"La actividad mental que ocurre en el sueño se caracteriza por una imaginación sensomotora vivida que se experimenta como si fuera la realidad despierta, a pesar de características cognitivas como la imposibilidad del tiempo, del lugar, de las personas y de las acciones; emociones, especialmente el miedo, el regocijo, y la ira, predominan sobre la tristeza, la vergüenza y la culpabilidad y a veces alcanzan una fuerza suficiente para despertar al durmiente; la memoria, incluso de los muy vívidos, es tenue y tiende a desvanecerse rápidamente después de despertarse a no ser que se tomen medidas especiales para retenerlo". Eso y más podían leer cada vez que buscaban algo al respecto, cada vez que buscaban resolver sus dudas.
En internet, en enciclopedias e incluso preguntando a las personas a su alrededor.
Se encontraban soñando cada ciertas ocasiones con un sueño recurrente bastante inusual, uno que de alguna manera no cumplía con todas las características para ser llamado de esa manera a decir verdad.
Por qué a pesar de que muchos elementos se podían repetir, siempre eran diferentes.
Lo que hacían, lo que decían, lo que sentían. Todo era diferente el uno del otro.
Y siempre podían recordarlo con exactitud.
Lo único que compartían el uno entre el otro, era la presencia de alguien ahí, acompañándole y charlando a donde quiera que fuesen. Sintiéndose confundidos, como si fuese alguien más en su propia mente.
No era alguien especial, nunca habia tenido la habilidad de ver espectros o criaturas de otro mundo, pero aun así ese fenómeno le ocurría.
Recordó que la primera vez que habia tenido aquella especie de sueño habia sido durante su recuperación en el hospital, después de saltar al rio Sena y estar a punto de perder la vida entre la suave corriente que arrastraba su pequeño cuerpo a los doce años.
Habia aparecido en un lugar completamente surreal, con grandes edificios alrededor que no pudo reconocer, además de criaturas que nunca en su vida habia visto.
Su cuerpo estaba cubierto de un traje completamente extraño que se ajustaba a este, apenas se podía reconocer cuando vio su reflejo en un pequeño charco de agua.
Y ahí, a un lado suyo se encontraba quien le haría compañía por el resto de aquellos extraños sueños. Su rostro se mostraba confundido, parecían encontrarse en el mismo bote, la misma situación.
Al principio pensó que habia muerto, pero al despertar y ver sobre su cabeza una habitación completamente blanca y, aún lado suyo un médico revisándole, supo que simplemente soñaba.
Pero no fue la última vez que lo hizo, no fue la ultima vez que durante sus sueños tuvo compañía.
