Labios Sellados
No se consideraba una puritana o cosa por el estilo, pero sabia que jamas había hecho algo como eso en su vida, Inclusive la mayoría de sus amigos bromeaban con ella sobre eso, ''Se olvidaron de ponerte tu gramo de malicia al nacer hermanita'' se burlo una ocasión su hermano mayor.
-Para, Nos verán...-Exclamo poco antes de perder el aliento, se sentía participe de una tortura placentera, si es que eso existía.
-Han pasado días y no me das respuesta, pareciera que no quieres que deje de hacerlo. Lo diré una ves mas. ¿Por que el?- Pronuncio su carcelero acercándose mas a su cuello
-Takeru, estamos en la escuela. Nos meteremos en problemas por esto...-
-Entonces ¿En el parque acuático, En tu hogar y en el parque esta bien? Jamas creí que tuvieras un lado B tan Osado, Yagami.- El rubio seguía con lo suyo, el aroma de la chica lo embriagaba demasiado, el sabia que estaba mal, que no debía hacerlo, que ella era a quien quería mas que a nada, pero exactamente por eso es que lo hacia. Necesitaba respuestas.
-¿Entonces Yagami?, contesta. ¿Por que el? Sabes que no lo quieres como a mi, que no sientes lo mismo por el a diferencia de lo que sientes por mi.- Al pronunciar eso subió lentamente su rostro hasta verla a los ojos y teniendo sus labios peligrosamente cerca de los de ella continuo.-Sabes que yo siento lo mismo y sin embargo estas con el, ¿Porque? Contesta, y que sea creíble.
-...
-Bien, como quieras...-Quiso continuar pero el timbre que anunciaba el termino de clases resonó por toda la escuela. El rubio sabia arriesgarse pero no era idiota.- Te salvaste, castañuela. Te veré después y espero que me des una respuesta. A menos de que quieras que mi boca viaje mas al sur...-Sonrió sarcásticamente y se alejo de su cuerpo no sin antes verla a los ojos. Le encantaba sentirla temerosa a su presencia, pero necesitaba respuestas.
Por su parte la castaña suspiro entre apesadumbrada y aliviada. Alejar o negar las caricias del rubio menor era cada vez mas complicado, cada ves lo hacia mejor y cada ves mas suspiros salían de sus labios. Y aunque una parte de su mente. (La mas enferma) se sentía bien con eso su conciencia le decía que recordara que estaba mal. Había alguien que tenia todo su cariño para ella. Y no quería traicionarlo. Aun sabiendo que el rubio tenia la razón.
-Hikari! Te estuve buscando en tu salón y no te encontré, ¿Te acompaño a tu hogar?- Sonrió enamorado el chico frente a ella, con la ilusión en sus ojos.
-S-seguro, solo debo de ir por mis cosas. Espérame un momento Daisuke.- Pronuncio a su actual y primer pareja. Aun se sentía rara al estar frente a el. Creyó que con el tiempo el nerviosismo y la ligera incomodidad que sentían al ser ahora pareja desaparecerían pero ya habían pasado un par de y al menos ella aun se sentía así.
Lo único que quería en esos momentos era llegar a su hogar y descansar un poco, la actual situación la tenia increíblemente cansada.
El Rubio por su parte se encontraba haciendo lo que hacia todos los días después de la escuela, se había hecho un gran fan de los deportes de contacto, y la practica de artes marciales mixtas le sentaba bien, tenia poco menos de un año haciéndolo y era un ejercicio excelente. Aun asi no podia apartar su mente de ella, de sus labios, de sus ojos, de su cabello, y de como sentirla así de cerca le gustaba en exceso, pero sabia que estaba mal.
Los dos pensaban en el otro. Ambos se querían, y ambos lo sabían.
