N/A:Vuelvo ahora con esta nueva historia. Siempre me he preguntado cómo Vegeta pudo pasar su crisis y superar parte de su horrible pasado, para llegar a ser un padre de familia. Seguro que no fue fácil. Ni para él, ni para Bulma. Así que les dejo con este fic de cómo pudo ser esto y de la infancia de Trunks y la relacción con su padre. Disfruten:
Ya habían pasado dos meses desde que los guerreros Z vencieron a Célula y también desde la muerte de Goku y el regreso de Mirai Trunks a su futuro.
En Capsule Corp seguía todo igual, Vegeta, finalmente, decidió quedarse, pero igualmente, decidió no volver a luchar…Bulma no lo podía creer. Su príncipe engreído, el que se levantaba todos los días al alba para entrenar sin descanso, el que cada dos por tres le pedía más robots… Iba a dejar de luchar, y parecía que iba en serio, porque en estos dos meses solo se le levantaba de la cama para comer.
Todavía seguía igual de pasivo con su hijo, a pesar de saber en el gran guerrero en el que se convertiría este. Pero ahora Vegeta no tenía ganas de ponerse a entrenar, ni a él ni mucho menos a un crío. No tenía ganas de nada ni siquiera de dormir. Siempre que lo hacía tenía pesadillas. Solo dormía cuando el sueño le acababa ganando. Solo quería replantearse toda su vida…
Hasta que un día…
Bip, bip…
—Ya lo cojo yo—gritó esta mientras bajaba a todo correr las escaleras
La única diversión de Vegeta: Observar las locuras de Bulma. No entendía esa costumbre del "Ya lo cojo" ¿Qué esperaba? ¿Qué lo cogiese el crío que no sabía hablar o que él se levantara a coger el teléfono? Pues en cualquiera de los casos lo llevaba crudo.
—Diga—empezó a hablar ella por el teléfono
—Buenos días, ¿Es Bulma? ¿Presidenta de Capsule Corp?—preguntaron al otro lado del teléfono
—Sí, soy yo—asintió ella
—Soy Carla, su secretaria ¿No me había reconocido?—pregunto la secretaria de la peliazul—Bueno, nos han llamado un grupo de científicos estadounidenses, requieren su ayuda para la finalización de un proyecto muy importante. Ellos le pagan el vuelo. Mañana a las 8 de la tarde le han reservado vuelo pagado en el aeropuerto. Le recibirán nada más llegar—explicó Carla
—¿Mañana? Es que yo no sé…
—No se preocupe, ya tiene su hotel reservado y pagado, y además de todo esto recibirá un buen sueldo extra
—¿Y cuanto tiempo me quedaría allí?
—Pues…depende de lo que tarde, aproximadamente dos semanas
—Me encantaría ir Carla, pero es que… mis padres se han ido un mes de viaje y no tengo con quién dejar a mi hijo
—Déjelo con el padre—sugirió la secretaria
—Bueno, podría pero…
Antes de que pudiese terminar la frase, la secretaria la corto—¡Excelente! Mañana te espero en el aeropuerto para darte tu billete e indicarte cuál es tu avión ¡Esto va a ser una gran ganancia para la empresa!—grito Carla emocionada y acto seguido corto el teléfono sin dejar decir ni una frase más a Bulma
Bulma se quedó con el teléfono al lado de la oreja y las palabras en la boca. No se podía llevar al pequeño Trunks a Estados Unidos, era un viaje muy largo y el niño se alteraría, además, si era para el trabajo no podría cuidar de él de todos modos. Su secretaría había sugerido dejárselo a su marido. Vegeta no era su marido, pero era el padre del niño. No sabía qué hacer. Ya había "aceptado" el viaje y no podía ir marcha atrás. No podía dejar el niño a cualquier otro terrícola normal, el pequeño Trunks comía demasiado y tenía demasiada fuerza para ser un niño normal de apenas un año. Tampoco podía dejárselo a Chi-chi, estaba embarazada, y no de un niño cualquiera, de otro semisaiyajin, y desde luego no en condiciones para cuidar de otro. ¿Dejárselo a otro guerrero Z? Ni hablar. Para eso se lo dejaba a Vegeta.
Vegeta…Sí, ya era hora de que fuese asumiendo responsabilidades. Sí ese simio tenía pensado quedarse en su casa, solamente para quedarse tirado en la cama y sin ocuparse de su hijo, lo llevaba claro. Ella sabía que no le haría daño al niño, no se lo haría, si era cierto eso que le contaron los guerreros Z, de su furia cuando murió Mirai. Entonces no le haría nada al niño.
Ahora llegaba lo más difícil de todo… que Vegeta accediese a cuidar a Trunks
Llamó antes de pasar a su habitación, el saiyajin se enfadaba si no lo hacía. Y normalmente no lo solía hacer, porque esta era SÚ casa y tenía derecho a entrar donde quisiese. Pero esta vez pensó que lo mejor sería empezar de buenas.
—¿Puedo pasar?—preguntó la peliazul mientras llamaba a la puerta de la habitación
—Aunque te diga que no lo harás—respondió simplemente el príncipe
Bulma abrió la puerta y respiro hondo…
—Vegeta ¿Podrías hacerme un favor? —preguntó poniendo ojitos de cachorrita
—No—respondió Vegeta tajante
—Todavía no te he dicho lo que quiero
—Me da igual, no lo hare
—¿Podrías cuidar a Trunks durante un poquito tiempo?—pregunto volviendo a los ojitos de cachorrita
—¿Cuánto se refiere un poco tiempo?
—Pues unas dos semanas...
—No
—¡Pues sí, si lo harás!—exigió esta con su típica postura de los brazos en jarra—¡Ya estoy harta de tener que cuidar sola de Trunks!
—No lo cuidas sola, también los cuidan tus padres—le respondió en un tono monótono
—Mis padres están de viaje, así que cómo padre del niño te toca a ti cuidarlo, y más te vale que este bien, porque sí no…
—¿Qué harás si no?—pregunto sarcástico el príncipe
—Pues…eee…¡Llamare a Gohan!—amenazo la peliazul
—Está bien—aceptó, pero sin ningún rastro de miedo o otra emoción en su rostro
—¡De verdad, Vegeta! ¡Muchas gracias!—grito ella emocionada por su azaña—Mira, los biberones están en la estantería de abajo de la cocina, así que no te tendrás que preocupar, cuando Trunks tenga hambre te traerá el biberón y tú solo tienes que llenárselo con la leche que hay en la estantería de arriba, cámbiale el pañal cuando se lo manche, los pañales limpios están en la estantería de abajo del baño de arriba, y en la estantería de arriba del baño de abajo. Acuéstale antes de las nueve, si no se duerme ponle los Lunnis que se queda frito con ellos ¡Ah! Y si pudieses sacarlo algún día al parque…
—No abuses de mí mujer—le corto
—Bueno, pero por lo menos intenta que no se muera de hambre… o de otra cosa
Indirecta captada
—Que le dé de comer y que no lo mate—resumió Vegeta
—Sí, más o menos eso, salgo mañana a las ocho ¿Podrás hacerlo?
—Difícil—comento sarcástico
—¡Gracias Vegeta!—Yo dicho esto se fue dando saltitos de la habitación para ver a su pequeño
Dos semanas con el mocoso… Esa frase no hacía más que retumbar en la cabeza del príncipe. La verdad, no había aceptado cuidar al mocoso por miedo a Gohan, simplemente para que la terrícola le dejase en paz. Pero no sabía que sería peor… si soportar a la terrícola o soportar al mocoso. Estas dos semanas iban a ser muy largas…
¿Qué tal? Un poco corto, ya lo sé, pero no se preocupen el siguiente capítulo sera más largo. Y les advirto que el fic no queda solo en las dos semanas del viaje de Bulma. Llegará casi hasta el comienzo de la saga Buu y tendra seguro algo de Bulma y Vegeta. Comenten^.^
