El dolor era insoportable... ¡hacía mucha calor! No podía soportarlo más y quería que terminara esa agonía. Tenía la piel hirviendo y su interior estaba caliente, sentía que sus trocitos de carne chirriaban de dolor por ese líquido viscoso que le habían echado unos momentos atrás.
Unos segundos después la colocaron en una superficie dura y fresca, le pareció agradable esa sensación pero se tornó en miedo cuando un líquido viscoso se posó sobre ella, era de color rojo.
Escuchó un ruido raro, como si algo se frotara y miró desesperada los utensilios de color gris que se acercaban a ella. Cuando esos materiales se acercaron a su cuerpo y comenzaron a cortarla en pedazos, no podía soportarlo más. La acercaron a un agujero muy raro y comenzó a ser triturada en trozos pequeños pero por suerte su "cabeza" estaba intacta.
Notó cómo caía en picado por un tubo de color raro y luego sintió como si cayera en algo blandito. Miró a su alrededor y vio algunos restos de ese líquido rojo que le habían echado por encima. Poco a poco comenzó a moverse y notaba que se fundía en trozos más pequeños. Luego se metió en un tubo que parecía muy largo, la espera se le hizo eterna y dolorosa.
En aquél momento juró que se vengaría del que le había hecho eso. Con determinación decidió ponerse un nombre: la croqueta asesina.
