Hola a todos. Estoy aquí con una nueva historia inventada desde mi subconsciente.
Espero que os guste mi idea ya que en mi mente al menos suena bien . Es una historia donde se habla de la vida de novios de ron y Hermione y tome a Neville como parte de la historia porque me parece un chico encantador y realmente se merece más prestigio en la historia original por ser como es.
Los personajes son pertenecientes a la maravillosa y adorada J.K Rowling que sin su increíble proyecto mi vida no sería lo mismo.^^
1-1
-Ron, pon la mesa cariño- gritó Hermione desde la cocina apagando el fuego que salía de los fogones. –La cena ya está lista.-
El pelirrojo se levanto de la mesa que había situada a la izquierda del comedor dejando los papeles referidos a un caso de persecución a un lado. Llegó a la cocina y sacó un mantel grisáceo de uno de los cajones del mueble principal y se encaminó de vuelta al comedor arrastrando los pies como solía hacer cuando estaba aburrido de trabajar.
-Venga Ron, date prisa que esto se enfría. –Mientras tanto estaba sirviendo la cena en unos platos de porcelana.
Ron puso el mantel y le cogió los platos de las manos a su castaña dándola un casto beso para intentar calmar su mal humor matutino.
Él se sentó en una de las sillas y Hermione volvió de la cocina con unas copas y una botella de vino.
-¡Eh! Y esa botella, ¿celebramos algo?- dijo el pelirrojo cogiendo el vidrio y descorchándolo, después cogió copa a copa y las fue llenando.
-Bueno deberías saberlo-. Tomó la copa que él la ofreció y la sostuvo en la mano. –Han pasado cinco años desde que bueno ya sabes empezamos la relación y creía que al menos podríamos brindar por ello-. Levantó la copa a media altura fijándole una mirada profunda.
-Los cinco años más maravillosos de mi vida-. Levantó al igual su copa. –Día a día me haces feliz y no me gustaría brindar solo una vez al año, pero por algún momento hay que empezar-. El chico sonrió y dejo mostrar su amplia y brillante sonrisa que tanto le gustaba regalarle a la chica, su chica.
-Creo que tienes razón Ronald y quiero brindar por los años que hemos vivido juntos ya hayan sido bueno o malos, y por los años que nos quedan por vivir, porque si te digo la verdad no estoy dispuesta a perdérmelos-.
Al unísono se miraron a los ojos, chocaron sus copas y tras bendecir sus vidas bebieron un pequeño trago.
Estos empezaron a comer, la castaña había preparado bogavante cocido, ya que quería una cena especial. Ron se peleaba por descuartizar su bogavante cuando sonó el timbre.
La castaña paró de cortar la carne que poco a poco conseguía sacar y miro a su novio. -¿Esperas a alguien Ron?-. Éste la miró igual de sorprendido.
-No que yo sepa como no sea algo importante-. Con eso dejó los cubiertos y se levantó de la silla para abrir la puerta de la casa, prefería ir él ya que no le gustaba exponer a su castaña a ninguna clase de peligro al menos mientras él estuviera con ella.
Cuando llego hasta la entrada, tomó el pomo y abrió, llevándose la sorpresa de encontrar a su viejo amigo de la infancia parado frente suya con un aspecto nervioso.
-Neville, ¿qué haces aquí?-. El muchacho se enderezó e hizo una mueca pidiendo con ella entrar en la casa. –Son las diez de la noche, es un poco tarde para visitas-.
El pelirrojo se echó a un lado he hizo un movimiento con el brazo indicándole que pasara dentro.
-Gracias-. Entró dentro aun llevando consigo la sensación de miedo por la reacción que pudiera tener el chico tras oír lo que tenía que decirles. –Tengo que pediros un favor muy grade, bueno a Hermione realmente-. Se giró mirando a la susodicha encorvando las cejas con expresión de disculpa.
-Neville ¿pasa algo malo?-. Hermione se levantó de la mesa y se acercó a su nervioso amigo. –Ven siéntate y cuéntanos que haces aquí. No es que me moleste tu presencia, pero no es normal a las horas que son-.
Los tres presentes se sentaron en el sofá de cinco plazas que había delante de la televisión muggle que tenían.
-¡No!, no es nada malo-. Movió sus manos de un lado a otro intentando negar cualquier noticia horrible que se estuvieran imaginando. –Es simplemente que te tengo que pedir un favor y es un poco vergonzoso, ya sabes que yo no soy muy atrevido-. El rubio se tocaba el pelo para no mostrar mucho sus sentimientos en ese momento.
-¿Qué clase de favor es?-. La chica estaba un poco impaciente porque para que su amigo apareciera así en mitad de la noche debía de ser importante.
-No sé cómo pedírtelo, hoy me llamó un compañero de la carrera que bueno siempre se metía conmigo por no ser muy valiente con las chicas y eso-. El chico se cogía las manos y las apretaba para darse valor y continuar. –Y bueno un día le dije que tenía novia, que vivía con ella y bueno… que era muy bella-.
Sus amigos lo miraban sin comprensión porque el muchacho no resaltaba en dar explicaciones.
-Me da un poco de vergüenza pedírtelo pero…- Miró a la castaña y puso una mirada seria. -¿Podrías hacerte pasar por mi novia?-. Lo soltó tan deprisa, que apenas pudieron asimilarlo sus compañeros.
-¿Cómo?-. Hermione había abierto mucho los ojos pero ahora fruncía el entrecejo mientras miraba a su viejo amigo.
-Déjame explicarme, como te decía ayer me llamo este amigo y bueno cada año hacemos una cena en casa de cada componente del grupo de la universidad y este año me ha tocado a mí-. Esto último lo dijo con una voz apagada como intentando suavizar lo que decía.
-¿Y no puedes decir que tu novia se ha ido de viaje?-. Dijo de repente Ron no muy contento con la petición del rubio. -No hace falta que le presentes a tu supuesta novia-. Movió los dedos índice simulando unas comillas.
-Ya, lo sé. Le tenía que haber dicho que no estaba aquí pero no lo hice, lo afirmé sin pensarlo y luego me di cuenta de lo que había hecho-. Volvió a cogerse las manos simulando arrepentimiento. –Pero ya saben yo no pienso mucho al hacer las cosas y ahora estoy en una encrucijada, si no les presento a mi novia se enterarán que les mentí y se reirán de mi para el resto de mis días-. La castaña le separa las manos porque se estaba arañando sin darse cuenta por los nervios que tenía. –Además el año pasado les dije que estábamos enfadados que habíamos tenido una pelea muy grande y que no había querido ir a cenar. Por lo tanto yo no tenía ganas de hablar del tema y por eso me dejaron en paz sino hubieran sospechado-.
-¿Pero no es mejor que les digas la verdad?, vamos antes que seguir engañándoles-. Hermione entendía a su amigo pero el hecho de ser una mentira no le sentaba muy bien.
-¡No!-. Gritó de repente. –No puedo decirles que me lo inventé, que realmente no tengo novia, ni he tenido hasta ahora-. Agacho la cabeza y miró hacia el suelo, le daba vergüenza admitirlo pero no podía engañar a sus amigos.
-¿Pero solo dices que es una cena?, vamos ¿solo fingir un rato, no?-. Ella al ver a su amigo así con esa pose y la mirada entristecida se le ablando el corazón y aunque fuera una mentira lo que le estaba pidiendo, por unas horas no le iba a pasar nada, además podría ser hasta divertido.
-Hermione ¿Lo estás pensando hacer?-. Ron no podía creer lo que había escuchado. Neville era su amigo sí, pero Hermione era su novia y no le hacía gracia que se hiciera pasar por novia de otro por muy amigo que fuera. Se lo negaría hasta a Harry y eso que él ya estaba casado con su propia hermana.
-Ron qué más da, será solo un rato y Neville necesita el favor-. Ella se levantó de su sitio y se acercó a su actualmente novio. –Le debemos mucho a Neville y no nos pasará nada por concederle ese favor y bueno así se llevarán una buena impresión sus amigos-. Lo último lo dijo guiñándole un ojo al pelirrojo. Le rodeó con sus manos el cuello y lo beso en los labios pensando que con eso ablandaría el humor de éste. –Venga no te pongas tontorrón, que ya sabes que solo tun ocupas espacio en mi corazón-. Se giró y miro al chico sentado al otro extremo del sillón y sonrió. –Está bien, lo haré pero tienes que darme algún detalle más para preparar, ya sabes la farsa-.
Se levantó y se acercó a un mueble para abrir un cajón y sacar una libreta y un boligrafo.
Neville la miro con interrogación y luego se dio cuenta que su amiga quería tomar notas de lo que él la iba a contar. Hermione siempre había sido así, tomaba notas de todo desde el colegio porque siempre quería obtener toda la máxima información posible. Quizás por eso se estaba convirtiendo en una de los mejores abogados para criaturas mágicas que pudiera existir.
Ella se volvió a sentar pero esta vez en un pequeño sillón individual que había situado junto al grande. –A ver, son compañeros tuyos de la carrera y hace un año que no los ves, ¿dices que solían meterse contigo por no tener chicas a tu alrededor?, que inmaduro por su parte, pero bueno da igual ahora, ellos ¿saben cómo es tu novia?-. El susodicho la miro con expresión ajena. –Me refiero a que ¿si le has dicho como es de aspecto, morena, rubia, alta, baja..?, que si la describiste-.
-¿Eh?, no. Solo les dije que era muy lista y muy guapa pero no como era de aspecto-. El chico no era superficial y no le importaba como fuera la persona por fuera si por dentro era toda una belleza. - Les dije que era guapa para que me dejaran en paz, pero yo no soy así-.
-Vale ya entiendo, en eso tenemos suerte porque no tengo que disfrazarme-. La castaña se rio de aquello, no le gustaba mucho disfrazarse y eso ayudaba mucho a la situación. – ¿Eran ellos muy populares en el amor?-.
-No lo sé, según ellos sí, pero yo no me lo creía porque nunca les veía con chicas de verdad-.
-Vamos que te tomaban el pelo y encima te dejaban a ti por los suelos-. Aportó el pelirrojo que aún no estaba de muy buen humor por tener que prestar a su novia pero le daba algo de rabia la historia de su amigo.
-Seguramente, a mí siempre me han tomado el pelo, desde pequeño…-. Volvió a agachar la cabeza.
-Entiendo lo que es que se metan contigo por ser distinto, pero no te preocupes Neville que yo te voy a ayudar y vamos a dejar boquiabiertos a tus compañeros ¿Vale?-. La chica sonrió para intentar alegrar a su viejo compañero de casa. –Bien entonces como quieres que sea, puedo ser yo misma o una persona que te inventes. ¿Cómo quieres que sea tu novia ideal?-.
-¿Eh?-. Estaba un poco ausente de la situación. –No hace falta que finjas, tu eres una gran chica y tu personalidad me gusta-. No quería que la castaña interpretase un papel porque le gustaba su forma de ser. La veía muy noble y si no supiera lo mucho que quería a su amigo Ron seguramente le hubiera pedido una cita ya en el pasado.
-Vale, ¿Y el pelo, lo cambio?. Si te gustan rubias de ojos claros me hare un hechizo de apariencia-. Ella parecía entusiasmada por la experiencia que iba a vivir.
-No hace falta, te ves bien así-. Estaba empezando a tomar un color carmín en su expresión. –Creo que eres muy guapa y no necesitas ningún cambio-. Se giró a ver al novio de la chica con miedo a que reaccionara mal ante lo que acababa de decir.
-Gracias Neville-. Sonrió. –Pero una pregunta, ¿Por qué me lo pides a mí y no a otra chica?-. Tenía interés por saber la razón de su amigo.
-¡Eso!, ¿no podías pedírselo a Luna por ejemplo?-. El pelirrojo iba a intentar impedir esa locura visto desde su perspectiva como fuera.
-Al principio llamé a Luna, pero justo está de viaje en Australia y claro no estará aquí para mañana-. La castaña aseveró la expresión y él lo notó y corrió a explicarse. – Llamé primero a Luna porque es soltera en este momento, pero al no estar pues pensé en ti. Todo el mundo sabe que Ginny es la esposa de Harry y bueno tú también tienes novio pero mis compañeros no creo que lo sepan.-
-No, no lo sabrán. Bueno, ¿cuánto tiempo llevamos de pareja supuestamente?-.
-Se lo dije el último curso y eso fue hace dos años-. El rubio les dijo que acababa de empezar a salir con una chica guapa que estudiaba en otra universidad y que no llevaban mucho tiempo de novios.
-¿Cómo se llama tú supuesta novia ficticia Neville?-. Ella apuntaba notas en su cuaderno como cuando iba a clase de alguna materia.
-No les dije el nombre, no hable apenas de ella y bueno luego dejamos el tema y terminamos la carrera y solo nos volvimos a reunir el año pasado y aunque preguntaron no les di indicios de querer hablar del tema alegando que me hacía daño la discusión-.
-Vale, perfecto, creo que ya se lo que voy a hacer mañana para impresionarles -. Esta se levantó y dejó el cuaderno en la mesita del teléfono.
-¿Quieres impresionarles?, no hace falta de verdad si es solo para que en dejen en paz-. Neville no quería tampoco molestar a su amiga demasiado.
-Sí, me apetece hacerlo será una experiencia nueva y además tienen pinta de ser unos engreídos que solo te hacían sentir a ti mal porque ellos no encontraban nada-.
-Gracias de verdad Hermione-. El chico también se levantó para irse ya hacia su casa, porque ya no le quedaba nada que hacer ahí. –No sé cómo agradecértelo-. Se acercó a ella y le cogió las manos.
-Nada Neville es un placer ayudarte además te debemos mucho tanto Ron como yo, sobre todo yo. Me ayudaste en el ministerio cuando me quede inconsciente y nos salvaste de Nagini, seguro hubiéramos muerte en ese mismo momento-. Se sentía agradecida con el chico. Si él no hubiera aparecido nunca hubiera tenido la oportunidad de empezar esa maravillosa relación que tenía con su novio.
-Bueno venga ya es tarde y Neville tienes que irte a casa que mañana hay que trabajar-. Ron se había puesto alerta al ver la acción del rubio con la castaña.
-Sí, es cierto ya son más de las once y tendréis que dormir-. Se dirigió a coger su abrigo y encaminarse hacia la puerta. –Mañana te llamo para decirte la hora de la cena. Será en mi casa aunque no sé si va a ser lo suficientemente grande…-. Pensó que iban a ser muchas personas para la cena y él vivía en un pequeño apartamento en Londres mientras encontraba trabajo.
-¿Si quieres la hacemos aquí?-. Hermione miro a su amigo y recordó su apartamento y tampoco creyó que fuera suficiente para estar a gusto. –Esta casa es grande y así estoy familiarizada con la cocina, porque seremos los anfitriones y hay que sorprenderles-.
-Espera, ¿Y yo qué?-. El pelirrojo gritó de repente. –Yo vivo aquí-.
-Tú podrías irte a dormir a casa de Harry-. Hermione se acordó de que vivía con Ron y él no podía aparecer en la farsa-. ¿No te importa no Ron?-. Se acercó lentamente a él.
-Pues hombre esta es mi casa también y no me hace gracia tener que irme a dormir a casa de Harry-. No daba señales de ceder, aunque viera venir las intenciones de su novia. –Y además no sabes lo melosos que están Harry y Ginny desde que se casaron y no me apetece estar en medio-.
La castaña llegó hasta él y le abrazó por el cuello para mirarle a los ojos y así conseguir convencerle sin que pusiera mucha resistencia. –Venga Ron es solo una noche. Haz el favor de colaborar con esto-. Siempre conseguía que el chico hiciese lo que ella quería ya que este no podía resistirse a sus encantos y a veces se aprovechaba de ello.
El pelirrojo suspiró, sabía que tenía que dar su brazo a torcer porque si no conseguiría cabrear a la chica y no le apetecía tener que dormir en el sofá por una semana. –Está bien, iré donde Harry y volveré cuando me digas. ¿Contenta?-. Hermione le respondió con un beso de agradecimiento y se soltó de él para despedirse de Neville que esperaba en la entrada con la mirada perdida para no fijarse en la pequeña escena amorosa de sus amigos.
-Bueno Neville tú me avisas y compramos, preparamos y colocamos la cena-. Fue a darle dos besos y el rubio contestó con el mismo gesto. –Vente bien guapo que tienes que deslumbrar-.
-Está bien, no sé qué me pondré-. Con esto agradeció al malhumorado pelirrojo y salió por la puerta para dirigirse hacia su casa con un peso quitado de encima por contar con la ayuda de la castaña.
Cuando Neville se fue, Hermione se acercó a la mesa donde había quedado su cena abandonada y ya fría e inerte miró a Ron. –Ya no tengo hambre cariño. ¿Te caliento la cena de nuevo?-. Cogió su plato y se lo enseñó.
-No, también me quede sin apetito, pero no significa que no podamos seguir disfrutando de nuestro quinto aniversario-. Se acercó a ella quitándole el plato de la mano, la cogió por la cintura acercándola hacia él.
La Castaña respondió de buena gana y lo beso de nuevo. Le encantaba besar los labios de su pecoso novio, le proporcionaba un sabor dulce y provocaba que en su estómago y luego pecho se calentara algo y se acelerara de repente.
-Bueno pues yo creo que deberíamos terminar la fiesta arriba en la habitación-. El pelirrojo sabía que ella no le iba a abandonar pero no podía quitarse la sensación de que al día siguiente no iba a ser suya y quería disfrutar con ella una vez más por ese día.
-No hace falta ir tan lejos teniendo aquí un buen sitio para disfrutar-. Y con eso besó de nuevo al chico pero esta vez con pasión mientras lo conducía hacia el sofá para acoplarse sobre él y consumar su profundo y arraigado amor.
1-1
Continuará…..
¿Qué pasará mañana en la cena?. ¿Los compañeros de Neville se creerán su relación con Hermione?
Espero que os haya gustado y en cuanto pueda continuare esta pequeña comedio que se me ocurrió de repente viendo la tele, ya veis lo que hace pensar en cualquier cosa menos en los estudios xD.
Un saludo y hasta la próxima.
