el angelito hubiera conseguido un "sicario" para tratar matarlo y enviarlo de vuelta a su sitio, realmente era genial ser presa de un sentimiento feliz.
El demonio estaba siendo feliz por ser abrazado por una niña.
Lucifer sonrió dulcemente antes de rodear a la niña con sus brazos.
Después de este momento lo negaría todo, incluso a si mismo. Pero por el momento lo disfrutaría como el humano fan de lo nuevo en que se estaba convirtiendo.
— Buenas noches, pequeña humana.
Espero que os gustase.
¡Nos vemos! ;)
