Summary: Era su cumpleaños número once, pero únicamente la tan esperada carta podía hacer que Padma finalmente sonriera. Este fic participa en el minireto de septiembre para La Copa de las Casas del foro Provocare Ravenclaw.


Disclaimer: Hola, hola, ¿soy rubia? ¿Inglesa? ¿Millonaria? No, así que nada de esto me pertenece.


¡Al fin llegó!

El sol apenas estaba apareciendo sobre el horizonte, pero una niña morena aguardaba impaciente en el jardín de su casa. Era el día de su cumpleaños número once, y había estado gran parte de la noche sentada al lado de la ventana de su habitación a la espera de alguna señal, de algún movimiento extraño que indicara que por fin había llegado...

—¡Padma! —chilló una voz desde el interior de la casa, y la niña se levantó para ir corriendo hasta donde estaba el dueño de dicha voz: su gemela—. ¡Padma, la carta! ¡La carta de Hogwarts!

Era verdad, sí. Una lechuza parda estaba parada sobre el blanco mármol de la mesa con una carta atada a la pata. No tuvo dudas cuando vio su nombre escrito con tinta verde en la parte anterior del sobre. Desde que tenía conciencia estaba esperando ese momento, y finalmente había llegado.

Su corazón latía desbocado y una sonrisa afloró en su pequeño rostro, dejando ver algunos huecos en donde le deberían estar creciendo los dientes. Otra novedad: Padma sonriendo. ¿Quién lo hubiera dicho?