Tantas cosas por decir, tan pocos qué quieran escucharlas, aunque sólo importa qué una las escuche pero se nota a leguas qué no tiene el suficiente tiempo para ello, por lo menos no para mí.

Muchas veces solo quiero gritar, llorar, patalear cómo una niña pequeña para qué mamá venga y me consuele.

Los ojos llenos de lágrimas, impidiendo, haciendo lo posible porque no caigan. Un nudo en la garganta, muchas palabras, y sollozos reprimidos.

Escape, salida, lo que necesito...sonrisas vacías, sin sentido, la necesidad de huir de todo, hasta llegar al punto de desear huir de la vida...

Espera, párate, respira, piensa...medita, no nos esforzamos en la vida para complacer a nadie, nacimos solos, viviremos, caeremos y nos levantaremos con mayor fuerza, solos, pero lo haremos y seguiremos viviendo con dolor, alegría, tristeza, felicidad, angustia, ansiedad...

Mientras aún exista una razón, mientras sea nuestra razón, nuestro deseo, no algo impuesto no importa lo demás sigue luchando, y si cuesta...solo sigue las apariencias, sigue luchando, sonriendo y disfrutando; aunque la destrucción interior este en su punto máximo, no decaigas crea una coraza, impide qué lleguen hasta tu castillo, y vive, sin remordimientos ni nada, solo...vive.

Y luego, cuando la muerte haya deseado venir por ti, recuerda, piensa,... ¿viviste, disfrutaste, hiciste casi todo lo qué deseabas?, entonces es momento de descansar, de parar de luchar y, solo descasar...