Estaba caminando por el bosque cuando vi a Jacob sentado, con la cabeza apoyada en las manos. Fui mas cerca para saludarlo, pero cuando lo estaba haciendo, oí unos sollozos provenientes de el. ¡Jake estaba llorando! ¿Qué se supone que debía hacer? Me acerqué más a el, me senté a su lado y le dije:
- ¿Qué pasa Jake?
- Nada Leah, vete, métete en tus asuntos.
Obviamente no podía irme y dejarlo solo, yo comprendía a Jake, y un "métete en tus asuntos" significaba "necesito hablar con alguien urgente".
- ¿Es por Bella, no? La verdad, tu no mereces sufrir tanto por alguien al que no le importas lo suficiente como para dejar de hacerte tanto daño. Ella prefiere a ese estúpido chupasángres y eso no va a cambiar nunca, y lo sabes.
- No eres la más indicada para hablar, Leah, recuerda que tú te pasaste semanas encerrada en tu habitación cuando Sam te dejó.
- Te lo digo por eso, porque se lo que es sufrir por alguien que amas tanto, y que no puedes tener. Vamos, levántate, deja de sufrir por Bella.
- No es tan fácil, ya no puedo más con todo esto. No se como haces para seguir adelante, para soportar ver a Sam con otra persona que no eres tú, no se como haces para no acabar con todo este dolor de una vez por todas.
- Soporto, Jake, si que se puede. Supongo que ver a Sam feliz me da fuerzas para vivir. Sigo por mi madre, por Seth… se que sería muy duro para ellos tener otra pérdida mas en la familia. Además sería demasiado cobarde si acabara con mi vida, aunque a veces me siento acabada.
- Quizás yo si soy un cobarde, quizás no valga la pena seguir adelante con esto. Ya no le encuentro sentido a mi vida sin Bella.
Sus palabras sonaban como si le costara pronunciarlas, como si le dolieran decirlas. Levantó la mirada, y pude ver que su cara estaba empapada en lágrimas, lo que me hizo sentir la necesidad de abrazarlo y no soltarlo por mucho tiempo.
- No digas eso, Black. Tú no eres ningún cobarde, y no vas a acabar con tu vida, ni yo ni Seth dejaremos que eso pase.
- Gracias Leah – me respondió, con una sonrisa amarga en sus labios.
No se cuando tiempo habremos estado abrazados, ambos llorando, porque se como se sentía y dolía mucho. Aunque no lo admitiéramos, nos necesitábamos el uno al otro, porque cuando estábamos juntos el dolor no era tan fuerte. ¡Puaj! Realmente quería a Jacob Black.
