Todo iba tranquilo por el camino a la misión, algunas peleas de natsu y gray, pero se calmaron después de comer, al llegar a la ciudad de la misión, empezaron a buscar a su objetivo un mago de fuego que robaba bancos, cosa sencilla para ellos.
Mientras todos caminaban para ir en dirección al banco de la ciudad, un hombre cubierto con una tela andrajosa y cubierto por una capucha paso junto a ellos, yendo a la misma dirección, natsu y Wendy se detuvieron.
-¿Qué sucede chicos?-pregunto erza.
-Ese olor, es muy familiar.-dijo natsu.
-A mí también- dijo Wendy.
-Oigan tenemos un trabajo que hacer, ¿recuerdan?-dijo gray.
Todos volvieron a ponerse en marcha, pero natsu y Wendy se miraron, ese olor era sumamente familiar, un olor fuerte como a reptil, que no olía desde el torneo, cuando se enfrentaron a los dragones.
Llegaron al banco y hubo una explosión, un mago de fuego salió por el humo riendo y dijo:
-¡soy totalmente rico!
Natsu corrió hacia la acción pero se detuvo al ver al hombre encapuchado poniéndose enfrente del mago.
-¿Qué quieres, viejo?
-Regresa el dinero y no habrá problemas.
-Estas bromeando, ¿verdad?
El hombre no se movió ni dijo nada lo que hiso que el criminal se sintiera inquieto y grito:
-¡Voy a hacerte cenizas!
El hombre no se movió y recibió el ataque, pero él seguía en pie solo la tela empezó a quemarse y debajo de ella apareció un chico joven, de ojos verdes, cabello castaño, con un pantalón y una camiseta negra, el chico se veía corpulento y bastante alto. Al ver eso el criminal se asustó aún más y lanzo otro ataque, el chico lo recibió sin daño alguno.
-¡No me jodas!- grito el criminal.
El cual comenzó a hacer una enorme esfera de fuego la cual podría dañar media ciudad, pero el chico seguía sin moverse solo sonreía el criminal enfurecido grito:
-¡Toma esto maldito!
La esfera empezó a caer, pero antes de que tan siquiera alcanzara a llegar a un metro del chico, este empezó a drenar el fuego, más bien selo estaba comiendo!, justamente como natsu lo hacía y el quedo completamente impresionado. Al terminar el chico solo dijo:
-Este es el peor fuego que he comido.
-¿Cómo es posible?
-Simple soy un dragón Slayer.
-Mentiras… ¡estas mintiendo!
-Oh, ¿enserio?
El chico estaba parado y empezó a salir fuego de sus manos, pero su fuego era negro, negro como la oscuridad absoluta, con una velocidad increíble llego hasta donde estaba el criminal y lo golpeo, de forma que salió volando y estando hay el chico grito:
-¡RUGIDO DEL DRAGON DEL FUEGO OBSCURO!
Y en efecto justo como un dragón Slayer este rugió lanzando el fuego negro hacia su objetivo, lo único es que durante el ataque, realmente se oía el rugido de un dragón, todos estaban en chock erza, Lucy, gray, happy, Charlotte, pero sobre todo natsu y Wendy.
Al terminar el ataque el criminal cayó al suelo totalmente vencido y rostizado, el gerente del banco salió a agradecerle al chico.
-Muchas gracias, por favor toma esto.
-No fue nada, gracias.
El chico simplemente se alejó y con fuego saliendo de sus pies se elevó en el cielo y salió disparado al norte, hacia la montaña, natsu empezó a correr, pero sus amigos lo detuvieron.
-Natsu, ¿Qué pasa?-pregunto lucy
-Debo ir, ES UN DRAGON SLAYER!
-Pero, ¿Por qué?- pregunto erza.
-El olor de antes, su olor ya lo reconocí, es el olor de un dragón.
-¿Un dragón?
-Es cierto- dijo Wendy.
-Pero, ¿Por qué tanto interés?- dijo gray molesto.
-Por qué no hay dragones negros, bueno solo uno y ese es acnologia.-exclamo erza
-Entiendo- dijo gray más serio
-Pero no es como el de los dragones que enfrentamos, es diferente, es muy familiar.
Todos empezaron a seguir a natsu el cual tenía el rastro de aquel chico, un dragón Slayer de fuego totalmente obscuro, como era eso posible, solo había un dragón Slayer de las sombras y ese era rogué, pero ¿uno de fuego obscuro?, Natsu corría cada vez más rápido siguiendo el olor, hasta que percibió el olor cada vez más cerca y lo vio, el sol ya estaba bajando, y lo vio se quedó paro percibiendo ese fuerte olor a dragón, que lo hacía sentirse intranquilo pensando en su fuerza.
Lo único que hacían era mirarse el uno al otro y él le sonreía a natsu, el viento soplaba, y cuando dejo de soplar este dijo una sola oración que dejo a natsu sin palabras.
-Por fin llegaste, salamander.
