DISCLAIMER: Fairy Tail y todos sus personajes pertenecen a Hiro Mashima. Yo sólo los tomé y creé una historia.
ADVERTENCIA: Lenguaje vulgar, muerte de un personaje.
― Guion alto, abre conversaciones.
― "Guion alto, cursiva y comillas, denota una conversación telefónica".
Sólo cursiva, describe los pensamientos del personaje.
Capítulo 1: Sombras de una tragedia.
Lucy caminaba en medio de la calle al lado de sus amigas: Levy y Juvia. La primera, era una hermosa rubia de ojos color miel y un cuerpo curvilíneo y envidiable para cualquier mujer, busto firme, cintura pequeña, caderas medias y trasero levantado, una joya, una mujer hecha y derecha de 24 años. Levy, era una mujer de 24 años también, pero parecía una niña, era pequeña, no tenía mucho busto, cintura pequeña, y con su aspecto infantil, bien podría ser la clave de la prolongación de la vida, de ojos avellana y un cabello salvaje, celeste azulado. La segunda, tenía un físico más desarrollado que Lucy, Juvia tenía la piel muy nívea, muy clara, el cabello azul como sus ojos, era un poco más alta, también una envidia, y donde fuera, los hombres se daban vuelta a mirarla.
― ¡No puedo creer que estemos aquí juntas! ― Exclamó la segunda, muy animada ― ¡Lu-chan! ¿Qué crees que sucederá?
― ¡Juvia cree que a Lucy-san le encantará visitar a los chicos! ― Juvia sonrió, pero la rubia no lo hizo.
― ¿Enserio? ― Solo preguntó
― ¡Está Claro que será así! ― Gritó Levy ― Estamos aquí por ti.
― Lucy-san, Juvia sabe que no es fácil, pero por favor, no puedes simplemente deprimirte, debes salir adelante ― La mujer de 26 años tomó a la rubia de los hombros y la calmó.
― Vale ― Suspiró.
Entendían que tal vez no estaba lista para olvidar. No ahora, tal vez, nunca podría estarlo. Solo caminaron, mirándose y con una seña, ambas asintieron; Lucy estaba bien, pero a la vez no, y es que no sabían cómo explicar que la rubia mantuviera esa actitud frente a los hechos; tampoco sabían cómo manejar la situación… ¿Cómo hacerlo? No te enseñan en la escuela como afrontar una perdida. Pero aún así, debían intentarlo, por su amiga. Ambas sabían que no estaban solas
La verdad era que, Lucy había conocido a Sting Eucliff hacía 4 años, cuando salió junto a sus amigas a un bar, era la primera vez de la rubia en ese tipo de eventos, y solo iban a disfrutar el momento. Pero todo se puso incomodo con la canción "Fuiste tú" (Arjona) Por ese entonces, Juvia había terminado con Bora, un idiota que no se la merecía. Cuando de pronto, la rubia dio una vuelta, y allí estaba él, solo, y se dirigía hacia ella, no por algo especial, pero Sting era del tipo que no soportaba la compañía de la gente extraña o de esos lugares, y se percató que la rubia tampoco estaba cómoda. El rubio pensó en tener una compañera de conversación al verla. 1 año y medio después, él se le declaraba, y ella también, a una semana de pedirle ser su novia, se daban el primer beso. Todos estaban muy felices con esa relación. Hacía 1 año justo que el rubio le había pedido matrimonio, tirándose en paracaídas en un día de campo, con un enorme cartel junto a su hermano Rogue y un amigo de la rubia, fue tan romántico ver descender el papel que simplemente decía: "Lucy te quiero a mi lado" Al principio no lo entendió, pero el "hombre pájaro" no se detuvo allí, así que quitándose el paracaídas ya en el suelo, fue corriendo, se arrodillo ante la rubia y le dijo "Lucy, por favor, cásate conmigo" No hubo mucho que decir, la boda fue puesta para 11 meses, para que se casaran justo antes de terminar un año, una forma romántica para decir simplemente que contarían como sus vidas juntas desde otro año. Y 8 meses después comenzaron los preparativos, al mes siguiente hubo una fiesta de compromiso, y al siguiente mes, un funeral.
Sting era un muchacho respetuoso, bondadoso y amable, había veces que era juguetón y otras en las que era un ogro, como si ese ser tan dulce cambiara y explotara, pero inmediatamente solucionaba sus problemas, era burlón, extrovertido, práctico, romántico, a veces sentimental y otras frio. A veces se peleaban, pero como toda pareja, pronto aprendieron a amar sus diferencias, aceptar por ejemplo que Lucy era una comedora compulsiva de azúcar, y él un chico bastante sano, que prefería una ensalada: o aceptar que el rubio era un descuidado, que bien podía salir a comprar sin camiseta, y que la rubia era una maniática de la apariencia. A ambos les molestaba el lado opuesto de los dos. Pero también, les encantaban cosas similares del otro, como por ejemplo el hecho que fueran callados, tranquilos, sumisos hasta cierto grado, con una idea de justicia parecida, creían que el mundo se dirigía al mismo punto, que debían hacer algo para cambiarlo. Se reían de las mismas cosas, y uno, era la sombra del otro y viceversa, tan iguales. Pero todo cambió, la madrugada que Sting decidió salir a trotar, también un hombre de 50 años decidió ponerse al volante estando ebrio, tan ebrio como para pisar el acelerador en vez del freno una vez había pasado encima de la vereda y había acorralado al deportista rubio. A 160 kilómetros, el rubio ni siquiera tuvo dolor, tal vez solo un segundo para reflexionar que iba a morir, y dejó de existir.
La noticia fue devastadora. ― "¿Hola? Habla la jefa de enfermeras del hospital, necesitamos que usted venga a identificar a una persona, éste fue el último número registrado" ―. Cuando llegó, había policías hablando a través de sus radios. En la morgue había dos policías y un medico, a una señal del policía, abrieron la bolsa del cadáver, y allí estaba él. Como un ángel que acaba de dormir después de una extenuada noche. ¿Qué fue lo que hizo primero? ¿Darse cuenta que todo lo que estaba viviendo era real o gritar? Negándose a creer la realidad, corriendo a intentar despertarlo, porque no podía estar muerto… No ahora, aún no. ¿Cómo su felicidad se iba tan rápido? Los policías probablemente tuvieron pena por ella. Y luego nada, solo el funeral. Tediosa forma de joderse la psiquis, que la mente comience a hacer planes. Aparecen los ¿Qué pasaría si yo hubiera hecho esto o lo otro?, ¿Podré vivir? ¿Sabré vivir? Mientras el ataúd descendía a la yerta tierra, al frio sub-suelo, todos dejaron una rosa blanca sobre el ataúd, y mientras aún tiraban tierra, el silencio de lo formal, se cortó con los desesperados gritos de la rubia por intentar tirarse a la tumba con él, mientras Natsu la agarraba de la cintura, evitándole dañarse, mientras sus amigas intentaban calmarla, mientras los más cercanos lloraron amargamente.
― ¡Oh, Lucy! ― Esa voz la sacó de sus pensamientos.
― ¿Natsu? ― Pregunto más sorprendida.
Se suponía que todos se reunirían en un café que estaba solo a unas cuadras, pero el Dragneel estaba frente a ella y no al café. No entendía cómo es que él siempre aparecía de los lugares más extraños posibles. Sonrió. Natsu siempre le hacía sonreír, tal vez era la única persona que podía sacarle una sonrisa.
― ¡Levy y Juvia también! ― Exclamó sorprendido, luego sonrió con malicia ― Adelántense… Nosotros tomaremos un pequeño desvío.
― ¿Estás seguro, Natsu-san? Juvia cree que sería mejor ir directamente… ― Dudó la muchacha de ojos azules por un momento.
― ¡No importa! ― Saltó Levy, haciéndose notar ― Solo… no la devuelvas tan tarde, y si se demoran mucho me enojaré contigo Natsu_ le apuntó con el dedo, enojada_ Y le diré a Erza "quien" pisó su pastel de crema.
― S-si… ― Afirmó, tragando pesado ― Lo prometo…
― ¿Estás segura? Juvia cree que…― Dudaba, aún preocupada la chica de piel lunar.
― ¡Está bien! ¡Está bien! ¿Cuál era nuestro tema de conversación? ― La pequeña la tomó del brazo ― ¡Ah, me acordé! ¿Te acuerdas de ese chico tan guapo que nos miraba?
Y así desaparecieron entre la gente de la calle. Levy había actuado rápido y Juvia no se había dado cuenta que ambas solo estorbarían allí. Natsu volvió a sonreír, la rubia le miró extraña, levantando una ceja, sabía que no preguntarían por ellos si se demoraban unos minutos más, siempre y cuando llegaran a esa fiesta, todo estaba bien, y también sabía que Levy no cumpliría su amenaza si ella le enviaba un texto pidiendo disculpas por el retraso.
― Natsu la verdad es que no esperaba encontrarme contigo ¿Qué sucedió? ― Preguntó curiosa caminando a su lado.
― Bueno eso… ― Él caminaba con los brazos cruzados detrás de la nuca, sonrió ― ¡Eso no importa!
― Humm… ¿Me dejas adivinar? ― Preguntó más curiosa.
― La curiosidad mató al perro, Lucy ― Dijo suspirando.
― ¡Al gato! ― Dijo riendo ― ¡La curiosidad mató al gato!
― ¿Enserio? ― Hizo del tema más importante de lo que en verdad debía ser ― Pero creo que suena mejor al perro.
―Pfff… Olvídalo ― Suspiró ― Es algo demasiado básico para que puedas comprenderlo.
Natsu sonrió, los insultos de la rubia eran también muy básicos para que alguien los comprendiera. Ella no insultaba ni decía "malas palabras" esas vulgaridades no salían de su boca aunque él había intentado que sucediera, no, aunque las había dicho por situaciones externas, cuando por ejemplo él le dijo que leyera lo que escribía, pero no funcionaba porque el insulto estaba bien dicho, muy bien, pero como una palabra normal, como decir: "Hola", o cualquier cosa… En cambió él… Eso ya era otra cosa, y todas las veces que habían salido juntos, ella nunca se quejó del hecho, y eso que lo intentaba, pero no podía evitarlo, decir groserías o "palabrotas" era algo natural en él.
― Qué bien te ves hoy, Lucy ― Intentó crear conversación.
― Gracias, también te ves bien ― Dijo, incluso ignorando la importancia de la misma afirmación que él le había dicho.
Últimamente crear conversación con la rubia era un problema, sabía que estaba algo triste por la muerte del idiota abejita. Casi odiaba al rubito, pero recordaba que estaba muerto, y que Mira le había enseñado que no se debe odiar a la gente muerta porque no pueden cruzar al más allá si dejan algo pendiente, y él lo que menos quería era que Sting se devolviera y anduviera como fantasma por ahí, él no creía mucho en Dios, pero igual rezaba por el alma de Eucliff.
― ¿Crees que Erza note nuestra ausencia? ― Preguntó el chico sonriendo.
― No creo, está con Jellal… ¿Verdad? ― Devolvió la pregunta riendo.
― Entonces… ¿Quieres tener una… aventura conmigo? ― Preguntó nervioso, desviando la vista, algo tímido.
― ¿Una aventura? ― Ella no entendía a qué se refería.
― Si… una aventura… Ya sabes… ― Ahora se frotaba el cuello.
― ¿Qué clase de aventura?
― Ya me conoces… Una aventura con sabor a peligro ― Se le aproximó peligrosamente, luego acercó su boca, y susurró vibradamente cerca de su oído.
Para lo que el peli rosa pedía, necesitaba algo para los nervios. Compraron un café y una bebida energética, dos vasos… ¿Saben algo que es realmente muy malo para la salud? Se llama "súper-refresco" Consta de café con bebida energética, peligrosamente activa, puede causar taquicardia y en el peor de los casos, un infarto, prohibido hacerlo en la casa, pero Lucy eso ya lo sabía, y Natsu también lo sabía, pero lo necesitaban, y sin dudar, se lo tomaron.
Mientras ellos se divertían de lo lindo, Levy y Juvia estaban en la fiesta de Erza, la fiesta de Erza y Jellal, es que se casaban, para el 14 de febrero justamente, habían apartado la fecha hacía ya dos años, es decir, Erza, aunque realmente no sabía que 1 año después Jellal se lo pediría, fue como "Un problema menos".
― Lucy no va a venir ― Dijo Levy después de mirar su teléfono.
― ¡¿Eh?! ― Exclamó Juvia ― Pe-pero Natsu-san…
― Vamos Juvia, que están bien grandecitos, allá ellos ― Sonrió.
― ¿Dónde están Natsu y Lucy? Me burro sin ellos, aye… ― Dijo algo triste un niño pequeño de 10 años de cabello azul.
― Bueno, Natsu y Lucy están juntos en algún lugar de la ciudad… ― Levy comenzó a reír.
― Juvia cree que Levy-san sabe algo… ― Curioseó juguetona.
― Jajjajajaj ¡Juvia eres un encanto! ― Tomó al niño corrió a la pista de baile ― ¡Vamos Happy, bailemos, me encanta esta canción!
Los dos, estaban muy bien, lejos de la ciudad, muy lejos, disfrutando de sus propias compañías. Ya ni recordaban porque era que les preocupaba no llegar a la fiesta… Lo importante era el matricidio… *ejem Matrimonio, de Jellal y la escarlata. Las aventuras de Natsu, siempre eran las mejores… Para la situación: indecente y peligroso, pero extremo, la única manera que Lucy podía describirlo: Magnifico.
Aunque el chico no soportaba los transportes, ahora, en ese momento, llevaba el respirador que Wendy le había hecho, le había puesto "Troia", constaba de su misma bufanda blanca, en la que se podía meter una mascarilla con una hojita verde, el secreto que le hacía no marearse. Mientras Lucy estaba a su lado, sonriendo. ¿La aventura? Subirse a un bote de carrera, pero utilizarlo para solo correr un poco.
― Natsu… ¿No vas un poco rápido? ― Preguntó sujetándose a su asiento como la copiloto.
― ¡Para nada! Esta es una de las velocidades mínimas… ― Y aceleró un poco más ― Si tenías miedo… ¿Por qué me seguiste?
― ¡Te odio! ― Gritó cerrando los ojos.
― ¡¿Ehhhh?! ¿Me odias? ― Preguntó sonriendo, entonces frenó de a poco.
― ¿Qué haces?
El chico se sacó el chaleco salvavidas y se tiró al agua, sin responderle, comenzó a bucear, y después de un rato, vio emerger una mancha rosada, su cabello, confiaba en él, era buen nadador y todas esas cosas, pero claramente no podía dejarle hacer lo que quisiera. Así que le tendió la mano, él se la tomo, antes que ella se diera cuenta de sus intenciones, él la jaló solo un poco y ya estaba en el agua.
― ¡Idiota! ― Gritó colgándosele por la espalda, afirmándose de sus hombros y hundiéndole en el agua.
― ¡Lu-cy! ― Dijo a medias, azotando las manos ― ¡Me aho-go!
― ¡Muere, muere, muere, muere! ― Gritaba enojada. Natsu había despertado al demonio rubio.
― ¡Me hundo! ― Pataleó ― ¡No respir…! ― Y se dejó hundir.
― ¿Natsu? ― Ella esperó 15 segundos, luego dejaron de salir burbujas ― No es gracioso Dragneel ― Luego pasó un minuto ― ¡Espera, Natsu!
Se sumergió para buscarlo.
Antes que ella se percatara que él estaba debajo suyo, se asustó, porque no le encontraba, y eso era malo, se creyó culpable por la supuesta muerte de su mejor amigo. Pero él salió a flote rápidamente. Y cuando ella se dio cuenta que él le jugaba una broma, comenzó a tirarle agua.
― ¡Tonto! ― Ambos se afirmaron de los brazos, solo pataleando para permanecer a flote.
― jejjej Lo siento ― Sonrió ― Estaba encendido…
― Torpe ― Ella se le acercó, para darle un golpecito en la frente.
¡Hola! Historia re-subida, la edité, controlé, y cambié las faltas ortográficas. Hacía mucho que no estaba en el fandom de Fairy Tail y lo saludo con esta vieja historia de Alternative Universe... ¿Quizás haya algún antiguo lector?
Saludos, abrazos y cariños,
Atte: Reino Inquieto.
