Como siempre, Shaman king no es mio, sino del genio hiroyuki, esto se hace por mero ocio y no por otra cosa... etto pues aqui tenemos yaoi, osea chico x chico si no te gusta, sal de aqui, a no ser que seas masoquista, umm pues creo que es todo por ahora, por cierto matamune si existe, si no me creen lean los tomos 19 y 20 del manga

^^ jujujuju okasan no va a ganarme


Capitulo 1: Matamune

By: Yoh

Matamune había sido mi primer espíritu acompañante, lo digo de esta manera porque él de verdad me había hecho compañía en un momento de mi vida en el que mi condición de shaman me había aislado de los niños de mi edad. Matamune fue el primer amigo que tuve, y fue por él que pude salvar a Anna de la oscuridad de su propio corazón; pero hacerlo había dejado a mi pequeño amigo sin poder espiritista, el Over Soul que Hao le había dado hacia mil años se desgasto dejándome solamente el collar de la garra de oso, había dicho, que cuando alcanzara el poder espiritista de Hao podría convocarlo nuevamente.

Esos recuerdos me habían venido una y otra vez a lo largo de ese año, hacia un año que el Shaman Fight había llegado a su fin; había vencido a mi hermano, pero eso solo había sido posible con ayuda de poder espiritista de todos mis amigos, no es que hubiera alcanzado los poderes espiritistas de Hao.

Eso quería decir que no podía traer a Matamune de vuelta; no podría estar seguro nunca de cuando hubiera alcanzado el poder espiritista de Hao.

Quizá nunca podría traer a Matamune de vuelta.

—Anna ¿tú crees que algún día podre alcanzar a Hao?

— ¿De qué estás hablando Yoh? Tú venciste a Hao, es obvio que lo has superado.

Creo que Anna no lograba entender del todo como era que me sentía, nadie podría comprenderlo porque todos me veían como el shaman más poderoso, pero no lo era, ni siquiera podía soñar con ser como Hao.

Ojala pudiese traer a Matamune de vuelta, así no me sentiría tan solo. No sé porque siempre me he sentido así, al principio creí que era porque no tenía amigos, pero, aun cuando los muchachos me brindaron su amistad el sentimiento no se desvaneció por completo. Solo en presencia de Matamune o Hao el vacio desaparecía.

Era de imaginarse, Hao Asakura, era la otra parte de mi alma, él mismo lo había dicho tiempo atrás, los Grandes Espíritus habían querido desde el principio que debíamos estar juntos; y sin embargo nuestra familia nos había separado; etiquetando nuestro destino.

Hao Asakura, el temible shaman de fuego, su simple nombre puede causar pesadillas inclusive a la persona más valiente, él fue un cruel asesino, un ser despiadado que solo causo dolor y sufrimiento a las personas; mató y masacró a gente inocente que no tenía la culpa de nada… era una persona repulsiva, temible y cruel…pero…

Yo no podía odiarle, yo no podía… tan solo sentía tristeza por él… todos lo habían juzgado desde un principio, había sido una injusticia de parte de mis padres y mis abuelos, lo habían orillado a aquel destino, y aparentemente nadie más que yo comprendió eso.

Aquel niño indefenso no tenia porque haberse vuelto un asesino, pero no le habían dejado otra opción, en su pequeño mundo de oscuridad se veía solo en una posición, matar para permanecer vivo.

En cuanto lo conocí entendí el significado de las cosas; yo quería hacer algo por él, quería que supiera que contaba conmigo; después de todo éramos hermanos… Habíamos estado juntos dentro del alma de mi madre; estábamos hechos para estar juntos.

Matamune nunca me lo dijo, pero sé que lo sabía, estaba consciente de que yo no podría estar tranquilo hasta que yo no me reuniera con mi hermano, por eso quizá temía que yo me volviera como él, y entonces nada pudiera terminar con el mal; ese fue mi papel, el que me habían asignado, como Hao ya había sido etiquetado como el cruel demonio a mi no me quedaba de otra más que ser el defensor de la familia Asakura.

Yo me limitaba a seguir los pasos de mi hermano durante el torneo, me gustaba tanto verle, me hacía sentir tranquilo, pero también me llenaba de tristeza, él siempre parecía distante de todo el mundo, como si su alma hubiera sido secuestrada por un demonio.

Un demonio llamado obsesión.

Hao estaba obsesionado con convertirse en el Shaman King, y yo era el único que sabía que no lo hacía por el planeta y su salvación: yo podía sentir un deseo más egoísta, pero era un deseo más humano, quería demostrarle al mundo entero que no necesitaba de nadie. Quizá, si esta vez lograba apoderarse de los Grandes Espíritus su alma al fin lograría su propia paz. La destrucción de la humanidad era solo el método para alcanzar lo que anhelaba.

Reunió una cantidad impresionante de seguidores, shamanes que no imaginaban que su amo fuese más humano que ellos mismos.

Yo me sentía mal por él, quería abrazarle, susurrarle al oído que todo estaría bien; quería que mi hermano estuviera conmigo, y así ninguno de los dos se sentiría solo de nuevo.

Pero mis anhelos estaban por mucho muy lejos de lo posible…Hao no quería acercarse a nadie… y todos, por alguna extraña razón que me es desconocida y difícil de entender habían depositado sus esperanzas en mi.

Estaban deseosos de que yo, Yoh Asakura, con ayuda de la bitácora mágica derrotara a aquel terrible shaman, querían que yo fuera su salvador, que yo los librase de aquel mal.

— ¿sucede algo Yoh? Te noto muy pensativo –la voz de Manta me sorprendió trayéndome de regreso al mundo real; yo había dejado de partir las verduras y me había quedado atónito mirando a la lejanía.

—No es nada Manta –lo tranquilice con una gran sonrisa. Manta sonrió conforme de mi respuesta, estaba acostumbrado a pensar en mi como un despistado, eso era porque siempre tenía cosas más importantes en que pensar, cosas más profundas; una nube podía hacerme recordar lo diminuto que era en ese vasto universo, una flor me hacia apreciar la belleza del mundo que los Grandes Espíritus nos había regalado.

—Es bueno que después de un año los muchachos por fin puedan venir todos juntos –comentó Manta alegremente echando las verduras al caldo.

—Es verdad; la pensión necesita un poco más de ruido. Aunque no sé si a Anna le parezca la idea.

—Yoh… ¿Qué sientes realmente por Anna?

Su pregunta me tomó por sorpresa, la medite un poco antes de contestarle, ese primer recuerdo de Anna volvió a mi mente. Matamune brindándome su poder espiritista para salvarla, y después… nada…

—Quiero a Anna, pero no de la manera en la que debería querer a mi prometida, es que o logro concebirla de esa manera, la quiero como quiero a Tamao o a Pilika.

—Yoh… -pude leer la expresión preocupada en el rostro de mi mejor amigo, le volví a sonreír tranquilamente.

—Quisiera algún día conocer a la persona que fue hecha para mí.

La persona que fue hecha solo para mí, quizá debía estar en alguna parte, pero lo más probable era que nunca le conocería, pues estaba Anna; tampoco en eso me habían dejado escoger, Anna será mi esposa, porque era la mejor candidata para formar parte de mi familia.

Qué triste; ni siquiera era libre de elegir a la persona con la que pasaría el resto de mis vida.

La cena fue en silencio, Anna veía sus programas por la televisión y lo último que quería era que la interrumpiéramos. Yo estaba más interesado jugando con la garra de oso que colgaba de mi cuello; lo había decidido.

Intentaría traer a Matamune de vuelta pasara lo que pasara.

Estaba consciente que aun no alcanzaba los poderes de Hao, pero mi poder espiritista tampoco era bajo, al menos debía ser suficiente para lograr mi cometido.

Aquella noche no pude dormir, Hao invadía mis pensamientos, era como oír su voz en mi cabeza, como si desde alguna parte del mundo él me estuviese hablando; si cerraba los ojos podía ver su imagen, tan nítida como aquel ultimo día que lo había visto, justo en el momento en que tras que el Espíritu de Fuego saliese de los Grandes Espíritus y que Hao estuviste a punto de lograr su cometido.

—Tienes que hacerte más fuerte Yoh –me decía su voz aterciopelada.

— ¿Cómo puedo volverme más fuerte? ¿Cómo puedo traer a Matamune de vuelta?

—Matamune… -su voz se impregnó de un aire de tristeza; me extrañó esa tonalidad que no era propia del temible shaman de fuego.

— ¿Podría traerlo? –quise saber.

—Es posible –contestó calmadamente, guardó silencio por un momento que me pareció eterno y luego continuo –pero no estoy seguro si su espíritu estará intacto.

— ¿Qué quieres decir? –le pregunte un poco espantado del tono que había adquirido su voz, parecía preocupado.

—Los recuerdos de Matamune se basa un poco en mis recuerdos… algunas cosas que no conoces de mí.

—Hermano…

—Es la primera vez que me llamas así –puntualizo Hao, su voz había adquirido una pequeña calidez -¿me extrañas Yoh? Aunque sea un poco.

—Te extraño hermano… bastante… yo no quería que las cosas terminaran de esa manera, quería que formáramos una familia de tal manera que pudiésemos estar juntos.

— ¿Juntos? ¿De qué manera juntos Yoh?

— ¿manera? –pregunté sin entender, Hao solo soltó una risa.

—Nada, aun eres bastante ingenuo, pero espero que algún día lo comprendas; y espero que cuando ese momento llegue no me odies por lo que siento.

—Jamás podría odiarte hermano, te quiero demasiado.

—temo que no lo suficiente para hacerme feliz.

— ¿Serias feliz si te quisiera más?

—Si me quisieras de la manera en la que te quiero seria la persona más feliz de todos los tiempos.

—Hermano…

—Te ayudare a traer a Matamune –dijo la voz de Hao de pronto –pero tienes que dirigirte hacia el templo de Funbari.

Tras eso mis pensamientos fueron tan solo mis pensamientos, la voz de Hao desapareció dejando un extraño silencio, no era la primera vez que sucedía, desde su muerte, mi mente se había llenado con la voz de Hao al menos una vez a la semana, aun así no lograba acostumbrarme a ella, temía que me estuviese volviendo loco y por eso tuviera esa clase de alucinaciones.

Aun así tomé mi abrigo y salí de la pensión a mitad de la noche para dirigirme al templo de la diosa de Funbari, no podía contarle a nadie de aquello; era un plan imprudente, descabellado e incluso peligroso, Manta o Anna pensarían que estaba loco e intentarían detenerme cuanto antes.

El aire nocturno era frio, la oscuridad era buena para poder apreciar las estrellas; me quede embelesado mirando hacia el cielo por un momento, las estrellas eran de verdad hermosas, podría haber pasado todo mi tiempo admirándolas, pero el sonido lejano de un lobo me hizo recordar que debía ponerme en macha o amanecería antes de que me diese cuenta, solté un suspiro que se fundió rápidamente con el aire frio.

Debía de haber llevado a Harusame por cualquier cosa, pero solo pensaba en la garra de oso, Matamune y Hao.

Eche a correr en medio de la oscuridad, cuando llegue al templo tenía la respiración agitada y el ritmo cardiaco acelerado, era de esperarse que a mitad de la noche el templo estuviese totalmente desierto.

—Hermano –llamé al aire esperando obtener respuesta, me pegue el collar al pecho con fuerza, por un momento me invadieron las ganas de llorar al sentirme tan solo.

Tomé aire intentando concentrarme y hallar mi propio silencio, cuando finalmente me calme por completo una parte de mí quería regresar a la pensión En.

—Eternas y muy buenas noches hermanito –me llevé una enorme sorpresa al escuchar la voz de mi hermano fuera de mis pensamientos, casi me caigo de la impresión al verlo junto a la diosa de Funbari, inmóvil como la misma estatua del templo, pero traslucido como la luz azulada.

— ¿eres un espíritu hermano? –quise saber, porque no terminaba de creer que mi hermano, Hao Asakura, el gran shaman de fuego, fuese ahora algo tan inestable e inconciso.

—Algo parecido.

—No entiendo- él me miró con sus profundos ojos oscuros y después dibujo una sonrisa que yo nunca antes le había visto, era dulce y provoco que el color subiese a mi rostro.

—Si tuviese un poco más de poder espiritista podría regresar –dijo casi en un susurro.

—Re...gre...sar… -repetí la palabra incrédulo, nada me haría más feliz que mi hermano regresara.

—Yoh, si traes a Matamune es casi seguro que me traigas de vuelta, ¿aun quieres hacerlo?

—quiero que regresen, que ambos regresen, Matamune es mi mejor amigo, y tu… tu eres mi hermano –guarde silencio un momento –pero no creo tener el suficiente poder espiritista, no podre hacerlo.

—primero piensa que puedes y después podrás.

Sentí el tacto gélido de mi hermano, me tomo por sorpresa porque siempre lo había imaginado cálido, pero era natural que en esa condicon careciera de calor.

—Lo hare –le dije decidido.

—concentra todo tu poder espiritista en tus manos y no dejes de pensar en Matamune, probablemente sentirás que las manos te queman, pero es solo una ilusión, existe una barrera con la que vas a toparte, es necesario que la destruirla, si lo logras entonces Matamune regresará.

Solo asentí con la cabeza, esperaba tener la suficiente fuerza para poder romper esa barrera de la que hablaba Hao.

No tarde mucho en reunir mi poder espiritista en mis manos, en efecto, comencé a sentir como mis yemas quemaban, creo que derrame algunas lagrimas por el dolor, pero después recordé que era solo una ilusión así que seguí avanzando en el túnel que se había dibujado en mi mente, figuras caleidoscópicas giraban a mi alrededor y cuando se detuvieron me fue imposible avanzar más, un hilo de color plateado cruzaba horizontalmente la oscuridad.

Lo toque y el hilo desprendió una nota musical, una sonrisa de dibujó en mi rostro, era un bonito tan bonito.

—Yoh no te quedes embelesado, rompe el hilo, esa es la barrera.

La voz de Hao en mi mente me hizo recordar lo que tenía que hacer, no sabía cómo debía de romper la barrera; finalmente decidí seguir concentrando mi poder espiritista, cuando sentí nuevamente el ardor toque el hilo que me helo la piel pero después, finalmente se desquebrajo con un estruendo, la cabeza comenzó a darme vueltas mientras todo quedaba lentamente en la oscuridad.

— ¿Yoh estas bien? –preguntaron las voces de Hao y Matamune pero yo no me podía concentrar.

Estaba tan cansado… solo quería dormir…

Fin del capitulo 1


Hoshi: bueno gente ue bonito es verles!!!!! jujujujuju bueno, este nuevo ficc, como ya dije no significaque vaya a avandonar a mis otros ficcs, como ya dije, sabran o no sabran, se acerca mi examen de admision a la universidad, y okasan esta usando sucias artimañas para intentar que me concentre por una vez en mi vida, secuestro mis manuscritos y eso me impide actualizar mis otros ficcs, pobrecita okasan cree que va a ganar pero se equivoca XD ahora bien, quise dar el giro mas Hao x Yoh aunque con una embarrada de Hao x Lys porque estoy un poco molesta con el peliverde porque es un niño majadero y mal agradecido con haosin -no pregunte- asi bien espero que comprendan que tengo un tiempo limitado, y que espero recuperar pronto mis otros ficcs ^^ pero espero les haya gustado este inicio, sacrifique mis noches para poder escribirlo o si no temrinaria en el mismo lugar que los otros sin otra cosa que decir agradesco su compañia!!!

Proximo cap: Susurros by:Lyserg