Prologo
Sobre el cielo nocturno que reinaba sobre Death City yacía una luna macabra que sonreía burlonamente, mientras que de la comisura de su labio emanaban chorros de sangre, solo podia significar una cosa.
Con el pasar de los años, verla ya se había vuelto una costumbre para los habitantes de aquella ciudad, muchos aun le tenían miedo, otros solo se limitaban a sentirse afortunados, la mayoría solo la dejaba pasar, sabiendo que tarde o temprano también morirían y su sangre formaría parte con la que se reía aquella luna macabra y burlona, "Death City" su nombre lo decía todo. Pero era obvio que no solo era la ciudad, sino también todo lo que la rodeaba.
No muy lejos, en un bosque solitario, que parecía haber sido sacado de una autentica película de terror, la muerte aun no terminaba, miles y miles de personas asesinadas, en su mayoría jóvenes, guiados por la curiosidad y la estupidez de querer hacerse los valientes por atreverse a pisar el peligro de aquel bosque. Pero… lo extraño de todo, era las almas de aquellas personas siguieran intactas, nadie las estaba consumiendo.
Los cuerpos eran devorados, unas gigantescas criaturas se encargaban de ello, disfrutando de la carne fresca entre sus dientes, con la sangre de sus victimas escurriendo de sus bocas sin dar importancia a las almas flotantes que se alejaban lentamente ascendiendo hacia el cielo nocturno. Esto había comenzado hace poco, solo unos cuantos meses, pero no habían detalles de lo que ocurría, todos creían que se trataba solamente de un animal salvaje, pues ya estaban enterados que no era un Kishin o Bruja, por lo que se habían prohibido entrar a ese bosque, pero siempre había alguien que rompía las reglas… y sufría las consecuencias
No estaban equivocadas pero tampoco estaban en lo cierto, los humanos eran tan ingenuos…
Las cosas no eran de ese modo…
- My lady, ya hemos recolectado toda la sangre de hoy- informo la figura oscura arrodillándose con respeto
Los labios femeninos dibujaron una pequeña sonrisa placentera al oír las palabras de su sirviente
- perfecto… llévenla de inmediato al castillo… saben lo que tienen que hacer- ordeno sin siquiera apartar sus rubíes de las luna
- si My lady- inmediatamente llevo a cabo la orden, junto con los demás
Sus ojos no se apartaban de la luna, ni la sonrisa se borraba de su rostro, los recuerdos invadían su mente al sentir la fría brisa de la noche, su sonrisa se ensancho, la luna reía sin parar al igual que la sangre en su boca
- pronto volveremos a estar juntos…
"mi prince"
