Capítulo 1:
LABORATORIO DEL TEAM ROCKET 2.0, KANTO.
Unos científicos observaban a oscuras un pokémon bastante siniestro mientras uno de ellos sujetaba un ordenador portátil donde apuntaba los progresos realizados.
El pokémon estaba metido en una cápsula con un líquido transparente. Se podía ver gracias a una luz que iluminaba la misma cápsula.
-Después de tanto tiempo de investigación, al fin crearemos el pokémon más fuerte del mundo- dijo uno de los científicos con una sonrisa siniestra.
- Nuestro nuevo líder estará satisfecho – dijo otro.
PUEBLO PALETA, DOS AÑOS DESPUÉS DEL VIAJE A KALOS.
Un joven de unos 18 años con un Pikachu en su hombro, recorre con prisa la entrada de Pueblo Paleta para dirigirse cuanto antes a una pequeña casa de color azul donde un Mr. Mime está barriendo el suelo vistiendo una gorra roja y blanca, con un símbolo de color verde en ella.
-¡Eh, Mr. Mime esa gorra es mía! – dijo el joven.
El Mr. Mime que antes estaba barriendo se percató de la presencia del joven y salió a correr, el joven chico fue detrás de él.
Una mujer escuchó gritos en su jardín. Miró por la ventana para ver quién estaba corriendo por su patio detrás de Mr. Mime: era su hijo Ash. La madre se alegró de verlo y salió rápidamente al patio.
-¡Ash! ¿Qué te pasa con Mr. Mime? – dijo su madre.
- ¡Mamá! – Rápidamente fue a abrazar a su madre, no la había visto en un año - ¿Por qué Mr. Mime tiene mi gorra?
- Por que estuvimos haciendo limpieza en tu armario y a Mr. Mime le gustó esa gorra, no se la quita ni para dormir – dijo Delia.
- Mamá, sabes que esa gorra es importante para mí- dijo Ash sin pensar en lo que había revelado.
- ¿Importante, por qué?- dijo su madre extrañada, ya que siempre había aceptado la ropa que ella le hacía en cada viaje.
El muchacho se percató de lo que había dicho y avergonzado respondió:
-Ah nada, por nada.
La madre se quedó un poco extrañada pero no insistió. Ash se fue detrás de Mr. Mime para cogerle la gorra. Cuándo llegan a la entrada de la casa, Ash tropieza y Pikachu se ríe de él señalándole con el dedo.
- No te rías, rata rechoncha – refunfuñó el chico
Pikachu, ofendido, le lanzó un impactrueno.
- Ahora recuerdo porque no me metía nunca contigo – dijo Ash con pelos encrespado debido a la electricidad del ataque.
Mr. Mine y Pikachu se reían de él mientras la madre no podía evitar pensar menos mal que es guapo porque de listo no tiene nada.
De repente, aparecen unos pies delante de Ash.
-Vaya, ya veo que sigues tan torpe como siempre- dijo una voz que le resultaba familiar
Mientras Ash se levantaba se dio cuenta de que era un viejo amigo y rival suyo, Gary Oak.
-Toma tontorrón – dijo Gary dándole su gorra mientras le guiñaba un ojo.
-Gary, ¿Qué haces tú aquí?- dijo Ash extrañado mientras se ponía la gorra.
- Mi abuelo se fue de viaje y yo me quedé a cargo del Rancho Oak, ¿Quieres venir a ver cómo están tus pokémon?- contestó Gary.
-¡Claro, les he echado mucho de menos!- respondió Ash entusiasmado.
Al salir de casa, un grupo de chicas adolescentes con ropa sugerente estaban esperando la llegada de Ash con pancartas de bienvenida. Eran jóvenes, delgadas, con un brillante y sedoso pelo rubio, con unas largas piernas estilizadas por sus altos tacones. Sus grandes pechos no dejaban de botar con sus saltos de alegría. Estaban excitadas por ver a su ídolo. Entre tanto grito se podía escuchar:
-¡Oh, dios mío! ¡Es él! ¡Es él! ¡Ahhhhhhhhh!
-¡Oh, dios! ¡Quiero follármelo!
-¡No me puedo creer que esté aquí!
-¡Me voy a desmayar!
Ash, haciendo gala de su idiotez, dijo:
-Gary, creo que es para ti.
-Ash, eres tú el que ha vuelto después de tanto tiempo. Además, yo ya dejé esa vida. Tengo novia.
-Ah, ¿Y qué quieren? – Preguntó el siempre tan astuto, Ash.
Gary se acercó, le cogió por la cintura y le susurró al oído:
-¡Ay, Ash…! Menos mal que estás buenorro porque tu inteligencia…
-¿Qué? ¿Qué pasa? ¿Qué ocurre con mi inteligencia? Ahhh, quieres decir que soy tan listo como guapo ¿Eh? – se regodeaba Ash giñándole un ojo.
- No, Ash… eres tonto – dijo Gary resignado por tener que explicarle todo.
-¿Queeeé? ¡Soy más listo que tú, Gary! – contestó enfadado.
-Lo que tu digas, chaval – contestó Gary a la vez que le daba una palmadita en el culo ¡Qué duro lo tiene pensó.
Los dos fueron hacia el Rancho Oak donde justamente al entrar el Bulbasaur de Ash estaba esperando para saludarle. Pikachu se adelantó y fue corriendo hacia Bulbasaur. Los dos Pokémon estaban felices de reencontrarse. Ash y Gary llegaron después de Pikachu. Bulbasaur saltó a los brazos de su entrenador y este dijo:
-Yo también me alegro de verte, amigo – dijo feliz mientras le acariciaba cariñosamente al tiempo que bulbasaur dibujaba muecas en la cara de Ash con sus cepas.
Bulbasaur saltó al suelo y les señaló con su látigo cepa al patio donde se encontraban todos los pokémon del rancho.
Los chicos se dirigieron al patio, donde todos los pokémon de Ash estaban esperándole justamente en la puerta. Cuándo estos vieron a su entrenador, todos se abalanzaron sobre él.
-¡Chicos, yo también me alegro de veros, pero no puedo con todos a la vez!- dijo entre risas Ash, cayendo aplastado por el peso de todos ellos.
Un rato después, los dos chicos estaban sentados en el lago del rancho observando a los pokemon mientras ellos contaban historietas que han ido ocurriendo a lo largo del tiempo que han estado sin verse.
-¿Has vuelto a Kanto para hacer el viaje hacia la Neoball? – dijo Gary
-¿Neoball? ¿Qué es eso?- preguntó Ash confuso.
- Es una nueva isla hecha en Kanto. Allí fabrican las Neoball, la nueva generación de Pokéballs. Además de eso, se celebrará una liga allí en honor a los años que llevan existiendo los pokémon en esta región- le respondió Gary.
- Vaya, ¿Y las medallas para entrar en esa nueva liga se consiguen aquí? ¿En qué ciudades están los gimnasios? –le dijo Ash entusiasmado.
- No necesitas medallas, puede participar quien quiera. Sólo tienes que ir a la isla Neoball y registrarte para el certamen – contestó Gary.
- ¡Bien, pues ese será mi nuevo destino! – gritó entusiasmado Ash.
- Nunca madurarás… – dijo entre risas Gary
Las admiradoras de Ash aparecían al otro lado de las vallas del rancho gritando emocionadas:
- ¡Ashhh, estamos aquí!
- ¡Yuuhuuuuuuu!
- Jo, no nos hace caso, chicas – dijo una entristecida.
Una de ellas, se fijó en un Blastoise y dijo:
- ¡Ey, chicas! ¡Se me ha ocurrido una idea!
- ¡Cuéntanos, cuéntanos!
- ¡Cualquier cosa para llamar su atención! – gritaba otra de ellas.
- Mirad, le podemos pedir a ese Blastoise de ahí que nos moje con su pistola de agua. Así seguro que Ash se fijará en nosotras.
- ¡Ahhhhh! Es una idea genial ¡Blastoise, apúntanos con tu chorro!
Blastoise mojó a las chicas mientras están se reían sin parar procurando que Ash las escuchase. Éste las vio y le dijo a Gary:
- ¿Qué hacen esas de ahí? ¿No son las chicas de antes? Deben tener calor porque se están refrescando gracias a tu Blastoise.
- ¡Venga Ash, vente con nostras! ¡Tenemos las camisetas mojadas! ¿Nos ayudas a quitárnoslas?
- ¡No, gracias chicas! No tengo calor – Y siguió con lo suyo.
Las chicas se fueron entristecidas.
- ¡Ash, tu sí que sabes ahuyentar a las chicas!
-Gary, tienes una llamada pendiente- dijo una chica guapa y bastante tímida con una bata blanca.
Mientras se dirigían al salón para contestar el teléfono, Ash estaba pensando en quién podría ser esa chica con bata blanca. Inmediatamente le preguntó a Gary que quién era. Gary respondió:
-Es mi ayudante y también mi novia-
Ash se sorprendió de lo que había respondido su amigo y empezó a pensar en todas las compañeras que había tenido durante su viaje. Se acordó sobretodo de su primera compañera y la más especial, Misty. Sus mejillas se sonrojaron ligeramente.
Gary se percató de la actitud vergonzosa y pensativa de Ash y entre risas dijo:
- Tú aún no has tenido novia ¿No? Creo que ni siquiera te has enamorado nunca.
Ash se despertó de su mundo. Miró a Gary y respondió:
-No, la verdad es que no. Nunca había pensado en eso.
Poco después llegaron al salón, donde se encontraba el teléfono, miraron la pantalla y descubrieron que se trataba de Brock.
-¡Hola, Ash! Tu madre me dijo que estabas aquí con Gary ¿Te has enterado de la liga que va a haber en la isla Neoball?- saludó Brock con felicidad.
-¡Hola Brock, cuánto tiempo! Claro, ya me lo dijo Gary ¿Tú también participarás? – respondió Ash contento de ver a su mejor amigo.
- Si, ¿Quieres que viajemos juntos como en los viejos tiempos?– preguntó Brock.
- ¡Por supuesto! – dijo entusiasmado el muchacho
- Entonces te espero en la Ciudad Verde. Nos vemos, amigo- se despidió Brock.
Ash entusiasmado pensó que debería llevarse algunos de sus viejos Pokémon al viaje, ya que en su camino hacia Pueblo Paleta, le habían devuelto a su pequeño Squirtle, ahora evolucionado a Blastoise.
-Gary, voy a llevarme a Bayleaf y a Bulbasaur. Te dejo aquí a estos – dijo el chico decidido.
Gary asintió y le dio las pokeball de Bayleaf y Bulbasaur.
- Por cierto, Ash no sé si lo sabes pero hay una nueva Pokédex. Se llama IDex y es lo último en tecnología Pokémon. Aparte de ser Pokédex, también es un móvil y puedes instalarle aplicaciones.
- ¡Sugoi! – se sorprendió Ash - ¿Puedo verla?
- Anda, te regalo una. Total, me sobran…
- ¡Muchas gracias, Gary! La cuidaré mucho – dijo entusiasmado Ash – Bueno, es hora de que me vaya
- ¡No, espera! ¡Hay otra cosa que debes saber! Se ha descubierto otro tipo de pokémon y evoluciones de los pokemon ya conocidos. El nuevo tipo es sagrado. No se sabe mucho de esta clase de pokémon solo que han aparecido recientemente en Kanto y que su poder lo obtienen de la energía sagrada, de ahí su nombre.
- ¡Wow! – dijo todavía ensimismado Ash – ¡Tengo mucha curiosidad por verlos! ¡Me voy corriendo a casa a recoger mis…! – no consiguió terminar la frase.
Ash se había tropezado y caído al suelo al tropezar con un cubo que acabó en su cabeza.
- Tan torpe como siempre…- dijo Gary mientras se llevaba una mano a la cabeza en señal de resignación.
Ash murmuró algo que Gary no logró descifrar y se fue corriendo.
Llegó a casa de su madre para despedirse. Como de costumbre, le tenía ropa nueva hecha para la ocasión. Aceptó la camisa, pero no la gorra.
-¿Es que te vas a llevar esa vieja gorra? – dijo su madre un poco extrañada
- Sí mamá, no pienso volver a dejarla jamás- respondió Ash mirando de reojo a Mr. Mime.
El muchacho cogió su nueva moto que le había regalado su madre por su dieciocho cumpleaños y se despidió de ella con un beso en la mejilla dirección a Ciudad Verde, donde su viejo amiga le esperaba.
