Bueno, esta es mi primera historia sobre los Chicos del Barrio. Antes que nada quiero aclarar que esta historia no es 100% mía, la hice junto con mi hermana. La historia esta situada seis años después del último capítulo, es lo que pasaría si Nigel volviera desde mi punto de vista, tomando algunas cosas del final pero otras no.
Espero que les guste.
Los Chicos del Barrio no me pertenecen, si lo hicieran esta sería la continuación.
— ¡Tenemos problemas! Padre viene hacia acá y se ve muy molesto.
— ¡Número 1! ¡Es ahora o nunca!
Cuatro pares de brazos rodearon a Número 1.
— ¡Muy bien, chicos! ¡Escúchenme! Aunque nunca más nos volvamos a ver, tienen que prometerme una cosa: que nunca van a crecer aunque tengan cien años de edad y no recuerden nada de cuando estuvimos juntos. Seguirán siendo niños de corazón, ¿verdad? ¿Quién está conmigo?
— ¡Cinco!
— ¡Cuatro!
— ¡Tres!
— ¡Dos!
— ¡Uno! ¡Chicos del Barrio!... Adiós.
Cargando misión para los Chicos del Barrio…
Operación P.E.L.I.C.U.L.A.
Peligro
Entrante
Ligeramente
Inesperado
Conlleva a
Un encuentro con
Lejanos
Amigos
Seis años después…
— ¡No puedo creer que estén aquí! ¡Les agradezco mucho que hayan venido! ¡No tienen idea de cuánto las admiro! ¡Esto es…! ¡Esto es…! ¡Wow!
Una niña de cabello negro y casco plateado con el número 1400 corría de un lado para otro en la plataforma de la Base Lunar de los Chicos del Barrio, mientras un par de adolescentes la miraban confundidas.
—Gracias, 1400, pero dijiste que era un asunto urgente —dijo una de ellas, con el cabello rubio y largo.
— ¡Si, así es! Pero primero… ¡¿Podrían darme sus autógrafos?!
— ¡¿QUÉ, QUÉ?! ¡¿VINIMOS HASTA ACÁ SOLO POR UNOS AUTOGRAFOS?! —gritó la otra chica, pelirroja y de cabello rizado—. ¡Sabes perfectamente que nosotras no deberíamos estar aquí! ¡Somos agentes en cubierto, por todos los cielos! ¡Si alguien nos ve podrían sospechar y…!
—Lo que 86 quiere decir, es que no tenemos mucho tiempo antes de que los adolescentes comiencen a sospechar que nos fuimos —explicó 362—. Así que, ¿podrías explicarnos por qué nos llamaste?
— ¡362, señor! ¡Sí, señor! ¡Oh, nunca seré tan buena líder supremo como tú lo fuiste! —exclamó 1400 en tono soñador—. La razón por la que las traje hasta aquí, es porque la Base Lunar necesita de su ayuda… ¡Y ustedes son dos de las mejores agentes que los Chicos del Barrio han tenido!
— ¿Ayuda? —preguntó 362, preocupada—. ¿Qué clase de ayuda?
1400 las condujo a través de un solitario pasillo. Era esencial que ningún agente se enterara que dos adolescentes andaban rondando por la Base Lunar, aunque éstas fueran agentes infiltradas. Después de todo, aún era un secreto que algunos agentes podían continuar en la organización luego de cumplir los trece años.
—Es 46, uno de nuestros mejores agentes. Hace unos días, su sector lo encontró… Bueno, no estamos seguros de lo que pasó…
Llegaron hasta una cabina oscura. 1400 encendió las luces y a través de un vidrio, las adolescentes pudieron observar a un niño con camisa de fuerza, meciéndose en un rincón.
— ¿A qué te refieres? —preguntó 362.
—Observa… —1400 apretó un botón y habló por un micrófono. Su voz llegó a través del vidrio—. 46, ¿me escuchas? ¿Qué quieres hacer ahora?
Lentamente, 46 levantó la cabeza y ansioso, gritó:
— ¡TAREA! ¡DEJENME SALIR DE AQUÍ! ¡TENGO QUE HACER MI TAREA! ¡TENGO QUE ESTUDIAR!
— ¡Oh, por Dios! —gritaron 362 y 86 a la vez.
— ¿Qué rayos le pasó? —preguntó 86 espantada.
—Su sector lo encontró desmayado en medio de la nada, luego de que él fuera a una misión solo —explicó 1400—. Cuando despertó estaba… ¡Así! —señaló al niño, que seguía meciéndose en la esquina.
—Pobrecito… —dijo 362 con tristeza—. Pero, ¿por qué crees que nosotros sabremos lo que sucede con él?
— ¡Porque ustedes son las mejores! Tienen más experiencia que yo y que cualquier otro agente de los Chicos del Barrio, además…
—Un momento… —dijo 86 frunciendo el ceño—. ¿Nos estás diciendo viejas?
— ¿Qué…?
— ¡AJA! —gritó 86 de pronto, mientras 362 rodaba los ojos—. ¡Ahora resulta que ya estamos demasiado viejas como para…!
— ¡No, señor! ¡Digo, señora! ¡No, yo jamás…!
— ¡Claro! ¡Una cumple dieciséis y ya todo el mundo pierde la cabeza!
— ¡Yo no quise…!
—Fanny, por favor —dijo 362, hartándose del comportamiento de su amiga—. Entonces, ¿piensas que nosotras podremos averiguar lo que sucede?
—Ustedes dos conocen más que nadie estos efectos —explico 1400—. Fueron ustedes las que convivieron de cerca con el legendario sector Z y lo que les pasó…
—Convertidos en odiosos niños fanáticos de la tarea y los vegetales —dijo 362 con un suspiro.
— ¡Así es! Se llamaba… Dulcere… Dulcirimi…. Dulcratico…
— ¡Dulcirificación! —gritó 86—. Era el efecto que provocaba la cámara de conversión de Padre, gracias al cielo ningún agente fue infectado, salvo esos tontos de la Otra Cuadra…
—Hasta ahora —dijo 1400 señalando al niño detrás del vidrio.
— ¿Piensas que es eso? ¿Qué 46 está dulcirificado? —preguntó 362 llevándose las manos a la cara.
—Si es así, ¿Qué podríamos hacer? ¡No tenemos idea de cómo revertir el proceso! Nunca pudimos ayudar a los del sector Z —dijo 86 cruzándose de brazos.
— ¡Pero solamente ustedes conservan su memoria! No tenemos más infiltrados adolescentes —dijo 1400 desesperada—. Y creí que podrían… que podrían…
—86 tiene razón. Nosotras conocimos al sector Z, pero nunca combatimos directamente contra ellos, ni contra los efectos de la dulcirificación —explicó 362. 1400 bajó la mirada, decepcionada, pero luego, el rostro de 362 se iluminó—. Aunque… conozco a alguien que si lo hizo.
— ¡Oh, no! ¡No estarás hablando de…! —86 volvió a fruncir el ceño—. ¡Rachel, estás loca! ¡No podemos hacer eso! ¡Ni siquiera lo pienses!
—Es necesario, Fanny —dijo ella con una sonrisa—. 1400, llama a los Chicos del Barrio Galácticos. Tenemos que hablar con Nigel Uno.
Transmisión Interrumpida…
Bueno, este fue el primer capítulo, espero que les haya gustado y seguiré escribiendo después
