MARTIN MISTERY NO ES DE MI PROPIEDAD, SUS DERECHOS ESTAN RESERVADOS PARA SUS CREADORES ORIGINALES MENSIONADOS CON ANTERIORIDAD.
Bien, estoy cerca de terminar mis otros fincs, así que dije por qué no, solo espero hacerlo mejor, siento que aun me falta un poco más para perfeccionar mis historia, pero bueno, aquí les dejo con un Diana y Martin,
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El rostro del rubio estaba rojo, el no creía lo que pasaba cuando su hermanastra dijo tener un regalo de cumpleaños para el no esperaba algo así, es mas él pensaba que cuando abriera los ojos el veri una nuevo juego de video no algo así, el se alejo un poco Diana leía en el confusión, claro todo avía sido tan inesperado pero ella no avía podido esperar ni un momento más,
- Martin ¿estás bien?- ella pidió, el rubio escondió la cara y se levanto de su asiento no era como si él quisiera saber lo que había pasado, pero su corazón y un sinfín de pensamientos corrían por su mete, el paso de caminar a trotar y pronto estaba corriendo, Billy lo vio subir energéticamente las escaleras,
-¿Qué le pasara?- en eso Diana entro por donde Martin solo que ella caminaba tristemente, el marciano se pregunto qué era lo que había pasado,
-Diana ¿Qué ocurre?-
-yo, creo que fui rechazada- la lagrimas o dejaron de salir de su verdes ojos, y Billy simplemente no lo creía.
ESA MAÑANA.
-ha, no puedo creer que hoy sea mi cumpleaños- un energético Martin se levanto de la cama,
-hoy cumplo por fin 19 años y claro también estoy cerca de alegarme de Torrington y su desfile de tareas interminables- el salió hasia el baño para ducharse, mientras tanto una castaña luchaba interminablemente por envolver una caja,
-hu, esto siempre es tan difícil, nunca queda como yo quiero- ella lucho un poco mas logrando dejarlo como quería,
-listo, está perfecto, aunque no entiendo por que tanto empeño, el solo rasga el papel sin fijarse en el esfuerzo que puse- ella dejo el regalo en su armario,
-bueno, esto tendrá que esperar, ahora la escuela- ella salió de su cuarto muy alegre, avía pasado ya un me desde que Octavia avía entrado al las instalaciones del centro y creado un caos total, claro fui difícil hacer que su hermano le perdonara, y ella tuvo que reconocer que si él no hubiese encontrado primero los seres ella no hubiese tenido éxito, claro su piel verde y larga cola por fin avía desaparecido, aunque las burlas de su rubio hermanastro seguían a flor de piel,
-he, Diana, ¿Cómo estás?- su querida amiga Jenny la encontró en el pasillo,
-hola, bien, bueno acabo de enbolver el regalo de Martin así que tal vez tensa-
-claro, el envolver regalos nunca fue lo tuyo- se burlo su amiga,
-¿Cómo planean celebrarlo?- pregunto curiosa,
-bueno, papa iba a venir, pero las cosas se complicaron, claro no le he dicho a Martin, pero aúna si él me envió dinero para llevarlo a algún sitio-
-no me digas que irán a Terrolandia-
-no, claro que no ya fui y no planeo regresar en un millón de años- la castaña llego a su casillero y se dispuso a abrirlo,
-bien, entonces,-
-tal vez una comida en algún restaurante cerca, bueno seremos simplemente los dos, - ella pensó en MOM y Billy claramente los dos querrían participar, Martin había cambiado su actitud hacia su trabajo en el centro, ella creía que gracias a lo que paso con Olivia, pero un dolor pasaba por su corazón, ya que a veces tenía la sensación de que el solo se cuidaba de ella, como si fuera a traicionarlo una vez más,
-bien supongo,- las dos salieron a su primera clase, que al terminar cada uno de los chicos se dedico a felicitar a Martin, en si a pesar de lo extraño que el pareciera el daba a quererse, escuchaba los problemas de los demás que aunque a veces sus soluciones no funcionaban, todos sabían que el tenia un hombro siempre disponible, Diana sonrió ante las risas y tarjetas que recibió,
-gracias Antonio, es linda- Martin revisaba la tarjeta que el rubio nerd le avía dado,
-tiene fosforescencia, solo déjala en el sol un rato y en la noche las veras brillar,-
-baya todo un proyecto de ciencias- Jill, se divirtió con el obsequio de Martin, en una cajita roja lanzándolo arriba y abajo, ella era una chica nueva en Torrington, ella era una chica extremista, casi con todos los justos de Martin, menos uno, y eso era lo paranormal, Diana no creía que esa chica le causaría muchos problemas, pero había empezado a tener un gusto especial por su hermano,
-¿Qué es esto Jill?- Martin pregunto,
-un regalo, para un loco como tu-
-¿Qué graciosa?- Martin lo abrió y se encontró con un collar de surfista, solo que este tenía una concha en lugar de una esferita,
-esta genial-
-claro, es de Australia- dijo ella,
-fuiste a surfear a Australia, OwO-
-claro, no soy una bebita, claro estas invitado la próxima vez que baya,- ella le dio un golpe en el hombro a Martin,
- sí, será sensacional- Martin seguía charlando con ella, Diana tuvo un momento en el cual sintió enojo ante eso, ella empezó a sentir que odiaba a la chica, en eso recordó a la antigua amiguita d su hermanastro, y recordó que avía un sentimiento igual hacia ella, pronto sacudió sus pensamientos y decidió salir de salón, Martin la observo y se disculpo con Antonio y Jill,
-he, Diana- la tomo suave del hombro, ella volteo y quedo justo enfrente del rostro de su hermano, ella se sonrojo,
-he dime ¿Qué te pasa?- el pregunto,
-¿pasarme? Martin no me pasa nada-
-vamos, te conozco, -
-bien, esperaba que terminaras tu juego con la señorita, "escale yo sola el Everest" para ponernos de acuerdo… ¿Dónde festejaremos?-
-ha, claro, pues papa…-
-el llamo, dijo que las cosas se complicaron en Alburquerque, una manifestación o algo-
-entonces seremos los dos-
-no lo sé, tal vez MOM y Billy quieran ir-
-baya, seria genial, -
-bueno, hablaremos del restaurante después, tengo que entregar un proyecto-
-bien hermana, te veré después- Martin dio la vuelta y salió para su siguiente clase, pero algo en "hermana" le dio una gran tristeza, ella se golpeo la frente, tratando de dejar fuera tanto sentimiento extraño.
