Una suave y corta melena rosa se movía entre la multitud abriéndose paso para poder cruzar. Era invierno, las calles de Tokio estaban llenas de gente con chalinas y guantes, cerrando sus abrigos o parejas abrazadas dándose calor. Cruzó la pista en cuanto el semáforo lo indicó. Su cabello rosa estaba alisado con un mechón recogido tras su oreja. Sus ojos eran grandes y hermosos de un singular color verde que por alguna razón lucían apagados. Llevaba un abrigo crema y unos pantalones celestes con unos botines poco más oscuros que su abrigo. Llegó por fin a un gran café de la esquina donde entró inmediatamente. El lugar era cálido y acogedor.
-¡Sakura! – la llamó una hermosa rubia
Ella se acercó con una sonrisa y se sentó en la mesa junto a todas.
-Pídanme un café pero ya – pidió frotando sus manos
-Hey Lee – llamó una pelimarrón – un café bien caliente y cargado por aquí –
-Claro – respondió un chico alto de cabello, ojos y pobladas cejas negras. Su peinado era en forma de casco – se está preparando – dijo alegre mostrando el pulgar.
La pelimarrón bufó – Claro, cuando es para mí se demora siglos, pero llega Sakura y se pone agilito – rió
-Ya Tenten – pidió la recién llegada
Tenten tenía su cabello atado en dos moñitos y sus vivaces ojos eran de un hermoso color chocolate. Tenía una piel suave y sin imperfecciones, un cuerpo atlético debido a sus arduos entrenamientos ya que era parte del equipo nacional de tae kwon do y era amiga de Rock Lee desde la infancia.
-Vamos Sakura, anímate un poco – pidió la rubia guiñándole un ojo
-Ino… - susurró triste
Ino era alta y con un largo cabello rubio atado en una coleta alta, un travieso mechón tapaba uno de sus bellos ojos azules.
-Sakura todo estará bien – una linda chica tomó una de las manos de la pelirosa suavemente – estamos para apoyarte – le sonrió.
-Gracias Hinata –
Hinata tenía la piel blanca como la nieve y un cabello largo de color negro y reflejos azules que contrastaba con la su tez. Lo más bello eran dos jemas perlas que brillaban en su rostro.
-Esta bien chicas, muchas gracias – acarició la mano de Hinata – No se preocupen, estaré bien – sonrió a todas, aunque ellas la vieron no muy convencidas.
-Ten tu café Sakura-chan – dijo Lee colocando la taza frente a ella.
-Gracias Lee – Le agradeció haciendo que el chico se sonrojara.
-Ya Lee, vuelve a trabajar – se burló Ino al ver que Lee se quedó embobado viendo a Sakura.
-Hay Lee – rió Tenten
Lee reaccionó y se fue riendo nervioso mientras las chicas lo fastidiaban haciendo sonrojar nuevamente.
Sakura se aisló de todo eso, perdiéndose en aquel oscuro café… Su mirada se apagó y la tristeza volvió a ella, aunque sinceramente nunca se había ido.
-Sakura – llamó Tenten – Sakura – volvió a llamar captando su atención.
Sakura miró a sus amigas y dejó el café en la mesa.
-Chicas lo lamento, no fue buena idea venir – se puso el abrigo nuevamente dispuesta a irse –
-Sakura espera – pidió Ino parándose pero Hinata la detuvo
-Chicas descuiden, estaré ocupada. Tengo muchos trabajos que presentar en la universidad, ya me conocen – les dijo con una tierna sonrisa – adiós Lee- se despidió para salir.
Cerró la puerta rápidamente para evitar que el frío invadiera el lugar. Caminó por las calles pensativa, ya había pasado una semana y dolía igual… ¿Qué iba a hacer? Tenía que reponerse pero eso era imposible, lamentaba haberse ido así, sabía que sus amigas estaban preocupadas.
Sakura era estudiante de medicina y era muy buena. Tenía los primeros puestos. Solo cuando estaba en la universidad se olvidaba levemente de los problemas pero al salir la solitaria y cruda realidad la golpeaba.
-¡Cuidado! – escuchó un grito. Atinó a voltear encontrándose en medio de la pista en rojo y un carro viniendo hacia ella.
-¡Ah! – gritó poniendo sus brazos inútilmente para protegerse. Sintió que alguien la empujaba hacia el otro extremo de la vereda.
Sakura abrió los ojos con miedo, eso estuvo cerca. De no ser por quien la había salvado…
-¿Estás bien? – preguntó una voz conocida para ella.
Sakura terminó de abrir los ojos para encontrarse con una hermosa chica de cabellos rubios atados en cuatro rebeles coletas y ojos verde azulado.
-¡¿Temari?! – exclamó sorprendida. Temari era la prima de Ino, venía a visitarla de vez en cuando, ya que ella vivía en New York.
-¡Oye mocosa! – Escucharon al hombre del auto - ¡Fijate por dónde… - No siguió porque Temari se había parado y lo miraba fijamente –
-¡¿Y tú que te crees?! ¡¿Viniendo a esa velocidad?! – rugió en japonés para luego lanzar unos improperios en inglés. El hombre se asustó y luego de dar una advertencia entre tartamudeos arrancó.
Sakura la miró con una gotita en la cabeza, no había duda que Ino y la rubia eran parientes. Ambas compartían el carácter del diablo -No Temari ha sido mi culpa – susurró Sakura.
-¿En qué estabas pensando? – Preguntó ella con una ceja alzada – Ven párate – la ayudó a levantarse.
-Gracias – agradeció Sakura – ¿Cuándo llegaste? –
-Hace unas semanas - respondió – Has estado desaparecida. Las chicas me contaron que estas metida de fondo en la universidad y bueno… también me contaron lo de… - Temari no siguió al ver una mueca en la cara de Sakura - …Justo ahora estaba yendo a ver a las chicas en el café de siempre - comentó Temari
-Yo… vengo de ahí, no me sentía bien – confesó Sakura – Por favor no les digas sobre este incidente, se preocuparán más – pidió
Temari la miró desaprobatoriamente pero luego suspiró – Prometo no contarle a nadie – Sakura asintió agradecida – Pero dame tu número – exigió sacando su móvil.
Sakura se lo dio y también apuntó el de ella – Bien, entonces me voy – dijo Sakura – espero vernos pronto… -
-Nos veremos mañana, tenemos que hablar - le sonrió Temari guiñándole un ojo - ¿Dónde te encuentro? – preguntó
Sakura se quedó tonta por la invitación repentina para luego pensar. – Hay un café cerca a mi universidad, la universidad Senju. Podemos vernos ahí - sugirió – mañana tengo clases todo el día pero tengo un espacio de una hora asi que podemos hablar tranquilamente –sonrió.
-Bien, te llamo mañana – Temari se despidió para luego seguir su camino.
Sakura se quedó extrañada siguiendo su camino. Temari y ella no eran muy cercanas, claro que habían compartido juntas en los cumpleaños de Ino junto a sus otros dos primos Gaara y Kankuro. También en fechas especiales como Navidades e inicio de primavera. Pero le intrigaba por que Temari quería hablar con ella…
De camino cruzó por un supermercado. Pensó en hacer las compras antes de llegar.
Mala idea, con cada paso que daba se sentía patéticamente sola… Hacer las compras era más divertido antes.
Compró comida, películas y dulces, sin duda era patética. Antes de llegar a la caja compró pañuelos desechables, ya eran noches que no podía dormir sin derramar un par de lágrimas.
Pagó todo y tomó un taxi hasta su apartamento.
….
Temari se encontraba con las chicas, todas caminaban por el centro comercial.
-Entonces viste a Sakura mal – susurró Ino triste.
Temari asintió preocupada, no les había contado lo del accidente porque se lo había prometido, pero si quería hablar con ellas sobre Sakura.
-Está muy decaída – Hinata agregó –
-No es para menos, él era su vida – Tenten mandaba mensajes de texto mientras caminaba – Sasori también la amaba pero ya saben, las relaciones a distancia son muy difíciles –
-Pero aun asi, Sasori no debió haber terminado la relación. Cuando ambas partes se aman hacen de todo para estar juntos –
Todas asintieron ante lo dicho por Ino.
Tenten lanzó una risita que hizo que todas la miraran. Ella sonrió- Es Neji, está en el centro comercial también –
Todas la miraron cómplices. Neji era el primo de Hinata y últimamente Tenten y él se hablaban demasiado.
-Supongo que te irás con él – dijo Hinata feliz. Le gustaba que su primo estuviese relacionándose con su amiga Tenten. Ambos hacían una linda pareja.
-Si chicas, lo siento – se disculpó
-No te preocupes niña ve- dijo Temari haciendo gesto de darle su bendición. Tenten se despidió de todas y bajo por las escaleras eléctricas.
-El amor, el amor – suspiró Ino – pero ahora, volviendo al tema de mi desamparada amiga… ¿Qué haremos al respecto? – preguntó
-No se preocupen – suspiró Temari – pronto la encontraran de mejor humor – guiñó un ojo – ahora vamos de compras. Las tiendas japonesas son mi perdición – dijo entusiasta jalando a unas confundidas chicas.
….
Sakura se encontraba en el ascensor de su edificio, vivía en el piso 7. Las bolsas se encontraban en el suelo y ella apoyada en la pared.
Las puertas se abrieron y ella cogió las bolsas. Una pelirroja se encontraba en el umbral de la puerta vecina.
-Hola Sakurita – sonrió acomodándose sus lentes. Llevaba un camisón de manga larga, tenía una figura imponente y unos pechos que sobresalían a la vista. Su cabello era largo y rojizo despeinado salvajemente y sus ojos eran de color rojo fuego.
-No estoy de humor Karin. Me sorprende que no te mueras de frío – habló con pesadez mientras buscaba las llaves de su apartamento en su bolsillo.
-La que tiene para mostrar que muestre – se alzó de hombros – ¿Celosa? –
Sakura no respondió y simplemente abrió la puerta con dificultad pero una de las bolsas se cayó mostrando las películas y el helado.
Karin tardó un poco en verlas pero cuando lo hizo no pudo evitar reír, mucho más cuando vio el intento desesperado de Sakura por esconderlos.
-Eres patética pelo de chicle – se burló. Sakura estaba avergonzada y una pequeña lágrima amenazaba con salir - ¿Por qué no le pides a Sasori-chan que te ayude? A cierto, está lejos ¿verdad? A cientos de kilómetros y seguro feliz con cualquier otra – Sakura al escuchar eso tragó en seco. Fue una apuñalada para su corazón, pero intentó serenarse. No caería en el juego de esa infeliz – Es una pena- dijo ella jugando con un mechón de su cabello - estaba así – sus dedos hicieron la seña de algo mínimo – de conseguir metérmelo a mi cama… - Suficiente, Sakura se limpió la lágrima con su puño y se paró dejando las bolsas en el suelo. Karin se tensó ante esto.
-Sasori nunca se hubiese enredado con una zorra de tan baja calaña como tú. Dudo mucho que hayas despertado si quiera interés en él porque de lejos se ve que no sirves como mujer ni de una noche – escupió con ira contenida.
Karin frunció el ceño dispuesta a lanzarse encima de la pelirosa, Sakura se puso en guardia pero algo, o más bien alguien las detuvo.
-¿Qué sucede? – preguntó un chico adormilado saliendo del departamento de Karin - ¿Otra vez piensan pelear en el pasillo? ¿Es que no han tenido suficientes advertencias de la dueña? –
-¡Tú no te metas cara de pez! – gruñó Karin
El chico solo rió ante eso. Tenía unos bonitos ojos púrpuras y el cabello blanco con mechones celestes. Estaba solo con un pantalón de buzo por lo que sus marcados abdominales estaban a la vista al igual que sus trabajados brazos.
- Hola Saku – saludó con una sonrisa - ¿Has hecho las compras? – preguntó observando las bolsas e ignorando la situación de hace unos segundos –
-Eh… si – asintió algo incomoda, desviando la mirada algo sonrojada de sus músculos –
-Bien, entonces te ayudo – dijo ignorando los chillidos de Karin y comenzando a recoger las bolsas. Sakura quería que la tierra la tragara, abrió la puerta y el chico entró dejando todo en la bonita sala.
El apartamento de Sakura era pequeño. Tenía una pequeña sala con muebles de cuero blanco, una mesa de vidrio, una alfombra roja y un mueble para el televisor, DVD y estéreo. El comedor era pequeño y a su lado había una barra que mostraba la cocina del otro lado.
-Gracias Suigetsu – sonrió Sakura a duras penas –
Suigetsu se acercó a ella y le dio un tierno beso en la frente que hizo que Sakura quisiera derrumbarse.
-Tranquila linda, ya lo superaras, eres hermosa, inteligente, perfecta y mucho más bonita que la pelo de zanahoria, no le hagas caso – le guiñó un ojo
Sakura sonrió ante sus palabras. Suigetsu era muy bueno con ella a pesar de ser amigo de la pelirroja con la cual tenía sexo ocasional luego de una borrachera en alguna fiesta que tuviesen juntos. Dormían juntos pero cuando estaban conscientes no se soportaban.
-Gracias Sui- agradeció de corazón.
-Ahora si quieres olvidarlo más rápido no solo puede ser un buen hombro para llorar – dijo coqueto y Sakura rodó los ojos divertida –
-No puedo creer que te volvieras acostar con la zorra de Karin – dijo con una mueca de asco –
-Lo sé lo sé- dijo con pesar y una mano en su frente – créeme que es un encanto con varias cervezas encima – rió –
-Mejor ve antes de que vuelva a tirar tu ropa por la ventana como la otra vez- recordó Sakura.
-Ajj si, esa loca – suspiró abriendo la puerta – pero que no te vuelva a joder lo que te diga, deprimirse, ver películas y llenarte de dulces es normal en tu estado – MALA INTENCIÓN: 0% - adiós – sonrió para cerrar la puerta.
A Sakura un aura depresiva la rodeó con varias gotitas de sudor. Suigetsu era un idiota…
Suspiró una vez sola en su apartamento, bueno, no tan sola. Rápidamente un maullido la llamó recordando que estaba alguien más con ella. Sintió un suave roce en su pierna encontrándose con una linda minina blanca.
-Tekirai – sonrió Sakura inclinándose y acariciándola.
Su linda gatita que Sasori le había regalado en su primer aniversario. Las lágrimas comenzaron a salir…
Tekirai lanzó un pequeño maullido y Sakura le sonrió – disculpa… soy muy débil – se rió de ella misma – ahora te sirvo tu comida – Sakura fue a la cocina y le dejó un tazón con galletas para gato.
Dejó a su gatita comiendo para luego ir a su habitación. Era igual pequeña, tenía una cama matrimonial de edredón rojo escarlata. Las paredes eran blancas menos la de la cabecera que también eran rojas. Los muebles del tocador, armario y mesa de noche eran de madera negra. Tenía baño propio. Sakura se sacó el abrigo y el resto de la ropa, tenía una silueta fina y delgada, abdomen plano, un gran trasero y unos pechos no muy voluminosos. Una hermosa joven de 21 años.
Se colocó unos pantalones suaves y un polo holgado que mostraba su ombligo, entró al baño el cual tenía tina y se lavó la cara.
Se tiró en la cama agotada. Tekirai saltó y se colocó a su lado.
Sakura se quedó mirando sus hermosos ojos azules. Dio una vuelta chocando con el cuadro en su mesa de noche, el cual no tenía ninguna foto. Había sacado la foto de ella y Sasori hace unos días.
Las lágrimas volvieron a salir de sus hermosos ojos verdes. Desde que Sasori la dejó no había podido dejar de llorar.
Sasori era el sueño de cualquier chica, alto, fuerte, guapo, hermosos ojos café ceniza y cabello rojizo, además de ser de una familia de buena posición económica. Estudiaba derecho y se habían conocido en la universidad. Llevaban juntos 1 año y medio.
Sasori había sido el amor de su vida, su primer amor, su primer novio, su primer todo. Estaban hasta pensando mudarse juntos pero… hace 3 meses Sasori recibió una beca por 1 año para estudiar en Londres y todo se vino abajo. Sakura no le iba a negar la oportunidad y ambos decidieron seguir con su hermosa y fuerte relación. Quedaron en que las vacaciones Sasori regresaría. Pasaron tres meses y Sasori regresó. Pasó un día con su familia y el resto de la semana viviendo con Sakura. Todo era perfecto. Sasori volvió a irse, pasaron otros tres meses y Sasori tenía que volver… Los recuerdos inundaron su cabeza.
FLASH BACK
-¿Aló? – contestó con su suave voz. Se había amanecido haciendo un ensayo sumamente importante. Quería estar libre para poder pasar la semana con Sasori. ¿Quién osaba despertarla tan temprano?
-Aló Sakura – contestó la voz de su amado
-Sasori, amor – sonrió Sakura risueña. Miró su reloj y eran las 6:00 am. La diferencia horaria entre Londres y Japón era de 8 horas. Por lo que allá eran las 10:00 pm - ¿No deberías estar durmiendo? Mañana tienes que abordar temprano- le dijo con dulzura
Sasori se quedó en silencio y Sakura se extrañó ante eso.
-¿Sucede algo? – preguntó despertándose completamente
-Te amo – soltó Sasori de repente haciendo que Sakura riera aliviada –
-Hay amor, yo también te amo – dijo ella
-Dilo otra vez… por favor –pidió. Sakura notó algo raro en su voz.
-Sasori que… -
-Por favor – pidió
-Te amo – repitió Sakura - ¿Qué te sucede Sasori? – preguntó
-No iré a Japón –
-¿Cómo? –
-Lo lamento pero no puedo seguir con esto – El corazón de Sakura paró de golpe. ¿Qué estaba diciendo? –
-No no no espera – Sakura negó rápidamente, no podía estar sucediendo esto - ¿Por qué estás diciendo esto? –
-Sakura, mi amor… - Sakura se quebró, notó la voz de Sasori temblorosa y supo que lo que estaba a punto de decirle no era nada bueno - …aun me faltan 4 meses aquí –
-Ya lo sé, no es nada amor, ya hemos estado separados 6 meses – recordó Sakura con alguna lágrimas. Sasori no dijo nada por lo que ella continuó- Solo 4 meses más amor…
-No –interrumpió Sasori – quieren que termine la carrera aquí – Sakura se quedó helada.
-Pe…pero te faltan 3 años – dijo alarmada… - Tú… -
-Eh aceptado – Sakura no pudo contenerse más y estalló en llanto. Sasori la estaba dejando, le estaba diciendo que se quedaría allá – Lo lamento Sakura… - la voz de Sasori se quebró.
-¿Entonces… se acabó? – preguntó con hilo de voz desgarrada por dentro
-3 años es demasiado, tú tienes que continuar con tu vida, no es justo que me esperes… - Sakura explotó
-¡No me digas que es lo justo! ¡No me importaría esperarte 20 años! – Sakura gritó
-¡Pero no está bien! –
-¡¿Por qué mejor no dices que te cansaste y que se te hace pesado venir a Japón?! ¡Seguro estás más cómodo allá, seguro conociste a alguien! – Sus emociones estaban cruzadas y no pensaba muy bien lo que decía.
-¡No digas eso! ¡No eh conocido a nadie más Sakura!¡Tú eres la única chica a la que amo! – se apresuró a decir Sasori
-¡¿Entonces por qué me estás dejando?! ¡Si me harás harías lo posible para seguir conmigo! ¡Si quieres no vengas a Japón, podemos llamarnos, comunicarnos por otros medios…! –
-¡No insistas! – gritó mucho más fuerte callando a Sakura… Hubo unos segundos de silencio donde solo se escucharon los sollozos de Sakura… Sasori suspiró – Saku… Todo este tiempo, desde la última vez que te vi… Me dolió demasiado volverte a dejar. Estos tres meses…solo pensaba que moría por volver a verte… por tenerte en mis brazos otra vez… besarte y hacerte el amor… Sakura no podía contar las horas para verte – Sasori lloraba y Sakura también.
-¿Entonces por qué? – preguntó con una mano en la cabeza. Le iba a dar un ataque…
-Los profesores me dijeron que me darían beca completa por toda la carrera y entonces… Sakura te amo y te amaré siempre… pero no podré concentrarme si abarcas todos mis pensamientos. Es por eso que te dejo Sakura, si encuentras a otro hombre… mientras tú seas feliz yo también lo seré… - Sakura solo podía llorar… Sasori estaba siendo egoísta, era uno de sus pocos pero importantes defectos.
-¿Entonces es todo? – preguntó Sakura tratando de ser firme en el último momento al menos.
-Si… Si el destino quiere nos volveremos a encontrar… Y si el destino es bueno conmigo te encontraré soltera – trató de reír pero no lo consiguió.
-Sasori… te amo. Soy tuya – Sakura recordó cuando se entregó a él por primera vez en su vida. Ningún hombre la había tocado, solo él. Ningún hombre la había visto, solo él - ¿Estás seguro de esto? – preguntó con el nudo en el corazón
-Si Saku… es lo mejor – finalizó con el mismo nudo en su corazón.
-Entonces adiós Sasori… - se despidió Sakura, no podía seguir con esta conversación.
-Siempre puedes contar conmigo – se apresuró a decir antes que Sakura colgara.
-No lo creo Sasori, estás muy lejos – dijo con rencor para colgar.
…
El llanto inundó la habitación, dolía… dolía mucho. Ahora se arrepentía, se arrepentía demasiado por lo último que le dijo, la ira habló por ella. Debió haberle dicho que lo esperaría, que lo esperaría esos 3 años… Porque lo haría, si lo esperaría…
Lloró hasta quedarse dormida…
FIN DEL FLASH BACK
Sakura suspiró, su corazón seguía roto en miles de pedazos. A cada hora que su cabeza no estuviese concentrada en sus estudios estaba llenándose de preguntas… ¿Qué estará haciendo Sasori? ¿Habrá desayunado bien? ¿Se habrá peleado con otro profesor tratando de demostrar su punto? Rió ante eso, Sasori era muy terco ¿Estará con otra? Su sonrisa se borró ante ese pensamiento… ¿Y si estaban haciendo "eso" en este instante? Otra vez… Si seguía llorando sus ojos volverían a hincharse.
El timbre sonó y ella limpió todo rastro de lágrimas de su cara con su manga. Caminó descalza hacia la puerta y vio por la lente a un alto y apuesto joven de cuerpo escultural y cabello rubio como un dios griego. Sakura lo reconoció y abrió la puerta.
-¿Deidara? – Preguntó extrañada. Sus hermosos ojos azules la miraron de arriba abajo y se sonrojó al verle su blanco abdomen plano – Pasa –
Deidara entró. Llevaba un polo negro pegado a su cuerpo demostrando lo marcado que estaba, unos pantalones blancos y unas zapatillas grandes negras.
Deidara era el mejor amigo de Sasori, estudiaba arte en la misma universidad que Sakura.
-Disculpa por venir así – dijo rascándose la nuca nervioso e incómodo – es solo que am… - Sakura alzó una ceja.
-¿Qué es? – preguntó
-Le presté una polera a Sasori y me dijo que estaba en tu apartamento – Sakura no pudo evitar sorprenderse y que su corazón diera un vuelco al saber de Sasori – se que te incomoda pero… -
-No, no te preocupes – Sakura lo cortó de inmediato – voy… voy a buscarla… - dijo corriendo a la habitación –
Sus grandes ojos azules la siguieron hasta que desapareció en el departamento. Tomó asiento en el sillón y un suspiro salió de sus sensuales labios. Su más oscuro secreto… Estar perdidamente enamorado de Sakura… el amor de su mejor amigo…
