Hola, aquí les traigo un nuevo fic de Mortal Kombat, está ambientado en el universo de MK9 salvo por dos pequeños cambios:

- Kitana y Jade sobrevivieron a la masacre de Sindel.

- Skarlet y Rain estan, incluso otra vez habrá pareja Skarlet x Rain (si no les gusta, lo siento)

Mortal Kombat no me pertenece, este fic fue hecho para entretener.

Hermanas

Capítulo 1: Dolor

Ella seguía sin poder creerlo la primera vez que lo oyó, una frase que caló hondo en su ser: "El emperador murió", le parecía imposible que su padre pudiera haber sido derrotado por Raiden pero así fue. Mileena quedó destruida, había perdido primero a su creador Shang Tsung y ahora a su "padre" Shao Kahn.

Ella aún recuerda el hecho, intentó ayudar a su padre a destruir a Raiden, quien estaba poseído por los dioses antiguos pero su "hermana" Kitana la distrajo y cuando terminó Shao Kahn era destruido.

Igual que ella, Baraka, Goro, Sheeva, Rain, Kintaro, Ermac, Cyrax, Sektor y Reptile estaban conmocionados con la pérdida de su líder. Al principio pensaron en quien debía sucederlo en el trono pero luego acordaron seguir su legado todos juntos como una unidad…

¿Y Skarlet? Ella seguía atada en el coliseo, el lugar donde el emperador la había colocado como arma final, como su ejecutor más temible, liberarla en caso de extrema necesidad por ser la guerrera más feroz e implacable. A sus oídos también llego la noticia de la muerte de su creador pero no derramó ni una sola lagrima, su mirada azul seguía tan fría como siempre, ninguno de los sirvientes quería acercarse a ella, excepto Mileena y Rain con los que si demostraba cierta confianza.

Mileena, la mujer mitad edeniana mitad tarkatana, estaba muy triste pero también vio que quizás sea su gran oportunidad para acercarse a alguien, alguien que ella conoció hacía poco tiempo y con quien le gustaría entablar una charla, un hombre con fuego en las venas y venganza en el alma.

Por eso mientras todos descansaban, ella huyó y usando su poder de transporte apareció en Netherrealm, el infierno. El ambiente lleno de ríos de lava y cadáveres quemándose junto con el olor a azufre no parecía molestarla en lo absoluto, pronto una figura comenzó a emerger de la lava, ella lo reconoció inmediatamente ya que era la persona por la cual había venido.

- Hola Scorpion. – le dijo ella con voz sensual.

- ¿Mileena? ¿Qué haces aquí? – dijo el ninja espectral.

- Quiero ofrecerte algo.

- Te escucho.

- Una alianza, tú y yo.

- ¿Y porque debería aceptar esa oferta?

Como si fuera parte de la respuesta Mileena comenzó a caminar alrededor del hombre tocando sus grandes hombros con sus manos con uñas pintadas de negro, seguía hablando con voz sensual:

- Te he estado observando y veo que somos muy parecidos. Ambos hemos perdido cosas importantes, tú perdiste a tu familia y tu clan, yo a mi creador y a mi emperador. Ambos estamos del mismo bando. Por eso creo que estaría bien que trabajáramos juntos

- ¿Y qué ofreces para que yo acepte?

Ella se detuvo frente suyo, comenzó a acariciar con sus manos femeninas el ancho torso del ninja, acercó su rostro al de él, sus ojos naranjas miraban hambrientos los ojos sin pupilas del habitante del infierno.

- Te ofrezco… todo esto… - contestó ella tocándose su bello cuerpo. – Seré tu esclava, un hombre tan fuerte como tú merece lo mejor.

- Me ofreces tu cuerpo por mi ayuda…

- Bueno, digamos que sí. ¿Qué dices?

- ¿Quieres saber mi respuesta?

- Claro que sí Scorpion.

- Bien, aquí tienes mi respuesta… ¡apártate!

El ninja dorado dio un fuerte empujón y la ninja rosa cayó al suelo caliente, ella no entendía nada ese gesto tan agresivo por parte del Shirai Ryu.

- Vivo de luto, he perdido a mi clan, a mi esposa, a mi hijo… - comenzó a hablar Scorpion.

El hombre se acercaba en forma amenazante mientras que Mileena retrocedía arrastrándose en el suelo, su mirada de lujuria ahora era de miedo.

- Yo solo amo a mi esposa, que descansa en paz… y vienes tú… con tus aires de mujerzuela a hacerme esto. ¡¿Crees que quiero otra mujer, una mujer que se me ofrece como una prostituta?!

- Yo… yo… no quise ofenderte… - decía nerviosa.

- ¡Pero lo has hecho y ahora pagarás! – contestó blandiendo su espada.

Ella quería seguir escapando pero una mano espectral salió del suelo y la tomó de un brazo, otros tres brazos emergieron y tomaron sus extremidades restantes, estaba completamente inmóvil, el pánico la invadía mientras miraba el frío acero. La pobre mujer suplicaba mientras el hombre se preparaba para darle muerte con su espada, un castigo para grandes ofensas.

Completamente acorralada, ella cerró los ojos esperando el golpe final, rogando que fuera rápido e indoloro. Finalmente con un grito el espectro clavó su espada… a unos centímetros de la cabeza de la mujer edeniana-tarkatana. Los ojos naranjas miraban llorosos su propio reflejo en la espada clavada a un lado pero sin presentar peligro alguno.

Con un aire frío y de desprecio, Scorpion quitó la espada y la volvió a colocar en su vaina mientras que los brazos infernales soltaban a la conmocionada Mileena, quien aún sentía el miedo y su corazón palpitar muy fuerte.

- Ahora… vete de aquí. – sentenció Scorpion desapareciendo en una llamarada.

Con esfuerzo Mileena se levantó y caminó unos metros hasta toparse con la figura de un hombre calvo, de piel blanca y unas extrañas marcas negras en la cara.

- ¡Quan Chi!

- Hola Mileena, he visto lo que hiciste y te juro que nunca me divertí tanto en mi vida.

- ¿A qué te refieres?

- ¿Realmente creías que podías conquistar a Scorpion con tus encantos y tu cuerpo? ¿Realmente crees que él iba a ser convencido por una mujer?

- Pero… yo creí…

- Él es un espectro, ya no siente nada que no sea venganza y enojo, no hay lugar en su alma para el amor y menos para la lujuria. Lo siento Mileena pero jamás lo vas a convertir.

- ¿Ocurre algo maestro? – lo interrumpió una voz conocida.

Mileena se fijó detrás de Quan Chi y vio a un pequeño grupo de personas, ella inmediatamente los reconoció a todos: Jax, Stryker, Sub-Zero, Smoke, Kung Lao, Sindel, Kabal y Nightwolf.

- No, no ocurre nada Jax.- Contestó Quan Chi antes de dirigirse a Mileena. – Como sabrás, tu padre me concedió las almas de todos los que murieron en el conflicto y Sindel mató a casi todos los guerreros de Raiden…

- Excepto a mi hermana y a su amiga.

- Sí, y tampoco pude poseer el alma de Liu Kang, pero ya será mío.

Mileena se acercó a Stryker, ella lo conoció durante la invasión a Earthrealm, en una feroz pelea él la derrotó. Ella sabía de su fuerza ya que venció también a Kintaro, uno de los shokan más poderosos, sin duda esto llamó su atención hacía el oficial.

- Es una pena, me parecías tan lindo. – le habló Mileena a la ahora sombra de lo que había sido Stryker.

La mujer volvió a Outworld, más específicamente al coliseo que, a esas horas de la noche ya estaba vacío, caminó mirando para todos lados como buscando algo.

- ¿Me buscas a mí, Mileena? – dijo seriamente una voz femenina.

- Skarlet… sí, te buscaba a ti.

- ¿Qué ocurre? – preguntaba la mujer, quien seguía encadenada.

- Nada, hoy quise mostrarles mis sentimientos a un hombre… pero he hecho mal… ese hombre está completamente vacío.

- Quizás no era el indicado Mileena, no puedes culparte.

- Gracias, pero siento que no soy atractiva para nadie. – hablaba en tono triste a la par que se quitaba la máscara mostrando sus dientes filosos. - ¿Te parezco atractiva?

- ¡Lo eres, solo tienes que encontrar al hombre ideal!

- ¡Como si fuera fácil, tal vez lo sea para ti Skarlet, pero para mí…!

- ¡¿Qué son esos gritos?! – dijo una voz masculina, luego apareció un hombre vestido de purpura.

- Rain… - dijeron al unísono Mileena y Skarlet. - ¿Qué haces aquí?

- Mileena, Skarlet, no podía dormir así que decidí caminar un poco. ¿Qué ocurre?

- Nada, solo estábamos hablando.

- Hablando a los gritos por lo que oí. Bueno, yo creía que había pasado algo grave, pero parece que me equivoqué, me voy.

- Espera Rain. – habló la pelirroja Skarlet.

- ¿Sí?

- Estoy muy sedienta... y ya que tú puedes crear agua con tus manos. ¿podrías darme un poco de agua?

- Em… sí… sí puedo… - respondió con nerviosismo ante la hermosura de la cazadora.

Rain juntó sus manos y concentrando su poder hizo aparecer agua como si se tratara de un vaso o una vasija pequeña, la ninja roja bebió hasta hartarse.

- Aaahh, es lo que necesitaba, gracias Rain.

Mileena al ver la situación se acercó, aun con la máscara baja, al edeniano:

- Rain, yo también estoy muuuuyyy sedienta, me encantaría un poco de agua. – decía la híbrido con voz sensual.

Tuvo que hacer bastante esfuerzo para soportar el potente chorro de agua que fue directo a su rostro, Rain no tuvo ningún reparo en literalmente arrojarle agua a la cara a la mujer.

- Listo. – dijo sin problemas.

- …gra… gracias… - dijo con molestia Mileena.

- Rain… - volvía a hablar Skarlet. – Antes de que te vayas… ¿podrías soltarme?

- ¿Soltarte?, pero Shao Kahn te colocó ahí.

- Pero Shao Kahn ya no está. – dijo la cazadora con una voz que ponía más nervioso al edeniano de purpura. – Rain, no sabes lo incomodo que es dormir aquí, me encantaría dormir en una cama suave.

- Pero no hay más habitaciones.

- Puedo ir a la tuya.

- ¡¿A LA MÍA?!

- Sí, seguro tendrás un lugarcito allí.

- Bueno, la cama es grande pero…

- Perfecto… por favor Rain, suéltame… y te lo compensaré…

Tras pensarlo el ninja purpura finalmente liberó a su compañera y ambos se fueron dejando sola a Mileena, quien se retiró toda empapada a su habitación. En el pasillo escuchó otras voces, no le costó mucho reconocer a Baraka y Reptile, ella permaneció escondida mientras oía la conversación entre el tarkatano y el saurian:

- ¿Dónde estará Mileena? No está en su habitación. – hablaba Baraka.

- Tranquilo, seguro que debe estar por allí, no es tonta.

- No será tonta pero si infantil, seguro se fue a jugar como una niña pequeña, Reptile.

- ¿Por qué la tratas así? Creí que estabas con ella.

- ¿Con ella? Si ella es más una edeniana que una tarkatana, no somos compatibles, tendrá algunos rasgos pero para mí es una simple copia de esa asquerosa Kitana.

No hacía falta decir que las palabras afectaron fuertemente a la dama de rosa, quien no quiso seguir oyendo y caminó. De pronto un extraño sonido se oía en el fondo del pasillo, parecía un grito ahogado o un gemido. Ella siguió caminando y a medida que avanzaba el sonido se hacía más fuerte. Eran los gritos y gemidos de una mujer y de un hombre, ella preparó sus sais pensando que los sonidos eran de un combate, pero cuando se asomó y entreabrió la puerta vio que los sonidos eran de otra cosa.

Un hombre de cabellos negros y una mujer de cabellos rojos estaban tendidos en la cama, tapados por sabanas, completamente extenuados y con el sudor cubriendo sus cuerpos. Estaban desnudos pero las ropas purpuras y rojas en el suelo delataron quienes eran.

- ¡Rain y Skarlet! –pensó Mileena tapándose la boca con las dos manos.

- Eso fue increíble… sí que sabes cómo compensar… - hablaba el edeniano a su amante.

- Te lo dije, considéralo un agradecimiento por soltarme y dejarme dormir aquí. – contestaba la mujer de cabellos rojos. - Ahora quiero hacerte una pregunta.

- Dime.

- ¿Por qué fuiste tan rudo con Mileena?

- Porque no me agrada, ella jamás me agradó. Parece que le gusto pero ella no me gusta nada.

- Bueno, pero es edeniana como tú.

- Ella es más una tarkatana que una edeniana, no somos compatibles, tendrá un bello cuerpo pero sus ojos naranjas y sus dientes deformes me recuerdan que solo es un clon mal hecho de Kitana.

Otra puñalada al corazón de la pobre Mileena, quien se encerró en su habitación. Se quitó por completó la máscara y se miró al espejo, cerca suyo había una máscara azul ensangrentada que le había pertenecido a Kitana, miró el velo y en un arranque de ira rompió el espejo de un golpe aunque eso le lastimó gravemente la mano. Agotada y triste se dirigió a su cama, con la mano vendada, y sin que nadie lo notara comenzó a llorar.

Fin de capitulo

Bueno, primer capítulo ¿Qué les pareció?

Dejen reviews con sus opiniones y críticas, nos vemos hasta el próximo capítulo.

Ale93371.